¡®Perros de paja¡¯: El paganismo, la v¨ªa de escape (del enredo tecnol¨®gico)
John Gray incide en la falacia de que el incremento del conocimiento produzca un avance de la especie y advierte de que la humanidad nunca llegar¨¢ a dominar la tecnolog¨ªa
La fe en el progreso es una superstici¨®n. Para el humanismo liberal tiene el mismo poder que antes ten¨ªa la religi¨®n revelada. La cosmovisi¨®n laica es un pastiche de ortodoxia cient¨ªfica y esperanzas devotas. Todo esto nos dice John Gray en un libro ya cl¨¢sico que ahora reedita Sexto Piso. La idea no es nueva, fue agriamente debatida por ?Naphta y Settembrini en aquella monta?a m¨¢gica. Lo que s¨ª es nuevo es el empe?o de desenmascarar a cristianos viejos tras la careta del humanismo. Liberales que nunca se cansan de predicar que somos libres de vivir como queramos. Para Gray, la idea de que el libre albedr¨ªo nos diferencia de los animales es una herencia (nefasta) del cristianismo. Y lo mejor ser¨ªa desembarazarse de ella. La doctrina cristiana de la salvaci¨®n se ha transformado en un proyecto de emancipaci¨®n humana universal.
La ciencia, al aumentar el poder humano, aumenta al mismo tiempo los defectos de la naturaleza humana. Y eso empieza a ser un problema
Todo esto es bien conocido. Pero no lo es tanto otro aspecto al que apunta Gray. La ciencia, al aumentar el poder humano, aumenta al mismo tiempo los defectos de la naturaleza humana. Y eso empieza a ser un problema. No es lo mismo ser ambicioso con un tirachinas que con un ordenador cu¨¢ntico o armas biol¨®gicas y gen¨¦ticas. La idea del progreso descansa en la creencia de que el incremento del conocimiento produce un avance de la especie. En esa falacia hay un peligro real y una amenaza para la libertad, que es el meollo de todo lo vivo.
Para salir de este laberinto de ideas, Gray menciona una perspectiva de la India antigua: el objetivo de la vida humana no es transformar el mundo, sino verlo de la forma correcta. Un trabajo sobre la percepci¨®n, no sobre las cosas mismas. No se trata de escapar del mundo, sino de nirvanizar peque?as parcelas de samsara, como dir¨ªan los budistas del mahayana. ¡°Una verdad subversiva, porque implica la banalidad de la pol¨ªtica¡±. Al ingl¨¦s, que tiene nombre de pintor, le gustan tambi¨¦n el tao¨ªsmo, el hinduismo y el animismo, donde todos los seres est¨¢n emparentados. ¡°El error esencial del cristianismo es considerar a los humanos diferentes del resto de los animales¡±. Pero no identifica que el origen de esta idea (que detesta) lo encontramos en el G¨¦nesis y en Descartes. Frente a la physis animista y pagana de Arist¨®teles, el franc¨¦s apost¨® por una physis mecanicista. De ah¨ª el triunfo de la f¨ªsica. Desde entonces, los perros y el resto de los animales son m¨¢quinas, mientras que los humanos son libres y pensantes.
¡°Si la humanidad es finalmente modificada, no ser¨¢ porque haya asumido cierto control sobre su destino¡±
El libro avanza algunos escenarios de nuestro tiempo. Es factible que la naturaleza humana sea ¡°remodelada¡±. Pero si se hace no ser¨¢ debido a un plan preconcebido, sino al resultado ¡°de una serie de luchas en el terreno turbio por cuyo control pugnan las grandes empresas, el crimen organizado y el llamado Estado profundo¡±. S¨®lo faltar¨ªa a?adir una IA desbocada. ¡°Si la humanidad es finalmente modificada, no ser¨¢ porque haya asumido cierto control sobre su destino¡±, sino por un nuevo giro, inesperado y casual. Gray advierte, como hacen hoy muchas otras voces, que la humanidad nunca llegar¨¢ a dominar la tecnolog¨ªa. No es la competencia de los Estados lo que hace a la tecnolog¨ªa ingobernable, sino la propia tecnolog¨ªa. ¡°La capacidad de dise?ar nuevos virus para su uso en armas genocidas no precisa enormes recursos de dinero¡±, escribe en 2003. Los gobiernos son c¨®mplices de su propia impotencia, al ceder el control sobre la tecnolog¨ªa al mercado. El capitalismo tiene estas cosas. ¡°Aunque se proh¨ªba la modificaci¨®n gen¨¦tica en cultivos, animales o humanos, en determinados pa¨ªses seguir¨¢ adelante¡±. Y cuando sea posible clonar humanos, se desarrollar¨¢n prototipos de combate en los que ciertas emociones como la compasi¨®n estar¨¢n inhibidas. ¡°La ingenier¨ªa gen¨¦tica podr¨¢ erradicar enfermedades antiguas, pero se convertir¨¢ en el arma favorita de futuros genocidas¡±. Ignorar el potencial destructivo de las nuevas tecnolog¨ªas supone ignorar la historia. El progreso de la t¨¦cnica deja un ¨²nico problema sin resolver: la debilidad de las pasiones humanas. Mientras tanto, ¡°los fundamentalistas cient¨ªficos seguir¨¢n afirmando que la ciencia es la b¨²squeda desinteresada de la verdad¡±. El panorama no es muy halag¨¹e?o. Conviene estar al tanto.
Perros de paja
Traducci¨®n de Albino Santos Mosquera
Sexto Piso, 2023
240 p¨¢ginas. 20,90 euros
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