Chile en la encrucijada: crecer o decrecer
Todo apunta a que el propuesto pacto fiscal no ver¨¢ la luz, al menos no uno que pueda recaudar lo suficiente para poner fin a la serie de d¨¦ficits fiscales consecutivos que enfrentamos
En un momento cr¨ªtico se dieron a conocer las cifras econ¨®micas relacionadas con la actividad econ¨®mica y el empleo en Chile: justo al comienzo de la tramitaci¨®n del Presupuesto Nacional. No se trata de un presupuesto cualquiera, sino de uno que busca aumentar el gasto en 3,5%.
El optimismo era esencial en esta propuesta. No por nada se resaltaba el crecimiento nulo alcanzado, en contraste con las estimaciones iniciales que pronosticaban una ca¨ªda del 2% este a?o. Pero este escenario, m¨¢s que esperanzas, sembr¨® dudas y muchas. Las preocupaciones se centraron en los magros datos econ¨®micos, como el retroceso del Imacec (Indicador Mensual de Actividad Econ¨®mica), muy por debajo de las proyecciones, as¨ª como en la p¨¦rdida de 23 mil puestos que elevaron la tasa de desempleo al 9%, lo que nos hace retrotraernos al 2010.
Sin embargo, independientemente de cu¨¢n sorprendentes puedan ser esos datos, es un hecho que las perspectivas de crecimiento para este a?o han sido negativas y las cifras de empleo han mostrado 10 meses consecutivos de n¨²meros rojos. Aun as¨ª, lo verdaderamente relevante para la econom¨ªa chilena no es tanto el no crecimiento de este a?o, sino m¨¢s bien sus perspectivas para crecer a largo plazo.
Lamentablemente, en ese aspecto las proyecciones no son alentadoras. El crecimiento tendencial del PIB no minero, que mide la capacidad de crecimiento a mediano plazo, muestra una curva descendente para los pr¨®ximos 10 a?os, cercano al 1% per c¨¢pita. Un menor PIB tendencial implica una menor actividad econ¨®mica, opciones de mejora salarial m¨¢s bajas y en general, un menor bienestar para la poblaci¨®n.
Esto afecta, sobre todo, a la clase media y a los m¨¢s vulnerables, no s¨®lo debido a la disminuci¨®n de oportunidades laborales, sino tambi¨¦n a las variadas pol¨ªticas sociales que requieren un presupuesto generoso en base a ingresos permanentes. Cada a?o que pasa, se vuelve m¨¢s dif¨ªcil sostener los casi 10 a?os consecutivos de d¨¦ficit fiscal, lo que ha llevado a proyecciones que superan el techo de una deuda responsable.
Todo apunta a que el propuesto pacto fiscal no ver¨¢ la luz, al menos no uno que pueda recaudar lo suficiente para poner fin a la serie de d¨¦ficits fiscales consecutivos que enfrentamos. En este callej¨®n sin salida, la ¨²nica v¨ªa para encontrar recursos es el esquivo crecimiento econ¨®mico, ya que ni siquiera podemos contar con la emblem¨¢tica empresa estatal Codelco, que ha dejado de ser un activo para convertirse pr¨¢cticamente en un pasivo que representar¨¢ casi el 10% del PIB. Adem¨¢s, a pesar de poseer el 41% de las reservas mundiales del litio, hemos perdido el reciente boom de su precio, y a¨²n no se ha definido una estrategia clara al respecto. No hay otro remedio que volver a crecer.
Es imperativo recalibrar los engranajes del progreso para crear al menos 300 mil puestos de trabajo y elevar la recaudaci¨®n fiscal para aproximarnos a los tres puntos porcentuales del PIB que nos distancia de la OECD, fomentando una distribuci¨®n de ingresos m¨¢s equitativa y reduciendo as¨ª el coeficiente de Gini en 3,5 puntos. Sin embargo, estos esfuerzos carecer¨¢n de efecto si desatendemos la modernizaci¨®n del aparato estatal, particularmente en la simplificaci¨®n de la burocracia para otorgar permisos de inversi¨®n. Esta medida tambi¨¦n contribuir¨¢ a revitalizar la desgastada confianza institucional. Sin estas actualizaciones, ninguna reforma tributaria ser¨¢ viable pol¨ªticamente. Por esto, es crucial abordar el pesimismo arraigado en la opini¨®n p¨²blica: el 86% de la poblaci¨®n percibe que Chile se encuentra estancado o en decadencia (CEP, 2023) y, como es sabido, las expectativas desempe?an un papel crucial en la econom¨ªa. Aqu¨ª yace el reto principal del pa¨ªs.
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