¡°La cultura de bar es lo que define a Madrid¡±
La micropoeta Ajo retuerce el lenguaje en peque?as oraciones que rezuman ternura, sarcasmo o cinismo. Sus creaciones se pueden leer en libros, pasos de cebra o escuchar en espect¨¢culos art¨ªsticos
Calcula su tiempo de vida en funci¨®n del n¨²mero de viernes acumulados. Y ya suma 3.000, a raz¨®n de unos 48 por a?o. Hagan cuentas. Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªn de la Hoz, Ajo, se dedica a jugar con las frases hechas en peque?as dosis de contorsionismo l¨¦xico. Autodenominada micropoeta, sus creaciones rezuman humor, acidez o ternura. Las mismas emociones que la gu¨ªan en su d¨ªa a d¨ªa. Lleva d¨¦cadas enraizada a Madrid, a pesar de haberse criado en Salda?a, provincia de Palencia. A finales de los noventa tuvo un grupo de estilo inclasificable llamado Mil dolores peque?os. Ha organizado festivales y act¨²a de vez en cuando en veladas que mezclan m¨²sica, versos y un ambiente cabaretero. Tambi¨¦n recorre las calles de su barrio, Malasa?a, junto a su perrina Musa. En La Realidad, bar del que es socia, da sorbos a un vaso de mezcal, el licor de su adorado M¨¦xico, mientras recordamos al azar una de sus escuetas sentencias: ¡°Perdona por pedirte peras, no sab¨ªa que eras un olmo¡±.
Mucho tiempo ya en estas calles¡
S¨ª, y ahora parece que se cierra un c¨ªrculo. Llegu¨¦ con Tierno [Galv¨¢n] y ahora est¨¢ Manuela Carmena. Lo peor ha sido el contenido de este bocadillo: los botellismos, Gallard¨®n, ?lvarez del Manzano¡ Un periodo p¨¦simo. Hasta la pol¨ªtica cultural ha cambiado una barbaridad.
?Qu¨¦ aporta esa cultura a la ciudad?
Es lo que sostiene la sociedad, la que le da identidad y la idiosincrasia. Espero que ahora vuelva un poco la que se fue perdiendo.
Se pueden hasta leer poemas en los pasos de cebra.
Yo tengo uno en Vallehermoso que pone: "Todo el mundo tiene nada que decir". Porque es que entre las cursileces, las obviedades y los juegos de palabras imposibles que vemos en las redes sociales, parece que es mejor dejar de lado tanta verborrea.
?Es el micropoema el precursor del tuit?
Yo no me he inventado la brevedad. Es una herramienta que utilizo para expresar mi personalidad. Creo que en lo poco cabe todo. Y, como persona que ama la cultura, me gusta la econom¨ªa: poner los m¨ªnimos recursos para sacarles el m¨¢ximo provecho. Adem¨¢s, creo que abusamos. Creemos que m¨¢s es m¨¢s y, sin embargo, m¨¢s es demasiado.
Y es precisamente eso es lo m¨¢s complicado.
Quitar es lo peor. Quedarse en el alambre de espino de las cosas y que cause el efecto que uno quiere es lo m¨¢s dif¨ªcil. Yo me dedico a eso: a sacarle filo al lenguaje. Me ayud¨® mucho trabajar de taquillera en el teatro Alfil, donde me ven¨ªa gente por todos los lados y ten¨ªa que contestar siempre r¨¢pido, con mucha velocidad mental.
?C¨®mo lo consigue?
Pues porque, pr¨¢cticamente, todo mi espacio mental se dedica a eso. A darle la vuelta a la tortilla, a ver lo que esconden las palabras. No s¨¦, hace mucho que me dedico a m¨ª misma y tengo tiempo para pensar y tener grandes conversaciones con muy buenos amigos. El lenguaje es un virus y yo estoy infectada.
Infectada de mala leche, iron¨ªa, ternura, cinismo¡ ?Todo cabe en su micropoes¨ªa?
Bueno, soy un producto de mi ¨¦poca. Y todo son comportamientos para sobrevivir emocionalmente. Me interesa mucho el humor, que es un lugar donde coinciden las intuiciones, las inteligencias, las ideolog¨ªas¡ Es un catalizador de la gente. Al final hacemos todo para que nos quieran. Y si te r¨ªes, te quieren m¨¢s.
?Cu¨¢l de esas cualidades es la que m¨¢s falta ahora?
La gente, en general, se toma demasiado en serio. Falta cintura, elasticidad¡ Aunque con la revoluci¨®n feminista cambiar¨¢. Nosotras somos m¨¢s de quitarnos importancia, porque la infraestructura del ¨¦xito es masculina.
Ha hablado de su ¨¦poca detr¨¢s de una ventanilla, ?c¨®mo se ve Madrid desde ese puesto?
Era maravilloso. Porque no solo ve¨ªa pasar el presente, pasado y futuro, sino que viv¨ª el cambio de siglo y de milenio. Estaba en primera fila, en la calle del Pez, por donde pasa gente de todo tipo. Y una de las mayores ense?anzas es que si das confianza, se te devuelve. Dej¨¦ dinero a muchas personas para que entraran y volv¨ªan a prop¨®sito a pagarme.
?Alguna an¨¦cdota curiosa o po¨¦tica?
Tengo muchas. La m¨¢s curiosa, quiz¨¢s, es que ¡ªestando en el bar Jos¨¦ Alfredo¡ª un chico mucho m¨¢s joven me pidi¨® una calada de un porro y, a?os m¨¢s tarde, lo cas¨¦ y mont¨¦ este local con ¨¦l. Eso define Madrid: la cultura de bar, de esperar a que te pasen cosas.
Amiga del rock
"Me estoy dejando la vida en vivirla como si estuviese leyendo mi biograf¨ªa. Me gustar¨ªa que fuese chul¨ªsima. Querr¨ªa escribirla y que no se comprara por un euro en el Vips a las dos semanas del lanzamiento", esgrime Ajo. La micropoeta considera que esa actitud, la del riesgo, es la que le ha llevado a emprender diversas aventuras. Entre otros, cantar un tema con Los Enemigos en la grabaci¨®n de un disco en directo (y que Rosendo le "hiciera de estilista") o recitar con Julieta Venegas, con quien mantiene una amistad que traspasa los escenarios.
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