Laurence des Cars, primera mujer que dirige el Museo del Louvre
La historiadora del arte francesa, partidaria de una apertura a temas de actualidad y al p¨²blico joven, se convierte en presidenta de la pinacoteca m¨¢s visitada del mundo, con 10 millones de entradas en 2019
La historiadora del arte Laurence des Cars (Antony, Francia, 54 a?os) ha sido nombrada este mi¨¦rcoles nueva presidenta del Museo del Louvre, convirti¨¦ndose en la primera mujer que ocupa el cargo desde la fundaci¨®n del museo en 1793. Des Cars encabezar¨¢ la pinacoteca m¨¢s visitada del mundo, que super¨® la plusmarca de los 10 millones de entradas vendidas en 2019. Lo har¨¢ con una voluntad de apertura a nuevos p¨²blicos y tem¨¢t...
La historiadora del arte Laurence des Cars (Antony, Francia, 54 a?os) ha sido nombrada este mi¨¦rcoles nueva presidenta del Museo del Louvre, convirti¨¦ndose en la primera mujer que ocupa el cargo desde la fundaci¨®n del museo en 1793. Des Cars encabezar¨¢ la pinacoteca m¨¢s visitada del mundo, que super¨® la plusmarca de los 10 millones de entradas vendidas en 2019. Lo har¨¢ con una voluntad de apertura a nuevos p¨²blicos y tem¨¢ticas, similar a la que ha desarrollado en los ¨²ltimos a?os en el Museo de Orsay, instituci¨®n que dirig¨ªa desde 2017. Su proyecto, titulado Louvre 2030, con el que propone ¡°abrirse al mundo de hoy hablando del pasado¡±, convenci¨® al Ministerio de Cultura y al propio El¨ªseo, del que depende el nombramiento de los responsables de los mayores museos franceses, como el Louvre, el Museo de Orsay, el Centro Pompidou y el Palacio de Versalles.
¡°El Louvre puede ser plenamente contempor¨¢neo. Necesitamos perspectiva, salimos de una crisis que nos desestabiliza. Vivimos en una ¨¦poca apasionante, pero complicada¡±, expres¨® Des Cars este mi¨¦rcoles en su primera entrevista como presidenta, en la radio France Inter. ¡°El museo es la caja de resonancia de la sociedad. Siempre ha reflejado el mundo que le rodea. No se trata solo de un lugar de conservaci¨®n, sino tambi¨¦n de transmisi¨®n. Para hacerlo, hay que escuchar al p¨²blico y a sus distintas sensibilidades¡±, afirm¨® Des Cars, que opina que el Louvre tiene ¡°mucho que decir¡± a los j¨®venes. ¡°Estar¨¢n en el centro de mis preocupaciones como presidenta¡±, a?adi¨®.
Formada en la Sorbona y la Escuela del Louvre, prestigioso vivero de conservadores de arte en territorio franc¨¦s, Des Cars empez¨® su carrera en el Museo de Orsay en 1994, donde comenz¨® haciendo inventario de los marcos que criaban polvo en sus archivos. Esta especialista en el arte del siglo XIX y comienzos del XX no tard¨® en asumir proyectos de mayor envergadura: en 1996, orquest¨® el ingreso de El origen del mundo, el pol¨¦mico cuadro de Courbet, a las salas de la instituci¨®n, donde se hizo cargo de exposiciones dedicadas a ?douard Vuillard, Thomas Eakins o Edward Burne-Jones, entre otros pintores decimon¨®nicos. Permaneci¨® en el Museo de Orsay hasta 2007, cuando fue nombrada directora cient¨ªfica de la agencia France Mus¨¦ums, a cargo del desarrollo del proyecto del Louvre de Abu Dabi y de la adquisici¨®n de su colecci¨®n en los a?os previos a su inauguraci¨®n. Despu¨¦s dirigi¨® el Museo de la Orangerie entre 2014 y 2017, cuando regres¨® al Museo de Orsay convertida en su m¨¢xima responsable. All¨ª ha pilotado una programaci¨®n respetuosa con la solemnidad del centro, pero tambi¨¦n muy renovadora, con proyectos a cargo de artistas contempor¨¢neos como Marlene Dumas, Tracey Emin o Julian Schnabel.
Des Cars, mujer de voz ronca y de un humor mordaz que esconde detr¨¢s de formas exquisitas, desciende de una familia aristocr¨¢tica en la que abundan los intelectuales, pero se ha desmarcado en el mundo del arte franc¨¦s con un discurso que cuestiona ciertos privilegios y jerarqu¨ªas sociales. Por ejemplo, su exposici¨®n El modelo negro, que triunf¨® en el Museo de Orsay en 2019, dirig¨ªa una mirada cr¨ªtica a la representaci¨®n de hombres y mujeres de color en el arte de los ¨²ltimos siglos. ¡°Las instituciones son aprensivas, tienen miedo de la inestabilidad. Cuando anunci¨¦ esta exposici¨®n muchos creyeron que estaba completamente loca, que iba a poner el museo en peligro¡±, relataba en una entrevista con EL PA?S en 2019 respecto a una muestra que antes fue rechazada por el MoMA y el Metropolitan de Nueva York. ¡°Los museos no pueden ser un lugar aislado, dedicados solo al turismo o la contemplaci¨®n est¨¦tica. Deben tratar tem¨¢ticas que est¨¦n en el coraz¨®n de la sociedad actual, con seriedad y sin oportunismo, pero tambi¨¦n sin tener miedo a ser pol¨ªticos¡±. En el marco de esa muestra, cambi¨® los nombres de las obras con t¨ªtulos racistas, como Retrato de Madeleine ¡ªantes llamado Portrait d¡¯une n¨¦gresse, t¨¦rmino peyorativo en franc¨¦s actual¡ª, convertido en icono desde que Beyonc¨¦ le concedi¨® un papel protagonista en su v¨ªdeo grabado en el Louvre en 2018.
Al borde del colapso
La nueva presidenta del Louvre suceder¨¢, a partir de septiembre, a Jean-Luc Martinez, que se despide de la instituci¨®n tras ocho a?os encabez¨¢ndola. Aspiraba a continuar con un tercer mandato, pero el El¨ªseo, atento a la renovaci¨®n y tambi¨¦n a la paridad, prefiri¨® el perfil de Des Cars, que tambi¨¦n se impuso a otros candidatos, como el director del Museo Picasso de Par¨ªs, Laurent Le Bon. Martinez deja el Louvre tras haber organizado fastuosas retrospectivas dedicadas a Leonardo da Vinci, Vermeer o Delacroix, que ya han pasado a la historia del museo, y haber tomado medidas importantes para mejorar los accesos y la calidad de la visita. Pero tambi¨¦n con las salas saturadas y al borde del colapso, antes de que la pandemia pusiera fin a la era de los blockbusters muse¨ªsticos y excesivamente dependientes del turismo, que en 2019 supon¨ªa el 75% de sus visitas.
Entre los retos de Des Cars figura la necesidad de reajustar esos flujos y de remontar el descalabro financiero de 2020, que se reproducir¨¢, sin lugar a dudas, este a?o: el museo acaba de reabrir tras m¨¢s de seis meses de cierre. Des Cars, que este mi¨¦rcoles se neg¨® a designar su obra favorita del museo que ahora dirigir¨¢, s¨ª avanz¨® que no aceptar¨¢ que su joya de la corona abandone sus salas, tras las especulaciones de los ¨²ltimos a?os. ¡°La Gioconda es una obra muy fr¨¢gil, todos los conservadores lo sabemos. Adem¨¢s, esa es una de las maravillas de ir a un museo: poder descubrir obras que uno sabe que no se mover¨¢n de ah¨ª¡±, zanj¨®.