Los misterios sumergidos de Cosquer salen a la superficie
Francia presentar¨¢ en 2022 una r¨¦plica de los tesoros de arte rupestre de la cueva submarina. Su recreaci¨®n, todo un reto tecnol¨®gico, se lleva a cabo en varios talleres
A veces, lo que parece un trazo tosco esconde muchas m¨¢s complicaciones que la m¨¢s refinada de las t¨¦cnicas pict¨®ricas. Es lo que sucede con la creaci¨®n de r¨¦plicas de cuevas prehist¨®ricas para que el p¨²blico pueda acceder a esas misteriosas obras del pasado sin poner en riesgo su conservaci¨®n. El taller en las afueras de Toulouse donde se reproducen las pinturas rupestres de la gruta sumergida de Cosquer, cuya r¨¦plica se inaugurar¨¢ en Marsella el a?o que viene, es una muestra de la gran complejidad que implica un proyecto as¨ª, de los que existen solo contados precedentes en el mundo, como los de Lascaux, tambi¨¦n en Francia, o Altamira en Espa?a. Materias primas usadas hace decenas de miles de a?os se entremezclan en estas oficinas donde reina un caos controlado con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas creadas por el ser humano. Todo ello con un ¨²nico fin: conseguir que el ciudadano del siglo XXI vea, y sobre todo sienta, lo que su ancestro el homo sapiens ve¨ªa y sent¨ªa cuando, hace unos 30.000 a?os, se vio impelido a retratar su mundo en las paredes de oscuras y h¨²medas cavernas.
Algunos en su equipo lo llaman ¡°mago¡±. Sonriente, Gilles Tosello dice que prefiere considerarse un ¡°artista de las cavernas¡±. De las fuertes pero delicadas manos de este licenciado en artes gr¨¢ficas y doctor en prehistoria franc¨¦s de 64 a?os han salido facs¨ªmiles como el famoso panel de los leones de la cueva de Chauvet, cuyas espectaculares pinturas originales fueron realizadas poco despu¨¦s de la llegada de los homo sapiens al continente europeo, hace unos 36.000 a?os. Su nuevo proyecto es, si cabe, m¨¢s desafiante a¨²n: reproducir, junto a un reducido equipo, las m¨¢s de 500 pinturas y grabados de Cosquer, donde se han establecido al menos dos periodos, hace 33.000 y hace 19.000 a?os.
Tosello lleva ya varios meses reproduciendo bisontes o caballos, como ya hizo en Chauvet. Pero tambi¨¦n se enfrenta ahora al reto de hacer de ¡°copista¡± de representaciones rupestres mucho m¨¢s inusuales, como los ping¨¹inos, focas o hasta medusas que decoran la gruta original de Cosquer, parcialmente sumergida ¡ªla subida del nivel del agua por el cambio clim¨¢tico amenaza su futuro¡ª y de acceso casi imposible, donde tambi¨¦n se han hallado huellas de manos y hasta representaciones de s¨ªmbolos sexuales.
Para Tosello, el momento m¨¢s m¨¢gico de un proceso a veces ¡°fastidioso¡± es cuando el conjunto empieza a ¡°bascular¡± y nace lo que llama la ¡°credibilidad de la roca¡±, en la que las representaciones realizadas sobre un panel de resina se podr¨ªan confundir con las aut¨¦nticas.
Y aunque solo se siente satisfecho cuando, como le sucedi¨® en Chauvet, un visitante le dice que ha logrado transmitir el ¡°alma¡± de la pintura rupestre, asegura que para llegar hasta ah¨ª es importante ¡°dejar de lado la emoci¨®n¡±. ¡°No hay que intentar meterse en la piel del pintor prehist¨®rico, porque si no, gana la imaginaci¨®n. Hay que guardar una cierta distancia para analizarlo todo con m¨¢s raz¨®n que pasi¨®n¡±, advierte este apasionado de la prehistoria que se sinti¨® atra¨ªdo por ¡°el misterio de lo eterno¡± del arte rupestre desde que un profesor le llev¨® a Altamira.
Si el reto de reproducir una cueva prehist¨®rica es ya de por s¨ª enorme, en el caso de Cosquer lo es a¨²n m¨¢s por una raz¨®n: ni Tosello ni ninguno de los muchos responsables de crear la r¨¦plica ¡ªtrabajan en ello otros dos talleres, uno en Par¨ªs y otro en Dordo?a¡ª han puesto jam¨¢s un pie en Cosquer. La gruta, situada en la calanque (cala) de Triperie, cerca de Cassis, al este de Marsella, fue descubierta por casualidad por el buceador profesional Henri Cosquer en 1985, aunque no la declar¨® hasta seis a?os m¨¢s tarde. Su acceso es casi imposible: la entrada est¨¢ a 37 metros de profundidad en el mar y para llegar hasta la cueva hay que atravesar un angosto t¨²nel submarino de 175 metros.
¡°La gran dificultad para reproducir la cueva es que no podemos ir a verla, as¨ª que nos hac¨ªa falta un modelo. Por eso la hemos reconstruido virtualmente¡±, explica Laurent Delbos, jefe de la misi¨®n Cosquer de la sociedad Kl¨¦ber Rossillon, encargada de gestionar la r¨¦plica de Cosquer por mandato del gobierno de la regi¨®n Sur-Provenza-Alpes-Costa Azul, que cofinancia el proyecto de 23 millones de euros. Se calcula que recibir¨¢ hasta medio mill¨®n de visitantes anuales.
Todo el trabajo reposa sobre las 344 fotograf¨ªas con l¨¢ser tomadas por un equipo de especialistas, los ¨²nicos que, desde que comenz¨® el proyecto hace 14 meses, han entrado en la cueva. A partir de estas im¨¢genes de 360 grados se ha reconstruido digitalmente la cueva.
Tambi¨¦n ser¨¢n clave para recomponer la obra final. Porque las dificultades contin¨²an. Al contrario que en Altamira o Lascaux, el edificio que alojar¨¢ la nueva Cosquer, Villa Mediterran¨¦e, un moderno edificio situado a la entrada del puerto viejo de Marsella y dise?ado por el arquitecto italiano Stefano Boeri, no se ha construido en torno a la r¨¦plica, sino que ya exist¨ªa, por lo que ha habido que adaptar la gruta al espacio disponible, y no al rev¨¦s. Y este es menor que la cueva original: ello ha obligado a reducir levemente la escala de la reproducci¨®n ¡ªa 0,96-1 en vez de 1-1¡ª y quitar unos 200 metros cuadrados originales. La ¡°nueva¡± Cosquer tendr¨¢ 1.800 metros cuadrados, cuando la aut¨¦ntica tiene 3.500.
Para que todo encaje sin perder un ¨¢pice de autenticidad, ha habido que dividir virtualmente la gruta original y recomponerla en cinco salas dispuestas de tal manera que encajen en el subsuelo de la Villa Mediterran¨¦e, donde el visitante se desplazar¨¢ sobre unas innovadoras plataformas giratorias por una ruta que simula hasta las partes inundadas de la cueva. Delbos echa mano de un ejemplo gr¨¢fico para simplificar un proceso de complejidad extrema. ¡°Es como si tuvi¨¦ramos que reproducir una casa con habitaci¨®n, sal¨®n y ba?o¡±, explica. ¡°Hemos mantenido la habitaci¨®n, el sal¨®n y el ba?o, pero en vez de poner la habitaci¨®n al lado del sal¨®n, estar¨¢ junto al ba?o, porque la configuraci¨®n del edificio no nos dejaba hacerlo de otra manera¡±. Este apa?o no afectar¨¢, subraya, a la fidelidad de la r¨¦plica. ¡°Hemos mantenido la integridad de cada sala, pasamos de pieza en pieza como se har¨ªa en la gruta original, solo que las piezas no est¨¢n posicionadas las unas respecto de las otras de la misma manera¡±, indica.
Tanto Delbos como Tosello conf¨ªan en que todo encajar¨¢ y el resultado ser¨¢ tanto o m¨¢s espectacular que en Chauvet. ¡°Lo importante no es que sea una r¨¦plica perfecta, sino que cuando estemos dentro de ella, tengamos la impresi¨®n de estar en la cueva aut¨¦ntica¡±, subraya Delbos. ¡°Y que se sientan las mismas emociones¡± como si estuviera bajo el agua en Cosquer, acota Tosello. La prueba de fuego llegar¨¢ con la inauguraci¨®n de Cosquer 2, en junio de 2022.
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