La batalla pol¨ªtica por la protecci¨®n del catal¨¢n en la ley audiovisual relega las reivindicaciones del sector
Los productores aseguran que el cine en lenguas minoritarias es imposible de financiar con los apoyos p¨²blicos actuales y piden al Gobierno que no ceda a las presiones de las plataformas
Los productores espa?oles asisten sorprendidos ante el ¨²ltimo giro de guion de la futura Ley General de Comunicaci¨®n Audiovisual, que traspondr¨¢ la directiva europea sobre la materia y que ten¨ªa que haber estado lista el 19 de septiembre de 2020, cuando venc¨ªa el plazo impuesto por la Uni¨®n Europea. El retraso ha hecho que, de repente, la tramitaci¨®n de la norma haya entrado en las negociaciones del Gobierno de S¨¢nchez para sacar adelante sus Presupuestos Generales, pero en la mesa pol¨ªtica no est¨¢ justamente el embrollo que tiene con los nervios a flor de piel a toda la industria del audiovisual, que es saber qui¨¦n recibir¨¢ el dinero que por ley deban invertir las plataformas en Espa?a, sino un nuevo nudo gordiano: el porcentaje de esa inversi¨®n que se realizar¨¢ en lenguas cooficiales distintas al castellano. ERC ha anunciado que no apoyar¨¢ los Presupuestos si el Gobierno no protege el catal¨¢n en el audiovisual. Y el plazo de negociaci¨®n acaba este viernes.
La directiva europea del audiovisual tiene, en su esp¨ªritu, la misi¨®n de proteger cine y series locales ante la expansi¨®n de grandes plataformas como Netflix, HBO o Disney+. Entre otras medidas, la ley prev¨¦ que los cat¨¢logos de estas plataformas incluyan ¡°al menos un 30% de obra europea¡±. El borrador de la norma espa?ola establece que la mitad de ese 30% fuera destinado a obras en castellano u otras lenguas cooficiales, e impon¨ªa a las plataformas que invirtieran un 5% de sus ingresos generados en Espa?a en la producci¨®n de filmes y series del pa¨ªs, algo que ya cumplen desde hace a?os las televisiones privadas. Los productores de cine estaban peleando por que esa obligaci¨®n se realizara a trav¨¦s de empresas independientes, que no formaran parte de los conglomerados audiovisuales, pero este debate ha quedado relegado por la pugna pol¨ªtica a cuenta del idioma: ERC exige que se establezca que un porcentaje de los contenidos en estas plataformas deben estar en catal¨¢n, gallego o euskera. Fuentes de la presidencia de la Generalitat aseguraban anoche que se segu¨ªa negociando ¡°aunque no se ha cerrado el porcentaje¡±. Y a?aden: ¡°El Gobierno de S¨¢nchez ha hecho peque?os gestos, pero est¨¢ lejos de lo que pedimos¡±. Desde la Generalitat insisten: ¡°No hay que olvidar que no se puede poner al resto de las lenguas cooficiales en el mismo plan de igualdad que el castellano, porque en una l¨®gica de mercado el catal¨¢n siempre perder¨¢. Nuestra preocupaci¨®n va m¨¢s all¨¢ de las cuotas, y de los porcentajes que, con todo, son importantes¡±.
La futura Ley de Comunicaci¨®n Audiovisual depende del Ministerio de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital, liderado por la vicepresidenta Nadia Calvi?o. Fuentes de ese ministerio aseguran que la norma pasar¨¢ por el Consejo de Ministros antes de que acabe el a?o (despu¨¦s llegar¨¢ su tr¨¢mite parlamentario), y explican por correo electr¨®nico: ¡°El Gobierno da importancia a todas las lenguas cooficiales del Estado. Esto quiere decir que nos importa y queremos el catal¨¢n, pero tambi¨¦n el euskera, el gallego y el castellano, que es la lengua que nos une y que nos permite tener un papel tan potente en la producci¨®n audiovisual a nivel mundial¡±. Desde las dos obligadas audiencias p¨²blicas del anteproyecto, necesarias para recibir las alegaciones, ninguno de los consultados por EL PA?S ha vuelto a ver el articulado.
A los productores, a la industria nacional independiente, el Gobierno no nos ha hecho ni caso¡±Mar¨ªa Luisa Guti¨¦rrez, presidenta de Aecine
La productora Mar¨ªa Luisa Guti¨¦rrez ha sido la voz del sector en esta negociaci¨®n, como presidenta de Aecine, la Asociaci¨®n Estatal de Cine, que agrupa a las grandes productoras cinematogr¨¢ficas. ¡°Sobre este debate del idioma, Aecine no se ha posicionado. Pertenecemos a la Plataforma Audiovisual de Productoras Independientes, donde tambi¨¦n est¨¢n los productores catalanes asociados en Proa, y apoyamos sus alegaciones¡±. Pero Guti¨¦rrez subraya: ¡°Esta no es una lucha que est¨¦n teniendo ahora los productores¡±. Entonces, ?en qu¨¦ batalla est¨¢n? ¡°En tres aspectos: la definici¨®n de productor independiente; en que la obligaci¨®n de ese 5% ¡ªdamos por perdido igualarnos al 17% de Francia o incluso a Italia, que maneja parecido porcentaje¡ª sea ¨ªntegramente para productoras independientes ¡ªen el anteproyecto se dice que ser¨¢ un 70%¡ª y no que sean de las mismas plataformas, y en c¨®mo se definen los ingresos de TVE, que tambi¨¦n ser¨¢n regulados en esta norma¡±.
Pero la lengua importa. Jordi Oliva, presidente de Proa, asegura que quien puede producir en catal¨¢n son las productoras independientes: ¡°Las empresas m¨¢s grandes tienen que rendir cuentas ante unos consejos de administraci¨®n que est¨¢n fuera de Espa?a y a los que una producci¨®n en una lengua minoritaria, como puede ser el catal¨¢n, puede no ser rentable econ¨®micamente como lo ser¨ªa otra obra audiovisual en otra lengua, por mucho que tenga un gran valor cultural. El hecho de que Netflix haya venido a producir aqu¨ª y no a otro pa¨ªs es porque hay talento, buenos artistas, buenos t¨¦cnicos, buenos guionistas, buenos actores¡ porque lo hemos cultivado los productores independientes a lo largo de los a?os¡±. Oliva explica: ¡°Estamos produciendo menos en catal¨¢n porque TV3, que era el motor de estas producciones en catal¨¢n, ya no las puede pagar¡±. Y, por ello, defienden, ¡°un modelo de elecci¨®n libre por parte del productor y del consumidor. Debemos tener la libertad de escoger cu¨¢l es la lengua mejor para nuestra obra. Y para hacer esto has de conseguir blindar unas cuotas, garantizar una financiaci¨®n digna¡ Despu¨¦s la gente escoger¨¢ en qu¨¦ idioma quiere consumir¡±, sostiene Oliva.
Debemos tener la libertad de escoger cu¨¢l es la lengua mejor para nuestra obra. Y para hacer esto hemos de conseguir blindar unas cuotas, garantizar una financiaci¨®n digna¡±Jordi Oliva, presidente de Proa, la federaci¨®n de productores catalanes
Seg¨²n el informe sobre Netflix en 2019 de la Plataforma per la Llengua, en el cat¨¢logo de la compa?¨ªa hab¨ªa 326 pel¨ªculas que contaban con una versi¨®n doblada o subtitulada en catal¨¢n con dinero p¨²blico que no se ofrec¨ªan en la plataforma. ¡°Las nuevas generaciones ya est¨¢n acostumbradas a leer subt¨ªtulos: ven cine, ven Netflix¡ en versi¨®n original con subt¨ªtulos. Si es rentable o no es una cuesti¨®n menos demostrable. Lo que pasa es que si no te arriesgas a hacerlo no lo sabr¨¢s nunca. Merl¨ª se hizo en catal¨¢n y se subtitul¨®, igual que Polseres vermelles¡±, dice Oliva.
Sin cuotas, no habr¨¢ cine de calidad
En ello coincide con Judith Colell, presidenta de la Acad¨¨mia del Cinema Catal¨¤. ¡°Si no hacemos cuotas, se perder¨¢ la diversidad cultural. La nueva Generalitat ha cambiado de criterio con respecto a pasados gobiernos, y ha apostado por el audiovisual. Hemos perdido m¨²sculo industrial, se notar¨¢ en nuestros premios Gaud¨ª¡±. La cantidad de pel¨ªculas que aspiran a los Gaud¨ª ha ido reduci¨¦ndose en los ¨²ltimos a?os. Si en 2016 se presentaron 12 en catal¨¢n (tambi¨¦n se premian pel¨ªculas catalanas en espa?ol), en esta edici¨®n solo habr¨¢ cinco. Entre las aspirantes est¨¢n Sis dies corrents, de Neus Ball¨²s, y El ventre del mar, de Agust¨ª Villaronga. Tambi¨¦n ha ca¨ªdo en picado el porcentaje de espectadores que elige ver cine en catal¨¢n en salas. Entre 2013 y 2018, la media de espectadores en catal¨¢n supuso el 2,57% del total y en 2018 cay¨® al 2,13%, seg¨²n un estudio, promovido por la Acad¨¨mia del Cinema Catal¨¤, del investigador Francesc Vilallonga. Para Colell hay varios motivos: ¡°Ya no se produce como hace una d¨¦cada. No se estrenan tampoco dobladas, se pierde el h¨¢bito... Y creo que nos falta seducir al p¨²blico espa?ol para que vea cine patrio, y nos falta m¨¢s chovinismo¡±. Otro estudio apunt¨® recientemente al descenso del uso del catal¨¢n entre la poblaci¨®n m¨¢s joven, en una comunidad aut¨®noma casi completamente biling¨¹e: ¡°Antes los ni?os ve¨ªan m¨¢s TV3, ahora se han pasado a las plataformas, y se pierde el idioma¡±. Oliva tambi¨¦n lo recuerda: ¡°El consumo infantil es imprescindible para el futuro¡±.
S¨ª hay una gran plataforma con contenidos en catal¨¢n es Filmin. Jaume Ripoll, su director editorial, confirma que el 18% de su contenido est¨¢ disponible subtitulado, doblado o rodado directamente en catal¨¢n. ¡°Filmin.cat naci¨® en 2017, y sigue porque creemos en ello, no por apoyo p¨²blico, que es exiguo, como mucho paga el 5% de los gastos¡±, explica. ¡°Notamos un incremento del consumo de series subtituladas en catal¨¢n¡±. Sobre la disputa pol¨ªtica explica: ¡°Es m¨¢s prioritario seducir al p¨²blico¡±. Y ante las pocas pel¨ªculas actuales en catal¨¢n apunta: ¡°En TV3 las audiencias del cine de Hollywood doblado en catal¨¢n son buenas. Mi percepci¨®n es que nos falta m¨¢s cine extranjero subtitulado en catal¨¢n, que ayudar¨ªa al p¨²blico juvenil¡±.
Tono Folguera es uno de los veteranos de la producci¨®n catalana, especializado en documentales y en cine de autor como J¨²lia ist; Bucarest, la memoria perdida; 10.000 km y, ahora en cartel, Mediterr¨¢neo, la historia de la creaci¨®n de la ONG Proactiva Open Arms. ¡°Me sorprende que la gente a¨²n no entienda que el catal¨¢n es tan espa?ol como el castellano e igual de defendible¡±, cuenta. ¡°Hoy, el cine en catal¨¢n es imposible de financiar. Mediterr¨¢neo tendr¨ªa que haber sido biling¨¹e. TV3 est¨¢ arruinada y la Generalitat no puede tirar sola. Alguien en su d¨ªa decidi¨® en las instituciones que el audiovisual catal¨¢n no era importante. Si ¨ªbamos a hacer una revoluci¨®n, en cualquier manual se explica que los medios de comunicaci¨®n tienen que ser tuyos y bien fuertes... pues los anteriores Gobiernos se cargaron la televisi¨®n p¨²blica catalana. Para que no haya dudas: TV3 ha puesto el 2% de Mediterr¨¢neo. ?C¨®mo lidero yo una pel¨ªcula en catal¨¢n con ese 2%? Lo mismo pasa con el castellano. Si dejas el cine en manos del mercado, no habr¨¢ tampoco en espa?ol¡±. Adem¨¢s de recordar que el cine de Hollywood es el m¨¢s subvencionado del mundo, gracias a sus enormes exenciones fiscales, advierte: ¡°No estoy en contra de las plataformas y su producto. Hay que hacerlo, crea puestos de trabajo, el p¨²blico lo demanda. Pero las pel¨ªculas espa?olas que tanto gustan cuando se ven en el festival de San Sebasti¨¢n no se har¨¢n. No habr¨¢ El buen patr¨®n, Maixabel, Madres paralelas... ?Alguien se cree que si se deja el mercado sin regular las plataformas har¨¢n Maixabel?¡±.
Hoy, el cine en catal¨¢n es imposible de financiar¡±Tono Folguera, productor
?Y qui¨¦n podr¨ªa hacer ese audiovisual de calidad? ¡°Solo los productores independientes¡±, subraya Oliva. Por productores independientes se refiere ¡°a todas aquellas empresas que por un lado no dependan directa o indirectamente de un prestador de servicios, o sea, de una televisi¨®n, ya sea nacional o de fuera, y que la mayor¨ªa de su capital social est¨¦ radicado en este pa¨ªs¡±. De ah¨ª la necesidad de m¨²sculo industrial, confirma Mar¨ªa Luisa Guti¨¦rrez. ¡°No se ha hecho caso a ninguna de nuestras alegaciones entre la primera audiencia p¨²blica y la segunda. Nos sentimos maltratados. Es que hablamos ya de cantidades irrisorias, muy alejados de los pa¨ªses de nuestro entorno. Hay un doble discurso: se les llena la boca con el Hub audiovisual, y lo estrat¨¦gico que es, y no hablan de la producci¨®n de este pa¨ªs¡±. Desde el ministerio de Nadia Calvi?o aseguran: ¡°Queremos potenciar la industria audiovisual para atraer la inversi¨®n de las grandes plataformas internacionales y, sobre todo, impulsar la producci¨®n. Por eso, en marzo pasado presentamos el plan Espa?a, Hub Audiovisual, que movilizar¨¢ 1.603 millones de euros hasta 2025¡å. Guti¨¦rrez responde: ¡°A nadie de la producci¨®n independiente le pidieron consejo sobre el Hub. Claro que queremos que Espa?a sea un plat¨® internacional, y que se creen puestos de trabajo, pero a los productores, a la industria nacional independiente, desde el Gobierno no nos han hecho ni caso¡±. Guti¨¦rrez insiste que se est¨¢n reuniendo con todos los representantes pol¨ªticos para aclarar el futuro: ¡°Que entiendan lo que estamos pidiendo, que hablamos solo de ese 5%, que las plataformas hagan lo que quieran con el 95% restante de, recordemos, sus ingresos en Espa?a¡±.
Y ah¨ª queda otra posible emboscada. En septiembre Santiago de Bernardo, responsable de la gu¨ªa La Pantalla Digital, denunci¨® que la mayor¨ªa de las obligaciones solo corresponder¨¢ a las empresas nacionales, como Filmin o Movistar +, porque en el art¨ªculo 3 del ¨²ltimo anteproyecto que se dio a conocer se le¨ªa: ¡°El servicio de comunicaci¨®n audiovisual est¨¢ sujeto a lo dispuesto en esta ley siempre que el prestador [...] se encuentre establecido en Espa?a¡±. Incluso si el Gobierno aceptara las reivindicaciones catalanas, no afectar¨ªan a Netflix (cuya sede fiscal europea se halla en Pa¨ªses Bajos) o Disney + (Luxemburgo).
En lo que s¨ª coinciden todos los entrevistados es que las historias deber¨ªan rodarse en el idioma en que transcurran. Oliva apunta: ¡°Si me vienen con una idea de un thriller en la Garrotxa, tiene m¨¢s credibilidad si el campesino habla en catal¨¢n. El original lo haces en la lengua propia de la historia. Nadie se plantea si Otra ronda es en dan¨¦s¡±.
Babelia
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