Un 40% de las muertes de osos en la cordillera Cant¨¢brica son causadas por el ser humano

Es complicado conocer las causas que est¨¢n detr¨¢s del fallecimiento de los osos pardos (Ursus arctos). La especie protegida vive en Espa?a en dos comunidades: la de la cordillera Cant¨¢brica, la m¨¢s numerosa, con 324 ejemplares, y la de los Pirineos, con 64. La mayor parte de los cad¨¢veres de los plant¨ªgrados no aparece nunca y en otras ocasiones la calidad de los restos es tan mala debido a que est¨¢n esqueletizados o en descomposici¨®n que poco puede dar de s¨ª la necropsia. Los casos de envenenamiento tampoco son f¨¢ciles de detectar. Con esas premisas, la Fundaci¨®n Oso Pardo ha localizado los datos de 45 osos muertos de 1988 a 2020 en la cordillera Cant¨¢brica (el n¨²cleo de los Pirineos no forma parte del estudio). Una cifra que ¡°representa solo una fracci¨®n de la mortalidad real¡±, advierte la organizaci¨®n.

En 15 de los casos analizados ¨Dun tercio del total¨D no se pudo determinar qu¨¦ motiv¨® el fallecimiento del animal por el mal estado de los cad¨¢veres. Del resto, en 17 de los casos (38%) intervino el ser humano, y de ellos, la mayor parte, siete, cayeron envenenados. Cinco fueron tiroteados, tres murieron atrapados por lazos, uno fue atropellado y otro pereci¨® durante una captura cient¨ªfica. 13 murieron por causas naturales.

Es rese?able, indica la publicaci¨®n, que m¨¢s del 40% de los casos de muerte por causas humanas correspondan a osos envenenados. Una cifra que debe considerarse ¡°como un m¨ªnimo¡±, debido a la dificultad de ¡°determinar venenos en las necropsias¡± porque aunque en general se realizan pruebas para una bater¨ªa amplia de compuestos, hay otros que no se analizan. ¡°Es muy ilustrativo el caso reciente del oso Cachou [un ejemplar del n¨²cleo de los Pirineos] que fue envenenado con anticongelante de coches, un tipo de sustancia que no se busca en las necropsias¡±, explica Javier Balleteros, bi¨®logo de la Fundaci¨®n Oso Pardo.

De los 13 que fallecieron de forma natural destacan ca¨ªdas, enfermedades o peleas, como ocurri¨® en 2017 en Cangas de Narcea (Asturias), cuando dos machos de 200 kilos perdieron juntos la vida, aparentemente al despe?arse. Si se localiza a alg¨²n ejemplar todav¨ªa con vida, se intenta recuperar aunque sea muy complicado. Es el caso de un macho que se hall¨® en muy mal estado, con paraplejia de las extremidades posteriores debido a la pelea con otro oso. Su recuperaci¨®n no fue posible y muri¨® unos d¨ªas despu¨¦s en un centro de recuperaci¨®n.

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2018 fue especialmente sangrante con cinco individuos muertos. No se ha conseguido saber qu¨¦ ocurri¨® con tres, uno muri¨® de forma natural y otro cay¨® en un lazo. El a?o pasado no fue mejor. Aparecieron cuatro cad¨¢veres, un ejemplar fue abatido por un cazador que participaba en una cacer¨ªa autorizada en Cervera de Pisuerga, en la monta?a palentina. Ese mismo d¨ªa, ocurri¨® un suceso similar en la poblaci¨®n osera de los Pirineos, un participante en una batida de jabal¨ªes en el valle de Bardaji en la comarca de Ribagorza (Huesca) mat¨® a una osa de 21 a?os que proced¨ªa de Eslovenia. La coincidencia de esas dos muertes el mismo d¨ªa desato las cr¨ªticas y ¡°mostr¨® que es necesario avanzar en las medidas de protecci¨®n cuando se autorizan batidas en lugares donde vive la especie, que se encuentra en peligro de extinci¨®n¡±, sostiene Guillermo Palomero, presidente de la FOP.

Los atropellos son, sin embargo, m¨ªnimos. Los autores de la publicaci¨®n solo han documentado un caso, aunque hay otros encuentros con veh¨ªculos graves, como el oso arrollado en Santiago (Somiedo) el pasado agosto, que no se ha incluido en la lista porque no se ha verificado que falleciera. Los expertos temen que la expansi¨®n de la poblaci¨®n en la Cordillera Cant¨¢brica cambie la tendencia, como ocurre en otros lugares de Europa como Eslovenia o Eslovaquia.

Uno de los misterios que quedan por resolver es la raz¨®n por la que la subpoblaci¨®n oriental de la cordillera Cant¨¢brica es la m¨¢s castigada por los fallecimientos de osos teniendo en cuenta que es la quinta parte (unos 50 osos) de la subpoblaci¨®n occidental cant¨¢brica con 274 ejemplares. En la oriental se han localizado 19 plant¨ªgrados muertos en el periodo de dos d¨¦cadas estudiado, mientras que en la parte occidental la cifra sube a 26. ¡°Puede deberse a que en la parte oriental mueran m¨¢s osos o a qu¨¦ sea m¨¢s f¨¢cil encontrar los restos debido a que las zonas son m¨¢s accesibles¡±, explica Palomero. En todo caso, ¡°es necesario continuar investigando qu¨¦ puede motivar ese desfase¡±, puntualiza.

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