Todos quieren el manga
Los grandes grupos editoriales se disputan un mercado que suma cada vez m¨¢s lectores, ha duplicado su recaudaci¨®n en el ¨²ltimo a?o y ya supone la mitad de los c¨®mics que se venden en Espa?a
El doctor observa la radiograf¨ªa. Y emite su veredicto: el joven Izuku no tiene ning¨²n don. En una sociedad donde el 80% de ciudadanos luce alg¨²n poder especial, ¨¦l naci¨® normalito. Tan solo adolescente, y ya le condenan a la irrelevancia. El chico, sin embargo, tiene otros planes. Ha decidido que va a ser un h¨¦roe. Y no uno cualquiera: el mejor. Para muchos lectores, de hecho, se ha vuelto un ¨ªdolo: el a?o pasado My Hero Academia (Planeta), de K¨hei Horikoshi, fue la serie m¨¢s vendida del mercado de manga, seg¨²n datos del sector a los que accedi¨® EL PA?S. Y uno de los empujes del triunfo del c¨®mic japon¨¦s en Espa?a: tras a?os de crecimiento, ya supone la mitad de las ventas de tebeos a nivel nacional, como confirman adem¨¢s dos editores.
Los indicios del auge, en realidad, est¨¢n por todos lados. Y en medio mundo, de Francia a Italia, pasando por Alemania y EE UU. En Espa?a basta con ver los n¨²meros, como los ingresos generados por el manga m¨¢s que duplicados entre 2020 y 2021, seg¨²n el informe confidencial de la consultora Gfk al que accedi¨® este diario: ya se venden entre cuatro y cinco millones de ejemplares al a?o, con una facturaci¨®n que pas¨® de unos 13 a 31,887 millones de euros. Y subiendo. De ah¨ª que Haikyu!! (Planeta), de Haruichi Furudate, o Tokyo Revengers (Norma), de Ken Wakui, hayan llegado al podio de la lista de los libros m¨¢s vendidos ¡ªen general, no solo c¨®mics¡ª que publica habitualmente la Confederaci¨®n Espa?ola de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal).
Otra prueba est¨¢ en la respuesta id¨¦ntica que ofrecen cinco editores: todos han vendido y publicado m¨¢s mangas ¨²ltimamente. Tanto que ya suponen una cuarta parte de los 3.780 tebeos editados en Espa?a en 2021, seg¨²n el recuento de la especializada Gu¨ªa del C¨®mic: de media, pues, se lanzan casi tres mangas al d¨ªa. Pero tal vez la demostraci¨®n m¨¢s s¨®lida es el desembarco de un coloso como Penguin Random House, que acaba de lanzar el sello Distrito Manga. Su responsable, Catalina Mej¨ªa, cuenta que la decisi¨®n sigue a un largo estudio del sector y que intentar¨¢n mezclar ¡°gran impacto comercial y calidad¡±, as¨ª como distintas demograf¨ªas, aunque a partir de los 12 a?os. El mercado, que hoy domina Planeta, seguida por Norma e Ivrea, se parece cada vez m¨¢s a otra c¨¦lebre serie de manga: Ataque a los titanes, de Hajime Isayama.
La llegada de nuevos actores al mercado, en el cine, condujo en 2016 a peleas millonarias: plataformas como Netflix y Amazon empezaron a disputarles los filmes m¨¢s prometedores de Sundance u otros festivales a los estudios tradicionales, a golpes de talonario. Desde entonces, se ha disparado la producci¨®n, aunque tambi¨¦n las alarmas por una burbuja del streaming. En el manga, de momento, no se han desatado subastas entre los grandes grupos, seg¨²n uno de los principales editores. Y, en todo caso, las cifras nunca tocar¨ªan las de la industria f¨ªlmica. Al parecer, el mercado japon¨¦s, del que procede casi todo el manga que se publica en Espa?a, valora m¨¢s la confianza que la cartera.
Quiz¨¢s se mantenga as¨ª. O tal vez sea solo cuesti¨®n de tiempo hasta que los intereses choquen. ¡°Est¨¢ claro que tenemos intenci¨®n de publicar los contenidos m¨¢s exitosos y relevantes¡±, reconoce Mej¨ªa. De hecho, sus primeras licencias, como Complex Age, de Yui Sakuma, o Joy, de Etsuko, salen del mismo sello japon¨¦s, Kodansha, que edita el superventas Tokio Revengers, actualmente en Espa?a propiedad de Norma. Y si los gigantes se temen entre ellos, su eventual guerra da m¨¢s miedo a competidores menos poderosos. ¡°La incre¨ªble oferta aplasta a publicaciones y autores peque?os¡±, alerta Kenny Ruiz, uno de los m¨¢s c¨¦lebres mangaka (dibujante de manga) espa?oles, y entre los pocos extranjeros selectos que trabajan para el herm¨¦tico mercado japon¨¦s (con la serie de tebeos Team Phoenix). Sobre ello, precisamente, habl¨® la pasada Noche de los Libros en una charla titulada De Jap¨®n a Madrid y viceversa.
Otros insisten en que hay sitio para todos los sellos. De Milky Way a Gallo Nero, de ECC a Panini, pasando por Kitsune o Satori. Y repiten que, aunque se toque techo en alg¨²n momento, el mercado est¨¢ consolidado. ¡°Es una tendencia de fondo, no ha explotado de golpe. Llevaba tiempo creciendo de forma sostenida¡±, afirma Andreu Gim¨¦nez, director de Planeta C¨®mic. La opini¨®n es compartida, igual que las causas del reciente pelotazo: los a?os de pandemia han disparado la lectura de c¨®mics en general y de manga en particular, seg¨²n todas las fuentes consultadas. Y, adem¨¢s, el tebeo japon¨¦s ha encontrado nuevos seguidores. ¡°El estereotipo del adolescente es falso. De hecho, no existe lo que podr¨ªamos llamar ¡®el lector manga¡±, apunta Alejandro Mart¨ªnez, editor de Panini.
Lo cierto es que el chico joven sigue siendo el perfil mayoritario, pero ya no exclusivo. Ante todo, porque se ha sumado la otra mitad del planeta: las mujeres suponen el 44% de los lectores, con un aumento de nueve puntos frente a 2019, seg¨²n un estudio de la Fnac. Tambi¨¦n contribuyen los coronaotakus, ni?os que a ra¨ªz de los animes [series de animaci¨®n de estilo japon¨¦s] han descubiertos los mangas en los que est¨¢n basadas. El c¨®mic japon¨¦s ocupa conversaciones en los colegios, donde se llegan a intercambiar ¨¢lbumes como los viejos cromos, y fue el m¨¢s prestado por el circuito de Bibliotecas de Barcelona en 2021. Las adaptaciones cada vez m¨¢s frecuentes a videojuegos o animes tambi¨¦n disparan visibilidad y resultados. ¡°Ayuda mucho, hace que una serie de tebeos sea m¨¢s relevante. Puede ser que se venda sin pena ni gloria y experimente un repunte tras llegar al formato audiovisual¡±, explica David Hernando, director editorial del departamento de c¨®mics de Planeta.
?Els manga segueixen sent els c¨°mics m¨¦s prestats i per segon any encap?ala la llista:
— BibliotequesBCN (@BibliotequesBCN) January 26, 2022
? 'My hero academia', de Kohei Horishi. pic.twitter.com/RzHkogcB3k
Y, adem¨¢s, est¨¢n los adultos. ¡°La inmensa mayor¨ªa de los adolescentes que a principios de los 2000 le¨ªamos manga ahora seguimos, y muchos tenemos ni?os a los que se los compramos¡±, lo resume Carlota Lloret, editora adjunta de manga en ECC Ediciones. Bola de drag¨®n, Los Caballeros del Zodiaco, Naruto, Sailor Moon o One Piece abrieron hace tres d¨¦cadas un sendero que hoy se ha vuelto autopista directa entre Jap¨®n y Espa?a. Y todav¨ªa, en realidad, contribuyen al tr¨¢fico: un 75% del mercado se debe a los fondos, estima un editor. Ah¨ª est¨¢n las obras de mitos como Rumiko Takahashi u Osamu Tezuka, conocidos respectivamente como la reina y el dios del manga. En datos de Fnac, ahora el 40% del p¨²blico tiene entre 35 y 50 a?os. Porque el manga tambi¨¦n incluye libros tan duros como Uzumaki, de Junji Ito, Mundo perdido, de Yoshihiro Tatsumi, o El hombre sin talento, de Yoshiharu Tsuge. El lector con m¨¢s de medio siglo de vida, eso s¨ª, sigue resultando residual.
¡°Es una evoluci¨®n muy distinta a la de los c¨®mics de superh¨¦roes, que ya no son para ni?os sino para los adultos que los leyeron de j¨®venes. Y con tantas referencias cruzadas entre historias es muy complejo entrar. En el manga, el lector sabe lo que compra, y es dif¨ªcil que se pierda. Un libro destinado a chicos de 12 a?os se esfuerza para que su c¨®digo sea acorde a esa edad¡±, subraya Ruiz. Lo sabe tambi¨¦n por su trabajo para Jap¨®n: da fe de un ritmo m¨¢s exigente y un mayor control del editor respecto a otros mercados. Pese a ¡°muchas correcciones y cambios¡±, el dibujante dice que siente libertad para contar la historia que quiera y que los apuntes, que considera casi siempre ¨²tiles, se centran en que ¡°el tono se mantenga respecto al compromiso que tienen con el lector¡±.
Porque, aunque se dirige a todos, el c¨®mic japon¨¦s quiere hablar una lengua distinta para cada seguidor: la suya propia. ¡°En Jap¨®n se dice que hay un manga por cada lector¡±, apunta Mej¨ªa. Alg¨²n d¨ªa, quiz¨¢s. Pero lo que s¨ª existe es un sinf¨ªn de categor¨ªas espec¨ªficas: el shonen, el producto m¨¢s vendido, est¨¢ dirigido a chicos adolescentes. ¡°Se trata de obras centradas en el tema de madurar. La diferencia respecto a la narraci¨®n habitual en Europa es que el argumento est¨¢ supeditado a las emociones. Sigues a un personaje evolucionando cada mes, persiguiendo sus sentimientos con m¨¢s claridad. La complejidad, los giros, no son necesarios, el espectador se engancha porque ama a los personajes y quiere ir con ellos vayan adonde vayan¡±, aclara Ruiz.
Pero luego est¨¢ el sh¨jo, que habla a las ni?as adolescentes; el seinen se dirige a hombres m¨¢s adultos, y el josei a las mujeres, mientras que el kodomo busca a los m¨¢s peque?os. Aunque los objetivos pueden ser a¨²n m¨¢s detallados: se conocen como boys love, por ejemplo, los c¨®mics sobre relaciones homosexuales que gustan mucho tambi¨¦n entre las lectoras. El g¨¦nero yuri, en cambio, se centra en dos chicas y sus sentimientos. Tal vez lo ¨²nico com¨²n a todos sea el formato: habitualmente peque?o y en blanco y negro.
¡°Ya no es sin¨®nimo de adolescentes que buscan exclusivamente sexo o violencia, el p¨²blico sabe que es un medio adecuado para tratar todo tipo de tem¨¢tica¡±, aclara Anabel Espada, editora de manga en Norma. ¡°El estereotipo es rid¨ªculo. Si alguien piensa que m¨¢s de 3.000 t¨ªtulos al mes en Jap¨®n son todos del mismo tipo es que no sabe sumar¡±, se indigna Ruiz. El c¨®mic japon¨¦s muy sexualizado, de hecho, ocupa su propia categor¨ªa: hentai. Aunque en Espa?a apenas tiene presencia. Igual que siguen existiendo obras muy violentas. Dentro, sin embargo, de un oc¨¦ano de propuestas.
Lo que menos ha variado, eso s¨ª, es el origen. Pr¨¢cticamente todo procede de Jap¨®n. Primero, de historias breves que se editan por entregas en revistas. Las que tienen m¨¢s tir¨®n contin¨²an, y terminan convertidas en libros. Y, luego, en ¨¦xitos internacionales. Fuera del pa¨ªs nip¨®n, sin embargo, se cuece algo cada vez m¨¢s importante. La editora de Norma da fe del crecimiento del manhwa (c¨®mic de origen coreano). La serie francesa Radiant ha arrasado en papel y ahora tambi¨¦n en las pantallas, igual que Heartstopper, de la estadounidense Alice Oseman. Y ah¨ª est¨¢ cada dos meses Planeta Manga, con cientos de p¨¢ginas creadas por artistas nacionales como Ana Oncina o Luis Montes. El ¨¦xito de ventas ha dado confianza al grupo para lanzar la revista tambi¨¦n en Sudam¨¦rica. Andreu Gim¨¦nez, director de Planeta C¨®mic, lo explica as¨ª: ¡°Al fan le importa poco que el autor sea espa?ol, chileno o japon¨¦s, si la est¨¦tica y la trama le convencen¡±. Se trata de dibujar y narrar bien. Al fin y al cabo, la propia palabra lo deja claro. Por una vez, no es nada espec¨ªfico: manga, en japon¨¦s, significa historieta.
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