Seis j¨®venes portugueses sientan en el banquillo de la justicia clim¨¢tica a 32 pa¨ªses: ¡°Nos preocupa nuestro futuro¡±
La demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se dirige a los Estados por no combatir el calentamiento. Una sentencia favorable ¡°actuar¨ªa como un tratado vinculante¡±, seg¨²n la acusaci¨®n
Retroceder hasta el 17 de junio de 2017 es como viajar a la prehistoria en un planeta en el que se suceden sin tiempo para asimilarlos los desastres causados por los eventos meteorol¨®gicos extremos, que el cambio clim¨¢tico convierte en m¨¢s da?inos y frecuentes. Pero lo que ocurri¨® hace seis a?os en una carretera portuguesa es clave para comprender lo que pasar¨¢ el pr¨®ximo 27 de septiembre en la sede de Estrasburgo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) cuando los gobiernos de 32 pa¨ªses, entre los que figura Espa?a, se sentar¨¢n en el banquillo de los acusados. Tendr¨¢n que responder por la demanda que seis j¨®venes presentaron contra ellos por no hacer lo suficiente contra un cambio clim¨¢tico que les perjudica ya y que en el futuro ser¨¢ a¨²n peor.
¡°Han sido seis a?os largos, ha sido un largo camino y, finalmente, estamos viendo el resultado de nuestro trabajo¡±, contaba esta semana Martim Duarte Agostinho, uno de los seis demandantes. Los otros son sus dos hermanas y otros tres primos. Martim ahora tiene 20 a?os, pero recuerda bien aquel 2017, un a?o tr¨¢gico en Portugal por los incendios. La tarde del 17 de junio de hace seis a?os, un pavoroso fuego estall¨® en un bosque de Pedr¨®g?o Grande, una localidad del centro de Portugal situada a una hora de la casa en la que viv¨ªan este joven y sus hermanas. Murieron 64 personas, 30 de ellas atrapadas en sus coches cuando trataban de huir por carretera, y nadie ha sido condenado por aquel siniestro. En octubre de aquel a?o, otra oleada de incendios volvi¨® a golpear el norte del pa¨ªs. ¡°Los incendios nos hicieron entender que el cambio clim¨¢tico no es solo una amenaza para el futuro del planeta o para los casquetes polares, es una amenaza para todos nosotros y est¨¢ aqu¨ª, ahora mismo, justo en nuestra puerta¡±, explican en su demanda estos j¨®venes.
El caso se present¨® ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en septiembre de 2020. El argumento para acudir a este tribunal se basa en que la crisis clim¨¢tica interfiere con varios de los preceptos que protege la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos. Por ejemplo, en el derecho a la vida, el respeto de su vida privada y familiar, el derecho a no ser tratados de manera inhumana o degradante y el de no ser discriminado. El TDDH acept¨® el caso y decidi¨® llevarlo por la v¨ªa r¨¢pida.
Tras el cruce de escritos entre los demandantes y los representantes legales de los 32 pa¨ªses acusados, el 27 de septiembre se celebrar¨¢ en la Gran Sala, compuesta por 17 magistrados, la vista de este litigio clim¨¢tico que persigue que las naciones endurezcan sus compromisos clim¨¢ticos.
Una sentencia favorable a los demandantes ¡°actuar¨ªa como un tratado vinculante impuesto por el tribunal a los demandados, exigi¨¦ndoles que aceleren r¨¢pidamente sus esfuerzos de mitigaci¨®n clim¨¢tica¡±, sostiene Gerry Liston, uno de los abogados de Global Legal Action Network que ha llevado el caso desde el principio. Esta batalla ha sido posible gracias a una campa?a de crowdfunding que ha conseguido recaudar hasta ahora m¨¢s de 100.000 euros. ¡°En t¨¦rminos legales, ser¨ªa un gran cambio¡±, afirmaba esta semana Liston durante un encuentro telem¨¢tico con varios medios de comunicaci¨®n internacionales, en el que tambi¨¦n participaron los j¨®venes demandantes.
¡°El cambio clim¨¢tico ha tenido un profundo impacto en nuestras vidas¡±, advert¨ªa en ese encuentro Sofia dos Santos Oliveira, de 18 a?os y prima de Martim. ¡°Ha limitado severamente nuestra capacidad de participar en las actividades b¨¢sicas, como salir y disfrutar del d¨ªa (...). Tengo lo que llaman ansiedad por el cambio clim¨¢tico¡±. Y no solo por lo que ocurri¨® hace seis a?os, sino por lo que lleva ocurriendo desde entonces. ¡°En febrero, tuvimos 30 grados, eso no es normal, fue una ola de calor y da?¨® nuestra vida diaria¡±. A su lado, su hermano Andr¨¦ a?ad¨ªa: ¡°No solo nuestra salud f¨ªsica se ve afectada. La crisis clim¨¢tica afecta a nuestra salud mental porque nos preocupa nuestro futuro. ?C¨®mo podr¨ªamos no tener miedo?¡±.
Los 32 pa¨ªses demandados son todos los miembros de la Uni¨®n Europea, adem¨¢s de Noruega, Rusia, Suiza, el Reino Unido y Turqu¨ªa. Todos forman parte del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Cuando se inici¨® el caso tambi¨¦n estaba incluida Ucrania, pero debido a la invasi¨®n rusa, el equipo legal que representa a los chicos decidi¨® no seguir adelante con esa acusaci¨®n. ¡°Este es realmente un caso de David contra Goliat. No tiene precedentes en su escala y consecuencias. Tambi¨¦n hace historia legal. Nunca antes tantos pa¨ªses hab¨ªan tenido que defenderse ante ning¨²n tribunal en ninguna parte del mundo¡±, explica Gear¨®id ? Cuinn, director y fundador de Global Legal Action Network.
Antes de la vista, que se celebrar¨¢ el 27 de septiembre, los equipos legales de los 32 pa¨ªses han tenido que ir respondiendo por escrito a los demandantes y los requerimientos del tribunal.
Las respuestas de las naciones demandadas se parecen bastante. Algunas son conjuntas y se centran en descartar que a los j¨®venes demandantes se les pueda considerar v¨ªctimas directas y ¨²nicas de la crisis clim¨¢tica o en rebajar los posibles da?os que han sufrido o sufrir¨¢n. ¡°Ninguno de los demandantes (ni sus familiares) ha demostrado que hayan sufrido da?os, ni ning¨²n perjuicio espec¨ªfico y suficientemente grave, ni como consecuencia de los incendios ni del cambio clim¨¢tico en general¡±, apunta una de estas respuestas. ¡°Las preocupaciones y temores a los que alegan enfrentarse, pero que no han fundamentado ¡ªen lo que respecta al empeoramiento de los problemas respiratorios y las alergias, las dificultades para dormir o, m¨¢s en general, su calidad de vida¡ª, as¨ª como la ansiedad que estos fen¨®menos supuestamente les han causado, no se limitan a los demandantes¡±, a?aden las defensas de los pa¨ªses acusados en sus escritos.
¡°Es una batalla ¨¦pica¡±, insiste Nick Flynn, responsable del ¨¢rea legal de la ONG Avaaz, que tambi¨¦n les ha prestado apoyo. ¡°Se enfrentan a 32 gobiernos y ej¨¦rcitos de abogados en el caso clim¨¢tico m¨¢s grande de la historia¡±, a?ade. De lograr una sentencia condenatoria, se podr¨ªa abrir una importante v¨ªa legal a otros litigios en los que se vinculen el cambio clim¨¢tico y los derechos humanos. En la pr¨¢ctica, seg¨²n Liston, una sentencia condenatoria abrir¨ªa la puerta a que los activistas clim¨¢ticos acudieran a los tribunales nacionales para presionar a sus gobiernos para que pongan en marcha recortes m¨¢s potentes de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Greenpeace ha intentado en los ¨²ltimos a?os abrir esa v¨ªa y present¨® un litigio contra el Gobierno de Espa?a para intentar que asuma compromisos de recortes de las emisiones m¨¢s potentes. Pero este verano el Supremo fall¨® en contra de la ONG ecologista y respald¨® los planes clim¨¢ticos del Ejecutivo.
Los abogados de los seis chicos portugueses explican que las sentencias del TEDH suelen tardar entre nueve y 18 meses. Este fue el primer litigio clim¨¢tico que se present¨® en este tribunal. Pero actualmente se est¨¢n analizando otras dos demandas m¨¢s por la falta de medidas contra el cambio clim¨¢tico: una contra Suiza, presentada por una asociaci¨®n de personas mayores, y otra de un exalcalde de un pueblo franc¨¦s, tambi¨¦n contra su Gobierno. Todos estos casos los est¨¢ analizando la misma sala del TDEH. ¡°No estamos seguros de si obtendremos una sentencia conjunta para todos los casos o por separado¡±, explica Liston.
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