Los gases que calientan el planeta vuelven a crecer en Espa?a aunque sin llegar a los niveles prepandemia
Un estudio del BC3 estima que las emisiones de efecto invernadero que expulsa el pa¨ªs aumentar¨¢n un 3,6% este a?o empujados por la sequ¨ªa y las exportaciones de electricidad
Espa?a cerrar¨¢ 2022 con un aumento por segundo a?o consecutivo de sus emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del cambio clim¨¢tico que golpea al planeta y a la humanidad. El incremento ser¨¢ notable: un 3,6% pronostica un estudio elaborado por el Observatorio de la Transici¨®n Energ¨¦tica y la Acci¨®n Clim¨¢tica (OTEA), dependiente del Basque Centre for Climate Change (BC3). Sin embargo, pese a esa nueva subida, las emisiones seguir¨¢n estando por debajo de las de 2019, es decir, de los niveles prepandemia.
Al igual que en otros pa¨ªses, los cierres de la actividad en 2020 motivados por la lucha contra el coronavirus supusieron una ca¨ªda sin precedentes de los gases de efecto invernadero de Espa?a, que se desplomaron un 13% ese a?o respecto a 2019. Lo esperado luego era un rebote, porque la ca¨ªda no se deb¨ªa a cambios estructurales sino al par¨®n de la econom¨ªa. Efectivamente, en 2021 las emisiones aumentaron un 5,1% y a pesar del 3,6% que pronostica ahora OTEA para este a?o, no se ha vuelto a la casilla de salida previa al coronavirus. En 2019, Espa?a emiti¨® 314,5 millones de toneladas de CO? equivalente (la unidad que se usa para los gases de efecto invernadero). Y este 2022 se cerrar¨¢ con 299,1 millones, cerca de un 5% menos que los niveles de hace tres a?os, seg¨²n las previsiones de los investigadores del BC3.
La energ¨ªa ¡ªincluyendo aqu¨ª el transporte, la electricidad y la industria¡ª es la que marca el devenir de las emisiones en Espa?a como en el resto de pa¨ªses desarrollados. Porque ese sector es altamente dependiente de los combustibles f¨®siles, los principales emisores de gases de efecto invernadero cuando se queman para generar energ¨ªa. ¡°2022 se ha caracterizado en el ¨¢mbito energ¨¦tico principalmente por dos hechos. En primer lugar, una paulatina vuelta a la normalidad en t¨¦rminos de movilidad tras dos a?os de pandemia y, en segundo lugar, una crisis energ¨¦tica que se ha visto reflejada en el aumento de los precios del petr¨®leo y gas natural, especialmente desde la invasi¨®n rusa de Ucrania¡±, describe el an¨¢lisis de OTEA. Ambas circunstancias han tenido efectos en los gases que expulsa la econom¨ªa espa?ola.
Mikel Gonz¨¢lez-Eguino, director de OTEA, explica que el mayor incremento de las emisiones se prev¨¦ en el sector el¨¦ctrico. Pero, en su opini¨®n, se trata de algo ¡°coyuntural¡±. Por un lado, est¨¢ la sequ¨ªa. ¡°Este a?o ha sido particularmente seco, por lo que la contribuci¨®n de la hidr¨¢ulica [que no emite gases de efecto invernadero] a la producci¨®n el¨¦ctrica se ha reducido casi a la mitad con respecto al a?o pasado¡±, se?ala el an¨¢lisis de OTEA. El otro factor importante es el incremento de las exportaciones de electricidad a Portugal y, sobre todo, Francia, que se ha cubierto en buena parte con las centrales de gas natural, que s¨ª expulsan gases que sobrecalientan el planeta. En el caso de Francia, se?ala Gonz¨¢lez-Eguino, el problema ha residido en los fallos detectados en una parte importante de sus centrales nucleares, que han tenido que parar y ha obligado al pa¨ªs a aumentar sus importaciones desde Espa?a.
El dato positivo es que la implantaci¨®n de renovables contin¨²a creciendo en Espa?a, aunque el incremento no ¡°ha sido suficiente para compensar el mayor aumento en la producci¨®n el¨¦ctrica que se ha dado gracias al gas natural y, en menor medida, el carb¨®n¡±, explica OTEA. Su estudio apunta que ¡°Espa?a necesita continuar acelerando el despliegue de las energ¨ªas renovables, pero si el saldo de comercial se reduce y la hidr¨¢ulica vuelve a la normalidad, las emisiones deber¨ªan volver a una senda descendente¡±.
M¨¢s complicada es la ruta que sigue el transporte. A pesar del alto precio de los combustibles que se ha dado este a?o, la movilidad se ha recuperado y se acerca a los niveles de antes de la pandemia. ¡°Es una situaci¨®n preocupante¡±, admite Gonz¨¢lez-Eguino. Para realizar sus pron¨®sticos sobre la evoluci¨®n anual de las emisiones los expertos de OTEA emplean los datos sectoriales de varios organismos oficiales. Espa?a est¨¢ obligada a comunicar anualmente su inventario de gases de efecto invernadero a la ONU y a la Uni¨®n Europea en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra el cambio clim¨¢tico de los que forma parte. Sin embargo, el avance de los inventarios no suele conocerse hasta unos seis meses despu¨¦s del cierre del a?o, por lo que an¨¢lisis como el que realiza OTEA son ¨²tiles para atisbar c¨®mo evolucionar¨¢n las emisiones del pa¨ªs.
Objetivo para 2030
Espa?a no solo est¨¢ obligada a presentar inventarios, sino tambi¨¦n a cumplir con objetivos de recorte de emisiones. En estos momentos, la Ley de Cambio Clim¨¢tico establece que en 2030 las emisiones de Espa?a deber¨¢n ser un 23% menores que las de 1990. Y, seg¨²n las previsiones de OTEA, 2022 se cerrar¨¢ con unas emisiones un 3,4% mayores que las de 1990.
Gonz¨¢lez-Eguino advierte de que solo quedan ocho a?os para cumplir la meta de reducci¨®n del 23%, por lo que se deben acelerar las medidas. Adem¨¢s, el pr¨®ximo a?o Espa?a est¨¢ obligada por su propia ley clim¨¢tica y por los compromisos de la Uni¨®n Europea a revisar al alza sus objetivos de recorte de emisiones para 2030, un proceso que ya ha comenzado a preparar el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica.
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