Un peque?o pueblo de C¨®rdoba y la NASA, unidos a trav¨¦s de una cofrad¨ªa
La agencia estadounidense ha reconocido el papel de la Cofrad¨ªa de la Virgen de Luna y la estrecha relaci¨®n epistolar que se fragu¨® hace 50 a?os con los primeros astronautas que llegaron a nuestro sat¨¦lite
Fe y ciencia han tenido numerosos roces a lo largo de la historia. Sin embargo, el secretario de la Cofrad¨ªa de la Virgen de Luna consigui¨® unir para siempre a Pozoblanco y Villanueva de C¨®rdoba con la NASA, la mayor de las agencias espaciales. Felipe S¨¢nchez Urbano, uno de los m¨¢ximos responsables de la cofrad¨ªa en los a?os sesenta y setenta, aprovech¨® el nombre de la patrona de ambos municipios para hacer llegar a los astronautas del Apollo 11 una estampita de la Virgen de Luna que los protegiera en su dif¨ªcil trayecto. Ahora la NASA ha reconocido y ha integrado en su historia esta relaci¨®n por carta que mantuvieron desde un peque?o pueblo del sur de Espa?a con los protagonistas del primer alunizaje all¨¢ por 1969.
Todo comenz¨® el 30 de julio de ese a?o, con tres breves cartas de S¨¢nchez Urbano en las que felicitaba a Buzz Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins, los tres ocupantes del Apollo 11, la primera misi¨®n que tripulada que lleg¨® a la Luna. En las misivas, el secretario aplaud¨ªa ¡°efusivamente¡± su gesta y les obsequiaba con una imagen de la patrona de Pozoblanco y Villanueva de C¨®rdoba (17.000 y 16.000 habitantes, respectivamente). Tras su regreso a la Tierra, los tres exploradores espaciales comenzaron una gira internacional que les llev¨® a Espa?a a principios de octubre de 1969. Un par de d¨ªas de antes de desembarcar en la Pen¨ªnsula, S¨¢nchez Urbano invit¨® por carta a los astronautas a visitar el pueblo y el santuario, aunque estos nunca llegaron a poner un pie en C¨®rdoba debido a su apretada agenda.
Como agradecimiento, los tripulantes del Apollo 11 mandaron una fotograf¨ªa firmada que hoy a¨²n se conserva en los archivos de la cofrad¨ªa. Una copia de esta imagen est¨¢ expuesta a los pies de la Virgen de Luna, en una peque?a ermita del siglo XV construida a medio camino entre los dos municipios cordobeses.
En aquella misi¨®n espacial, Espa?a jug¨® un papel fundamental, ya que las bases de la NASA en Robledo de Chavela, Fresnedillas (ambas en Madrid) y Maspalomas (Canarias) sirvieron para poder establecer la comunicaci¨®n entre Houston y la nave. Incluso el propio Armstrong lo reconoci¨® durante su visita a Espa?a: ¡°Sin la participaci¨®n espa?ola, esta misi¨®n no hubiera sido posible¡±. Carlos Gonz¨¢lez Pintado, en aquel momento jefe de Operaciones y subdirector del Complejo de Comunicaciones Espaciales de Robledo, rememora aquel instante: ¡°Cuando el Apollo 11 se pos¨® en la Luna y Armstrong dijo aquella frase de ¡®Houston, aqu¨ª la base Tranquilidad. El ?guila ha aterrizado¡¯, yo lo escuch¨¦ medio segundo antes que el resto del mundo¡±. El papel de Pozoblanco, sin embargo, fue diferente. ¡°Es un hecho aparte de lo que fue la exploraci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica, pero de alguna manera tambi¨¦n fue parte de la cooperaci¨®n espa?ola. Fue m¨¢s rom¨¢ntica incluso¡±, asegura Gonz¨¢lez Pintado.
En aquella ¨¦poca, la an¨¦cdota pas¨® desapercibida. ¡°Es algo que hizo la cofrad¨ªa por su cuenta y riesgo. No se le quiso dar notoriedad al tema ni hicieron propaganda¡±, rememora Gonz¨¢lez. Pero hace unos a?os, a ra¨ªz del empuje del profesor Herminio Rodr¨ªguez Pozo se empez¨® a investigar c¨®mo ocurri¨® y se cotejaron los documentos que se enviaron desde la cofrad¨ªa y los que se recibieron en la NASA.
Rodr¨ªguez Pozo trabaja en un colegio en Guillena (Sevilla), aunque su esposa es de Pozoblanco. ?l no pertenece a la cofrad¨ªa, pero conoci¨® la historia gracias a su suegro y su cu?ado y entendi¨® que deb¨ªa darse a conocer. Desde entonces ha removido cielo y tierra para que la NASA incluyese estos hechos como parte del primer alunizaje. ¡°Es un orgullo que una historia de este tipo est¨¦ metida en los archivos de la NASA. Es un trocito de historia del que tenemos que sacar pecho¡±, reconoce el maestro.
De alguna manera tambi¨¦n fue parte de la cooperaci¨®n espa?ola. Fue m¨¢s rom¨¢ntica inclusoCarlos Gonz¨¢lez Pintado
Anthony Carro, director de NASA en Espa?a, afirma que la cooperaci¨®n entre Espa?a y la agencia es anterior al programa Apolo y que a¨²n se mantiene. ¡°El departamento de Historia de la NASA subray¨® recientemente esa cooperaci¨®n y, en particular, mencion¨® las cartas intercambiadas por Felipe S¨¢nchez Urbano, de la Cofrad¨ªa de Nuestra Se?ora de Luna, con los astronautas Armstrong, Aldrin y Collins del Apollo 11. La NASA agradece esta estrecha cooperaci¨®n con Espa?a en la exploraci¨®n e investigaci¨®n del espacio para beneficio de la Humanidad¡±, se?ala Carro en un comunicado de prensa.
En algunas ocasiones se ha rumoreado e incluso publicado que las estampas de la Virgen entregadas por S¨¢nchez Urbano llegaron a la Luna, algo que la NASA nunca ha reconocido oficialmente. El maestro descarta que estas im¨¢genes acompa?aran a la tripulaci¨®n del Apollo 11: ¡°No pudieron llegar, porque las fechas de las cartas no encajan con las del viaje¡±. Sin embargo, es m¨¢s conservador cuando se le pregunta si pudieron viajar con las sucesivas misiones: ¡°Con el Apollo 17, NASA en Espa?a agradece que la cofrad¨ªa haya mandado unas estampitas de la Virgen a los astronautas. Oficialmente, llegaron a la tripulaci¨®n. Que luego las llevaran [a la Luna] es muy dif¨ªcil de saber. Es verdad que muchos astronautas llevaban material personal, pero no hay nada oficial¡±, reconoce por tel¨¦fono.
Rodr¨ªguez Pozo asegura que tiene pendiente recibir la visita en 2022 (siempre que la situaci¨®n lo permita) de Adriana Ocampo, ejecutiva de programa en la divisi¨®n de ciencia planetaria de la NASA y una de las cient¨ªficas m¨¢s influyentes en la actualidad, con quien intercambia mensajes con cierta frecuencia. La alto cargo colombiana se ha comprometido incluso a entregarle una de las 500 semillas que viajaron a bordo del Apollo 14.
¡°El c¨ªrculo ya est¨¢ cerrado. Ahora esta historia le pertenece al pueblo, a la comarca, a Andaluc¨ªa y le corresponde difundirla y perpetuarla a todo aquel que la acoja, porque esto no solo pertenece a Pozoblanco¡±, asegura Rodr¨ªguez Pozo.
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