¡®Pasto verde¡¯, la legalizaci¨®n de Parm¨¦nides Garc¨ªa Salda?a
Cincuenta a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n, la novela del escritor mexicano es un registro hist¨®rico de la voz de la juventud contestataria de la segunda mitad del siglo XX
La historia cuenta que Parm¨¦nides Garc¨ªa Salda?a fue hasta la oficina de Octavio Paz con la franca intenci¨®n de golpear al poeta por haberlo excluido de una antolog¨ªa de literatura joven publicada en la revista Plural. La vida de Garc¨ªa Salda?a (Veracruz, 1944 - Ciudad de M¨¦xico, 1982) es, en s¨ª misma, capaz de sostener la trama de una o varias novelas. Inscrita en la llamada literatura de ¡°la Onda¡± ¡ªmote acu?ado por la escritora y acad¨¦mica Margo Glantz para referirse a los narradores que utilizaban sin ning¨²n tipo de econom¨ªa la muletilla ¡°onda¡± (¡°estar en onda¡±, ¡°buena onda¡±, ¡°mala onda¡±, ¡°sacar de onda¡±, ¡°?qu¨¦ onda?¡±) en la construcci¨®n de sus di¨¢logos¡ª su obra es un parteaguas en la estil¨ªstica narrativa de M¨¦xico en los a?os sesenta. En particular, la novela Pasto verde (1968) explora un sinf¨ªn de inquietudes de la juventud de la clase media de esa d¨¦cada.
Pasto verde particip¨® en la primera y ¨²nica convocatoria del Premio Mart¨ªn Luis Guzm¨¢n de novela ¡ªconcurso que pretend¨ªa destacar junto con otros en aquel momento¡ª ofertada por la editorial Di¨®genes, del exiliado espa?ol Rafael Gim¨¦nez Siles y el escritor mexicano Emmanuel Carballo. El ganador fue Orlando Ortiz con su manuscrito En caso de duda (1967). Ignacio Trejo Fuentes, cr¨ªtico literario y acad¨¦mico de la UNAM, afirma que ¡°Ortiz gan¨® porque Pasto verde estaba muy adelantada a su ¨¦poca¡±. A Parm¨¦nides Garc¨ªa Salda?a se le ve¨ªa como uno de los escritores m¨¢s c¨¢usticos entre sus contempor¨¢neos. Arremete contra los s¨ªmbolos, contra el himno nacional, contra los c¨¢nones de lo entendido por ¡°modernidad¡±. ¡°Pasto verde es una novela beatnik escrita en Ciudad de M¨¦xico¡±, declara el experto.
De Parm¨¦nides o El Par o Parme, como era conocido, se repiten las mismas an¨¦cdotas: que trunc¨® la carrera de Econom¨ªa, que fue lector asiduo de Marx, que pronto se fue a estudiar Letras Inglesas a la universidad de B?ton Rouge, en Nueva Orleans; que fue recluido en manicomios. Que, al ser la m¨²sica un mandante en su ¡°llamado a la aventura¡±, decidi¨® acercarse a todo lo que sonara a protesta: en el rock encontrar¨ªa su refugio. Garc¨ªa Salda?a ¡°escoge los barrios bajos y los negros, no por su condici¨®n de negros sino de hacedores del blues¡±, recuerda la escritora Elena Poniatowska en su libro ?Ay vida, no me mereces!
Despu¨¦s de sus andanzas por la Norteam¨¦rica lumpen, Parm¨¦nides regresa a M¨¦xico con ideas ajenas. Los Rolling Stones, Bob Dylan, Elvis Presley y The Doors eran, de la misma forma que Kerouac, Ginsberg y Mailer, una influencia fundamental en el estilo pros¨ªstico que estaba por exponer en Pasto verde. Perteneci¨® a ¡°la primera generaci¨®n de norteamericanos nacidos en M¨¦xico¡±, como nombr¨® Carlos Monsiv¨¢is a los de ¡°la Onda¡±.
En esta novela el protagonista est¨¢ en constante movimiento. El tiempo no le basta a Epicuro ¡ªalter ego del autor¡ª para drogarse, emborracharse, reflexionar, ser incisivo con todo lo que huela a norma. El tambi¨¦n autor de la antolog¨ªa de cuentos El rey criollo muestra no solo a un personaje inquieto, haciendo cosas, siendo v¨ªctima de otras; la introspecci¨®n es otra forma de acci¨®n que el escritor mexicano explota para provocar a sus lectores. La cr¨ªtica que Parm¨¦nides Garc¨ªa Salda?a hace a trav¨¦s de su personaje tambi¨¦n amenaza el establishment cultural y pol¨ªtico de su generaci¨®n.
Igual que La Tumba (1964), de Jos¨¦ Agust¨ªn y que Gazapo (1965), de Gustavo Sainz, Pasto verde fue incomprendida e inadmitida por la c¨²pula cultural que dominaba el medio. Los cr¨ªticos m¨¢s reacios no aceptaron que ahora el tema central de la novel¨ªstica mexicana ocurriera alrededor de las quejas de los j¨®venes hacia sus padres, hacia el Estado; que las tramas se desenvolvieran en nuevos ambientes, como en fiestas en colonias acomodadas o en los arrabales m¨¢s oscuros; que los protagonistas hablaran ingl¨¦s, que escucharan m¨²sica extranjera, que pasaran la vida tratando de seducir jovencitas. Y es que, hasta antes de estos autores, no hab¨ªa obras en donde la juventud estuviera en primer plano. Jorge Ibarg¨¹engoitia lo intent¨® en el teatro con una obra llamada Susana y los j¨®venes (1954). Pero no tard¨® su maestro y tutor Rodolfo Usigli en castigarlo y en segar las aspiraciones del dramaturgo en ciernes.
Sin miramientos Garc¨ªa Salda?a cambia el espa?ol por el ingl¨¦s en su narrativa ¡ª¡°oye chiquito ?no te da pena andar haciendo on the road cosas de loquito? ?Eh? ?no? ?Qu¨¦ who¡¯s talkin¡¯?... vuelve a tu onda¡¡±¡ª, da la espalda a las reglas gramaticales y ortogr¨¢ficas. Su puntuaci¨®n es mala pero intencionada y reaccionaria: se expresa como piensa sin restarle peso a la l¨®gica de lo que cuenta ¡ª¡°El dios de la venganza que resplandece entre el fuego mientras Cort¨¦s llora bajo un ¨¢rbol dame otra vez tu amor Marina otra vez Marina dame tu amor esta noche¡±¡ª. Parece que no, pero todo est¨¢ medido en funci¨®n del discurso de vida del propio escritor. Hace de su prosa una suerte de metatexto irreverente en donde reta, como lo hizo en vida, cualquier forma de represi¨®n y sometimiento hacia todo tipo de autoridad. Poniatowska narra que alguna vez Parm¨¦nides intent¨® aventar a su propia madre por la ventana. En realidad fueron dos veces las que ¨¦ste quiso matarla, situaci¨®n que lo llev¨® a la c¨¢rcel y a hospitales psiqui¨¢tricos en varias ocasiones, sobre todo hacia el final de su corta vida.
La liberaci¨®n sexual, la pastilla anticonceptiva, el uso de drogas, la carencia de reconocimiento, son temas recurrentes que saltaron en M¨¦xico a ra¨ªz de acontecimientos mundiales ¡ªel ¡°mayo franc¨¦s¡±, el asesinato de Martin Luther King, el movimiento hippie en California¡ª que padres de familia y gobierno trataron de detener con furia. El marem¨¢gnum de las ¡°buenas conciencias¡± acab¨® por imponerse el 2 de octubre de 1968 ¡ªel mismo a?o en que fue publicada Pasto verde¡ª con la masacre estudiantil de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. El festival de rock de Av¨¢ndaro, descrito por Monsiv¨¢is como ¡°el Woodstock mexicano¡±, en 1971, fue un aliciente contracultural que logr¨® legitimar por primera vez a la juventud como protagonista de la vida social y pol¨ªtica del pa¨ªs.
Algo que punza en casi toda la literatura de Parm¨¦nides Garc¨ªa Salda?a es el machismo recalcitrante. El autor no ataca las formas machistas de la ¨¦poca, pero intenta se?alar sin mesura a la estructura social que est¨¢ en contra de las libertades. Trejo Fuentes dice que en los a?os de ¡°la Onda¡±, ¡°era muy com¨²n el machismo entre los mexicanos y, queriendo o no, era aceptado por las mujeres, empezando por las mam¨¢s que ense?aban a sus hijas a obedecer y ser fieles a sus maridos¡±.
Cincuenta a?os han pasado desde su publicaci¨®n y la sociedad descrita en la novela dista, ¡°para bien o para mal¡±, dice el cr¨ªtico, de la que tenemos ahora. Sin embargo, esta obra no deja de ser un registro hist¨®rico de la voz, de las demandas y motivos del sector joven contestatario de la segunda mitad del siglo XX.
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