Reinvenci¨®n o subyugaci¨®n: lecturas para comprender una Europa en peligro

El mundo se adentra a pasos agigantados en una ¨¦poca de pulsos de potencias, por la v¨ªa de la competici¨®n descarnada o incluso de la confrontaci¨®n violenta. La desconfianza entre pa¨ªses avanza, el sue?o de un orden mundial multilateral basado en reglas colapsa. En este mundo, la Uni¨®n Europea afronta m¨²ltiples desaf¨ªos existenciales. Desde Oriente, una Rusia que busca reconstruir su imperio a la fuerza; y una China que acumula poder¨ªo y posici¨®n dominante en sectores estrat¨¦gicos en los que somos dependientes. Desde Occidente, un Estados Unidos cuyo papel como proveedor de seguridad es incierto, mientras se torna en actor econ¨®mico hostil. Todo ello reclama una aut¨¦ntica reinvenci¨®n de un proyecto com¨²n forjado en otra ¨¦poca para adaptarlo a la nueva, para que pueda hablar ¡°el lenguaje del poder¡±, seg¨²n dijo Josep Borrell en una premonitoria intervenci¨®n en 2019. Fallar en ese proceso significa condenar inexorablemente a la UE, y a sus ciudadanos, a un peligroso estado de dependencia con muchos visos de no ser benigna: una subyugaci¨®n.

La reinvenci¨®n es de tan amplio espectro y complejidad que se perfila como una tarea tit¨¢nica. Sus objetivos principales son reforzar la seguridad ¡ªen un sentido amplio, no solo de capacidades de defensa, sino econ¨®mico-estrat¨¦gica¡ª y la competitividad ¡ªpara disponer de la fuerza suficiente para evitar la subordinaci¨®n¡ª. Estos tendr¨¢n que conseguirse mientras se impulsa la transici¨®n verde, se cuida la cohesi¨®n social y territorial, y se encarrila la ampliaci¨®n. Adem¨¢s, debe lograrse mientras, adentro, otro desaf¨ªo existencial cobra cuerpo: el del nacionalismo, el euroescepticismo de las ultraderechas.

Por ello, resulta de especial importancia la aportaci¨®n intelectual que la pol¨ªtica pueda recibir del ¨¢mbito acad¨¦mico, cultural en sentido m¨¢s amplio, o de los laboratorios de ideas, tanto para la comprensi¨®n profunda del entorno en el que nos adentramos, as¨ª como para la ponderaci¨®n de distintas opciones de reforma. Un cambio que tendr¨¢ que ser ¡°radical¡±, seg¨²n dijo recientemente el expresidente del BCE Mario Draghi en un discurso. ¡°Una redefinici¨®n que no sea menos ambiciosa de la que hicieron los padres fundadores hace 70 a?os¡±. Este art¨ªculo intentar¨¢ ofrecer referencias de algunas lecturas esenciales ¡ªlibros, informes y transcripciones de discursos¡ª en este descomunal emprendimiento.

?C¨®mo proceder para evitar que la UE se hunda en una inferioridad con visos de tornarse subyugaci¨®n? El texto m¨¢s relevante disponible en este ¨¢mbito sea probablemente Mucho m¨¢s que un mercado, el informe publicado en abril por el ex primer ministro italiano Enrico Letta a petici¨®n de las instituciones europeas para explorar v¨ªas de mejora del mercado com¨²n, un extraordinario instrumento que, con reformas, puede aportar m¨¢s vigor al proyecto europeo. El autor se?ala que la UE sufre un impresionante d¨¦ficit en el tama?o de sus empresas en comparaci¨®n con potencias rivales. La fragmentaci¨®n persistente del mercado es una raz¨®n clave. Letta apunta en especial a tres sectores, los de la energ¨ªa, los servicios financieros y las comunicaciones, que por recelos nacionales no se integraron plenamente. Otro punto de reforma necesaria es el mercado de capitales, que debe mejorar para conseguir una movilizaci¨®n m¨¢s eficaz de los ingentes ahorros que hay en Europa y que sin embargo no se canalizan de forma adecuada como inversiones en los sectores clave en Europa. Una parte consistente de esos ahorros se van a Estados Unidos. Todo lo que hay que hacer ¡ªreforzar la defensa, impulsar industrias estrat¨¦gicas, transici¨®n verde, etc¨¦tera¡ª requerir¨¢ grandes cantidades de dinero. Un mejor aprovechamiento de los ahorros privados ser¨¢ crucial. Pero muchos pol¨ªticos creen que ser¨¢ inevitable un mayor esfuerzo p¨²blico, y que deber¨ªa hacerse con una nueva emisi¨®n de deuda com¨²n, como en la pandemia.

El otro texto fundamental para orientarse en el camino por delante ser¨¢ el informe sobre competitividad que precisamente Mario Draghi prepara por encargo de la Comisi¨®n Europea. Su publicaci¨®n est¨¢ prevista a lo largo de este mes, pero ya es posible reflexionar sobre las l¨ªneas maestras del trabajo que el propio Draghi ha adelantado en el discurso pronunciado el pasado 16 de abril. La competitividad es la clave crucial de la generaci¨®n de fuerza. Potencias como Estados Unidos y China est¨¢n usando de forma descarnada las herramientas p¨²blicas para fomentarla, con la agilidad propia de Estados unitarios y sacando partido de sus enormes mercados. Pero la UE, alerta Draghi, est¨¢ dise?ada para ¡°el mundo de antes¡±. Por ello, debe reinventarse de forma radical.

En su discurso, Draghi adelant¨® tres hilos conductores subyacentes a las propuestas que har¨¢ en su informe. En primer lugar, en l¨ªnea con Letta, aprovecharse m¨¢s de la econom¨ªa de escala. Draghi apunta por ejemplo al sector de la industria de la defensa, fragmentado e incoherente. En segundo lugar, repensar la provisi¨®n de bienes p¨²blicos, es decir, la definici¨®n de los objetivos necesarios ¡ªcomo mejora de interconexiones energ¨¦ticas o infraestructuras de supercomputaci¨®n¡ª y c¨®mo financiarlos. En tercer lugar, garantizar el suministro de recursos esenciales, lo que incluye una amplia paleta de elementos, desde las materias primas estrat¨¦gicas hasta los trabajadores cualificados. Todo esto ¡°requiere que actuemos como Uni¨®n Europea como nunca antes lo hemos hecho¡±.

Otro informe importante para ubicarse es aquel sobre el progreso anual de la implementaci¨®n de la br¨²jula estrat¨¦gica para la seguridad y la defensa. En ¨¦l se halla una clara s¨ªntesis de los pasos dados y los que se pueden dar, sobre todo en el sentido de utilizar los instrumentos de la UE para impulsar un crecimiento coordinado, eficaz, interoperable de las capacidades de defensa. Este es el camino que m¨¢s simboliza la metamorfosis que emprende la UE: de proyecto concebido para evitar un nuevo estallido b¨¦lico entre sus socios ¡ªcon la reconciliaci¨®n franco-alemana en el centro, de la cual la imagen de Mitterrand y Kohl en Verd¨²n es un icono¡ª a organizaci¨®n capaz de disuadir o amortiguar ataques externos. Pero la reinvenci¨®n de la UE no es solo una cuesti¨®n de dise?o de nuevas pol¨ªticas. Tambi¨¦n lo es de precisa comprensi¨®n del mundo en el que vivimos, de sus din¨¢micas, sus motivaciones, sus perspectivas. Aqu¨ª, el mundo de la cultura y de los laboratorios de ideas ofrecen un inmenso caladero de textos iluminantes.

Un libro que representa un buen punto de partida por su mirada perisc¨®pica es Portrait d¡¯un monde cass¨¦ (Retrato de un mundo roto, Gallimard), cuya publicaci¨®n en castellano est¨¢ prevista en septiembre (Arpa). Se trata de una colecci¨®n de textos dirigida por Giuliano da Empoli y promovida por la revista Le Grand Continent. Entre los autores incluidos figuran Josep Borrell, Lea Ypi y Niall Ferguson, y Javier Cercas, que firma el ep¨ªlogo. Constituye un esfuerzo de decodificaci¨®n del caos global y de presentaci¨®n de propuestas para reconducirlo. Algunos de los cap¨ªtulos se ocupan espec¨ªficamente de Europa.

Otro trabajo de amplias miras que ofrece claves de inter¨¦s es La era de los l¨ªderes autoritarios (Cr¨ªtica), de Gideon Rachman, columnista de Financial Times. El libro analiza un nervio fundamental, el auge global de hiperliderazgos populistas y nacionalistas.

Quienes deseen centrar m¨¢s el foco en los desaf¨ªos que proceden de Oriente disponen, entre otras opciones, de El mundo seg¨²n China (La Esfera de los Libros) de Elizabeth C. Economy, asesora de la Administraci¨®n de Biden y experta de Hoover Institution de la Universidad de Stanford, que ofrece una mirada sobre el c¨¢lculo estrat¨¦gico de los l¨ªderes del gigante asi¨¢tico.

En cuanto al espacio pos-sovi¨¦tico, N¨¢ufragos del imperio (Galaxia Gutenberg), de Pilar Bonet, corresponsal de este peri¨®dico en la zona durante m¨¢s de tres d¨¦cadas, constituye un mosaico que, a trav¨¦s de m¨²ltiples fragmentos, retrata la Rusia y la Ucrania contempor¨¢neas, el intento de la primera de reconstruir una identidad idealizada de rasgos imperiales y el esfuerzo de la segunda para construirse una nueva identidad.

La creciente convergencia entre China y Rusia representa un enorme desaf¨ªo para la UE. Aunque Mosc¨² y Pek¨ªn no tengan una alianza formal, s¨ª comparten una visi¨®n que rechaza la universalidad de los derechos humanos y la democracia y plantean un orden mundial basado en la supremac¨ªa absoluta de la soberan¨ªa estatal sobre los derechos individuales. Adem¨¢s, proyectan con creciente vigor su visi¨®n e intereses sobre el tablero global. Para ellos, nuestros valores son una amenaza a la estabilidad. Por eso, la confrontaci¨®n representa una amenaza muy grave para la UE. En este sentido, un libro de inter¨¦s es el que Anne Applebaum tiene previsto publicar (en ingl¨¦s) este mes de julio: Autocracy, Inc.: The Dictators Who Want to Run the World.

Naturalmente, no basta con entender el mundo que nos rodea y al que debemos adaptarnos. Es necesario mirarse en el espejo. Y al hacerlo es inevitable ver el perfil de una crisis, los rasgos de un malestar incubado en el tiempo y que ha desembocado en clamorosos votos de protesta, al este y al otro lado del Atl¨¢ntico. Un resentimiento alimentado por lustros y lustros de globalizaci¨®n descontrolada que beneficiaba mucho a algunos, pero no tanto a muchos otros, que sin duda disfrutaban de productos m¨¢s baratos, pero, mientras, ve¨ªan sus perspectivas erosionadas por la deslocalizaci¨®n de empresas o el frenazo de los salarios por la competencia internacional. Algunas ciudadan¨ªas, adem¨¢s, tambi¨¦n vieron salvajes recortes de servicios sociales por la austeridad impuesta tras la crisis de 2008, que no hab¨ªan causado ellos, sino capitalistas sin control cuyas empresas, luego, en muchos casos, hubo que rescatar con dinero p¨²blico. De ah¨ª procede mucha de la turbulencia nacionalista actual.

En ese sentido, una lectura de referencia es La crisis del capitalismo democr¨¢tico (Deusto), de Martin Wolf, tambi¨¦n columnista de Financial Times, un libro con una penetrante mirada anal¨ªtica y acompa?ado de cantidad de datos significativos.

Otra obra de referencia es La luz que se apaga, de Stephen Holmes y Ivan Krastev (Debate), un original recorrido sobre las turbulencias del modelo democr¨¢tico-capitalista, que en los noventa parec¨ªa imparable. Los autores utilizan como hilo conductor la idea de la era de la imitaci¨®n, que en un primer momento fue el intento de Europa del Este de emular el modelo democr¨¢tico occidental, luego fue una t¨¢ctica de Rusia de emular ¡ªcon interpretaci¨®n propia¡ª las maneras de actuar de Occidente en el mundo. Esta era se acaba con el auge poderoso de China, que no imita a nadie.

En clave m¨¢s hist¨®rica, una aproximaci¨®n sugerente es Europa. Una historia personal (Taurus), de Timothy Garton Ash, profesor de estudios europeos en la Universidad de Oxford. Un recorrido por m¨²ltiples puntos del continente, repleto de an¨¦cdotas personales, encuentros, visitas que emanan mucho sentido, que abarca desde 1945 hasta la guerra en Ucrania. El relato obviamente refleja la divisi¨®n del continente con el tel¨®n de acero, y el abrazo posterior a la ca¨ªda del muro, lleno de logros y problemas.

Hoy, la UE afronta el desaf¨ªo de una nueva ampliaci¨®n con un pu?ado de pa¨ªses en los Balcanes, Ucrania y Georgia que aspiran a la adhesi¨®n. El camino es tortuoso, pero la voluntad pol¨ªtica crece. En ese sentido, tiene inter¨¦s releer el discurso de Praga del canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, en agosto de 2022. Es muy c¨¦lebre el de febrero de 2022 en el Bundestag, en el que lanz¨® el hist¨®rico giro del rearme alem¨¢n, pero este otro tambi¨¦n es muy importante. Berl¨ªn ha sido un motor esencial de la reactivaci¨®n de la ampliaci¨®n.

El devenir de Europa y, m¨¢s en concreto, el de la UE, es obviamente objeto de una inmensa producci¨®n. Los libros e informes se?alados en este art¨ªculo responden ¨²nicamente a una selecci¨®n apoyada en un recorrido personal. Hay sin duda muchos otros que pueden ser considerados igual de valiosos o m¨¢s. M¨¢s all¨¢ de los t¨ªtulos concretos, lo fundamental es que en Europa se estimule una reflexi¨®n supranacional mucho m¨¢s potente de la que ha existido hasta ahora.

Como se?al¨® Draghi en el discurso en el que adelant¨® aspectos del esp¨ªritu de su esperado informe, la UE se halla rezagada y en dificultad porque fall¨® por completo en mirar adecuadamente a lo que ocurr¨ªa fuera. Segu¨ªa demasiado atada a una l¨®gica de reflexi¨®n interna, de competici¨®n entre pa¨ªses miembros, de l¨ªneas rojas en clave nacional. En el conjunto de la sociedad, pese a que sean disponibles una mirada de obras en la materia, la reflexi¨®n paneuropea ha permanecido muy marginal. Y, sin embargo, es la cuesti¨®n central. Porque es la UE, y no los Estados naci¨®n, el principal instrumento de protecci¨®n de los derechos y de la prosperidad de sus ciudadanos en este nuevo mundo. Y la UE est¨¢ en riesgo real por el c¨²mulo de desaf¨ªos exteriores ¡ªlas acciones de Rusia y China, el probable alejamiento de EE UU¡ª e interior ¡ªel auge del populismo nacionalista¡ª.

En un discurso pronunciado recientemente en la Sorbona, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, alert¨® sobre la gravedad del riesgo de la siguiente manera: ¡°Paul Val¨¦ry dec¨ªa al final de la Primera Guerra Mundial: ¡®Ahora sabemos que nuestras civilizaciones eran mortales. Debemos ser l¨²cidos sobre el hecho de que nuestra Europa actual es mortal. Puede morir. Puede morir, y eso depende ¨²nicamente de nuestras decisiones. Pero estas decisiones deben tomarse ahora¡±.

Es sin duda leg¨ªtimo considerar que la advertencia es exageradamente pesimista. Pero pensando en Putin, Xi ¡ª?y Trump?¡ª, o pensando en el avance de las ultraderechas nacionalistas europeas, no parece sabio abandonarse a un pasivo optimismo, creer que esa potencias manejar¨¢n de forma benigna nuestra dependencia. Mucho mejor un laborioso pesimismo. Ello requerir¨¢ una enorme reflexi¨®n sobre c¨®mo avanzar. En los ¨²ltimos a?os, la UE ha hecho cosas considerables. Ha emitido deuda com¨²n, ha superado su dependencia energ¨¦tica de Rusia, ha apoyado con vigor a Ucrania y puesto en marcha un giro en su pol¨ªtica de defensa. Pero es razonable pensar que lo m¨¢s prudente es dar un ambicioso salto integrador, la ¨²nica manera de hacernos m¨¢s fuertes e independientes. Har¨¢n falta ideas: el mundo de la cultura est¨¢ convocado a hacer su parte.

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