Veto al cacao de zonas deforestadas: se multiplica la presi¨®n para que Bruselas retrase esta ley pionera
La normativa, que cierra la UE a productos que degraden los bosques, debe entrar en vigor el 30 de diciembre, pero pa¨ªses como Brasil o Alemania, instituciones como la OMC y organizaciones empresariales aducen que falta claridad. Los ecologistas replican que no se puede esperar m¨¢s
Mientras la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, completaba estos d¨ªas a marchas forzadas su nuevo equipo de comisarios, su buz¨®n en Bruselas se desbordaba con cartas de ministros, empresas, lobbies, ONG y pol¨ªticos reclam¨¢ndole que retrase uno de los hitos en materia de protecci¨®n medioambiental del mandato que ahora concluye: la ley de deforestaci¨®n, que debe entrar en vigor el 30 de diciembre y que prev¨¦ cerrar el mercado europeo a productos como el caf¨¦, el cacao o la madera que procedan de tierras deforestadas.
Otras pocas misivas, las menos, le rogaban que no ceda a unas presiones que no solo no se puede permitir el mundo en vista del acelerado cambio clim¨¢tico. Sino que doblegarse, ven¨ªan a decir, podr¨ªa poner adem¨¢s en duda el ya de por s¨ª cuestionado compromiso con el Pacto Verde europeo ahora que arranca un nuevo quinquenio clave para cumplir con los objetivos clim¨¢ticos, pero en el que el mantra de Bruselas ya no es el medio ambiente, sino la competitividad.
El Ejecutivo europeo, por ahora, mantiene una fecha que, recuerda un portavoz, no impuso: la fijaron los colegisladores, es decir, los Estados y la Euroc¨¢mara, cuando en 2023 ratificaron con holgadas mayor¨ªas la normativa, algo de hecho excepcional en los ¨²ltimos tiempos para tratarse de una ley ambiental. Pero de puertas adentro, algunas voces reconocen que, aunque la ley en s¨ª es m¨¢s que necesaria, podr¨ªa requerir de algunos ajustes para aclarar las m¨²ltiples dudas manifestadas por numerosos pa¨ªses y sectores afectados y asegurarse adem¨¢s de que no acaben pagando los m¨¢s vulnerables.
El ¨²ltimo llamamiento ¡ªhasta el momento¡ª pidiendo un aplazamiento viene de las propias filas de Von der Leyen: los eurodiputados Peter Liese y Herbert Dorfmann, del Partido Popular Europeo (PPE), que tan cr¨ªtico ha sido con el Pacto Verde el ¨²ltimo a?o, llamaron a la Comisi¨®n a ¡°retrasar de inmediato la implementaci¨®n¡± de una ¡°jungla de reglas¡± que suponen un ¡°monstruo burocr¨¢tico¡± para las empresas. ¡°La Comisi¨®n debe tomarse el tiempo suficiente para solucionar los numerosos problemas de la legislaci¨®n¡±, reclaman.
Tambi¨¦n la Asociaci¨®n Europea del Cacao, que asegura que apoya el reglamento y sus objetivos, quiere una ¡°extensi¨®n formal del periodo de transici¨®n de al menos seis meses¡±. Seg¨²n argumenta, ¡°la falta de claridad en elementos clave por la publicaci¨®n reiteradamente retrasada de las preguntas y respuestas y las gu¨ªas [para las empresas] hacen que prepararse para este reglamento sea algo altamente incierto desde una perspectiva legal¡±.
Eurodiputados socialdem¨®cratas y liberales escribieron tambi¨¦n a Von der Leyen los pasados d¨ªas, subrayando, por el contrario, la importancia de mantener los plazos. Al mismo tiempo, sin embargo, tambi¨¦n instaban a la Comisi¨®n a ¡°responder con urgencia¡± a las ¡°preguntas abiertas de algunas empresas y pa¨ªses productores sobre la implementaci¨®n pr¨¢ctica¡± de la normativa.
¡°Las leyes votadas deben ser respetadas y es de la m¨¢xima importancia que la UE no ceda a presiones externas y no se arriesgue a abrir la caja de Pandora¡± que supondr¨ªa revisar esta ley, explica el eurodiputado liberal franc¨¦s Pascal Canfin, coautor de una de las cartas.
El reglamento de la Uni¨®n Europea sobre deforestaci¨®n (EUDR, por sus siglas en ingl¨¦s) cerrar¨¢ el espacio europeo a importaciones como el aceite de palma, el cacao, el caf¨¦, el caucho, el ganado, la madera y la soja y derivados ¡ªcarne de vacuno, productos de cuero o de papel impreso, muebles, cosm¨¦ticos o chocolate¡ª que contribuyan a la deforestaci¨®n o a la degradaci¨®n de los bosques. Para distribuir estos productos en la UE, los proveedores deber¨¢n contar con una declaraci¨®n de ¡°diligencia debida¡± que certifique que el producto no procede de tierras deforestadas ni ha provocado degradaci¨®n forestal, tampoco de bosques primarios irremplazables, despu¨¦s del 31 de diciembre de 2020. Adem¨¢s, las empresas deber¨¢n demostrar que sus productos cumplen la legislaci¨®n correspondiente del pa¨ªs productor, incluida la relativa a los derechos humanos. La normativa entrar¨¢ en vigor a finales de a?o para las empresas grandes y, seis meses despu¨¦s, para el resto.
Las presiones sobre esta ley pionera que busca frenar un problema del que la UE tiene mucha responsabilidad ¡ªcerca del 10% de la deforestaci¨®n mundial es atribuible al consumo en la Uni¨®n¡ª no son nuevas. Casi desde el principio, los pa¨ªses m¨¢s afectados, como Brasil, Indonesia o Malasia, han sido cr¨ªticos con una normativa que temen provoque una ca¨ªda importante en sus exportaciones. Acusan a Bruselas de no tener en cuenta los esfuerzos propios en materia de deforestaci¨®n y de no ser clara en aspectos clave como la ¡°trazabilidad¡± de los productos que exige.
Pero con la reapertura, en septiembre, del curso pol¨ªtico, y la cada vez m¨¢s cercana fecha de implementaci¨®n, la presi¨®n se ha redoblado. Y viene de todas partes, tambi¨¦n desde el coraz¨®n de esa UE que tanto aplaudi¨® en su momento la aprobaci¨®n de esta ley pionera.
Cr¨ªticas desde Brasil y Australia
A mediados de septiembre, los ministros brasile?os de Exteriores, Mauro Vieira, y Agricultura, Carlos F¨¢varo, escribieron tambi¨¦n a Bruselas calificando la ley de ¡°unilateral, coercitiva y punitiva¡±. Casi al mismo tiempo, el Senado australiano aprobaba una moci¨®n llamando a la UE a posponer la normativa por la ¡°incertidumbre¡± que genera en el sector ganadero nacional una normativa en la que la definici¨®n de ¡°bosque¡± difiere de la australiana.
Un problema al que tambi¨¦n apuntan los productores africanos. La directora general de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, llamaba en una entrevista con el Financial Times esos mismos d¨ªas a la UE a ¡°repensar el sistema¡± de la normativa. Pon¨ªa el ejemplo de su propio pa¨ªs, Nigeria, donde los agricultores dejan la tierra en barbecho durante diez a?os para que se regenere y luego talan los ¨¢rboles que hayan crecido para plantar cultivos. ¡°?Es eso deforestaci¨®n? ?C¨®mo calculamos esto?¡±, lanz¨®.
Mientras, desde Berl¨ªn, el canciller alem¨¢n, el socialdem¨®crata Olaf Scholz, que gobierna en coalici¨®n con los Verdes y cuyo gobierno fue uno de los que vot¨® a favor de la normativa, revelaba que hab¨ªa hablado con Von der Leyen para ¡°retrasar¡± la EUDR hasta que sea ¡°viable¡±. Une su voz as¨ª a las de una veintena de ministros de Agricultura europeos que, desde la primavera pasada, en plena oleada de protestas del campo, piden una revisi¨®n de los plazos de la norma, algo que tambi¨¦n reclama Washington.
¡°Es sorprendente que haya tantas protestas incluso antes de que se implemente la ley, el a?o que viene veremos c¨®mo va, pero por el momento nadie tiene una experiencia pr¨¢ctica de c¨®mo est¨¢ funcionando porque sencillamente a¨²n no ha empezado a funcionar¡±, se?ala por tel¨¦fono la experta en deforestaci¨®n de WWF, Anke Schulmeister, para quien la ¡°urgencia del cambio clim¨¢tico¡± no admite nuevos retrasos.
Los defensores de la ley apuntan a que cada vez m¨¢s empresas en esos pa¨ªses cr¨ªticos logran adaptarse a la nueva normativa. Adem¨¢s, tambi¨¦n desde ah¨ª hay apoyos firmes al EUDR: tras la furibunda carta de los ministros brasile?os, el Observatorio del Clima envi¨® su propia misiva a Von der Leyen la semana pasada pidi¨¦ndole que no ceda a las presiones. ¡°Brasil y la UE quieren lo mismo: acabar con la deforestaci¨®n. La EUDR ayuda a catalizar este proceso. En momentos en que todo Brasil arde en llamas por la crisis clim¨¢tica, tirar este instrumento a la basura por la presi¨®n del ala retr¨®grada de las empresas agr¨ªcolas ser¨ªa bailar un vals con el apocalipsis¡±, advert¨ªa el coordinador de esta red de ONG brasile?as, Claudio Angelo. Y es que, acota Fern, otra asociaci¨®n europea centrada en la defensa de los bosques, no hay que perder de vista por qu¨¦ surgi¨® esta ley: ¡°La urgente necesidad de responder a uno de los mayores desaf¨ªos medioambientales de nuestra era, la destrucci¨®n forestal por la producci¨®n agr¨ªcola¡±. Aunque la normativa sea mejorable.
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