Abstractas y exc¨¦ntricas
Julia Sp¨ªnola y Bene Bergado son dos artistas cuya obra est¨¢ m¨¢s cerca de la levedad que del peso, del proceso que del monumento. Ahora exponen en Vitoria y Bilbao
Una de las corrientes art¨ªsticas con m¨¢s juego y vigencia a¨²n hoy es la abstracci¨®n exc¨¦ntrica. Quien acu?¨® este t¨¦rmino en 1966, la historiadora y pionera de la teor¨ªa del arte feminista Lucy R. Lippard, no fue consciente de hasta qu¨¦ punto estaba retrasando el arte de su decrepitud, y aunque el propio concepto ya era en s¨ª ¡°una premisa de muerte¡±, pues se refer¨ªa a algo indefinido (una pintura, una escultura, un ¡°ambiente¡±), funcion¨® como un nuevo lenguaje universal que el artista ¡ªo mejor habr¨ªa que decir las artistas mujeres, que eran mayor¨ªa¡ª ve¨ªa adecuado para explicar los procesos y la literalidad de sus cuerpos y c¨®mo estos se inscrib¨ªan en alg¨²n lugar entre la estructura y la referencia.
Aquellas obras, objetos parciales deudores del psicoan¨¢lisis y el surrealismo, conformaron un esperanto visual ¡ªy por qu¨¦ no, tambi¨¦n un estilo¡ª que comprim¨ªa dualidades (dureza/suavidad, precisi¨®n/azar, geometr¨ªa/formas libres, natural/industrial), inscribi¨¦ndose en ¨¦l los trabajos de hist¨®ricas como Eva Hesse, Louise Bourgeois o Ree Morton. Hoy son moneda corriente en muchas manifestaciones art¨ªsticas, en forma de taquillazos (recomendable el de Yayoi Kusama en el Museo Guggenheim) o exposiciones m¨¢s discretas. De las ¨²ltimas, dos permiten completar temporalmente un tri¨¢ngulo solvente dentro del Pa¨ªs Vasco: en Artium (Vitoria) y en Azkuna Zentroa (Bilbao), que firman la madrile?a Julia Sp¨ªnola (44 a?os) y la salmantina Bene Bergado (60 a?os), respectivamente.
La muestra de Esp¨ªnola carece de iluminaci¨®n artificial: cambia en funci¨®n del momento del d¨ªa o la ¨¦poca del a?o
Sp¨ªnola trabaja con el dibujo, la escultura y la arquitectura. Sus formas son graduales, y van del ojo y el cuerpo (como fragmento) a la cueva, la pared, el estudio, el museo. Sus materiales son la luz, serigraf¨ªas, maderas, metales, telas, cuerdas, cartones o piezas de s¨ªlex, que evocan el cuerpo femenino de manera radical y po¨¦tica, desencadenando identificaciones en las que el espectador est¨¢ y no est¨¢, dependiendo de la incidencia de la luz natural en la sala. Porque una particularidad de esta exposici¨®n, comisariada por Catalina Lozano, es que carece de iluminaci¨®n artificial; y as¨ª, dependiendo de la ¨¦poca del a?o, del momento del d¨ªa y de las condiciones meteorol¨®gicas ¡ªla luz entra por los ¨®culos que conectan la sala con la plaza interna del museo¡ª, las obras pueden ser elegantes abstracciones o bien objetos a la penumbra de nuestra experiencia.
Sp¨ªnola es una constructora de experiencias visuales. Sus piezas son semiformas mediante las que nos abandona a la sensaci¨®n. Son vol¨¢tiles y a la vez conservan una larga memoria. Un ejemplo son los peque?os grafitis que el visitante ir¨¢ encontrando casi sin darse cuenta en las paredes, bioformas marronosas, rojas, escapadas de una sintaxis milenaria, como las pinturas de los nadadores en las remotas grutas de Gilf Kebir, en el desierto egipcio, descubiertas por el explorador h¨²ngaro L¨¢szl¨® Alm¨¢sy en 1933, airosamente inmortalizados en la cinta de Anthony Minghella El paciente ingl¨¦s.
El l¨¦xico de la imaginer¨ªa de Julia Sp¨ªnola recuerda no solo a la dom¨¦stica y bulbosa Louise Bourgeois, tambi¨¦n participa de las convenciones sexuales de Robert Gober, con su infalible instinto para la ubicaci¨®n en los rincones de un espacio, tensos pero incitantes, c¨¢lidos, siempre dando la r¨¦plica al observador, como cuando ¨¦ste mira a trav¨¦s del agujero de un objeto contundente colocado en medio de la sala, expuesto a las variaciones de la luz natural. Podr¨ªa ser un cascabel gigante o el buche de una cobra. Al final, descubrimos la mejor perspectiva de esta contraescultura desde un peque?o agujero en uno de sus extremos, en lo que parece la cola de una ballena. Otros objetos ¡ªcabezas, espirales, piernas colgantes, nidos de orugas¡ª tienen una imperfecci¨®n consistente, no son partes de cuerpos victimizados, al rev¨¦s, son se?ales de lo perdido que precede al ¨¦xtasis. Todo se sale de madre en esta muestra con tantas (in)significancias, indicios, como los juguetes de playa olvidados, semienterrados.
En Bene Bergado, sin embargo, es m¨¢s patente el proceso, si seguimos con el s¨ªmil de la playa y el cine, en la imagen de la Estatua de la Libertad que sobresale cercana al mar en El planeta de los simios. Un mundo pos?apocal¨ªptico que esta autora instalada entre Madrid y Bilbao vislumbra en el presente. El t¨ªtulo de su retrospectiva, comandada por Juan Luis Moraza, es Decrecer, y le sirve para representar un universo ordenado al declive de la monumentalidad, tanto industrial como art¨ªstica. Bergado propone el ¡°decrecimiento¡± (¡°vivir mejor con menos¡±) para volver a la entrop¨ªa natural, y no a la acelerada por el consumo sin medida y el capitalismo extractivista.
La exposici¨®n se divide en cuatro salas y son variaciones de algunos de sus trabajos/procesos anteriores en el Musac (Le¨®n, 2016) y Alcal¨¢ 31 (Madrid, 2021). En la primera se proyecta el v¨ªdeo Prospecto, donde un listado de aditivos qu¨ªmicos en los alimentos recorre la pantalla a modo de cr¨¦ditos cinematogr¨¢ficos. En Bater¨ªa, una estanter¨ªa industrial de 20 metros almacena obras, materiales y libros de toda su trayectoria art¨ªstica. A este archivo le sigue un entorno m¨¢s extrovertido y a la vez ¨ªntimo, Tierra quemada, que representa la ca¨ªda de los signos de autoridad (la muerte del padre) a trav¨¦s de diversos objetos y materiales: una torre el¨¦ctrica desmontada que, sin embargo, puede servir de refugio para personas que all¨ª han dejado sacos de dormir, maletas, restos de comida, entre trampas y formas h¨ªbridas fundidas en bronce que imitan hortalizas y alimentos en proceso de descomposici¨®n. A un lado, la figura esquem¨¢tica de un animal que duerme su siesta. Parece un oso polar que se ha librado de su probable extinci¨®n. Su superficie deslumbrante, como la de una joya, expresa una visi¨®n irrebatible, melanc¨®lica, al l¨ªmite, de nuestro planeta.
¡®Persona, foto, copia¡¯. Julia Sp¨ªnola. Artium. Vitoria. Hasta el 10 de diciembre.
¡®Decrecer¡¯. Bene Bergado. Azkuna Zentroa Alh¨®ndiga. Bilbao. Hasta el 7 enero de 2024.
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