Ahora le toca a Janssen
La suspensi¨®n de la vacuna por las agencias norteamericanas sigue la estela de AstraZeneca en Europa
Por si no ten¨ªamos bastante con el cisco que se ha montado en Europa con el f¨¢rmaco de AstraZeneca, ahora nos llega del otro lado del Atl¨¢ntico una segunda ola de incertidumbre sobre la vacuna de Janssen, filial farmac¨¦utica del gigante estadounidense Johnson & Johnson. Es la vacuna que hoy mi¨¦rcoles esperaba Europa como agua de abril, con millones de entregas de la primera inyecci¨®n monodosis, una herramienta formidable contra el SARS-CoV-2, eficaz y de f¨¢cil distribuci¨®n. Paren las m¨¢quinas. Ayer martes supimos que las dos agencias relevantes de Estados Unidos, la FDA (medicamentos) y los CDC (prevenci¨®n de enfermedades), recomendaban suspender temporalmente la vacunaci¨®n con Janssen en su pa¨ªs. Otro tropiezo con el que no hab¨ªan contado los c¨¢lculos de los economistas, correctos t¨¦cnicamente, pero inaplicables a este mundo real donde las cosas suelen fallar, retrasarse, perderse en el laberinto. Janssen no llegar¨¢ hoy.
Lo primero que choca sobre este nuevo par¨®n es lo mismo que ya choc¨® con el domin¨® apresurado en que cayeron uno tras otro los gobiernos europeos al suspender la vacunaci¨®n con AstraZeneca hace poco: que los n¨²meros no cuadran. Los servicios de farmacovigilancia norteamericanos han detectado seis casos de trombos entre los siete millones de ciudadanos que han recibido la vacuna de Janssen. Eso es menos de un trombo por mill¨®n de vacunados, o un 0,0001%. La probabilidad de que una persona no vacunada muera por covid ronda el 1%, o 10.000 veces m¨¢s. No se entiende que una campa?a de vacunaci¨®n vital se detenga, suspenda o dificulte por un riesgo tan extremadamente bajo. Es mucho m¨¢s f¨¢cil que te mueras en tu casa al cambiar una bombilla, o por tomar anticonceptivos, aspirinas y paracetamoles. No tiene el menor sentido.
Por supuesto que hay que investigar los posibles efectos secundarios, por extremadamente raros que sean, pero detener una vacuna provoca mil veces m¨¢s da?os que ponerla
Es cierto que aqu¨ª nos enfrentamos a un problema a¨²n m¨¢s grave que el par¨®n de Europa con AstraZeneca. En el caso de AstraZeneca, la agencia europea del medicamento (EMA) no ha recomendado en ning¨²n momento suspender la administraci¨®n del f¨¢rmaco, sino investigar los casos. En el caso de Estados Unidos, son sus propias agencias cient¨ªficas las que han mandado parar la vacunaci¨®n con Janssen. Esto se entiende a¨²n menos que lo de Europa, porque la FDA y los CDC son una referencia cient¨ªfica mundial. Por supuesto que hay que investigar los posibles efectos secundarios, por extremadamente raros que sean, pero detener una vacuna provoca mil veces m¨¢s da?os que ponerla. La covid ha matado a tres millones de personas en el mundo y aparcar una de las vacunas m¨¢s valiosas para evitar un trombo por mill¨®n de vacunados raya en lo obsceno. Ojal¨¢ la confusi¨®n se despeje pronto.
Entretanto, echemos un vistazo a las reflexiones sobre la pandemia de Anthony Fauci, legendario jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades infecciosas de Estados Unidos, y una de las pocas personas que se atrevi¨® a enfrentarse al anterior inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. Fauci elogia el r¨¢pido desarrollo de las vacunas anticovid, pero recuerda que la raz¨®n ¨²ltima del ¨¦xito son las d¨¦cadas de investigaci¨®n b¨¢sica que lo precedieron. No tiremos todo eso a la basura.
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