Reto ¡®Comer menos carne desde ya¡¯. D¨ªa 7: tras superar tu ¡®enganche¡¯ al bistec, ?tiene sentido hincharse a l¨¢cteos?
Lo que ecologistas y dietistas-nutricionistas tienen que decir sobre nuestro idilio con el parmesano. Una pista: a los primeros les gusta menos
Enhorabuena, has llegado al s¨¦ptimo d¨ªa de este reto que aspiraba a mostrarnos que podemos vivir con menos carne. No se trata ¨Cinsistimos¨C de vetar este alimento para siempre (a no ser que as¨ª lo quieras), sino de aprender a moderar su consumo y aflojar nuestra dependencia de ella. Una vez concluido, es probable que te plantees ir m¨¢s all¨¢: ?y por qu¨¦ no hacer lo propio con los huevos, el queso, el pescado u otros derivados animales? ?Representan un problema de similar envergadura? Reflexionamos sobre el caso de los l¨¢cteos, que aportan tanto placer como discusiones acaloradas despiertan.
?Por qu¨¦ est¨¢s leyendo esto?
Los seres humanos podemos vivir ¨²nicamente de la leche materna durante los primeros seis meses de vida. M¨¢s tarde, podemos seguir tomando la de otros mam¨ªferos gracias a una mutaci¨®n gen¨¦tica ocurrida hace muy poco tiempo, unos 8.000 a?os. Desde entonces, somos capaces de digerir lactosa en la edad adulta, un paso que se ha convertido m¨¢s en una ventaja evolutiva que un problema: este producto contiene prote¨ªnas, hidratos de carbono y grasa, as¨ª como numerosas vitaminas y minerales. Tiene a¨²n m¨¢s ventajas, porque se puede tomar en diferentes formas, como por ejemplo un yogur o un buen queso curado. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, debe tener un papel secundario en una dieta equilibrada y variada, como la mediterr¨¢nea, porque su consumo excesivo no es demasiado recomendable. Tampoco lo es para un planeta en plena emergencia clim¨¢tica: producirla a nivel industrial tiene demasiados efectos nocivos para el medioambiente. ¡°Pasa como con la carne: no se trata de que la eliminemos completamente de nuestra dieta, solo que reduzcamos su consumo y lo hagamos de una manera m¨¢s responsable y sostenible¡±, sostiene Elisa Oteros, coordinadora del ?rea de Agroecolog¨ªa de Ecologistas en Acci¨®n. ?M¨¢s de lo mismo?
En BUENAVIDA hemos analizado sus mitos. Tambi¨¦n hemos repasado numerosos estudios sobre sus beneficios e inconvenientes. Hay cientos, miles. Uno de los m¨¢s recientes y completos, realizado por diversos especialistas chinos, aborda la ingesta de l¨¢cteos desde distintas aproximaciones. Sus conclusiones son claras: ¡°El consumo de leche hace m¨¢s bien que mal a la salud humana¡±, dice el trabajo, que subraya con sus resultados ¡°el consumo de leche como parte de una dieta saludable¡±. La investigaci¨®n destaca que un vaso de leche al d¨ªa disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, hipertensi¨®n, obesidad, osteoporosis o c¨¢ncer de colon; a cambio, tambi¨¦n puede asociarse a un mayor riesgo de c¨¢ncer de pr¨®stata, enfermedad de Parkinson o anemia en la infancia. Es pr¨¢cticamente igual a lo que opina el Instituto Americano del C¨¢ncer. En resumen: ni es un alimento con capa de h¨¦roe ni con m¨¢scara de villano. Hay que tener en cuenta otro factor: ¡°Los efectos sobre la salud de los productos l¨¢cteos dependen en gran medida de los alimentos o bebidas espec¨ªficos con los que se comparan¡±, indica el estudio Milk & Health (Leche y salud), publicado en 2020 en The New England journal of medicine. Es decir, saldr¨¢n ganando frente a la carne roja o las bebidas azucaradas, pero pierden con productos de origen vegetal repletos de prote¨ªnas.
Un par de raciones al d¨ªa, suficientes
Un alivio: la leche gana a la carne, en lo que a beneficios sobre el organismo se refiere. Pero, como aquella, no es indispensable. ¡°La investigaci¨®n relacionada con la nutrici¨®n siempre es compleja y en ella tambi¨¦n interviene el contexto: no es lo mismo la leche dentro de la dieta mediterr¨¢nea que en la alimentaci¨®n media de pa¨ªses como Estados Unidos o zonas de ?frica¡±, destaca Grabriel Olveira, jefe de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n del Hospital Regional Universitario de M¨¢laga. De hecho, hay regiones africanas donde la intolerancia a la lactosa alcanza al 90% de la poblaci¨®n (en Espa?a se calcula que es alrededor de un tercio de la ciudadan¨ªa) y se estima que dos tercios de la poblaci¨®n mundial no puede digerir la lactosa. ¡°Se puede estar saludable sin tomar l¨¢cteos y, de hecho, hay sociedades en el planeta que no los consumen, o que no han consumido l¨¢cteos de manera tradicional, y no tienen mayor problema, como son los japoneses¡±, insist¨ªa la dietista-nutricionista Luc¨ªa Mart¨ªnez en este reportaje de El Comidista.
Las recomendaciones, por tanto, depender¨¢n de m¨²ltiples factores, desde la calidad del patr¨®n alimentario global, la edad o el contexto social. Adapt¨¢ndolo a nuestro entorno occidental, Olveira, tambi¨¦n profesor de la Universidad de M¨¢laga, cree que dos raciones diarias de l¨¢cteos para las personas adultas son m¨¢s que suficientes y tres, el m¨¢ximo. Especialmente recomienda los l¨¢cteos fermentados, y considera como una raci¨®n 40 gramos de queso curado, unos 80 gramos de queso fresco o un yogurt. Olveira, eso s¨ª, destaca mucho que se refiere, siempre, a l¨¢cteos no azucarados. ¡°Ah¨ª no entran las natillas, por ejemplo¡±, advierte el especialista.
Apuesta por un consumo responsable y ecol¨®gico
En Espa?a consumimos, por persona, 108 kilos de leche y derivados l¨¢cteos al a?o, seg¨²n el `Informe del consumo de alimentaci¨®n del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n referido al a?o 2019. La mayor parte es leche l¨ªquida, con 69,3 kilos, y le siguen los derivados l¨¢cteos, con 35,15 kilos (el resto son otro tipo de preparados). Gastamos, de media, unos 50 euros al a?o en estos productos. Elisa Oteros, de Ecologistas en Acci¨®n, opina que es posible consumirlos sin traicionar, del todo, nuestro compromiso con el planeta. ¡°Dejar la carne ya es un paso importante, siempre que se vigile el modelo de producci¨®n de los l¨¢cteos y se tengan en cuenta la edad [no es lo mismo un ni?o que un adulto] y el entorno [no siempre uno est¨¢ rodeado de riquezas hortofrut¨ªcolas]¡±, matiza. Pero anima, al menos, a intentar reducir los ultraprocesados ¡°que contienen l¨¢cteos de manera innecesaria¡±. Se refiere, especialmente, a la pasteler¨ªa industrial, los pur¨¦s enlatados o los embutidos, entre otros, que incluyen lactosa para prolongar la vida ¨²til, mejorar la textura, enmascarar malos sabores o potenciar el color. S¨ª, hay leche en el salchich¨®n de tu supermercado o en la napolitana industrial del quiosco.
Mientras que desde el ¨¢mbito m¨¦dico parece improbable que surjan iniciativas como ¡°lunes sin leche¡±, cosa que s¨ª sucede con la carne, el ecologismo s¨ª podr¨ªa sumarse. Sobre todo, a un lunes sin leche, queso o yogures que no procedan de una ganader¨ªa extensiva, ecol¨®gica o agroecol¨®gica. ¡°Generalmente, esas fotos de vacas pastando en prados que hay en los envases que vemos en las grandes superficies no son ciertas. La mayor¨ªa de esas vacas ni son de nuestro entorno m¨¢s cercano ni han pisado en su vida la hierba¡±, se queja Oteros.
¡°La producci¨®n de l¨¢cteos genera gases de efecto invernadero: el ganado vacuno es uno de los principales responsables de emisiones de metano, con un tercio de todo el sector ganadero¡±, insiste Luis Ferreirim, responsable de la Campa?a de Agricultura en Greenpeace Espa?a. Relata c¨®mo los datos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) reflejan que estas emisiones mantienen un crecimiento constante en los ¨²ltimos a?os. Y critica la apuesta por grandes granjas industriales, que, desde su punto de vista, est¨¢n impulsando la desaparici¨®n de las explotaciones familiares y sostenibles, reduciendo el empleo y favoreciendo la despoblaci¨®n, adem¨¢s de aumentando la contaminaci¨®n de nitratos o antibi¨®ticos de los recursos h¨ªdricos. Pone el ejemplo del proyecto ¡°fara¨®nico¡± de la granja que se pretende construir en Noviercas, de m¨¢s de 120 hect¨¢reas que acoger¨ªan a m¨¢s de 23.000 vacas de leche. Ser¨ªa la mayor explotaci¨®n de vacuno de leche en Europa, pero tambi¨¦n un peso para el clima: seg¨²n los c¨¢lculos de Greenpeace, emitir¨ªa 574.200 toneladas de di¨®xido de carbono, lo mismo que 122.000 coches circulando en todo un a?o. Si has hecho el reto completo, todo esto ya te suena. ¡°Insistimos con lo de siempre: no se trata de que dejemos de tomar leche ni de que desaparezca de nuestras dietas para siempre. Se trata de reducir el consumo y apoyar los productos procedentes de proyectos sostenibles. Es algo que nos beneficiar¨¢ a todos¡±, concluye Ferreirim.
Advertencia: si vas a seguir pas¨¢ndote al lado verde, ten en cuenta el consejo de un dietista-nutricionista o cons¨²ltalo con tu m¨¦dico de cabecera. En ocasiones, ser¨¢n necesarios suplementos de vitamina B12, as¨ª como unas pautas individualizadas. A volar
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.