?M¨¢s medidores de CO? y menos aforo? ?Ventanas abiertas o filtros HEPA? ?Metro y medio es suficiente?
Ocho meses dan para mucho, y m¨¢s en una pandemia. Algunas medidas que fueron importantes cuando se declar¨® la del coronavirus ya no lo son tanto, otras han ganado peso. Toca actualizarse
Enfrentarse a una pandemia en pleno siglo XXI, como la que se declar¨® hace ahora 8 meses, tiene sus pros y sus contras. Aparte de la rapidez con la que est¨¢ desarroll¨¢ndose la vacuna, los pros se resumen en que, aunque no est¨¦ todo bajo control, al menos el coronavirus que ha puesto el mundo patas arriba no es un perfecto desconocido. Entre los contras destaca el hecho de que asistimos en directo a los resultados de las investigaciones de cient¨ªficos de todo el mundo, lo que significa seguir sus avances pero tambi¨¦n sus pasos atr¨¢s, sus aclaraciones, correcciones... Ciencia en tiempo real. El resultado final es notablemente ¨²til, pero durante el camino puede uno hacerse un colosal barullo mental y terminar sin saber si debe seguir limpiando cada paquete de garbanzos que entra en casa, si lo mejor es dejar todas las ventanas abiertas de par en par y acostumbrarse a cenar con orejeras y bufanda, si debe separarse un metro o dejar el equivalente al ancho de un carril de autov¨ªa entre cualquier otra persona¡
Durante las primeras semanas de la pandemia, algunos expertos establecieron como medida preventiva fundamental la separaci¨®n de un metro de cualquier cong¨¦nere, otros marcaron 1,5 o dos metros, incluso hubo cierto debate sobre si a esta prevenci¨®n hab¨ªa que llamarle distanciamiento f¨ªsico, interpersonal o social. Al final ha quedado claro que, aunque la falta de contacto f¨ªsico se nota, siguen existiendo v¨ªas para mantener el social, y la distancia de 1,5 metros se ha impuesto. Metro y medio es la medida que los expertos consideran m¨¢s o menos segura, sobre todo en exteriores, pero si bien hace unos meses tambi¨¦n era la regla de oro en interiores, la cosa est¨¢ cambiando, sobre todo en los espacios mal ventilados.
Ahora se da mayor credibilidad a los estudios que apuntan que hay contagios que no se producen por las got¨ªculas que proyecta una persona infectada directamente sobre otra, sino a trav¨¦s de aerosoles. Se trata de gotas ¡°de mil¨¦simas de mil¨ªmetros que pueden permanecer en suspensi¨®n en sitios mal ventilados, acumularse y tener carga viral suficiente para que se produzca la infecci¨®n¡±, explica Jos¨¦ Antonio L¨®pez Guerrero, microbi¨®logo y profesor del departamento de Biolog¨ªa Molecular de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM).
El fen¨®meno ya se detect¨® en el inicio de la pandemia en el ensayo de un coro en Washington, al que fueron 61 miembros y acab¨® con 53 contagiados de covid-19. Ahora, unos investigadores del CSIC se han basado en la probabilidad de esta v¨ªa de contagio para pedir viajar en silencio en el metro. La raz¨®n es que as¨ª emitir¨ªamos menos aerosoles y, en caso de estar infectados, reducir¨ªamos las posibilidades de contagio. Es lo que hace el p¨²blico en los estadios japoneses desde que se abrieran parcialmente de nuevo; aparte de llevar mascarilla, mantener las distancias y someterse a controles de temperatura, los espectadores no abren la boca en todo el partido. ?Exagerado?
Puede ser, aunque no armar esc¨¢ndalo en el transporte p¨²blico siempre ha sido una se?al de buena educaci¨®n. En el plano exclusivamente sanitario, Eva Elisa ?lvarez, de la Sociedad Espa?ola de Medicina Preventiva, Salud P¨²blica e Higiene (SEMPSPH), explica que las condiciones para que se d¨¦ la transmisi¨®n por aerosoles ¡ªque puede producirse a una distancia de hasta 4,8 metros entre la persona contagiosa y la expuesta¡ª son que ambas est¨¦n durante mucho tiempo en un espacio cerrado, interior, con escasa o nula ventilaci¨®n. Un vag¨®n del metro podr¨ªa ser el caso, pero ?lvarez a?ade un requisito importante: que la persona contagiosa ¡°expulse gran cantidad de secreciones al exterior por toser, cantar, gritar o respirar fuerte si est¨¢ haciendo ejercicio¡±.
El invierno m¨¢s ventilado de nuestras vidas
La ventilaci¨®n, a la que meses atr¨¢s se prestaba poca atenci¨®n, ha cobrado ahora una gran relevancia. Asegurarnos un aire limpio es de vital importancia. Alemania transform¨® esta idea en un anuncio hace unas semanas, el de que invertir¨ªa 500 millones de euros en la mejora de los sistemas de ventilaci¨®n en los edificios p¨²blicos, instalando adem¨¢s medidores de di¨®xido de carbono (CO?) con los que saber cu¨¢ndo un espacio necesita ser ventilado (a mayor concentraci¨®n del gas, m¨¢s cargado est¨¢ el ambiente). Hace unos d¨ªas la presidenta de la Comunidad de Madrid planteaba la obligatoriedad de instalar esos medidores en bares y restaurantes para evitar la transmisi¨®n del virus en lugares cubiertos. Para los expertos no es mala opci¨®n. ¡°Muchos cient¨ªficos empezamos a hablar de ellos hace meses porque no son prohibitivos y s¨ª eficaces para comprobar el estado del ambiente en un local donde se sospeche que la ventilaci¨®n puede mejorar¡±, explica L¨®pez Guerrero.
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?Entonces podr¨ªamos olvidarnos de las normas relativas a los aforos y dejarlo todo en manos de estos sensores? La comunidad cient¨ªfica cree que no. ¡°No solo debemos ventilar el ambiente para asegurar que los aerosoles no se acumulan, tambi¨¦n es una cuesti¨®n de proximidad, y, a m¨¢s aforo, m¨¢s generaci¨®n de got¨ªculas, de aerosoles y m¨¢s interacci¨®n con ellos aunque se est¨¦ ventilando. Los medidores ser¨ªan una medida complementaria¡±, responde L¨®pez Guerrero.
Con ella sabr¨ªamos si la cantidad de CO? es de 400 partes por mill¨®n de mol¨¦culas de aire, que es lo que nos encontrar¨ªamos al aire libre, o superior. El peligro estar¨ªa en superar las 800 o 1.000 partes por mill¨®n, cifra que indicar¨ªa que es necesario ventilar. Y aqu¨ª viene otro gran reto: c¨®mo hacerlo bien, cosa m¨¢s complicada de lo que parece. Seg¨²n una gu¨ªa del CSIC basada en las orientaciones de la Universidad de Harvard, un espacio de unos 100 metros cuadrados en el que haya 25 personas deber¨ªa ventilarse cinco o seis veces cada hora. Por otra parte, si hay una puerta que no da a un pasillo sino a un patio interior, por ejemplo, es bueno abrirla para generar ventilaci¨®n cruzada. Si tenemos la fortuna de poder elegir el lugar en el que colocarnos, el sitio con menos probabilidades de contagio ser¨¢ bajo la ventana. Otra opci¨®n es dejar abiertas las ventanas unos cinco dedos todo el tiempo para no tener que estar abriendo y cerrando continuamente. Y si ninguna de las dos cosas es posible, los expertos consultados recomiendan apoyarse en la regeneraci¨®n del aire por aparatos artificiales, como los que recurren a la filtraci¨®n HEPA.
Como explica Sebasti¨¤ Calero Garnica, microbi¨®logo y coordinador t¨¦cnico del Comit¨¦ de Bioseguridad de la Universidad Aut¨°noma de Barcelona, es una tecnolog¨ªa que se utiliza para retener part¨ªculas tan peque?as como los virus o las bacterias. ¡°En quir¨®fanos se utiliza para aportar aire est¨¦ril al ambiente, y en laboratorios de contenci¨®n biol¨®gica, donde se trabaja con agentes biol¨®gicos peligrosos, como barrera f¨ªsica que impida un escape accidental fuera del mismo¡±, se?ala. De hecho, es la tecnolog¨ªa usada en aviones, donde las im¨¢genes han mostrado una patente falta de distancia de seguridad. Sin embargo, para Calero Garnica, ¡°en relaci¨®n con el riesgo existente en la mayor¨ªa de los espacios, la filtraci¨®n HEPA me parece una tecnolog¨ªa poco eficiente por su relaci¨®n coste-beneficio (y s¨®lo valoro unidades port¨¢tiles porque las de instalaci¨®n ya ser¨ªa un desprop¨®sito), vendr¨ªa a tener ese mismo efecto de diluci¨®n que tiene la ventilaci¨®n general¡±.
Los f¨®mites pierden fuerza, pero no desaparecen
El miedo a las aglomeraciones hizo que una de las medidas que se aplic¨® durante el confinamiento fuese el cierre de espacios abiertos como los parques. El pensamiento ahora predominante probablemente no apoyar¨ªa actualmente medidas semejantes, ya que se piensa que el aire libre es lo m¨¢s parecido a un comod¨ªn contra el coronavirus en el que todos los expertos insisten. ?Por qu¨¦ no fomentar actividades en exteriores?
Es lo que se preguntaban un grupo de cient¨ªficos y m¨¦dicos a principios de octubre en una carta publicada en la revista Science. En ella advert¨ªan de que el riesgo de contagiarse por aerosoles en interiores sin ventilaci¨®n era mucho m¨¢s alto que por got¨ªculas en el exterior, por lo que urg¨ªan ¡°a los funcionarios de salud p¨²blica a a?adir instrucciones claras sobre la importancia de trasladar las actividades al aire libre¡±. Ahora, un informe elaborado por vir¨®logos, epidemi¨®logos, m¨¦dicos y bi¨®logos para el Ministerio de Ciencia recalca igualmente la necesidad de potenciar la vida al aire libre para reducir contagios. ¡°?No vale la pena promover actividades en exteriores, ventilar o filtrar para reducir transmisi¨®n por aerosoles? Podemos disminuir riesgos si estas medidas se a?aden a las ya aceptadas¡±, se?alan.
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La recomendaci¨®n que no ha perdido vigencia es la de limpiar las zonas potencialmente contaminadas de coronavirus. Aunque ha perdido fuerza, en buena parte porque las mascarillas son una barrera eficiente. A¨²n as¨ª, el riesgo cero no existe, recuerda L¨®pez Guerrero. Por eso conviene seguir desinfectando superficies que creamos que han podido acumular virus con lej¨ªa diluida o alcohol de m¨¢s de 70 grados. Pero la recomendaci¨®n principal de todos los expertos consultados es acudir a la higiene de toda la vida: lavarse las manos con agua y jab¨®n durante al menos 25 segundos, una potente arma que acaba con el SARS-CoV-2.
En cuanto a m¨¢s recomendaciones eficaces, la doctora de la SEMPSPH aconseja integrar peque?os gestos que pueden ayudarnos a evitar situaciones de riesgo. Entre ellos, ¡°ponerse en zigzag en vez de cara a cara, elegir sitios con poco ruido ambiental y sin m¨²sica para no tener que elevar la voz o pedir raciones individuales evitando introducir el tenedor que estamos usando en un plato com¨²n¡±. Adem¨¢s de todo lo anterior, en opini¨®n de Miguel Pita, autor de Un d¨ªa en la vida de un virus, habr¨ªa que a?adir una medida m¨¢s: la del aburrimiento. ¡°Nos toca tener una vida un poco m¨¢s aburrida, bajar el nivel de actividad. Quedarse en casa mientras dure la pandemia es una fant¨¢stica medida de prevenci¨®n¡±, asegura el investigador y profesor de Gen¨¦tica de la UAM.
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