Enemigos del pueblo
En el Madrid dist¨®pico de la obra 'Crimen y tel¨®n' las artes son censuradas por su peligrosidad social, como si fueran cantantes del 2019
Se abre el tel¨®n de los Teatros del Canal. En un futuro no muy distante al 2019, el Teatro ha muerto. El tipo ha aparecido ahorcado tras haberse fugado de la c¨¢rcel, pero todo apunta a que se trata de un suicidio fingido. Es el capo m¨¢ximo de las peligrosas Artes y, por tanto, el enemigo p¨²blico de las autoridades. Aunque a ellas les guste decir que, en realidad, el muerto era el enemigo del pueblo. El detective Noir y el teniente Blanco investigan lo ocurrido y hasta los espectadores sentados en la platea est¨¢n a riesgo de ser detenidos como sus c¨®mplices.
Todav¨ªa quedan unos d¨ªas para poder ver en la sala madrile?a la obra Crimen y tel¨®n de Ron Lal¨¢, que plantea esta trama. Se despedir¨¢ en breve de la ciudad, aunque seguro que regresa pronto, como ha hecho tantas otras veces desde que se estrenara en 2017.
La compa?¨ªa naci¨® hace m¨¢s de 20 a?os en un instituto madrile?o. Desde entonces, se cuestiona las cosas en clave de comedia musical. Pero esta vez le ha salido un relato dist¨®pico que, como todos los de su g¨¦nero, suena a actualidad.
Desde el asiento, sin haber sido de momento detenido por los censores de este ma?ana que suena a pasado, uno se pregunta c¨®mo habr¨¢n llegado el Teatro y el resto de sus secuaces de la Cultura a ese punto.
Uno de los protagonistas lo explica a al principio de la funci¨®n. En el Madrid de 2039, el arte est¨¢ abocado a desaparecer, oprimido y perseguido. ¡°Se cerraron los Teatros del Canal y la Biblioteca Nacional, como pas¨® con Madrid Central¡±, comenta desde el escenario, con sorna camuflada de solemnidad.
Puede que en la f¨¢bula de Ron Lal¨¢ todo comenzara con la prohibici¨®n del concierto de un par de cantautores, pongamos Luis y Pedro Pastor, o de una banda de rap como Def con Dos. ¡°Sus mensajes son de odio¡±, ¡°no es digno de una instituci¨®n que representa a todos los madrile?os¡±, ¡°buscamos actuaciones m¨¢s adecuadas para toda la familia¡±, podr¨ªan haber dicho los responsables del veto. ?Qu¨¦ ser¨ªa lo siguiente? ¡°Quedan rechazados todos los grupos afines a Podemos (o a Eurasia, o a Estasia)¡±, anunciar¨ªan los gobernadores desde el Ministerio de su Verdad.
El asunto se extender¨ªa a otras ciudades. Por ejemplo, a Oviedo. ¡°En vez de cargarnos dos conciertos, que sean veinte¡±, propondr¨ªan. ?Y qui¨¦n los sustituye? ¡°Pues alguien que haya interpretado el himno en sus conciertos; alguien adecuado para las familias¡±. Alg¨²n grupo de artistas, casi con toda certeza cercano al peligroso Teatro, alzar¨ªa la voz para proteger la libertad de expresi¨®n. Otros callar¨ªan, por miedo a convertirse en no aptos para todos los p¨²blicos.
En Bilbao, se ondear¨ªa la ense?a feminista para negar a C.Tangana. No importa el contexto ni el tono de su discurso. La iron¨ªa y la met¨¢fora est¨¢n tambi¨¦n prohibidas. Son amigas del Teatro. Hay que proteger al pueblo de los enemigos del pueblo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.