Ana Crespo, presidenta de la Real Academia de Ciencias: ¡°La endogamia de la universidad espa?ola todav¨ªa pesa demasiado¡±
La investigadora espa?ola es la primera mujer que preside la instituci¨®n cient¨ªfica, fundada en 1847
Una joven de 17 a?os, la reina Isabel II, fund¨® la Real Academia de Ciencias en 1847, pero la instituci¨®n ha tardado casi dos siglos en tener una mujer al frente. Los acad¨¦micos votaron el 10 de junio como presidenta a Ana Crespo, una bi¨®loga tinerfe?a de 76 a?os experta en l¨ªquenes, los enigm¨¢ticos organismos fruto de la simbiosis de hongos y algas. Crespo, heredera de gigantes como el matem¨¢tico ...
Una joven de 17 a?os, la reina Isabel II, fund¨® la Real Academia de Ciencias en 1847, pero la instituci¨®n ha tardado casi dos siglos en tener una mujer al frente. Los acad¨¦micos votaron el 10 de junio como presidenta a Ana Crespo, una bi¨®loga tinerfe?a de 76 a?os experta en l¨ªquenes, los enigm¨¢ticos organismos fruto de la simbiosis de hongos y algas. Crespo, heredera de gigantes como el matem¨¢tico Jos¨¦ Echegaray y el inventor Leonardo Torres Quevedo, cuenta que la corporaci¨®n ha estado a punto de perecer. El Gobierno de Mariano Rajoy peg¨® un hachazo a su presupuesto, dej¨¢ndolo en un 25%. Ahora, con una subvenci¨®n p¨²blica del Ministerio de Ciencia de casi 700.000 euros, la Academia est¨¢ resucitando con nuevos proyectos, como la esperada digitalizaci¨®n de su diccionario de t¨¦rminos cient¨ªficos, v¨ªdeos contra la desinformaci¨®n y una revista de alta divulgaci¨®n. La presidenta quiere que su instituci¨®n crezca, se feminice y rejuvenezca. Los 56 acad¨¦micos actuales (12 mujeres, el 21%) pasar¨¢n a ser 72 en los pr¨®ximos tres a?os. Crespo, catedr¨¢tica de Bot¨¢nica de la Universidad Complutense de Madrid, fue en 2010 la tercera mujer acad¨¦mica, tras la bioqu¨ªmica Margarita Salas (1986) y la matem¨¢tica Pilar Bayer (2004).
Pregunta. Cuando ingres¨® Margarita Salas en la Real Academia de Ciencias, ?hab¨ªa ba?o de mujeres?
Respuesta. ?Mira qu¨¦ pregunta m¨¢s buena! Margarita no protest¨® por el cuarto de ba?o.
P. ?Iba al ba?o de hombres?
R. Vamos a verlo [Ana Crespo se levanta y camina hasta el aseo]. En la planta baja, que se abre al p¨²blico para conferencias, hab¨ªa un ba?o para hombres y otro para mujeres. Sin embargo, aqu¨ª [en la planta de los despachos y salas de reuniones de los acad¨¦micos] resulta que el aseo era estrictamente masculino. Este es el aseo. Aqu¨ª hab¨ªa un urinario masculino y aqu¨ª hab¨ªa un retrete, como en los bares. La segunda acad¨¦mica fue Pilar Bayer, que es catalana y no ven¨ªa mucho por aqu¨ª. Cuando yo llego [en 2012] y voy al retrete, veo por la puerta la sombra de un se?or que est¨¢ haciendo pis. Me fui a hablar con el presidente y le dije que no me gustaba nada. Despu¨¦s vino la crisis y el PP redujo un 75% el presupuesto de la Academia, que era lo mismo que haberla cerrado. Se mantuvo por voluntarismo total. Con la excusa de que no hab¨ªa dinero, llegamos a 2020, que es cuando me votaron a m¨ª como secretaria general. En 2020 dije: ¡°Lo primero que se va a hacer en esta casa es cambiar el cuarto de ba?o y hacerlo absolutamente mixto, aqu¨ª no va a haber un urinario masculino ni de broma¡±.
P. ?Hasta 2020 no hubo un ba?o unisex en la Real Academia de Ciencias?
R. Hasta que una mujer lleg¨® a secretaria general.
P. ?C¨®mo es posible que la Real Academia de Ciencias se fundase en 1847 y usted sea la primera presidenta en esos 177 a?os?
R. Es posible porque la primera mujer entra en 1986. En 1986 no hab¨ªa la presi¨®n social suficiente, y el n¨²mero de mujeres en posiciones de liderazgo ¡ªprofesoras de investigaci¨®n o catedr¨¢ticas¡ª era muy muy peque?o. Creo que por esa ¨¦poca and¨¢bamos en torno al 10% y, en algunas ¨¢reas, ninguna por ciento. No hab¨ªa ninguna mujer catedr¨¢tica en algunas ¨¢reas.
P. La mitad de los ¨²ltimos acad¨¦micos ya son mujeres, pero con mitad y mitad no arreglan el desaguisado.
R. Bueno, es que el desaguisado es de ciento y pico a?os. La academia holandesa, por ejemplo, lo que ha hecho es meter plazas para mujeres exclusivamente. A m¨ª eso no me gust¨® nunca y me sigue sin gustar. Hay que tratar de ir haciendo las cosas con apoyo, sin crear tensiones, y tambi¨¦n siendo conscientes de que hay algunas ¨¢reas en las que no es tan f¨¢cil encontrar las mujeres sin tener que bajar los listones, que es lo que no queremos hacer de ninguna manera.
Creo que el rector de Salamanca no habr¨ªa entrado en esta academia, hay mucha experiencia para valorar curr¨ªculums
P. La Real Academia de Ciencias fue la primera instituci¨®n que emiti¨® ¡°una condena sin paliativos¡± frente a la trama saud¨ª que pagaba a cient¨ªficos espa?oles para mentir en una base de datos y aupar a las universidades ¨¢rabes en los r¨¢nkings.
R. Eso es inaceptable, absolutamente inaceptable.
P. Cuando la prensa holandesa public¨® que hab¨ªa dos cient¨ªficos de su pa¨ªs implicados, el ministro de Ciencia de Pa¨ªses Bajos tard¨® solo unas horas en condenar ¡°la venta de la integridad acad¨¦mica por dinero¡±. ?Por qu¨¦ en Espa?a cuesta tanto que las instituciones condenen las trampas p¨²blicamente y se?alen a los tramposos?
R. Yo creo que institucionalmente hay que condenar las acciones, otra cosa distinta es culpabilizar a una persona concreta, porque para ello tienes que confirmar que las cosas son as¨ª. El tercer paso es el castigo. Creo que es la propia instituci¨®n la que debe imponer un castigo, con sus instrumentos reglamentarios. Hay que saber que la autonom¨ªa universitaria en Espa?a es muy grande. Para una administraci¨®n tutelante, es muy muy dif¨ªcil entrar en la pol¨ªtica universitaria. Tan dif¨ªcil que creo que no es posible.
P. El Ministerio de Ciencia espa?ol mantuvo un perfil bajo, pese a que los cient¨ªficos que comet¨ªan ese fraude eran sobre todo de China y de Espa?a. La Academia s¨ª se posicion¨®.
R. S¨ª, y ahora mismo se ha posicionado tambi¨¦n el Comit¨¦ Espa?ol de ?tica de la Investigaci¨®n.
P. ?Se refiere al rector de la Universidad de Salamanca [Juan Manuel Corchado, uno de los cient¨ªficos m¨¢s citados del mundo gracias a miles de autocitas, a apremiar a sus propios trabajadores para que le citasen y a decenas de perfiles falsos dedicados a mencionarle]?
R. S¨ª, el comit¨¦ de ¨¦tica ha publicado un documento donde condena determinados procedimientos, bastante claro.
P. ?Qu¨¦ opina usted del caso del rector de Salamanca?
R. Con la informaci¨®n que yo tengo, desde luego, mi t¨¦rmino es alarmante. Es alarmante y me parece que vale mucho la pena que la comunidad universitaria se lo plantee muy seriamente, porque es la que se ve afectada con este caso.
P. ?A qu¨¦ se refiere con plante¨¢rselo? ?Qu¨¦ puede hacer la universidad?
R. No tirar la toalla, a pesar de todo, pero no estoy pidiendo martirios.
P. Gracias al caso del rector, hemos comprobado que el reci¨¦n nacido Comit¨¦ Espa?ol de ?tica de la Investigaci¨®n ni tiene competencias ni poder sancionador.
R. Las universidades tienen un blindaje jur¨ªdico con la actual legislaci¨®n. Su gobernanza no depende del poder pol¨ªtico, y mucho menos la figura del rector.
P. La Oficina de Integridad en la Investigaci¨®n de Estados Unidos s¨ª tiene competencias. Publica en su web los casos de trampas, con nombres y apellidos, y la sanci¨®n. ?No ser¨ªa l¨®gico tener un organismo similar en Espa?a? Cada vez hay m¨¢s trampas.
R. Yo aqu¨ª no trasplantar¨ªa nunca una estructura administrativa de Estados Unidos. El sistema es absolutamente distinto. ?Por qu¨¦ ocurren esas cosas raras m¨¢s en Espa?a que en otros sitios? Pues no lo s¨¦, pero seguramente la gobernanza universitaria influye, incluida la selecci¨®n de su personal. Tal vez la famosa endogamia de la universidad espa?ola todav¨ªa pesa demasiado. Lo del rector de Salamanca, o el fraude saud¨ª, hay que mirarlo desde la universidad. ?Pasa mucho en Espa?a y menos en otros sitios? Bueno, es que el sistema universitario es muy mejorable.
P. El comunicado de la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a sobre el rector de Salamanca fue dur¨ªsimo.
R. Otras instituciones no se han pronunciado, pero a lo mejor se pronuncian. Y, desde luego, est¨¢n tambi¨¦n los directamente afectados, que tambi¨¦n tienen posibilidades de hacer muchas cosas. Hay muchos que, al parecer, no est¨¢n pudiendo dar la cara porque temen consecuencias. Yo estoy convencida de que hay colegas en la Universidad de Salamanca que est¨¢n preocupados y algunos que opinan que hay que decir que esto no se puede volver a producir. Pero, claro, las correlaciones de fuerzas son las que son. Tambi¨¦n es cierto que las formas de financiaci¨®n tienen mucho que hacer. Los programas de financiaci¨®n pueden premiar unos determinados tipos de actuaci¨®n y no premiar otros.
P. La Universidad de C¨®rdoba expuls¨® al qu¨ªmico Rafael Luque con una sanci¨®n de 13 a?os sin empleo y sueldo porque minti¨® y dijo que trabajaba en Arabia Saud¨ª. ?A usted le parece bien expulsar de la universidad a los tramposos o mentirosos?
R. Si la universidad tiene capacidad para hacerlo y comprueba que eso ha sido as¨ª, me parece que tiene que hacerlo, seg¨²n est¨¦ establecido en sus estatutos.
P. El rector de Salamanca, que es uno de los cient¨ªficos m¨¢s citados del mundo en inteligencia artificial, ?podr¨ªa ser acad¨¦mico de la Real Academia de Ciencias?
R. No creo, porque hay mucha experiencia para valorar curr¨ªculums en una academia como esta. No se puede decir que no se te puede colar un fraude en alg¨²n momento, pero creo que en esta academia no habr¨ªa entrado. Me chocar¨ªa mucho que hubiera sido elegido como acad¨¦mico al rector de Salamanca, pero no puedo hacer profec¨ªas.
Es triste que la ense?anza universitaria se convierta en sujeto de un fondo buitre
P. Usted fue directora general de universidades entre 1991 y 1993. La ¨²ltima universidad p¨²blica que se fund¨® en Espa?a fue la Polit¨¦cnica de Cartagena, en 1998. Desde entonces las privadas se han m¨¢s que triplicado. Hab¨ªa 13 y ahora hay 43.
R. Cuando yo era directora general de Universidades se desarroll¨® el mandato constitucional de regular la creaci¨®n de universidades privadas. Las que hab¨ªa eran las de la firma del Concordato [el acuerdo entre Espa?a y la Iglesia cat¨®lica]. Se desarroll¨® una ley muy restrictiva para la creaci¨®n de universidades privadas, donde se exig¨ªan requisitos de m¨¢xima garant¨ªa, tanto econ¨®mica como acad¨¦mica. Las universidades que depend¨ªan de la Administraci¨®n General del Estado se transfirieron a las comunidades aut¨®nomas. Y se empezaron a crear universidades privadas en las distintas comunidades aut¨®nomas.
P. ?Qu¨¦ le parece que se hayan creado 30 universidades privadas y ninguna p¨²blica desde 1998?
R. Yo sigo siendo partidaria de la ense?anza p¨²blica. A m¨ª me gustar¨ªa que la universidad fuera p¨²blica, sobre todo como ascensor social, por justicia. Eso s¨ª que es igualdad de oportunidades para los espa?oles: tener todos las mismas posibilidades de educaci¨®n. Las universidades privadas crean asimetr¨ªas en este sentido.
P. Las privadas no son un ascensor social.
R. No son un ascensor social, l¨®gicamente. Las habr¨¢ con m¨¢s becas, no todas son iguales.
P. En Canarias hay cuatro privadas y viene una quinta. Est¨¢ la Universidad Europea de Canarias, la de Fernando Pessoa, la del Atl¨¢ntico Medio, la Universidad de las Hesp¨¦rides y ahora viene la Universidad Tecnol¨®gica de las Islas Canarias. ?Tiene sentido que haya cinco privadas en Canarias?
R. Yo no lo veo.
P. A veces se habla de universidades chiringuitos. ?Usted cree que hay universidades chiringuito?
R. S¨ª, alg¨²n chiringuito existe, pero eres muy due?o de no ir. A m¨ª no me obligan a comprar en ning¨²n chiringuito.
P. Pero el t¨ªtulo del chiringuito vale lo mismo que el de la Complutense.
R. S¨ª, pero como empleador no empleo igual al del chiringuito que al de la Polit¨¦cnica de Madrid o al de la Complutense. Toda la sociedad est¨¢ implicada en esto. Hay muchas universidades privadas porque tienen clientela. Lo que tienes que hacer es competir muy bien con tus p¨²blicas, para que esa clientela pueda ir a la p¨²blica, que adem¨¢s sale m¨¢s barata.
Un profesor de universidad que no investiga no es competente
P. El fondo de inversi¨®n sueco EQT, due?o en Espa?a de la inmobiliaria Idealista y de Parques Reunidos, compr¨® en abril la Universidad Europea de Madrid y la valor¨® en 2.200 millones de euros. La gestora brit¨¢nica de capital riesgo CVC compr¨® la Universidad Alfonso X el Sabio en 2019 por m¨¢s de 1.000 millones. Detr¨¢s de las privadas a menudo hay un fondo de inversi¨®n.
R. Para los fondos de inversi¨®n nada puede ser mejor que un cash [dinero en efectivo] mensual. Es triste que la ense?anza universitaria se convierta en sujeto de un fondo buitre, pero sigo pensando que las p¨²blicas son el objetivo a conseguir. Que se regulen con agilidad y ofrezcan sus mejores credenciales.
P. Hay otras nueve universidades privadas en proyecto, todas ellas en comunidades aut¨®nomas gobernadas por el Partido Popular. Ya ser¨ªan 52 privadas, dos m¨¢s que las p¨²blicas, que son 50. ?Cree que hacen falta nueve privadas m¨¢s?
R. Yo creo que no hacen falta para nada. Espa?a puede afrontar la ense?anza universitaria perfectamente con sus actuales herramientas.
P. ?Usted invent¨® los sexenios de investigaci¨®n [complementos salariales de productividad por la actividad cient¨ªfica]?
R. Yo estaba en el equipo de personas que los inventamos.
P. Dijo usted en una entrevista que uno de cada cinco profesores de universidad no investiga.
R. No s¨¦ en qu¨¦ a?o fue eso, pero hay un porcentaje importante de profesores de universidad que todav¨ªa no hacen investigaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ le parece un profesor de universidad que no investiga?
R. Me parece que no es un profesor de universidad competente. La universidad investiga y, porque investiga, ense?a, que dec¨ªan mis mayores. Yo sigo pensando as¨ª.
P. Usted ha recogido l¨ªquenes en los seis continentes, incluso en la Ant¨¢rtida. ?Qu¨¦ nos dicen los l¨ªquenes de los seres humanos?
R. Los l¨ªquenes nos dicen estupendamente lo que ensuciamos. La informaci¨®n sobre la calidad del aire se lee en los l¨ªquenes desde alrededor de 1860, cuando el liquen¨®logo finland¨¦s William Nylander observ¨® que en Par¨ªs hab¨ªan desaparecido. Los l¨ªquenes tambi¨¦n tienen un inter¨¦s important¨ªsimo como modelo para entender la simbiosis. Todos los organismos eucariotas somos un complejo de simbiosis. Nuestras mismas c¨¦lulas son una simbiosis. Somos una pura simbiosis, pero todav¨ªa no est¨¢ bien entendida. Los l¨ªquenes son un modelo ic¨®nico para entender la simbiosis. Siempre estamos al borde de creer que por este camino vamos a encontrar las relaciones entre los simbiontes y por qu¨¦ despu¨¦s de haber hecho su simbiosis ya no pueden vivir independientes. ?Qu¨¦ es lo que ocurre? No lo sabemos todav¨ªa. Eso es apasionante para un cient¨ªfico.
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