Pablo ?lvarez se grad¨²a como astronauta: ¡°En este trabajo no se buscan genios, sino gente todoterreno¡±
El leon¨¦s, el primer espa?ol preparado para viajar al espacio en m¨¢s de 30 a?os, ya est¨¢ listo para que le asignen su primera misi¨®n
Tras un a?o de preparaci¨®n, el ingeniero Pablo ?lvarez (Le¨®n, 35 a?os) se convertir¨¢ ma?ana en el primer astronauta espa?ol en 31 a?os, y el ¨²nico que por ahora podr¨¢ lograr el sue?o de ir a la Luna.
La Agencia Espacial Europea (ESA) celebra el lunes la graduaci¨®n de su nueva promoci¨®n de astronautas en Colonia (Alemania). Los cinco elegidos recibir¨¢n su ansiado parche identificativo en el que ya estar¨¢n desplegadas las alas que simbolizan que son parte del cuerpo y que les pueden asignar una misi¨®n. Y pendientes de misi¨®n quedan 12 reservas, incluida la bi¨®loga molecular espa?ola Sara Garc¨ªa. El Gobierno vincula este hito al aumento de su contribuci¨®n a la ESA hasta los 300 millones de euros anuales entre 2023 y 2027.
El naturalista Josef Aschbacher, presidente de la agencia, decidir¨¢ en mayo qui¨¦n de los cinco nuevos astronautas ser¨¢ el primero en viajar a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) en 2026. El resto ser¨¢n asignados a misiones posteriores hasta 2030, a?o previsto de jubilaci¨®n de la base orbital. A partir de esa fecha, y si tienen una carrera larga ¡ª?lvarez aspira a estar de servicio ¡°25 o 30 a?os¡±¡ª, es probable que lleguen tambi¨¦n a la Luna, aunque primero ir¨¢n alguno de los siete astronautas veteranos de la clase de 2009, con m¨¢s experiencia de vuelo. En esta entrevista por teleconferencia, el flamante astronauta relata c¨®mo ha sido su a?o de entrenamiento y qu¨¦ hay que tener para poder viajar al espacio.
Pregunta. ?Ha aprendido a coser heridas?
Respuesta. S¨ª, claro. Tambi¨¦n cosmolog¨ªa, astrof¨ªsica, mec¨¢nica orbital, ingenier¨ªa, mec¨¢nica de fluidos, psicolog¨ªa, biolog¨ªa, sistemas de la ISS, ley espacial, estructura de la ESA y la UE.
P. A los astronautas les ponen notas, ?tambi¨¦n pueden suspender?
R. S¨ª. Hay ex¨¢menes, hay notas y dependiendo de lo que saques en algunas cosas puede ser que te elijan para una actividad o no. Al final hay asuntos muy cr¨ªticos, como las actividades extravehiculares [caminatas espaciales] o manejar el brazo rob¨®tico, en las que tienes que asegurarte de que el riesgo es el m¨ªnimo, y entonces s¨ª que las evaluaciones son bastante serias. Precisamente esta ¨²ltima semana ten¨ªa examen de brazo rob¨®tico, y adem¨¢s hemos tenido el examen general de todo el a?o.
P. ?Ya se siente astronauta?
R. S¨ª. Es un a?o que te cambia. Me siento preparado para cualquier cosa que venga, incluso para una misi¨®n espacial. Y s¨¦ que ahora tengo muchas m¨¢s herramientas para superar esos retos.
P. ?Qu¨¦ ha sido lo m¨¢s duro?
R. Quiz¨¢s todos los viajes y las horas que tienes que echar. Porque muchas de las actividades no puedes hacerlas aqu¨ª, en Colonia. Hemos estado en Italia, Holanda, el mar del norte, Houston, haciendo entrenamiento de supervivencia en Pirineos, varios meses en Alemania aprendiendo ruso. Quiz¨¢s lo m¨¢s dif¨ªcil es compaginar tu vida privada y tu trabajo. Pero he podido ir a Espa?a en Navidades y Semana Santa. Y los fines de semana generalmente los tenemos libres.
P. ?Qu¨¦ se siente cuando te meten en la centrifugadora?
R. Lo que haces es simular el lanzamiento y la reentrada en una misi¨®n espacial. T¨² te sientas, se cierra la c¨¢psula y es como si estuvieras en el cohete. Hay una cuenta atr¨¢s, y cuando llegas a cero, la sensaci¨®n es que tienes todo el empuje de un cohete en tu espalda. Acelera superr¨¢pido y sientes que vas hacia adelante a toda velocidad. Te cuesta respirar, notas que todo se aplasta. Si un brazo normalmente pesa ocho kilos, pues a seis veces la gravedad terrestre te pesa 48. Cuesta much¨ªsimo moverse. Est¨¢s as¨ª unos 15 minutos. Cuando deceleras, tu sistema vestibular no entiende muy bien qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando y la sensaci¨®n es que est¨¢s dando much¨ªsimas volteretas hacia adelante. Impresiona, sobre todo porque es muy fuerte y dura bastante tiempo.
P. Tambi¨¦n os dejaron en el valle de Ar¨¢n en pleno invierno.
R. S¨ª, nos dijeron que hici¨¦ramos un refugio cada uno, nos asegur¨¢semos de que no hab¨ªa nadie a 100 metros a la redonda y que durmi¨¦ramos ah¨ª. Es una experiencia curiosa dormir solo a 10 grados bajo cero, a 2.000 metros de altura, con toda la nieve, con todos los ruidos de la noche. Tuvimos suerte y se pod¨ªan ver las estrellas; era precioso. Y luego el resto de d¨ªas estuvimos entrenando otras cosas como hacer fuego, gestionar la humedad, la hipotermia o afrontar una fractura o un esguince. Todo el tiempo nos pon¨ªan en situaciones de emergencia ficticias, igual ten¨ªas que rescatar a alguien o buscar a un compa?ero que se hab¨ªa perdido siguiendo sus huellas en la nieve. Nos metieron en un lago cuando afuera est¨¢bamos a 4 grados bajo cero. Se trata de simular situaciones de emergencia y desarrollar tus habilidades de liderazgo o de seguir al l¨ªder en esa situaci¨®n.
P. ?Has sentido miedo?
R. De momento no, pero tampoco me preocupa. Voy a subirme a un cohete Falcon de 70 metros de altura; un aparato que me va a mandar fuera del planeta. Voy a orbitar a 28.000 kil¨®metros por hora, a dar una vuelta a la Tierra cada hora y media, a vivir seis meses en microgravedad en un lugar donde lo que te separa del espacio exterior son tres mil¨ªmetros de aluminio. Voy a salir al espacio exterior con el traje espacial, que no es otra cosa que una nave con forma de humano para que puedas operar todo. Imag¨ªnate la sensaci¨®n de salir y ver la inmensidad del universo a un lado, la Tierra al otro. Y luego vuelves a esos 28.000 kil¨®metros por hora, frenas, ves el plasma en la ventana durante la reentrada, y caes en medio del oc¨¦ano esperando que venga un barco a rescatarte. Yo creo que ser¨ªa muy humano tener miedo en alg¨²n momento.
P. Hay una idea de que para ser astronauta hay que ser un superhumano, pero la mayor¨ªa de astronautas, incluido Pedro Duque, su antecesor y actual presidente de Hispasat, dicen que en realidad lo que hace falta es ser ¡°supernormal¡±.
R. Totalmente cierto. Lo m¨¢s dif¨ªcil de todo es la variedad de cosas en las que tienes que ser bueno, desde actividades bajo el agua a cosas m¨¢s te¨®ricas y partes muy operativas de c¨®mo reaccionas en situaciones de emergencia. Este trabajo tiene tantas aristas que no se buscan supergenios en nada, sino gente a la que les puedas dejar en cualquier situaci¨®n y sepa salir adelante. Nos lo han confirmado los psic¨®logos, que nos van a seguir antes, durante y despu¨¦s de la misi¨®n. No buscan un genio en matem¨¢ticas o f¨ªsica, sino gente todoterreno. El primer d¨ªa de entrenamiento nos dijeron: no destac¨¢is en absolutamente nada, pero tampoco ten¨¦is ninguna flaqueza evidente.
P. ?C¨®mo te vas a sentir cuando te grad¨²es?
R. Imagino que muy contento. Pero algo que tenemos los astronautas es que siempre miramos hacia adelante. Yo creo que el d¨ªa 23 ya estar¨¦ pensando, bueno, ?y ahora qu¨¦?
Pedro Duque: "La virud m¨¢s importante del astronauta, la paciencia"
Los dos únicos españoles que han viajado al espacio son el hispanoestadounidense Michael López-Alegría, que fue astronauta de la NASA y ahora lo es para la empresa Axiom, y Pedro Duque, que se graduó en 1993 y viajó dos veces al espacio, en 1998 y 2003. Unos días antes de la entrevista con Álvarez, Duque atendió a las preguntas de EL PAÍS. “Ser astronauta no es como en las películas”, explicó Duque, que tras ir al espacio fue directivo, ministro de ciencia y actualmente preside Hispasat. “Puede que sí fuera épico en la época dorada de Gagarin, Leonov, John Glenn, pero es una imagen del pasado. De físico hay muy poca cosa. Realmente lo que necesitan es gente supernormal que sepa arreglar cosas y tomar decisiones, por lo que hay muchas pruebas psicológicas. El tema de la centrifugadora no es tanto para ver tu resistencia como para comprobar que no tienes algún problema médico que te impida ir al espacio”. ¿Un consejo para Álvarez? “Ahora”, asegura, “la virtud más importante del astronauta es la paciencia, porque hay que esperar misión y no dejarse llevar por el cansancio. Yo tuve suerte y tardé cinco años en que me asignaran misión”, reconoce.
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