El conocimiento medicinal ind¨ªgena se extingue sin dejar rastro
Un estudio alerta de que hasta el 91% de la sabidur¨ªa de estas comunidades sobre plantas con potencial farmacol¨®gico y terap¨¦utico desaparecer¨¢ con la muerte de sus lenguas
Podr¨ªa parecer que, en la era de la informaci¨®n, todo est¨¢ registrado. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Entre el 73% y el 91% del conocimiento de los servicios medicinales de las plantas (sus propiedades farmacol¨®gicas y terap¨¦uticas) de regiones de Am¨¦rica del Norte, la Amazonia y Nueva Guinea corre el riesgo de desaparecer porque solo los conocen los ind¨ªgenas de cada zona y no hay m¨¢s registro que sus voces. Si muere su lengua (m¨¢s del 30% de las 7.400 del mundo ya no se hablar¨¢n a finales de siglo, seg¨²n la Unesco), desaparece el conocimiento que guarda. Un estudio publicado en la revista PNAS por Rodrigo C¨¢mara Leret y Jordi Bascompte, del departamento de Biolog¨ªa Evolutiva y Estudios Ambientales de la Universidad de Z¨²rich, ha identificado, en estas tres regiones 12.495 servicios medicinales de las plantas, de los que el 75% son solo conocidos en una lengua. Y ¡°cada dos semanas¡±, seg¨²n la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, ¡°desaparece una en el mundo¡±. Ante esta emergencia, Jordi Bascompte lamenta: ¡°Es como una biblioteca quemada, como amputar una extremidad. Estamos perdiendo oportunidades terap¨¦uticas¡±.
C¨¢mara Leret pone algunos ejemplos del potencial farmacol¨®gico de las plantas conocidos por los ind¨ªgenas: los integrantes del pueblo Cubeo de la Amazonia utilizan los tallos y ra¨ªces de la Connarus ruber como ¡°barbascos¡± o ¡°matapeces¡± para pescar porque las plantas tienen metabolitos que interfieren en la respiraci¨®n branquial del pez. Los tucanos del R¨ªo Negro de Brasil recurr¨ªan para cazar a las propiedades anest¨¦sicas de la corteza de la Leptolobium nitens, que usaban como ingrediente del curare (veneno para las flechas). Los siona, habitantes de las riberas del r¨ªo Putumayo, entre Colombia y Ecuador, usan el l¨¢tex lechoso de la Euphorbia hirta para tratar infecciones f¨²ngicas en los pies.
El bot¨¢nico recuerda que el conocimiento ind¨ªgena ha servido para el desarrollo de f¨¢rmacos, aunque calcula que menos de un 10% ha pasado por estudios farmacol¨®gicos o ensayos. La vinblastina, utilizada en el linfoma de Hodgkin, en el c¨¢ncer de pulm¨®n de c¨¦lulas no peque?as, y en los de mama, cabeza, cuello y testicular, fue aislada por Robert Noble y Charles Thomas Beer de la planta Catharanthus roseus de Madagascar. Es un caso frente a miles de posibles opciones terap¨¦uticas que est¨¢n en peligro de quedar enterradas.
La singularidad del conocimiento ind¨ªgena asociado a lenguas amenazadas sugiere que la p¨¦rdida de estas ser¨¢ a¨²n m¨¢s cr¨ªtica para la extinci¨®n del conocimiento medicinal que la p¨¦rdida de biodiversidadRodrigo C¨¢mara Leret, investigador de la Universidad de Z¨²rich
Los dos investigadores han recogido, por primera vez, datos de hasta 3.597 especies de plantas medicinales e identificado 12.495 servicios medicinales (combinaci¨®n de una especie vegetal y una subcategor¨ªa medicinal, como Ficus insipida y sistema digestivo) asociados a 236 lenguas ind¨ªgenas. C¨¢mara Leret advierte: ¡°Es solo la punta del iceberg. Mucho conocimiento medicinal est¨¢ contenido en idiomas que est¨¢n en peligro de extinci¨®n¡±. Las conclusiones del estudio avalan la afirmaci¨®n: ¡°La singularidad del conocimiento ind¨ªgena asociado a lenguas amenazadas sugiere que la p¨¦rdida de estas ser¨¢ a¨²n m¨¢s cr¨ªtica para la extinci¨®n del conocimiento medicinal que la p¨¦rdida de biodiversidad¡±.
La amenaza es doble, seg¨²n la investigaci¨®n. Por una parte, el desuso ling¨¹¨ªstico est¨¢ fuertemente asociado a la disminuci¨®n de los conocimientos ind¨ªgenas sobre las plantas. Por otra parte, el cambio clim¨¢tico global limita la extensi¨®n geogr¨¢fica de muchas especies y cultivos end¨¦micos utilizados por el hombre. El trabajo concluye: ¡°Juntas, la extinci¨®n del lenguaje y la reducci¨®n de las especies ¨²tiles en el pr¨®ximo siglo, pueden limitar el potencial completo de las contribuciones de la naturaleza a las personas y el descubrimiento de usos imprevistos¡±.
La ¨²nica salvaguarda de este conocimiento es que en algunos casos se comparte oralmente con otros grupos ind¨ªgenas que hablan otros idiomas. Pero es insuficiente porque estos tambi¨¦n est¨¢n amenazados. Por esta raz¨®n, los investigadores consideran ¡°prioritario¡± un esfuerzo de documentaci¨®n.
La documentaci¨®n de las especies en relaci¨®n con sus usos ser¨ªa como la piedra de Rosetta, la llave de nuevas terapiasJordi Bascompte, coautor de la investigaci¨®n de la Universidad de Z¨²rich
C¨¢mara Leret a?ade como estrategias el fortalecimiento de los idiomas ind¨ªgenas y la realizaci¨®n de registros participativos. Para Jordi Bascompte, ¡°la documentaci¨®n de las especies en relaci¨®n con sus usos ser¨ªa como la piedra de Rosetta [el fragmento de roca con grabados en tres escrituras que permiti¨® comprender la cultura del Antiguo Egipto], la llave de nuevas terapias¡±.
La antrop¨®loga Victoria Reyes, elegida miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos e investigadora de la Instituci¨®n Catalana de Investigaci¨®n y Estudios Avanzados (ICREA), destaca del trabajo de los dos cient¨ªficos espa?oles, del que no forma parte, ¡°la idea de que cada una de las diferentes culturas del mundo ha desarrollado un sistema de conocimiento ¨²nico¡±: ¡°Estos sistemas de conocimientos est¨¢n codificados en sistemas ling¨¹¨ªsticos, por lo que cuando se pierde una lengua, con ella se pierden tambi¨¦n muchas otros elementos. El estudio se centra en el conocimiento medicinal, pero probablemente encontrar¨ªamos la misma asociaci¨®n si mir¨¢semos c¨®mo la p¨¦rdida de una lengua afecta a la p¨¦rdida del conocimiento de t¨¦cnicas de cultivo, el conocimiento de plantas alimenticias o el conocimiento de interacciones entre elementos de la naturaleza, por citar algunos¡±.
Reyes ampl¨ªa la relevancia de las conclusiones: ¡°Un aspecto que este art¨ªculo menciona solo tangencialmente, pero que es fundamental, es la importancia de entender que la diversidad biol¨®gica y cultural van unidas, por lo que la p¨¦rdida de lenguas, sabidur¨ªa medicinal y otros conocimientos tradicionales tiene efectos directos en la p¨¦rdida de especies o ecosistemas, del mismo modo que la p¨¦rdida de diversidad biol¨®gica tiene efectos en la p¨¦rdida de diversidad cultural¡±.
La p¨¦rdida de la diversidad biocultural reduce la capacidad de adaptaci¨®n de la especie humana y, en concreto, la capacidad de encontrar soluciones a los problemas ambientales a los que nos enfrentamosVictoria Reyes, antrop¨®loga e investigadora de la Instituci¨®n Catalana de Investigaci¨®n y Estudios Avanzados (ICREA)
¡°Los resultados de este estudio¡±, concluye la antrop¨®loga, ¡°son solo un ejemplo de c¨®mo la p¨¦rdida de diversidad biocultural destruye las muchas formas en las que la especie humana ha aprendido a vivir en el planeta. M¨¢s all¨¢ del conocimiento m¨¦dico, como explica esta investigaci¨®n, la p¨¦rdida de la diversidad biocultural reduce la capacidad de adaptaci¨®n de la especie humana y, en concreto, la capacidad de encontrar soluciones a los problemas ambientales a los que nos enfrentamos¡±.
Francisco Javier Jamioy Chindoy, m¨¦dico tradicional cams¨¢ (etnia ind¨ªgena que habita en el valle colombiano de Sibundoy, en Colombia) con cuya familia ha convivido C¨¢mara Leret, comparte las conclusiones del estudio: ¡°Nuestra cultura empez¨® a perderse cuando adoptamos las acciones y el pensamiento de la gente blanca; por eso los ni?os y los j¨®venes de ahora no quieren hablar nuestra lengua o trabajar en lo propio. Ya no saludan bonito. Por eso, el pensamiento de nuestros mayores y todo su legado hist¨®rico se empez¨® a perder¡±.
El bosque sanador
Una de las fuentes documentales de la investigaci¨®n de Rodrigo C¨¢mara Leret y Jordi Bascompte es el trabajo de Richard Evans Schultes, etnobot¨¢nico, tax¨®nomo, escritor y fot¨®grafo considerado uno de los exploradores de plantas m¨¢s importantes del pasado siglo. Su obra 'The healing forest: medicinal and toxic plants of the north west Amazonia' (Dioscorides Press), integra casi medio centenar de a?os de investigaci¨®n. Schultes lleg¨® en 1941 al Amazonas para estudiar durante un a?o c¨®mo los pueblos ind¨ªgenas usaban las plantas para fines medicinales, rituales y pr¨¢cticos y permaneci¨® m¨¢s de una d¨¦cada realizando un trabajo de campo que le permiti¨® identificar 24.000 especies, incluidas 300 nuevas para la ciencia.
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