Beppo: artista, vividora y la inglesa m¨¢s flamenca
El legado de la ind¨®mita pintora londinense, con su colecci¨®n de fotograf¨ªas del cante jondo, dos ¡®modiglianis¡¯ y un ¡®picasso¡¯, reposa en C¨®rdoba


Acodada en el mostrador, con una mano agarrando el vaso de vino tinto y con la otra el cigarrillo. Escuchando flamenco en tabernas como Los Gabrieles o Villa Rosa, en Madrid, mientras recordaba, quiz¨¢s, a sus amigos artistas de Montparnasse, sus a?os con un pr¨ªncipe tunecino, o los que comparti¨® con el tocaor Sabas G¨®mez Mar¨ªn. As¨ª se suced¨ªan las noches de Freda Marjorie Clarence Lamb, m¨¢s conocida como Beppo: pintora, vividora, amante del flamenco¡ Esta ¨²ltima querencia la llev¨® a atesorar una colecci¨®n de fotograf¨ªas de cantaores, guitarristas, bailaoras¡ dos de ellas tomadas por su amigo Man Ray. Ese conjunto de 98 im¨¢genes reposa en el Ayuntamiento de C¨®rdoba y el resto de su legado, sus acuarelas de olivos, los dibujos de desnudos de prostitutas cordobesas, cartas, documentos, fotograf¨ªas personales, cuadernos y, sobre todo, un grabado de Picasso, dos dibujos de Modigliani y el caballete que este usaba para pintar al aire libre se encuentran en la localidad cordobesa de Villa del R¨ªo. ?C¨®mo ha llegado all¨ª lo que ten¨ªa en su piso de Madrid la hija del director de la orquesta de Londres?
Beppo naci¨® el 22 de junio de 1899 en la capital inglesa y ¡°ya en el colegio empez¨® a destacar por c¨®mo dibujaba¡±, dice Antonio Lara, comisario de cultura en el Ayuntamiento de Villa del R¨ªo (C¨®rdoba) y amigo de ella los ¨²ltimos 10 a?os de su vida. En ese tiempo fue su acompa?ante, su confidente, el hombre que le hac¨ªa recados¡
La madre de Beppo la apunt¨® a una escuela de arte. ¡°All¨ª, la amante de uno de sus profesores le hablaba de Par¨ªs, pero el padre de Beppo no quer¨ªa pagarle el viaje¡±, a?ade Lara. Entonces, le pidi¨® prestado dinero al director de la escuela y, al cumplir los 21 a?os, se march¨®. En la capital francesa, gracias a sus contactos londinenses, empez¨® a conocer a artistas y descubre una de sus pasiones, el flamenco, por los espect¨¢culos que llevaba el promotor Salomon Hurot.
Con el tiempo, sus amistades del cante jondo le regalan fotos de estudio dedicadas, en blanco y negro, en poses barrocas, en escorzos en los que los artistas parecen haber atrapado el duende. Las instant¨¢neas abarcan desde los a?os treinta hasta comienzos de los setenta y fueron realizadas en estudios de Par¨ªs y Madrid, como los de Camp¨²a o Gyenes. Entre los retratados, uno de sus artistas favoritos, el cantaor Pepe el de la Matrona. Tambi¨¦n, el guitarrista Ni?o Ricardo, el bailaor Vicente Sender (¡°A Beppo, flamenca de los pies a la cabeza¡±), Pepe Pinto... ¡°A la inglesa m¨¢s flamenca del mundo, que chanela el comp¨¢s del arte flamenco a la perfecci¨®n¡±, se?ala otra dedicatoria. Con este material, m¨¢s los sonidos del toque de Sabas G¨®mez Mar¨ªn, el productor musical cordob¨¦s Fernando Vacas prepara un audiolibro para oto?o de 2022, indica Lara.
Beppo coleccion¨® tambi¨¦n amigos en el arte: Peggy Guggenheim, Kiki de Montparnasse, Jules Pascin, que la dibuj¨® desnuda; el fot¨®grafo George Hoyningen-Huene y Thora Dardel-Hamilton, ¡°arist¨®crata sueca, que le da su primer trabajo como dibujante en una revista de moda¡±. ¡°Thora era protectora, junto a su marido, de Modigliani y tambi¨¦n financi¨® a su gran amiga hasta sus ¨²ltimos d¨ªas de vida en Madrid¡±. Por medio de la arist¨®crata, conoce a un pr¨ªncipe tunecino, Abdul Wahab, un guapo acuarelista, descendiente de los ¨²ltimos emires de Almer¨ªa. ¡°Se van a vivir juntos en 1922 y se casan en 1928, pero cuatro a?os despu¨¦s, un viaje a Espa?a los separa¡±. Beppo hab¨ªa conocido en Par¨ªs a G¨®mez Mar¨ªn, ¡°un guitarrista que no era gitano, sino un arist¨®crata¡±, explica Lara. Tras viajar ambos pintores a la Pen¨ªnsula, Beppo se queda en Carmona (Sevilla), enamorada de Sabas, mientras su marido regresa a Par¨ªs. Sin embargo, la pareja rota mantendr¨¢ siempre una buena relaci¨®n.

El car¨¢cter de esta mujer ind¨®mita se puede comprobar en una entrevista que emiti¨® la cadena vasca ETB-2 en 1988, meses antes de que falleciese. Mientras fuma y bebe vino sin parar, declara: ¡°Yo no tengo hora ni para levantarme ni para acostarme. Me acuesto cuando tengo ganas y me levanto cuando quiero¡±. Con una boina roja de terciopelo y su peculiar acento ingl¨¦s, a?ade: ¡°Nunca he vivido una semana igual que otra, he vivido a mi aire¡±. Asimismo, asegura que disfrut¨® del Par¨ªs ¡°de la buena ¨¦poca¡±. ¡°Pero eso de la belle ¨¦poque no s¨¦ qu¨¦ es, nosotros no lo dec¨ªamos, es cosa de periodistas¡±.
Precisamente, este peri¨®dico tambi¨¦n supo de su forma de ser. A ra¨ªz de un reportaje en el que se la inclu¨ªa entre ¡°los ¨²ltimos bohemios¡±, escribi¨® una indignada carta al director en la que afirmaba que el texto estaba lleno ¡°de mentiras¡±. ¡°He contado 16, y hay opiniones insultantes y disparates rozando lo indecente¡±, agreg¨®. Otras delicias de su legado son los cuadernos, con una preciosa letra, en los que apuntaba palabras en espa?ol y recetas, como la de los caracoles (¡°limpiarlos bien, hasta que no suelten espuma¡±).

Cuando estall¨® la Guerra Civil, Beppo fue invitada por las autoridades a irse de Espa?a. ¡°Pensaban que era una esp¨ªa¡±, comenta Lara. Tras el conflicto y con los nazis a las puertas de Par¨ªs, Beppo quiere regresar a Carmona con Sabas y lo consigue gracias a una carta de recomendaci¨®n de un amigo de su familia, Jes¨²s Ravent¨®s, delegado de Falange en Londres, aunque el precio es que se convierta al catolicismo. Cuando vuelve, se topa con la miseria de la posguerra. ¡°Y no le gustaba ese ambiente del flamenco de los se?oritos tratando a los artistas como escoria para sus juergas¡±. Su amistad con el cardenal Pedro Segura, ins¨®lita voz clerical contra el franquismo, le sirve de pasaporte a Madrid a mediados de los cuarenta.
Vive en una pensi¨®n junto al Ateneo y acude al Caf¨¦ Gij¨®n, donde conoce al que ser¨¢ uno de sus grandes amigos, Pedro Bueno, retratista nacido en Villa del R¨ªo, y a Rafael Zabaleta, artista que la anima a pintar olivos, el ¨¢rbol que le hab¨ªa fascinado en Andaluc¨ªa. ¡°Se relaciona con el escritor Eugenio Montes, hombre del r¨¦gimen, que la ayud¨® a entrar en las tertulias y a organizar sus primeras exposiciones¡±. La inaugural fue en Madrid, en 1957, a la que seguir¨¢n otras en la capital y en Barcelona, C¨®rdoba, Londres¡ Su amigo Camilo Jos¨¦ Cela escribi¨® en el cat¨¢logo de una que su pintura beb¨ªa de ¡°tres manantiales de aguas muy claras: Par¨ªs y sus amigos, su circunstancia personal y el ritmo de la naturaleza, que no se cansa de mirar¡±.
La apasionante vida de este esp¨ªritu libre se amansa: pinta, da clases de ingl¨¦s a altos ejecutivos, acude a las tertulias, a los toros y, sobre todo, apura las noches del Madrid canalla, que nunca se sabe cu¨¢ndo acaban. Lo hace a veces en compa?¨ªa de banderilleros y flamencos, y otras con sus numerosos amigos gais. En el Caf¨¦ Gij¨®n ¡°estaba de guardia¡±, comentaba uno de sus conocidos. Sentada junto a uno de los ventanales, escrib¨ªa sus cartas y, a veces, dibujaba. Tambi¨¦n ten¨ªa detractores en una ¨¦poca en que la mujer deb¨ªa estar en casa, seg¨²n los c¨¢nones de aquella sociedad. ¡°Les molestaba que una mujer estuviera all¨ª fumando, bebiendo y hablando con hombres¡±.

En 1961 recibe la noticia de que Abdul, deprimido, se ha suicidado. Gracias a Thora Dardel va a Par¨ªs para heredar obras y objetos de su exmarido, entre otras joyas, tres modiglianis (uno lo vende) y el picasso, ¡°perteneciente a la colecci¨®n de la Metamorfosis de Ovidio¡±.
Lara la conoci¨® en 1979. ¡°Ella ven¨ªa a mi pueblo con Pedro Bueno y, claro, llamaba la atenci¨®n. Cuando yo me fui a Madrid a vivir, dio la casualidad de que mi pensi¨®n estaba al lado de su piso. Un d¨ªa la vi por la calle, me present¨¦ y empezamos a quedar, hasta el punto de vernos a diario¡±. Lara recuerda, ri¨¦ndose, el col¨¦rico temperamento que gastaba a veces: ¡°Si llegabas tarde le sentaba muy mal. Una vez, un se?or con el que hab¨ªa quedado en un restaurante se retras¨®. ?l llevaba un ramo de flores y cuando se lo fue a dar ella lo tir¨® y le dio a una se?ora en la cabeza¡±.
A comienzos de 1989, Beppo enferma. Los amigos que la cuidaban la convencieron de que recibiese en el hospital a un notario para hacer testamento, pero en el ¨²ltimo momento se ech¨® atr¨¢s. ¡°Dijo que la semana siguiente, en su casa, ordenar¨ªa sus papeles¡±. Pero esa misma noche, el 5 de febrero de 1989, muri¨® a los 89 a?os. Solo hab¨ªa dejado unas ¨²ltimas voluntades ol¨®grafas, garabateadas en 1984: ¡°No funeral, no religious ceremony¡±. Lara destaca que Beppo hab¨ªa manifestado que cuando falleciese todo fuese a Villa del R¨ªo, excepto las fotos de flamenco.
Durante a?os, el legado lo guard¨® el depositario que designaron sus amigos por mediaci¨®n de Pedro Bueno, fallecido en 1993, hasta que en 2004 se pudo hacer cargo el Ayuntamiento de Villa del R¨ªo. En 2012 se produjo un documental, del que fue guionista Lara, en el que se contaban las vidas de Beppo y Abdul. Hoy, la Casa de las Cadenas, en esta localidad, es el espacio muse¨ªstico que expone unas 40 piezas de las casi 130 que atesora. En su mayor¨ªa acuarelas, y algunas litograf¨ªas, todas de olivos, como el magn¨ªfico ejemplar de una finca de Chiclana de Segura (Ja¨¦n) donde se esparcieron sus cenizas cuando falleci¨®.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
