Octavio Paz, en los ojos de la India
El Nobel, embajador de M¨¦xico en el pa¨ªs asi¨¢tico durante la d¨¦cada de los sesenta, dej¨® un legado que perdura en el pa¨ªs invitado de la FIL de Guadalajara
![El¨ªas Camhaji](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fd31a00d4-bb8f-43d7-876f-2dae6155da57.jpg?auth=3c2a231a96e6b2c1bf46bb6ccf1e085d351664e3751709015da1dfec905b3b34&width=100&height=100&smart=true)
![Un grupo de asistentes en el pabell¨®n de la India de la FIL 2019.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VMKWE3KC5H4VM6O6VDB3QEHW44.jpg?auth=832ebd088198588757323e074148bcb36139e18d91f4eca00cf42b1d5d47f73e&width=414)
Un enamorado de la mitolog¨ªa hind¨². Un pionero latinoamericano en el pa¨ªs-continente de Gandhi, Nehru y Tagore. Un poeta universal. El legado de Octavio Paz como embajador de M¨¦xico en la India dej¨® una estela hist¨®rica y literaria ampliamente documentada en su pa¨ªs de origen, pero que tambi¨¦n tuvo un impacto notable y menos conocido entre los lectores y autores indios, incluso mucho antes de ganar el Nobel de Literatura en 1990. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que tiene al pa¨ªs asi¨¢tico como invitado de honor, no solo ha servido para tender puentes entre ambas tradiciones literarias, tambi¨¦n ha permitido repensar la figura de Paz en la voz y desde la mente de los autores indios. "[Paz] ten¨ªa una gran empat¨ªa por la cultura india y logr¨® entender a profundidad las similitudes de ambas culturas, y por eso el pa¨ªs sigue estando muy agradecido con ¨¦l", afirma Vijay Seshadri, ganador del Pulitzer de Poes¨ªa en 2014.
"La obra de Paz es fundamental, no solo era un ejemplo vivo de la poes¨ªa como fen¨®meno universal, tambi¨¦n ten¨ªa una prosa prodigiosa", asegura Seshadri, nacido en Bangalore (sur del pa¨ªs), pero radica en Estados Unidos desde los cinco a?os. El poeta Makarand Paranjape recuerda que a¨²n era un estudiante universitario cuando tuvo su primer encuentro con los libros del Nobel mexicano en la d¨¦cada de los setenta. "Lo que m¨¢s me sorprendi¨® fue su sensibilidad y, hasta cierto punto, el erotismo de su poes¨ªa", cuenta Paranjape. "Claro que lo conozco, mi tesis de universidad empezaba con una cita suya", recuerda Sukanya Datta, divulgadora cient¨ªfica y escritora de Ciencia Ficci¨®n.
Paz fue embajador entre 1962 y 1968. Su romance y fascinaci¨®n por la cultura india, sin embargo, hab¨ªa comenzado muchos a?os antes. En 1951 visit¨® el pa¨ªs por primera vez despu¨¦s de que fuera designado como agregado cultural de la primera delegaci¨®n mexicana en la India, que hab¨ªa concluido en 1947 un movimiento independentista que se extendi¨® durante nueve d¨¦cadas. La aventura solo dur¨® seis meses, pero ser¨ªa un presagio de lo que vendr¨ªa despu¨¦s.
Tras divorciarse de la escritora Elena Garro, en 1959, tres a?os antes de asumir el puesto como embajador, el poeta se encontraba en una ¨¦poca de autodescubrimiento. Paz hab¨ªa emprendido una b¨²squeda por la verdad, pero sus principales hallazgos fueron el amor y la filosof¨ªa budista.
Poco despu¨¦s de llegar a la residencia oficial en el n¨²mero 13 de la calle de Prithviraj Road en Nueva Delhi, Paz conoci¨® en el barrio de Sunder Nagar de esa megal¨®polis a la francesa Marie-Jos¨¦ Tramini, su segunda esposa. ¡°Paz se enamor¨® de la India y fue aqu¨ª tambi¨¦n que se enamor¨® de una mujer de manera definitiva¡±, apunta en un ensayo el acad¨¦mico Anil Dhingra. ¡°Nosotros le pedimos al Nim que nos casara. Un jard¨ªn no es un lugar: es un tr¨¢nsito, una pasi¨®n¡±, escribi¨® Paz sobre la boda, que se celebr¨® en 1964 en el solar de la residencia oficial, bajo la sombra de un frondoso ¨¢rbol de nim, una de las im¨¢genes recurrentes de su obra producida en India. "Paz estableci¨® la costumbre de hacer de la Embajada de M¨¦xico en Delhi una casa de puertas abiertas, recuerdo haber pasado varias horas en los jardines de la residencia oficial", relata Paranjape.
"Octavio era muy querido en la India, cada vez que el tren se paraba hab¨ªa gente que lo saludaba. Guardo ese recuerdo como un tesoro", record¨® Tramini, en una entrevista publicada por The New York Times. Paz viaj¨® por el vasto subcontinente ¨ªndico y plasm¨® esos recorridos en obras como El mono gram¨¢tico, que tiene como tel¨®n de fondo Rajast¨¢n (norte del pa¨ªs), y Ladera este, un libro en el que algunos poemas est¨¢n inspirados en sitios y monumentos como la tumba del emperador mongol Humayun, en Delhi, o las monta?as de Nilgiri, al sur. En?Vislumbres de la India, publicado en 1995, Paz reflexiona sobre el impacto vivencial y espiritual que tuvo el pa¨ªs en su vida.
"Lo que me parece fascinante de ¨¦l es que era un hombre completo desde el punto de vista de nuestra cosmovisi¨®n ancestral, ten¨ªa un lado sensible como poeta, un lado racional como diplom¨¢tico y estaba en contacto con su espiritualidad", se?ala Amish Tripathi, un novelista y diplom¨¢tico que se ha especializado en la mitolog¨ªa de su pa¨ªs. "En la India es bastante habitual que los poetas incursionen en el servicio p¨²blico, por eso fue tan bien recibido", agrega Tripathi. "Entre los c¨ªrculos intelectuales es com¨²n decir que Paz es el Tagore latinoamericano", comenta Shrimati Das, directora de la Casa de la Cultura de India en M¨¦xico, aunque admite que el mexicano no es muy conocido por el grueso de la poblaci¨®n.
Mientras la melod¨ªa de las c¨ªtaras, las danzas tradicionales y las coreograf¨ªas de Bollywood retumban en Guadalajara, el gran reto para ambos pa¨ªses es capitalizar nuevas oportunidades para llegar a los lectores de dos mercados literarios que siguen siendo rec¨®nditos y permanecen alejados. La memoria de Paz puede ser una pieza esencial para lograr esa conexi¨®n. "Atesoramos su estancia como embajador y poeta, y esperamos tener otra figura como ¨¦l pronto como embajador en India", concluye Paranjape.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![El¨ªas Camhaji](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fd31a00d4-bb8f-43d7-876f-2dae6155da57.jpg?auth=3c2a231a96e6b2c1bf46bb6ccf1e085d351664e3751709015da1dfec905b3b34&width=100&height=100&smart=true)