Ninguna de las grandes ciudades espa?olas cumple ahora con los nuevos l¨ªmites europeos de contaminaci¨®n
Solo 4 de las 20 urbes m¨¢s pobladas respetan en estos momentos el tope para el di¨®xido de nitr¨®geno acordado por la UE para 2030. Todas sobrepasan los m¨¢ximos en el caso de las part¨ªculas finas
Las instituciones europeas acordaron la semana pasada el endurecimiento de los l¨ªmites de concentraci¨®n en el aire de los principales contaminantes. Supone en varios casos rebajar a la mitad los m¨¢ximos respecto a lo permitido hasta ahora. Los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea tendr¨¢n que ponerse al d¨ªa en los pr¨®ximos seis a?os, porque ser¨¢n de obligado cumplimiento a partir de 2030. Y, a la vista de los datos actuales, Espa?a no ser¨¢ una excepci¨®n. De hecho, ninguna de las 20 ciudades m¨¢s pobladas del pa¨ªs cumple en estos momentos los nuevos l¨ªmites anuales para dos de los principales contaminantes: el di¨®xido de nitr¨®geno (NO?) y las part¨ªculas PM?,? (las de un di¨¢metro menor a 2,5 micras), que est¨¢n detr¨¢s de decenas de miles de muertes prematuras al a?o en Espa?a. Partiendo de los datos de 2022, ninguna de estas dos decenas de urbes cumplir¨ªa con el nuevo tope legal de las PM?,? (que pasar¨¢ de los 20 microgramos por metro c¨²bico actuales a 10) y solo cuatro ¡ªLas Palmas, Alicante, Vitoria y Elche¡ª respetar¨ªan la nueva concentraci¨®n establecida para el NO? (que pasa de 40 microgramos por metro c¨²bico a 20).
Miguel Ceballos, experto en contaminaci¨®n, advierte de que los nuevos l¨ªmites ¡°deben cumplirse en 2030 como tarde, por lo que han de ponerse en marcha ya las pol¨ªticas¡± para mejorar la calidad de aire. Y lo primero es ¡°cumplir de manera rigurosa con las medidas que ya contempla la legislaci¨®n vigente¡±. Ceballos, que radiograf¨ªa desde hace a?os para Ecologistas en Acci¨®n la calidad del aire en Espa?a, se refiere a las zonas de bajas emisiones, que las ciudades de m¨¢s de 50.000 habitantes deber¨ªan haber puesto en marcha el 1 de enero de 2023. Pero m¨¢s de un a?o despu¨¦s la inobservancia sigue siendo masiva: solo 7de las 20 ciudades m¨¢s pobladas del pa¨ªs tienen vigente su zona de bajas emisiones, seg¨²n los datos del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica.
La puesta en marcha de estas zonas es solo una de las medidas de las que se deben tomar para cumplir con los nuevos topes europeos, que se plasmar¨¢n en una directiva que se aprobar¨¢ este semestre. Bajar hasta los nuevos l¨ªmites ser¨¢ complejo en algunos casos y con algunos compuestos, como las part¨ªculas de menos de 2,5 micras, advierte Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagn¨®stico Ambiental y Estudios del Agua, del CSIC. Porque su formaci¨®n no depende solo del tr¨¢fico o el humo que sale de las chimeneas, sino que tambi¨¦n influyen las condiciones atmosf¨¦ricas.
Desde finales de los a?os noventa del siglo pasado, la Uni¨®n Europea cuenta con normas para controlar la contaminaci¨®n del aire en las que se fijan l¨ªmites para la concentraci¨®n de las principales sustancias nocivas para el ser humano, entre las que est¨¢n las PM?,? y el NO?. Los Estados deben controlar la poluci¨®n a trav¨¦s de su red de estaciones de medici¨®n y reportar los datos a Bruselas. El pa¨ªs se divide en 131 ¡°aglomeraciones¡± que cubren todo el territorio y que en la mayor¨ªa de casos est¨¢n formadas por m¨¢s de un municipio.
Partiendo de los datos de 2022 de todas las estaciones nacionales, recopilados por Ecologistas en Acci¨®n, se puede concluir que 40 de las 131 aglomeraciones espa?olas no cumplen ahora con los nuevos l¨ªmites de NO?. En cada aglomeraci¨®n suele haber m¨¢s de una estaci¨®n de control ¡ªaunque en algunos casos no ocurre as¨ª¡ª y la normativa europea establece que para decretar el cumplimiento legal se toman los datos anuales del peor de los medidores. Los incumplimientos en el caso de los nuevos l¨ªmites del di¨®xido de nitr¨®geno se dar¨ªan fundamentalmente en grandes ciudades, al estar este compuesto muy vinculado al tr¨¢fico. De hecho, esas 40 aglomeraciones suponen el 30% de las 151 existentes, pero en ellas reside el 52% de la poblaci¨®n espa?ola. Y en 16 de los 20 municipios m¨¢s poblados de Espa?a alguna de las estaciones de medici¨®n supera los 20 microgramos por metro c¨²bico de media anual.
Los mayores problemas los ha tenido Espa?a hasta ahora con este contaminante, muy vinculado en las grandes ciudades a los coches di¨¦sel. De hecho, el pa¨ªs fue condenado por incumplir de forma sistem¨¢tica los l¨ªmites de NO? durante una d¨¦cada en Madrid y el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Deb¨ªan cumplirse desde 2010, pero en ambos casos no ocurri¨® hasta principios de esta d¨¦cada. ¡°Si no se ponen en marcha ya medidas como el impulso a la electrificaci¨®n del transporte y la movilidad peatonal y ciclista, nos veremos abocados a lo que ya nos sucedi¨® con Barcelona y Madrid¡±, advierte Ceballos.
Este experto habla de la ¡°obligaci¨®n moral¡± de luchar contra una contaminaci¨®n que tiene unos ¡°costes humanos y econ¨®micos inasumibles¡±. ¡°No es admisible esperar a 2030, hay que tomar medidas ya¡±, a?ade Ceballos con la mirada puesta en las negativas de muchos alcaldes a poner en marcha las zonas de bajas emisiones, ¨¢reas de tr¨¢fico en las que se restringe el paso a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes. Pese a que la Ley de Cambio Clim¨¢tico obliga a las 151 urbes de m¨¢s de 50.000 habitantes del pa¨ªs a contar con una desde hace m¨¢s de un a?o, solo una veintena las tienen activas, informa Miguel ?ngel Medina. La gran mayor¨ªa se encuentran en tr¨¢mites para instalarlas, aunque en general con poca ambici¨®n (en zonas peque?as y con pocas restricciones), como advierte tambi¨¦n Ceballos.
Adem¨¢s, al menos seis ayuntamientos que el pasado mayo estrenaron gobiernos locales de derechas (en su mayor¨ªa, de PP y Vox) anunciaron su intenci¨®n de reducir o retrasar la entrada en vigor de estas ¨¢reas. Ante esta situaci¨®n, el Ministerio de Transportes envi¨® a finales de 2023 una carta a los alcaldes para advertirles de que les retirar¨ªan los fondos europeos si frenaban sus zonas de bajas emisiones o daban marcha atr¨¢s en otras medidas de movilidad sostenible. La ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, advirti¨® adem¨¢s de que podr¨ªa llevar ante la justicia a los incumplidores, mientras el Defensor del Pueblo abri¨® una actuaci¨®n de oficio para consultar a los regidores por qu¨¦ se est¨¢n retrasando tanto en la aplicaci¨®n de la ley.
Part¨ªculas finas
En el caso de las part¨ªculas finas, la situaci¨®n con los nuevos l¨ªmites europeos ser¨¢ m¨¢s complicada y es previsible que suponga un problema que hasta ahora no hab¨ªa tenido Espa?a. En 78 de las 131 aglomeraciones del pa¨ªs se estar¨ªa en situaci¨®n de incumplimiento si entraran en este momento en vigor los nuevos m¨¢ximos anuales para las PM?,?. Y en todas las grandes ciudades se sobrepasan los topes establecidos ahora por las instituciones comunitarias.
Querol recuerda que Espa?a cumpli¨® con la legislaci¨®n europea sobre part¨ªculas sin muchos esfuerzos a partir de 2010. ¡°Y las medidas se centraron m¨¢s en frenar el di¨®xido de nitr¨®geno¡±, a?ade. Adem¨¢s, en el caso de las PM?,? las fuentes est¨¢n m¨¢s dispersas. En el caso de las grandes ciudades, Querol se?ala que solo el 30% de estas part¨ªculas procede del tr¨¢fico. Otro 10% viene de las obras, un 10% de los puertos en el caso de que sea una urbe costera, entre un 10% y un 15% de la industria... Adem¨¢s, tambi¨¦n ¡°depende de las condiciones atmosf¨¦ricas que pueden favorecer o impedir que se formen las part¨ªculas¡±.
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