Del confesionario al selfi: c¨®mo el narcisismo nos convirti¨® en mercanc¨ªa
El ¨²ltimo libro del austr¨ªaco Valentin Groebner explora el exhibicionismo digital y prueba que el nacionalismo, el totalitarismo y la popularidad de los relatos conspirativos son manifestaciones del narcisismo dominante de nuestra ¨¦poca
No podemos saber en qu¨¦ estaban pensando las ya m¨¢s de 379 personas que, de acuerdo con un estudio de la Fundaci¨®n iO, han muerto desde 2008 tratando de hacerse un selfi, pero es evidente que, como sostiene el historiador austr¨ªaco Valentin Groebner en su ¨²ltimo libro, ¡°en el siglo XXI, hablar de uno mismo en p¨²blico no solo es un signo de apertura, sino que es indispensable para el ¨¦xito privado y profesional¡±. La necesidad de hacerlo ¡ªnos recordaron recientemente los l¨ªderes de la OTAN en su visita al Museo del Prado¡ª no es ajena ni siquiera a quienes detentan el poder; y sin embargo, como suele suceder, el precio que estos pagan por la puesta en escena de s¨ª mismos no es el mismo que asumen otros: seg¨²n el mismo estudio, el Taj Mahal y las cataratas del Ni¨¢gara est¨¢n entre los sitios m¨¢s peligrosos del mundo para hacerse una autofoto, la edad media de las v¨ªctimas de selfi es 24 a?os, los hombres ¡ª58%¡ª son m¨¢s proclives a morir fotografi¨¢ndose que las mujeres, las causas de muerte m¨¢s frecuentes son las ca¨ªdas, los accidentes en medios de transporte y el ahogamiento.
Los Premios Darwin, creados por un pu?ado de bromistas en 1994 para celebrar a ¡°aquellos que mejoran nuestro acervo gen¨¦tico elimin¨¢ndose de ¨¦l de la forma m¨¢s espectacular posible¡±, distinguieron por primera vez en 2014 a dos personas muertas por hacerse un selfi: el elefante salvaje al que se acercaron en Kenia para fotografiarse toc¨¢ndole el rostro los pisote¨® hasta que murieron.
Groebner nos recuerda en Bin ich das? Eine kurze Geschichte der Selbstauskunft (?Eso soy yo? Una breve historia de c¨®mo proporcionamos informaci¨®n sobre nosotros mismos), sin traducci¨®n al espa?ol todav¨ªa, que en 1215 el cuarto Concilio de Letr¨¢n estableci¨® que todo cristiano estaba obligado a confesarse con un sacerdote una vez al a?o y a comunicarle todas sus transgresiones y pecados. Pese a ello, los confesionarios solo comenzaron a verse en las iglesias aproximadamente tres siglos m¨¢s tarde; para entonces, la pr¨¢ctica de la confesi¨®n ¡ªque en el marco de la pol¨ªtica revolucionaria se convertir¨ªa en ¡°autocr¨ªtica¡±, a la que Rosa Luxemburgo llam¨® ¡°el aire y la luz de la vida del movimiento proletario¡±¡ª ya se hab¨ªa extendido y Michel de Montaigne hab¨ªa normalizado la pr¨¢ctica de hablar literariamente de uno mismo en sus Ensayos. A ese libro y a la escritura de diarios ¨ªntimos, especialmente popular entre los protestantes ¡ªque escrib¨ªan para Dios, pero no para sus familiares, como demuestran los diarios de Samuel Pepys y Georg Christoph Lichtenberg, en los que los nombres de las prostitutas y las amantes, las comilonas y las visitas al teatro, todos pecados, aparecen en clave¡ª, les debemos la literatura autobiogr¨¢fica de los ¨²ltimos tres siglos, pero tambi¨¦n ¡ªcomo sostiene el soci¨®logo alem¨¢n Andreas Reckwitz¡ª la idea de que la vida personal no solo debe ser vivida, sino tambi¨¦n representada para los dem¨¢s.
En un momento en que los puestos de trabajo permanentes se han vuelto inalcanzables, hacer p¨²blica la intimidad de manera viral parece ser la ¨²nica protecci¨®n contra la inseguridadValentin Groebner, historiador
Se trata de una idea central para la sensibilidad rom¨¢ntica, para la figura del dandi ¡ªde la que Julian Barnes escribi¨® espl¨¦ndidamente en El hombre de la bata roja¡ª, la de la estrella de rock, el playboy, la groupie y el punk ¡ªhay libro de Luis de Le¨®n Barga sobre el tema publicado el a?o pasado, Narcisistas contempor¨¢neos¡ª, el bloguero y el usuario de plataformas como Twitter, Instagram y Facebook; seg¨²n la empresa de monitoreo digital Kepios, para abril de este a?o el 58,7% de los habitantes del planeta ya utilizaba alguna red social. ¡°En mi cuenta de usuario puedo ser por fin yo mismo... siempre que acepte ciertas reglas y condiciones de uso, obviamente¡±, escribe Groebner con iron¨ªa. Para mediados de 2023 se estima que los usuarios de esas redes ya ser¨¢n dos tercios de la poblaci¨®n mundial. ¡°El atractivo de las redes sociales es que son muy poco satisfactorias¡±, sostiene Groebner; en palabras de la ensayista estadounidense Jia Tolentino, ¡°como nunca sabemos si nuestros clics y b¨²squedas ser¨¢n recompensados, seguimos haci¨¦ndolos sin parar, como ratas indefensas en un experimento de laboratorio¡±.
De acuerdo con una estimaci¨®n de 2018 citada por el historiador austr¨ªaco, el 50% de los contenidos de redes sociales asociados con la palabra ¡°yo¡± son publicidad encubierta: la autoficci¨®n, el exhibicionismo ¡ªpor ejemplo, de los tatuajes, que Groebner llama, quiz¨¢s injustamente, ¡°anuncios publicitarios de nuestra aparente singularidad¡±¡ª, la exposici¨®n p¨²blica de una intimidad supuestamente verdadera ¡ªpero construida con dispositivos y herramientas digitales, filtros, animaciones y tutoriales para optimizar la ¡°marca personal¡±¡ª, el negocio de la influencia, el sentimentalismo kitsch, las guerras culturales ocasionadas por la adopci¨®n acr¨ªtica de la idea de que ¡°hablamos desde nuestra diferencia¡± y en nombre de nuestra identidad ¡ªun concepto que Groebner considera inadecuado como herramienta de an¨¢lisis¡ª, los contenidos sobre experiencias vitales del tipo del nacimiento de un hijo y el creciente victimismo ?¡ªpara el autor, ¡°promoci¨®n en una forma especialmente optimizada¡±, ya que ¡°permite combinar la demanda de atenci¨®n a los sentimientos propios con invocaciones a la primera persona del plural¡±¡ª ser¨ªan, en ese sentido, la expresi¨®n de una renuncia radical y quiz¨¢s definitiva a la idea de que las personas somos algo m¨¢s que productos en venta.
¡°La promoci¨®n del yo y la autonom¨ªa del sujeto est¨¢n en un complicado equilibrio rec¨ªproco. ?Es m¨¢s aut¨®noma la persona que comunica su singularidad de forma m¨¢s eficaz que las dem¨¢s? ?O depende del p¨²blico para el que se escenifica esta autorrepresentaci¨®n siempre lista para una respuesta r¨¢pida, medida y amable? Quienes participan en esta competencia por la atenci¨®n deben publicar, participar, bloguear, tuitear, escribir. En un momento en que los puestos de trabajo permanentes se han vuelto inalcanzables, hacer p¨²blica la intimidad de manera viral parece ser la ¨²nica protecci¨®n contra la inseguridad¡±, afirma Groebner. ¡°En el siglo XXI, decir, escribir y enviar la palabra ¡°yo¡± es tambi¨¦n dar cuenta del miedo a quedarse solo con uno mismo¡±.
En el siglo XXI, decir, escribir y enviar la palabra ¡°yo¡± es tambi¨¦n dar cuenta del miedo a quedarse solo con uno mismoValentin Groebner, historiador
Pero el libro de Groebner no se limita a dar cuenta de las formas m¨¢s visibles del exhibicionismo digital, sino que afirma ¡ªy prueba¡ª que el nacionalismo, el totalitarismo pol¨ªtico y la popularidad de los relatos conspirativos ser¨ªan todos, tambi¨¦n, manifestaciones de un narcisismo devenido de la sensibilidad dominante de nuestra ¨¦poca. Su ¡°nosotros¡± ser¨ªa ¡°una comunidad establecida por el temor compartido, en la que el deseo de sentir miedo y de un aumento de las prohibiciones puede combinarse f¨¢cilmente con el de echarle la culpa a otros¡±, y ¡°la patria¡±, el ¡°miedo b¨¢sico a la alienaci¨®n en un mundo cada vez m¨¢s acelerado¡±. De acuerdo con una encuesta realizada en Suiza poco antes de la publicaci¨®n de este libro, el 51% de la poblaci¨®n consideraba que su patria estaba ¡°en peligro¡±, pero muy pocos sab¨ªan decir qu¨¦ era exactamente lo que se encontraba en riesgo. En otra encuesta citada en el libro, pero esta vez realizada en Alemania, las respuestas a la pregunta de qu¨¦ ser¨ªa la patria fueron, en este orden, la infancia, la familia y ¡°el pasado, los viejos tiempos¡±. Para Groebner, sin embargo, la respuesta es m¨¢s simple: Heimat (patria) es una marca de cigarrillos suiza y una agencia publicitaria alemana con sede en Berl¨ªn, y Autobiography, la autobiograf¨ªa, a la que tantos se aferran, un nuevo modelo de Land Rover que, seg¨²n sus fabricantes, ¡°puede llevarte a trav¨¦s de granjas con la practicidad de cualquier otro veh¨ªculo todoterreno, pero tambi¨¦n a la exclusiva cena a la que has sido invitado con todo el carisma y el aplomo que esperas de un veh¨ªculo utilitario deportivo de lujo¡±.
Babelia
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