¡®La energ¨ªa del vac¨ªo¡¯, eficiencia literaria frente a los misterios del azar
La novela de Bruno Arpaia ratifica la profundidad y la seriedad con las que este autor enfrenta las investigaciones, que le permiten escribir lo mismo sobre historia que sobre uno de los temas m¨¢s complicados en el terreno de la F¨ªsica
Hay veces en que uno debe creer que las conjunciones astrales existen y, caprichosamente, provocan algunos de esos inquietantes encuentros cercanos que Jos¨¦ Lezama Lima, que todo lo entend¨ªa po¨¦ticamente, sol¨ªa llamar ¡°el azar concurrente¡±.
Como muchos conocen, el pasado 8 de abril, en la ciudad escocesa de Edimburgo mor¨ªa a los 94 a?os Peter Higgs, el Premio Nobel de F¨ªsica de 2013 que, casi por pura intuici¨®n iluminada o tal vez incluso por una conjunci¨®n divina, proclam¨® en 1964 la necesaria existencia de una part¨ªcula llamada bos¨®n cuya presencia y acci¨®n podr¨ªan ser esenciales para comprender la estructura de la materia, incluida la materia de que estamos hechos los seres humanos. Bautizada con el nombre de Higgs, la existencia de esa part¨ªcula solo se certificar¨ªa casi cincuenta a?os despu¨¦s de que el f¨ªsico proclamara su muy discutida teor¨ªa y semejante comprobaci¨®n hoy resulta tan importante para entender la composici¨®n del cosmos que al bos¨®n de Higgs se le ha llamado ¡°la part¨ªcula de Dios¡±.
La conjunci¨®n, el azar concurrente, funcionaron por el hecho de que, mientras Higgs mor¨ªa en Edimburgo, en mi casa de La Habana yo avanzaba en el tramo final de la lectura de una novela titulada La energ¨ªa del vac¨ªo, escrita por el italiano Bruno Arpaia, originalmente editada en 2011, publicada en espa?ol por el Fondo de la Cultura Econ¨®mica en 2021 y recientemente estampada para el mercado espa?ol por ese sello editorial. Pero la cuesti¨®n azarosa se complica porque es una novela que deb¨ª haber le¨ªdo hace dos, tres a?os y que, por varias peripecias anti-concurrentes, solo ahora llegaba a mis manos¡ y, he aqu¨ª la maravilla del azar, porque el argumento de la obra de Arpaia gira, precisamente, en torno a la posible certificaci¨®n cient¨ªfica de la existencia de una part¨ªcula ¡°consistente¡± con el esquivo bos¨®n de Higgs. Pero lo interesante es que, en la realidad, este evento al fin se producir¨ªa en las sofisticadas y muy costosas instalaciones del Laboratorio Europeo de Investigaci¨®n Nuclear, el CERN, un complejo cient¨ªfico construido bajo el suelo de Ginebra, cerca de la frontera suizo-francesa... y que tal certificaci¨®n solo se anunciar¨ªa en el a?o 2012, varios meses despu¨¦s de la primera edici¨®n de la novela en Italia, donde incluso fue galardonada con el Premio Merck Serono del 2011.
No suficientemente conocido entre los lectores en espa?ol, Bruno Arpaia es, sin embargo, uno de los m¨¢s consistentes autores italianos contempor¨¢neos, autor de novelas como Tiempo perdido (1997), sobre la revoluci¨®n de Asturias en 1934, El pasado delante de nosotros (2006) y la distop¨ªa apocal¨ªptica Algo ah¨ª afuera (2016), entre otras, a las que se suma La energ¨ªa del vac¨ªo, un ejercicio narrativo que sirve para ratificar una de las cualidades de su trabajo: la profundidad y seriedad con que este autor enfrenta las investigaciones que le permiten escribir lo mismo sobre historia que sobre futuro o abordar un asunto a primera vista tan ¨¢rido como la ciencia, y con mayor rigor cuando, como en este caso, se trata de uno de los temas m¨¢s complicados en el terreno de la F¨ªsica.
El argumento de La energ¨ªa del vac¨ªo se desarrolla espacialmente alrededor de ese centro de sofisticados experimentos cient¨ªficos. La mayor parte de los personajes de su trama son f¨ªsicos de alta calificaci¨®n (y que se comportan como tales). Mientas tanto, su asunto, generador de un conflicto, gira ni m¨¢s ni menos en torno a un revolucionario ensayo cuyos resultados podr¨ªan alterar la pertinencia de todas las teor¨ªas de la f¨ªsica cu¨¢ntica y, eventualmente, cambiar¨ªa la manera de entender la estructura del universo. La simple enumeraci¨®n de estos elementos de composici¨®n novelesca hace evidente que todo ese material literario colocaba al escritor ante el desaf¨ªo no ya de la comunicaci¨®n, sino incluso de la comprensi¨®n por la mayor¨ªa de sus potenciales lectores.
Consciente del reto, Bruno Arpaia busc¨® acercarse a ese denso universo para iniciados construyendo una novela que es una especie de thriller cient¨ªfico con elementos de ciencia ficci¨®n, y donde aparecen inc¨®gnitas sembradas, personajes de turbia filiaci¨®n y la amenaza terrorista de un sabotaje a un experimento que, para ciertos fundamentalistas, implicaba una provocaci¨®n a la potestad de Dios. Tales recursos le permiten al autor aligerar la carga pesada de la necesaria informaci¨®n sobre los pormenores del experimento en marcha y colocar su discurso en un digerible cauce dram¨¢tico.
Como en casi toda novela que emplea recursos del g¨¦nero negro, en La energ¨ªa del vac¨ªo podemos leer dos relatos: el de lo que aparentemente ha estado ocurriendo y el de lo que, al poseer las claves e informaci¨®n, entendemos que realmente ha ocurrido. As¨ª, la fuga sin reposo de dos de los personajes centrales de la trama (Pietro y Nico), el comportamiento de la directora del CERN, Emilia Vi?as (esposa de Pietro, madre de Nico) y las relaciones entre los f¨ªsicos cobrar¨¢n su mejor definici¨®n.
El recurso utilizado por Arpaia para adentrarnos en el conocimiento (evito decir comprensi¨®n) de la informaci¨®n cient¨ªfica, fue la creaci¨®n del personaje de Nuria, la periodista que llega al CERN para escribir un reportaje
El recurso utilizado por Arpaia para adentrarnos en el conocimiento (evito decir comprensi¨®n) de la informaci¨®n cient¨ªfica que se mueve alrededor del experimento, fue la creaci¨®n del personaje de Nuria, la periodista que llega al CERN para escribir un reportaje y, buscando conocimiento simplificado, nos da acceso a esa informaci¨®n (quiz¨¢s necesaria, aunque excesivamente exhaustiva por momentos, lo cual atenta contra el ritmo del relato).
Aunque algunos rom¨¢nticos consideran que la ciencia es tambi¨¦n un modo de hacer arte, y al parecer el famoso y ahora oscarizado Robert Oppenheimer alguna vez dijo que ciencia y arte son formas complementarias de explorar el mundo, lo cierto es que atreverse a convertir en tema novelesco un asunto como el relacionado con la f¨ªsica de las part¨ªculas es un desaf¨ªo mayor. Por eso, la eficiencia con que Bruno Arpaia nos arrastra por este tema resulta encomiable y demuestra que, de los grandes enigmas del conocimiento (y del desconocimiento), tambi¨¦n se puede escribir literatura sobre los misterios de la energ¨ªa y provocar incluso la concurrencia de algo tan enrevesado y de dif¨ªcil explicaci¨®n cient¨ªfica como es el azar.
La energ¨ªa del vac¨ªo
Traducci¨®n de Tom¨¢s Serrano
Fondo de Cultura Econ¨®mica, 2022
286 p¨¢ginas. 9 euros
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