Sigrid Rausing: ¡°El autor debe controlar las emociones de un texto¡±
La propietaria y directora de la revista literaria 'Granta', que cumple 40 a?os desde su refundaci¨®n, comenta las lecturas recientes que m¨¢s la han impresionado

Conserva algo del ¨¦nfasis con el que cuenta que acaba de saludar a su amiga Bianca Jagger cuando, de forma inesperada, se la ha encontrado en un pasillo de un hotel del centro de Madrid, pero la conversaci¨®n con Sigrid Rausing (Lund, Suecia, 57 a?os) pronto adquiere el tono bajo y reflexivo, casi ¨ªntimo, en el que ella prefiere dialogar. Rausing es desde 2005 propietaria y editora de la revista literaria Granta, la centenaria publicaci¨®n creada por estudiantes de Cambridge para sus primeros escarceos literarios y como escaparate de parodias del mundo universitario. Dedicada hoy por completo a la captaci¨®n de las mejores historias de ficci¨®n y no ficci¨®n, la revista cumple 40 a?os desde su relanzamiento bajo este nuevo formato.
Rausing asegura que el ingente n¨²mero de textos que pasa por sus manos no consigue vincularla "de un modo especial" a ning¨²n leitmotiv ni a ninguna corriente literaria contempor¨¢nea en particular. "Si tuviera que se?alar una ¨²nica cosa, dir¨¦ que me interesa ante todo?c¨®mo el autor hace funcionar las emociones en el conjunto de un relato", cuenta, y menciona como ejemplo "sobresaliente"?de esta habilidad para "diseminar distintos sentimientos" a lo largo de la narraci¨®n una?historia publicada recientemente por Granta de?la estadounidense Ottessa Moshfegh. En ella, una joven aprendiz de escritora busca,?a su llegada a Nueva York,?ganarse la atenci¨®n de un experimentado novelista. "Es muy inteligente c¨®mo Moshfegh logra que la rabia de la protagonista puede rastrearse a lo largo de todo el texto", cuenta la editora.
Tambi¨¦n la ha impresionado un relato del escritor judeoitaliano superviviente del Holocausto Primo Levi. Se trata de un texto ya publicado por Granta que Rausing ha redescubierto ahora en una de sus habituales incursiones por el archivo de la revista. En ¨¦l, el escritor "evoca situaciones de su infancia, pero hace que broten referencias desconcertantes que te hacen experimentar s¨²bitamente la violencia de los campos de concentraci¨®n por los que pas¨®", comenta, y a?ade: "Es de esos viajes en los que sabes que el autor te est¨¢ llevando al lugar correcto, y eso es lo fundamental, porque lo contrario es lo que m¨¢s teme una editora. Es fundamental que el autor tenga bajo control absoluto las emociones que conviven en un texto".
Son los narradores que recaen en "t¨®picos" o "no saben contener la extensi¨®n de sus relatos" aquellos que la editora m¨¢s intuitivamente rechaza. Tambi¨¦n evita publicar, explica, historias que "responden a cuestiones que ya han sido planteadas". "Los editores tenemos que ser capaces de captar las tendencias desde el principio para lanzar las preguntas que realmente interesan¡±, se?ala. Esta reincidencia "poco imaginativa" en los mismos temas considera que es una tendencia global exacerbada en las ¨²ltimas d¨¦cadas, y no solo en el universo editorial. "La inmensa cantidad de comentario contempor¨¢neo est¨¢ ocupando el espacio de lo que realmente est¨¢ ocurriendo", sostiene Rausing, que vive en el Reino Unido desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas y exhala un largo y desalentador "Breeeeeeexit" cuando piensa precisamente en uno de esos temas tan reiterados a los que alude.

Nieta de uno de los fundadores de Tetra Pak, la empresa que cre¨® los tetra bricks, Rausing rechaza que se intenten vincular la inmensa fortuna que posee ¡ªvive en una mansi¨®n del siglo XVII con m¨¢s de 8.000 metros cuadrados de jard¨ªn en el lujoso barrio londinense de Kensington¡ª y su carrera de ¨¦xito como editora. "Tuve la suerte de comenzar a leer bien peque?a los cl¨¢sicos infantiles escandinavos, por ejemplo a la escritora Tove Jansson, y tambi¨¦n a brit¨¢nicos y americanos. Eso marc¨® mi relaci¨®n con la literatura", explica.
Adem¨¢s de haber desarrollado una intensa carrera editorial, Rausing tambi¨¦n ha escrito dos obras autobiogr¨¢ficas.?Mayhem, la ¨²ltima de ellas,?aborda las emociones que vivi¨® cuando en 2012 su familia fue uno de los principales focos medi¨¢ticos del Reino Unido despu¨¦s de que su cu?ada muriera por una sobredosis de droga y su hermano, tambi¨¦n drogadicto, conviviera con el cad¨¢ver durante dos meses.?
"Me aterraba que quienes pod¨ªan poner fin a todo aquel sufrimiento no hicieran nada por contenerlo. Todo lo contrario, parec¨ªa que no se hab¨ªan dado cuenta de que una persona hab¨ªa muerto", rememora con gesto de dolor la editora, muy cr¨ªtica con la cobertura medi¨¢tica del caso. El libro es una radiograf¨ªa de la adici¨®n, presentada como "ese estado que busca trascender las emociones invariables y la euforia cl¨¢sica". "Todos podemos comprender qu¨¦ es: est¨¢ dentro de todos nosotros", asegura Rausing, que no vincula su decisi¨®n de publicar una historia tan personal a que los medios ya la hubiesen aireado. "Lo habr¨ªa hecho de cualquier modo, pero es cierto que me conmin¨® a hacerlo el dolor que se estaba causando", concluye.
El MeToo en el mundo editorial
Rausing no es ajena a la fuerte convulsi¨®n que ha ocasionado en el ¨¢mbito editorial el movimiento MeToo. El pasado octubre, el entonces editor de The New York Review of Books, Ian Buruma, dej¨® su cargo ¡ªno lleg¨® a conocerse con certeza si fue forzado a dimitir¡ª despu¨¦s de la pol¨¦mica levantada por la publicaci¨®n de un art¨ªculo en primera persona del presentador de radio canadiense Jian Gomeshi en el que narraba cu¨¢l hab¨ªa sido su experiencia tras haber sido denunciado y posteriormente absuelto de supuestamente violar y agredir f¨ªsicamente a varias mujeres.
"Buruma tom¨® una decisi¨®n incorrecta. El tema no parec¨ªa que hubiera sido discutido editorialmente lo suficiente, publicarlo no contaba con el respaldo de todo el equipo y no hab¨ªan sido correctamente comprobados todos los datos", opina Rausing. ?Habr¨ªa ella publicado? No el texto que finalmente vio la luz, pero la directora de Granta se resiste a dar una respuesta taxativa: "No es un asunto de principios, sino de detalles. Depende de las circunstancias exactas de cada caso", se?ala. Aunque solo tres fueron a juicio, m¨¢s de 20 mujeres hab¨ªan denunciado ante la opini¨®n p¨²blica a Gomeshi, un locutor estrella en las ondas en su pa¨ªs.
La versi¨®n espa?ola de la revista cumple 15 a?os
La edici¨®n espa?ola de Granta cumple 15 a?os de transmisi¨®n del pulso literario del idioma. Precisamente con motivo del aniversario, la editora de esta versi¨®n de la revista, Valerie Miles, anunci¨® la semana pasada un nuevo n¨²mero compuesto ¨ªntegramente por relatos de "los mejores narradores j¨®venes en castellano del momento". Durante un coloquio en Casa Am¨¦rica con Rausing, Miles record¨® el "¨¦xito" del n¨²mero de 2010 compuesto ¨ªntegramente por las historias de 22 escritores que entonces no superaban los 35 a?os.
Una descripci¨®n concisa y con dosis de misterio de la narradora argentina Samanta Schweblin o un relato reflexivo y desconcertante del escritor espa?ol Andr¨¦s Barba fueron parte de este n¨²mero, que tambi¨¦n inclu¨ªa textos del peruano Santiago Roncagliolo, el tambi¨¦n argentino Patricio Pron, o la espa?ola Elvira Navarro. Miles no precis¨® si el volumen anunciado ver¨¢ la luz este a?o o en 2020.
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