Bruselas investiga si Botella us¨® un ardid para reducir la contaminaci¨®n en Madrid
La Comisi¨®n Europea pide explicaciones por la eliminaci¨®n en 2009 de las estaciones de medici¨®n donde se registraban los peores datos
La Comisi¨®n Europea investiga si Ana Botella, entonces concejala de Medio Ambiente, us¨® un ardid para maquillar los niveles de contaminaci¨®n de la capital. Bruselas ha pedido explicaciones por la eliminaci¨®n a finales de 2009 de las estaciones de medici¨®n donde se registraban los peores datos. Siete a?os despu¨¦s de la remodelaci¨®n de la red, el comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella, cuestiona ahora en un documento, al que tuvo acceso EL PA?S, que los datos oficiales muestren ¡°la situaci¨®n real¡± de la calidad del aire de la ciudad.
Ha pasado tanto tiempo que casi nadie se acuerda ya de la enorme pol¨¦mica que se gener¨® cuando, en 2009, Ana Botella anunci¨® que iba a remodelar la red de medici¨®n de la calidad del aire de la ciudad. Ese a?o era el ¨²ltimo en el que Bruselas pasaba de recomendar unos niveles m¨¢ximos permisibles de contaminaci¨®n a exigir que no se superaran. A partir de 2010, los pa¨ªses miembros que no evitaran que sus ciudadanos respiraran aire contaminado se iban a enfrentar a cuantiosas sanciones. El Ayuntamiento propuso pasar de 27 estaciones a 23, y lo hizo eliminando algunas, cambiando de sitio otras y a?adiendo nuevas.
Lo que hizo que oposici¨®n y ecologistas pusieran el grito en el cielo fue la selecci¨®n de las que deb¨ªan desaparecer. Precisamente las situadas en los puntos negros de la contaminaci¨®n de la ciudad, las zonas con m¨¢s tr¨¢fico y que tradicionalmente registraban los niveles m¨¢s altos de di¨®xido de nitr¨®geno (NO2), un gas t¨®xico que irrita las v¨ªas respiratorias y que proviene principalmente de los tubos de escape de los coches di¨¦sel. De los 15 puntos con los peores registros en 2009, Botella elimin¨® 11.
Siete a?os despu¨¦s y con la pol¨¦mica olvidada, la Comisi¨®n Europea se ha dado cuenta de que Madrid dej¨® de medir la contaminaci¨®n precisamente en las estaciones m¨¢s comprometidas y cree que los datos que le ha enviado Espa?a desde 2010 pueden no corresponder a la realidad de la situaci¨®n: ¡°Las altas concentraciones medidas en el pasado en los citados puntos de muestreo y la ausencia de mediciones en los ¨²ltimos a?os ponen en cuesti¨®n la situaci¨®n real de la zona de calidad del aire ES1301 Madrid¡±, se?ala el documento que la Comisi¨®n envi¨® a Espa?a en febrero dentro del procedimiento de infracci¨®n abierto por la mala calidad del aire en Madrid, Barcelona y la zona del Vall¨¨s-Baix Llobregat.
Seg¨²n fuentes comunitarias consultadas por EL PA?S, en estos ¨²ltimos meses Bruselas ha enviado una comunicaci¨®n oficial a Espa?a preguntando espec¨ªficamente por esta cuesti¨®n y Espa?a acaba de responder. La contestaci¨®n se est¨¢ analizando en el departamento de Medio Ambiente, que a¨²n no ha tomado una decisi¨®n sobre el caso. El equipo de Vela tambi¨¦n deber¨¢ decidir en breve si lleva a Espa?a ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir la directiva de calidad del aire, como ya ha hecho con Bulgaria y Polonia, por las part¨ªculas PM10, otro contaminante en el que Espa?a tambi¨¦n ha incumplido la legislaci¨®n europea.
Adem¨¢s de constatar que entre 2010 y 2015 Espa?a super¨® los l¨ªmites permitidos de NO2, ¡°la Comisi¨®n observa que la notificaci¨®n de datos se interrumpi¨® en varias estaciones en 2008 y 2009 (sin que se reanudara con posterioridad), y que las estaciones en las que se interrumpi¨® la notificaci¨®n fueron aquellas en las que se midieron las concentraciones m¨¢s elevadas en ese periodo¡±, asegura el documento enviado a Espa?a en febrero.
Una de las estaciones por las que pregunta Bruselas es la que obtuvo el r¨¦cord de contaminaci¨®n en 2009, la situada en la plaza del doctor Mara?¨®n, donde convergen los 10 carriles del paseo de la Castellana con los seis de Jos¨¦ Abascal y Mar¨ªa de Molina. A partir de 2010, la Comisi¨®n Europea obligaba a que la concentraci¨®n media anual de di¨®xido de nitr¨®geno no superara los 40 microgramos por metro c¨²bico, como l¨ªmite de protecci¨®n a la salud. En Doctor Mara?¨®n se registraron m¨¢s del doble, 82. La soluci¨®n fue retirar esa estaci¨®n y poner otra unos 200 metros m¨¢s al norte, abrigada del meollo del tr¨¢fico, en los jardines del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
El Ministerio de Medio Ambiente no coment¨® la nueva investigaci¨®n de la Comisi¨®n Europea. El Ayuntamiento de Madrid se?al¨® que ¡°no defiende el cambio que se hizo en la red¡±, pero record¨® que estuvo ¡°avalado por el Ministerio de Medio Ambiente y cumple las exigencias de la directiva comunitaria¡±. Una portavoz a?adi¨®: ¡°La Comisi¨®n no ha pedido m¨¢s estaciones, pero el Ayuntamiento est¨¢ abierto a cambios si as¨ª se considerara¡±.?
La Fiscal¨ªa avis¨®
Comunicaciones secretas
Ni el dictamen motivado que Bruselas envi¨® a Espa?a en febrero alertando de que sigue sin cumplir la normativa de calidad del aire ni la respuesta son p¨²blicas. As¨ª lo consider¨® el Ministerio de Exteriores, que deneg¨® en octubre pasado la solicitud v¨ªa Portal de Transparencia que present¨® EL PA?S.
Exteriores pidi¨® opini¨®n a la Comisi¨®n, que contest¨® diciendo que el dictamen no deb¨ªa entregarse, pero record¨® que divulgar las respuestas ¡°compete exclusivamente a las autoridades espa?olas¡±. Exteriores decidi¨® denegarlo todo. EL PA?S ha obtenido el dictamen por otra v¨ªa.
Cuando Madrid, con Alberto Ruiz-Gallard¨®n como alcalde, dej¨® de medir la contaminaci¨®n en las zonas del centro con m¨¢s tr¨¢fico no solo se quejaron la oposici¨®n y los ecologistas. Un a?o despu¨¦s, el fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher, envi¨® un contundente informe de 34 p¨¢ginas al Ayuntamiento de Madrid en el que le acusaba de ¡°maquillar¡± el nivel de contaminaci¨®n que estaban respirando los ciudadanos. ¡°Ni siquiera la reubicaci¨®n de algunas estaciones de medici¨®n ha servido para maquillar un resultado que a todas luces cabe calificar de grave¡±, dec¨ªa el escrito, en el que Vercher solicitaba que se identificara a quien hab¨ªa ordenado la reubicaci¨®n, con qu¨¦ informes y qu¨¦ t¨¦cnicos informaron a favor, como un primer paso para actuar contra el responsable del cambio.
Vercher lleg¨® a mandar al Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) a que instalara sus propias estaciones en algunos de los lugares de donde hab¨ªan desaparecido las del Consistorio. Las mediciones mostraron que la calidad del aire segu¨ªa siendo igual de mala. Sin embargo, sobre el papel, la ciudad estaba menos contaminada. Con los cambios de estaciones, Madrid hab¨ªa reducido en solo un a?o de 55 a 44 la media anual de NO2. Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acci¨®n, recuerda que el cambio se hizo in extremis, antes de que entrara en vigor la normativa europea que prohib¨ªa eliminar estaciones o cambiar su ubicaci¨®n si en ellas se hab¨ªan superado los l¨ªmites, precisamente para poder comparar la evoluci¨®n en el tiempo. Su organizaci¨®n decidi¨® no insistir en la denuncia de la trampa. ¡°Fue un aut¨¦ntico fraude, pero legal¡±, asegura.
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