Cinco motivos para no descargar Radar Covid, desmontados por expertos
Solo detecta m¨®viles, no personas. S¨ª. Pero eso no quiere decir que no sea un apoyo fundamental para controlar la pandemia
Unas personas dicen que la tecnolog¨ªa salvar¨¢ al mundo. Otras, que lo destruir¨¢. Y ambas opinan cosas bien distintas sobre la nueva app Radar Covid. Obviamente. Una tercera opci¨®n, m¨¢s rica en grises, apunta que s¨ª ayudar¨¢ a controlar la pandemia de coronavirus, siempre que se compagine con otras medidas y que suficientes espa?oles la instalen en sus tel¨¦fonos. Ah¨ª llegan los peros, las suspicacias y los motivos, m¨¢s o menos razonables, para no descargar Radar Covid. Estos son algunos de ellos, y los argumentos de los expertos que las convierten en malas excusas.
Para saber mis contactos, preguntarme a m¨ª es suficiente
Pensar as¨ª tiene su l¨®gica. Al fin y al cabo, es lo que se ha hecho siempre, lo que siguen haciendo los rastreadores. ?D¨®nde trabajas? ?Con qui¨¦n has estado? ?Qui¨¦n vive contigo?¡ son preguntas habituales cuando se trata de localizar posibles contagios, cuestiones que no revisten la m¨¢s m¨ªnima dificultad, piensan algunas personas. Pero se equivocan. Si el rastreo es ¨²nicamente manual, quien tiene la mala fortuna de recibir la llamada deber¨ªa tener la capacidad de detallar todos sus contactos, y saber con qui¨¦n pas¨® 15 minutos a menos de dos metros para igualar la precisi¨®n de Radar Covid.
¡°La app no va a solucionar todas las dificultades del rastreo, pero es una herramienta muy importante porque minimiza los problemas de recuerdo que tenemos las personas¡±, resume Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica y secretario general de Sanidad entre 2005 y 2011. Y a?ade: ¡°Si ahora mismo te preguntaran con qui¨¦n has estado en las ¨²ltimas 48 horas, es posible que inconscientemente te olvides de alguien porque hay contactos que nos pueden pasar desapercibidos. Ayuda a ser m¨¢s preciso¡±.
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Una revisi¨®n de estudios sobre herramientas digitales de rastreo de contactos, incorporada recientemente a la Biblioteca Cochrane, incluye trabajos sobre simulacros y brotes epidemiol¨®gicos reales ¡ªde ¨¦bola en Sierra Leona, de tuberculosis en Botsuana y de tosferina en un hospital de Estados Unidos¡ª. Seg¨²n el documento, algunos de ellos registraron que a trav¨¦s de las apps se encontraron m¨¢s contactos cercanos que mediante un rastreo manual. Para el caso de Radar Covid incluso hay cifras, gracias al estudio piloto de la aplicaci¨®n que se hizo en la isla de La Gomera el pasado julio. En ¨¦l se simul¨® una oleada de 300 contagios entre 3.000 usuarios de la herramienta, y el resultado fue que la eficacia de la aplicaci¨®n casi dobl¨® a la del rastreo manual: registr¨® 6,4 contactos estrechos de riesgo por positivo ficticio confirmado frente a los 3,5 detectados mediante el sistema manual.
Lo ¨²nico que hace falta es incorporar m¨¢s rastreadores
Las noticias de rastreadores desbordados y sobre las cifras sobre el personal disponible han se?alado serias dificultades para llevar a cabo el rastreo manual, y s¨ª, en muchos casos es posible que sea necesario incorporar m¨¢s personas a la tarea. Pero no parece que sea lo ¨²nico necesario. Seg¨²n una revisi¨®n de la literatura cient¨ªfica sobre herramientas digitales de rastreo, publicada el mes pasado en la revista The Lancet Digital Health, la adopci¨®n de sistemas automatizados podr¨ªa contribuir a reducir la transmisi¨®n del coronavirus SARS-Cov-2. No son la panacea, pero apps como Radar Covid pueden ser una ayuda valiosa a la labor manual. Un complemento. ¡°Es claramente un elemento m¨¢s. Nunca sustituir¨¢ al rastreo manual. Hay que probarla y emplearla de forma complementaria a otras herramientas de control¡±, dice Antoni Trilla, miembro del Comit¨¦ Cient¨ªfico T¨¦cnico COVID-19 creado el 21 de marzo.
Por otra parte, hay aspectos de descargar la aplicaci¨®n que van m¨¢s all¨¢ de la efectividad en la trazabilidad de los contagios: es posible que tenga ¡°un efecto educativo-informativo si nos va avisando de posibles contactos, creando conciencia del riesgo al que nos exponemos¡±, a?ade Trilla, investigador del centro impulsado por la Fundaci¨®n ¡°la Caixa¡± Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). El efecto puede ser similar a lo que ocurri¨® cuando la DGT comenz¨® a usar los paneles informativos de las carreteras para informar del n¨²mero de muertos en fechas clave. Los mensajes que comenzaron llegar a los conductores, como el de ¡°52 muertos mismo fin de semana del a?o anterior¡±, ayudaron a reducir los accidentes de tr¨¢fico en un porcentaje considerable.
Solo detecta m¨®viles, no personas
En eso no hay discusi¨®n. Aunque la aplicaci¨®n puede definir bastante bien la cercan¨ªa y el tiempo en que hemos estado en contacto con alguien (si llevamos el m¨®vil encima o lo tenemos sobre la mesa del trabajo, por ejemplo), ¡°lo que no va a precisar es si le has dado un abrazo o un beso a esa persona. O si llevaba mascarilla. Precisamente la labor de los profesionales del rastreo es determinar mejor el nivel de contacto y el riesgo de ese contacto¡±, se?ala el exsecretario general de Sanidad. Sin embargo, vale la pena tener en cuenta la capacidad de la app para registrar posibles contactos con personas de esas que se te olvidan cuando te llama un rastreador, o que sencillamente no conoces. ?Cu¨¢ntas probabilidades habr¨ªa de localizar manualmente a todos los pasajeros del autob¨²s en el que una mujer infect¨® a 23 personas en Pek¨ªn el pasado enero? ?Qui¨¦n podr¨ªa decir si pas¨® dentro el veh¨ªculo 10, 15 o 20 minutos?
Que la instalen los dem¨¢s ya me protege
La frase no podr¨ªa ser m¨¢s aventurada. En efecto, eso funcionar¨ªa si todo el mundo menos una persona se la bajase. Tambi¨¦n si todos menos dos, menos tres, menos cuatro personas... Pero ?cu¨¢ndo dejamos de contar? Para que la aplicaci¨®n sea verdaderamente eficaz debe estar instalada en los m¨®viles de una cierta masa cr¨ªtica de la poblaci¨®n, pero no se sabe concretamente en cu¨¢ntos. ¡°Hay algunas evidencias que dicen que si se la descarga y usa un 20% de la poblaci¨®n, ya es de cierta ayuda en el rastreo y control. Hay otros modelos te¨®ricos que indican que deber¨ªa descarg¨¢rsela entre un 50 y un 70% de la poblaci¨®n¡±, se?ala Trilla. No hay consenso en una ¨²nica cifra, pero est¨¢ claro que si toda la poblaci¨®n abordase el asunto con esta mentalidad ser¨ªa complicado alcanzar la masa cr¨ªtica necesaria. La realidad sobre cu¨¢ntas personas deber¨ªan instalar Radar Covid es poco cient¨ªfica, pero razonable: ¡°Cuantos m¨¢s, mejor¡±, advierte Trilla.
Su opini¨®n coincide con la del profesor Mart¨ªnez Olmos, quien recuerda que, por esa misma raz¨®n, ¡°hay que hacer un esfuerzo de concienciaci¨®n, adem¨¢s de resolver los temores que pueda haber por el tema de la confidencialidad, porque cuanto m¨¢s nos acerquemos al 100% de la poblaci¨®n en descargas, m¨¢s eficaz ser¨¢ este instrumento en la ayuda para contener los brotes¡±. Precisamente la confidencialidad es uno de los grandes escollos.
Usar¨¢n mis datos en el futuro, y sin avisar
Para evitar los problemas de confidencialidad a los que alude Mart¨ªnez Olmos, en la app Radar Covid se ha optado por una versi¨®n donde los datos recabados son an¨®nimos: la informaci¨®n se recopila y viaja dentro del sistema para avisar sobre un posible contagio, pero solo se transmiten los c¨®digos alfanum¨¦ricos aleatorios renovados cada 15 minutos, que impiden cualquier tipo de identificaci¨®n o geolocalizaci¨®n. No se indentifica a la persona ni se recoge informaci¨®n del tel¨¦fono, y los datos solo se guardan en el dispositivo durante 14 d¨ªas. ¡°La ventaja es precisamente que aunque la informaci¨®n es completamente an¨®nima, nos puede alertar de un posible contacto de riesgo¡±, concluye Trilla.
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