¡®Valenciana¡¯, retrato de una ¨¦poca de ¨¦xtasis y tragedia

La sala donde est¨¢n ensayando es agradable, de techos altos, luminosa. Los actores visten ropas c¨®modas, luego se probar¨¢n el vestuario de la obra. Un int¨¦rprete olvida una palabra y su compa?era se la susurra. Se respira un ambiente de complicidad. La m¨²sica electr¨®nica acompa?a y va acelerando el pulso. Es casi la hora de comer, pero la escena presagia fiesta. Y, de repente, una frase lo cambia todo: ¡°Han encontrado a las ni?as¡±. De inmediato se revive un infierno que parec¨ªa enterrado, la impotencia de una tragedia anunciada, la realidad que supera al terror imaginado. Las ni?as son las de Alc¨¤sser, asesinadas en 1992 tras ser torturadas y violadas en un famoso crimen que a¨²n espanta. Es muy dif¨ªcil olvidarlo por su brutalidad, sobre todo para aquellos que lo vivieron directamente, pero tambi¨¦n se recuerda por una cobertura medi¨¢tica de rapi?a que ha vuelto a repetirse recientemente en los casos de los ni?os Gabriel (asesinado) y Julen (fallecido al caer en un pozo).

La obra es Valenciana (la realitat no ¨¦s suficient) y est¨¢ escrita y dirigida por Jordi Casanovas, uno de los dramaturgos m¨¢s relevantes del actual panorama teatral espa?ol gracias al impacto y al ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica de montajes como Ruz-B¨¢rcenas y Jaur¨ªa. Ahora se ha embarcado en un nuevo y presumiblemente pol¨¦mico proyecto que hila tres tramas muy valencianas: la Ruta del Bakalao, el caso Alc¨¤sser y los inicios de una corrupci¨®n pol¨ªtica que explot¨® en la ¨¦poca de vacas gordas y todav¨ªa se dirime en los juzgados. Y lo hace tras destripar el caso del antiguo tesorero del PP y remover las entra?as del espectador ¡ª¡°Un conocido me ha dicho que se ha replanteado su forma de comportarse tras verla¡±, apunta Casanovas¡ª, con el sumario del caso de una manada o jaur¨ªa de cinco hombres que violaron a una joven en los San Fermines de 2016.

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¡°Bueno, esta nueva obra es una ficci¨®n basada en hecho reales. No es teatro documental como otros montajes. Es un teatro frecuente en la tradici¨®n anglosajona: servirte de material real para vestir una ficci¨®n¡±, explica el dramaturgo catal¨¢n, muy cerca del racionalista teatro Rialto, donde tienen lugar los ensayos. Empez¨® estudiando Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones pensando que as¨ª podr¨ªa ¡°inventar cosas¡± y ya lleva una treintena de piezas teatrales creadas a sus 41 a?os.

Para evitar dudas y confusiones (o para alimentarlas), la obra comienza advirtiendo que cualquier personaje parecido con la realidad es ¡°pura coincidencia¡±. Aunque muchos de ellos pueden ser reconocibles, los nombres de los caracteres interpretados por 12 actores valencianos son inventados en esta coproducci¨®n del Institut Valenci¨¤ de Cultura, la Diputaci¨®n de Valencia y el Grec 2019 Festival de Barcelona. Se estrenar¨¢ el 21 de mayo en el Teatro Principal de Valencia, donde se mantendr¨¢ en cartel hasta el 2 de junio para luego visitar el Grec (28 y 29 de junio). La intenci¨®n es que se represente tambi¨¦n en Madrid en castellano.

¡°Creo que Valenciana va sobre el duelo. C¨®mo superar una tragedia y el dolor provocado por la muerte de un ser querido por un accidente o por un crimen. Hay un padre que no puede asumirlo y se niega a cerrarlo y pasar el duelo. Tambi¨¦n trata del poder, de alguien que considera que la realidad no es suficiente y proyecta su deseo en la sociedad, que le sigue no sin ayuda de algunos medios de comunicaci¨®n. Y, por ¨²ltimo, me interesaba la ruta para explorar la voluntad de la gente de huir de una realidad¡±, se?ala Casanovas.

?l era muy joven cuando las discotecas de la Ruta del Bakalao, entre Sueca y Valencia, abr¨ªan y cerraban consecutivamente durante los largos fines de semana de la d¨¦cada de los ochenta y principios de los noventa, pero s¨ª recuerda a gente de su pueblo ¡°que se iba de ruta¡± y se preguntaba por qu¨¦ no iban a Barcelona, mucho m¨¢s cerca de su Vilafranca del Pened¨¦s natal. La obra tambi¨¦n plantea si la demonizaci¨®n de la ruta obedeci¨® a un cambio de mentalidad a principios de los noventa, a una contrarreforma de los liberales ochenta. ¡°Ahora est¨¢ pasando algo similar con la reacci¨®n contra el feminismo¡±, apunta Casanovas, que tambi¨¦n ve muchas similitudes en el tratamiento televisivo que se dispensa en la actualidad a determinadas sucesos y el despliegue que se hizo del caso Alc¨¤sser. De hecho, se considera que este fue uno de los precursores del reality show y de la telebasura en Espa?a, con un pueblo tomado por dos grandes plat¨®s la noche del macabro descubrimiento de los cuerpos semienterrados de Miriam, To?i y Desir¨¦e (ten¨ªan entre 14 y 15 a?os), con la compra de testimonios exclusivos o con la promoci¨®n de todo tipo de teor¨ªas conspirativas.

Hac¨ªa tiempo que Casanovas quer¨ªa escribir sobre este caso y en un taller que imparti¨® en Valencia el pasado a?o surgi¨® la posibilidad de abundar en lo que denomina teatro ¡°de obras ¨¦picas¡±, que abordan ¡°grandes historias que van m¨¢s all¨¢¡±. Distingue dos grupos m¨¢s: ¡°el teatro documental¡± y la comedia negra donde explora los ¡°limites del humor¡±. ¡°Todas las historias tienen que ser muy locales para convertirse en universales. Los actores quieren hacer Vania y Hamlet y es normal, pero creo que el teatro que m¨¢s llega es el que habla de nuestro momento, de nuestra realidad¡±.