Los estrenos de marzo que solo pueden verse en plataformas
'Babelia' selecciona seis propuestas que han llegado a Netflix, HBO, Movistar y Filmin sin pasar por los cines
De cine japon¨¦s de autor al maestro del suspense, pasando por cintas de terror o documentales, seleccionamos seis propuestas que han llegado en marzo a Netflix, HBO, Movistar y Filmin sin pasar por los cines.?
'Atlantique' (en Netflix)
Pese a las apariencias, el debut en el largo de Mati Diop, conocida hasta ahora por sus aclamados mediometrajes, es una historia de fantasmas. Atlantique narra la historia de Ada, una joven enfrentada a un matrimonio de conveniencia con un horrible playboy y desesperada ante la posibilidad de que su verdadero amor, Suleiman, haya naufragado en el oc¨¦ano al huir en patera hacia Espa?a. Con ese giro argumental, lo que parec¨ªa una historia hiperrealista sobre el Dakar contempor¨¢neo ¡ªy la explotaci¨®n de esa subclase de obreros que erigen rascacielos en condiciones rayanas con el esclavismo¡ª se adentra en un terreno m¨¢s estimulante: el de un peculiar cine fant¨¢stico poblado por distintos tipos de espectros, sobrevolado por ilusiones que no se har¨¢n realidad y esp¨ªritus que nunca desaparecer¨¢n del todo.
La pel¨ªcula se alz¨® con el Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes, un galard¨®n que puede que le venga grande a una pel¨ªcula con notorias insuficiencias narrativas. Aun as¨ª, Diop palia esos defectos con un gran poder de evocaci¨®n y el valor a?adido que siempre supone contar con un imaginario personal e intransferible. La directora es sobrina de Djibril Diop Mamb¨¦ty, que fue bautizado como ¡°el Godard de Dakar¡± en aquella ¨¦poca, ya lejana, en la que se crey¨® que el cine iba a ser una herramienta contra el subdesarrollo del continente. Puede que Diop resucite aquella vieja esperanza. Pese a ser una producci¨®n principalmente francesa, este cuento fant¨¢stico y pol¨ªtico sortea todos los peligros de ese cine africano biempensante ¡ªy, seg¨²n sus detractores, incluso neocolonial¡ªque abunda en los festivales, pensado para satisfacer las fantas¨ªas humanistas del espectador occidental. Atlantique no es redonda ni lo pretende, pero tiene el m¨¦rito de apuntar a otros futuros posibles. ?lex Vicente
'Horse girl' (en Netflix)
Durante una veintena de minutos, Horse Girl parece una pel¨ªcula ya vista. No tiene por qu¨¦ ser algo malo, ni tampoco bueno. Simplemente, las tragicomedias indies integran desde hace mucho las carteleras ¡ªy m¨¢s la de Netflix¡ª con su sello inconfundible, que el filme de Jeff Baena tambi¨¦n lleva: una protagonista entra?able, dosis medidas de alegr¨ªa y tristeza, una tibia reflexi¨®n social, fotograf¨ªa y banda sonora para crear una atm¨®sfera llena de empat¨ªa. Sarah est¨¢ sola, acaba de perder a su madre y no encuentra compa?¨ªa ni para celebrar su cumplea?os. Reparte su vida entre el trabajo en una tienda, la yegua que adora, las clases de zumba y una amiga de infancia, atrapada en las secuelas de un viejo incidente. Sin embargo, Sarah es capaz de sonre¨ªr y sabe que las cosas siempre pueden cambiar.
As¨ª, el repentino comienzo de un romance promete revolucionar la vida de la protagonista (Alison Brie). Pero, m¨¢s bien, es la propia pel¨ªcula la que aprovecha para coger otro camino: de golpe, Horse Girl se dirige hacia la depresi¨®n, la soledad y la enfermedad mental. De una senda previsible, el largo pasa a otra inesperada, pero tambi¨¦n accidentada: el filme no parece saber hacia d¨®nde quiere ir de verdad. Ciertamente, resulta distinto. Pero, a veces, eso tampoco significa algo bueno. Tommaso Koch
'Ven con pap¨¢' (en Movistar)
Tras treinta a?os sin verse, un hombre recibe una carta de su padre en la que pide encontrarse con ¨¦l. A partir de ah¨ª, cualquier cosa puede ocurrir en el debut como director de largos del productor neozeland¨¦s Ant Timpson. El resultado, que se proyect¨® en el pasado Festival de Sitges, es una combinaci¨®n de g¨¦neros en el que predomina un extra?o humor negro mezclado con thriller, drama y buenas dosis de violencia extrema. La pel¨ªcula arranca cuando ese treinta?ero h¨ªpster y algo perdido (interpretado con eficacia por Elijah Wood) llega a la casa de su padre, una construcci¨®n que recuerda a una nave espacial en un acantilado y rodeado de bosque. Hijo y padre no han tenido relaci¨®n, de ah¨ª la extra?eza con que el hijo recibe la petici¨®n. El joven se encontrar¨¢ con un hombre con problemas con el alcohol y que no se lo pone f¨¢cil para conectar con ¨¦l. Pero, al poco de arrancar la historia, comienza el festival de giros de guion, porque, como era de esperar, nada es lo que parece.
Ven con pap¨¢, una producci¨®n con fuerte aroma a pel¨ªcula de serie B, funciona mejor en su primera mitad que en la segunda, cuando la historia se desquicia y el espectador solo puede dejarse llevar sin tratar de encontrar un sentido a la sucesi¨®n de acciones que presencia. Pero tiene el m¨¦rito de no aburrir casi en ning¨²n momento, y seguramente esa fuera la intenci¨®n de Timpson, lejos de pretenciosas reflexiones sobre las relaciones paternofiliales. Noventa minutos de entretenimiento salvaje y alocado. Natalia Marcos
'La chica de oro' (en HBO)
Este documental narra una historia de superaci¨®n en el deporte que, tal vez, se haya contado ya en demasiadas ocasiones. Una joven gimnasta rumana de 16 a?os de nombre Andrea Raducan, de origen humilde, consigue su sue?o: el oro ol¨ªmpico. Pero la alegr¨ªa dura poco: da positivo en un test antidopaje por efedrina, un medicamento que le suministr¨® el m¨¦dico del equipo rumano. Por error, asegura ¨¦l.
La chica de oro es la batalla de esta deportista, ahora con m¨¢s de 30 a?os, por recuperar el metal y tratar de seguir adelante con su vida. Es un repaso por la trayectoria personal y profesional de una joven de origen humilde, siempre inasequible al desaliento, con capacidad de superar las exigencias (a veces hasta la vejaci¨®n verbal) de sus entrenadores y de una carrera en la ¨¦lite del deporte.
Conocer el desenlace casi desde el inicio no es el problema. S¨ª lo es un relato cl¨¢sico, sin capacidad de sorpresa, ni siquiera para producir esa emoci¨®n de la empat¨ªa ante la injusticia rampante. Solo hay dos momentos en los que la pel¨ªcula logra, en parte, su objetivo: la aparici¨®n de Nadia Comaneci ¡ªsiempre produce curiosidad saber en qu¨¦ anda la gimnasta 10¡ª y ese personaje sin filtros que es el terapeuta con el que Raducan charla. El ¨²nico capaz de quitar la p¨¢tina de compasi¨®n edulcorada a la pel¨ªcula y devolverla a la cruda realidad que relata. Ana Marcos
'37 segundos' (en Netflix)
Est¨¢ claro que, cuando en una cr¨ªtica se dice que tal o cual pel¨ªcula es necesaria, vamos mal. Sin embargo, a veces hay filmes necesarios. O, al menos, que tratan temas necesarios. Los 37 segundos del t¨ªtulo hacen referencia al espacio temporal que la protagonista, la joven Yuma (Mei Kayama), estuvo sin respiraci¨®n al nacer, lo que le caus¨® una par¨¢lisis cerebral que la condena a vivir en silla de ruedas. Ya desde los primeros compases del filme, la directora Mitsuyo Miyazaki (que firma como Hikari) desarma al espectador con desnudos inc¨®modos que nos introducen en la vida cotidiana de Yuma en Tokio ¡ªa la sombra de su protectora madre¡ª, y nos acercan a una corporalidad truncada que el cine no suele tratar de forma tan descarnada.
Dedicada a dibujar un manga de cuya promoci¨®n es excluida por su condici¨®n, digamos, poco glamurosa, Yuma emprende un camino de autodescubrimiento que redefinir¨¢ la relaci¨®n con los que la rodean y con su propio cuerpo. Si bien la premisa laboral que condiciona el despertar sexual y aventurero de Yuma puede chocar en Occidente, lo cierto es que esa primera mitad de exploraci¨®n vital, explosiva e imaginativa, contrasta con una segunda mitad m¨¢s convencional, en la que Hikari prefiere pegar un volantazo y articular una narraci¨®n m¨¢s cerrada. A¨²n as¨ª, el resultado final ¡ªla pel¨ªcula fue premiada en la Berlinale¡ª es un relato de crecimiento s¨®lido, efectivo, y en la que, adem¨¢s, los puntuales momentos en los que imagen real y animaci¨®n se juntan est¨¢n integrados con imaginaci¨®n y buen gusto. Jorge Morla
Hitchcock remasterizado (en Filmin)
En los tiempos remotos en los que solo exist¨ªan dos canales, la televisi¨®n p¨²blica ofrec¨ªa ciclos memorables poniendo semana tras semana cl¨¢sicos de grandes nombres del cine mundial. Se pod¨ªan ver todas las pel¨ªculas de Billy Wilder, Marilyn Monroe o Ingmar Bergman. La llegada de las privadas fragment¨® el mercado e hizo imposible ese atrac¨®n que permit¨ªa percibir toda la obra de un gran cineasta o actor. Hasta ahora. La plataforma Filmin se ha hecho con el cat¨¢logo entero de importantes estudios estadounidenses lo que permite, por ejemplo, ver 28 pel¨ªculas de Alfred Hitchcock (1899-1980).
El llamado mago del suspense dirigi¨® su primer largometraje en 1925, El jard¨ªn de la alegr¨ªa, un filme todav¨ªa mudo, y el ¨²ltimo en 1976, La trama, una obra inmensa en el tiempo y en su dimensi¨®n. Pocos directores han sido tan influyentes y han sabido combinar los avances t¨¦cnicos con la solidez de la narraci¨®n. Filmin permite revisar desde pel¨ªculas de su etapa inglesa, como 39 escalones o Sabotaje, hasta sus grandes obras maestras: Rebeca, La ventana indiscreta, V¨¦rtigo, Psicosis o Los p¨¢jaros. De sus grandes pel¨ªculas tal vez solo falten Encadenados o Con la muerte en los talones. De muy pocos directores, 28 t¨ªtulos pueden parecer pocos. Guillermo Altares
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