Diccionario indispensable de Javier Mar¨ªas
Un alfabeto para recorrer los t¨¦rminos claves del universo del escritor y acad¨¦mico, fallecido el domingo a los 70 a?os
Academia. Declin¨® la primera invitaci¨®n que recibi¨® para entrar en la Real Academia de la Lengua, pero acept¨® en 2006. Ingres¨® en 2008 con el discurso titulado ¡®Sobre la dificultad de contar¡¯ y ocup¨® el sill¨®n de la letra R.
Benet, Juan. El escritor e ingeniero, perteneciente a la generaci¨®n de los 50, fue una figura clave para Javier Mar¨ªas. Maestro, mentor, amigo, le llamaba ¡°joven Mar¨ªas¡± y le incluy¨® junto a Vicente Molina-Foix y F¨¦lix de Az¨²a en el c¨ªrculo de amigos que integraban el editor Jaime Salinas y los escritores Juan Garc¨ªa Hortelano y Rosa Reg¨¤s, entre otros. La prosa del autor de Volver¨¢s a Regi¨®n era ¡°inimitable¡±, afirm¨® Mar¨ªas, por eso su influencia ¡°es eminentemente personal y se produce mientras recibe¡± en su sal¨®n. En su novela As¨ª empieza lo malo se inspir¨® en su figura y la relaci¨®n que les uni¨®.
Cine. Una de las pasiones declaradas de Javier Mar¨ªas. Entre las muchas pol¨¦micas que el escritor mantuvo en su dilatada carrera como columnista, una de las m¨¢s sonadas vino a cuenta de Pulp Fiction, el filme de Tarantino que le enfrent¨® en las p¨¢ginas de este diario con su colega Antonio Mu?oz Molina.
Chamber¨ª. El escritor naci¨® en la calle Covarrubias de Madrid, y all¨ª pas¨® su primera infancia junto a sus cuatro hermanos, salvo los a?os en que su padre imparti¨® clases en universidades estadounidenses. En sus novelas los escenarios madrile?os abarcaron otras zonas de la ciudad, desde el barrio de los Jer¨®nimos en Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª, hasta el norte del paseo de la Castellana, junto al Museo de Ciencias Naturales, donde se produce el asesinato de Los enamoramientos, pasando por las proximidades del Palacio Real donde Berta Isla tiene un inquietante encuentro. Cr¨ªtico ac¨¦rrimo de las actuaciones de distintos alcaldes de la ciudad, nunca dud¨® en denunciar el ruido, las obras y las condiciones ¡°invivibles¡± a las que se somet¨ªa a los habitantes de la ciudad.
Digresi¨®n. Los personajes y narradores de sus novelas vuelcan ideas y reflexiones, observaciones y acci¨®n en las largas frases que marcan el refinado estilo de Mar¨ªas.
Estudio. El novelista se form¨® en el colegio fundado en 1940 por Jimena Men¨¦ndez-Pidal, Carmen Garc¨ªa del Diestro y ?ngeles Gasset. Adscrito a los principios del Instituto Libre de Ense?anza, laico y mixto, el centro originalmente situado en la calle Oquendo acogi¨® a un buen n¨²mero de profesores republicanos. ¡°Siempre he pensado que el colegio es un campo de entrenamiento perfecto para lo que luego es la vida¡±, afirm¨®.
F¨²tbol. ¡°La recuperaci¨®n semanal de la infancia¡±, seg¨²n explic¨® Mar¨ªas. Madridista desde los siete a?os, defend¨ªa que el balompi¨¦ ¡°ha de ser emoci¨®n, temor y temblor, desolaci¨®n o euforia¡±. Algo menos conocida es su pasi¨®n por el Numancia, el equipo soriano que le conquist¨® en sus veraneos de ni?o y al que don¨® el dinero recibido en alg¨²n que otro premio. ¡°Desde la infancia tengo la costumbre de mirar los lunes en el peri¨®dico qu¨¦ ha hecho el Numancia en su campeonato de Tercera Divisi¨®n o Segunda B ahora, costumbre que me divirti¨® descubrir que comparto con Peter Handke, quien hace lo mismo est¨¦ donde est¨¦ cuando puede comprar prensa espa?ola¡±, escribi¨® en uno de los textos reunidos en Salvajes y sentimentales. En esa recopilaci¨®n, que corri¨® a cargo del periodista alem¨¢n Paul Ingendaay, escribe de jugadores y aficionados, de entrenadores y presidentes, de la ¨¦pica de este deporte y, c¨®mo no, de su linaje literario que se remonta a Albert Camus y Vladimir Nabokov.
Gawsworth, John. Poeta, cr¨ªtico y bibli¨®filo, su nombre real era Terence Ian Fytton, y se procam¨® Juan I, rey de Redonda, el reino que hered¨® Javier Mar¨ªas. El novelista investig¨® a fondo la vida de Gawsworth, una obsesi¨®n que arranc¨® en Todas las almas y sigui¨® dando frutos, entre otros la editorial y los t¨ªtulos nobiliarios-literarios que otorg¨® el madrile?o . Gawsworth pas¨® de ser una joven promesa llena de ¨ªmpetu y planes para rescatar a escritores olvidados a acabar sus d¨ªas mendigando por Londres.
Herralde, Jorge. El editor y fundador del sello Anagrama no fue el primero en publicar a Javier Mar¨ªas ¡ªsu primer libro sali¨® en Edhasa¡ª, pero acompa?¨® al autor desde los a?os 80 hasta finales de los 90. En 1998 Negra espalda del tiempo supuso el arranque de una nueva etapa en Alfaguara, donde se mantuvo desde entonces. En ese libro Mar¨ªas reconstruy¨® c¨®mo la ficci¨®n entraba en su vida y dio su versi¨®n de la ruptura con Herralde, aunque se abstuvo hasta de dar su nombre completo. El origen de la trifulca lo sit¨²a Mar¨ªas en la merma en el adelanto que le ofreci¨® por Todas las almas. ¡°Creyendo que trataba con un amigo y aun con una figura paterna ¡ªsanto cielo¡ª, le escrib¨ª al editor que ¡®por ser vos quien sois¡¯ estaba dispuesto a aceptarle el mismo anticipo que por la novela de tres a?os antes y ochenta p¨¢ginas menos, pero no uno inferior. Feudal como era, debi¨® de tom¨¢rselo como una insubordinaci¨®n y una afrenta, sin duda le parec¨ª un revoltoso ingrato¡±.
Influencia. Rastrear la huella que ha dejado Mar¨ªas en la narrativa contempor¨¢nea va mucho m¨¢s all¨¢ de la lengua espa?ola. Su forma de contar, con protagonistas que se contradicen y van repensando lo que observan y viven, ha creado escuela.
Jess Frank. El m¨ªtico director de cine de serie B Jes¨²s Franco, hermano de Lola Franco, madre del novelista, fue quiz¨¢ el primer bohemio que conoci¨®. ¡°Le debo en buena medida mi iniciaci¨®n literaria¡±, escribi¨®. En su casa de Par¨ªs escribi¨® a los 17 a?os su primera novela, Los dominios de lobo. Apareci¨®, junto a su primo el director Ricardo Franco, disfrazado de ¡°esbirro chino¡±, en unos planos de una de sus pel¨ªculas de Fu Manch¨², y con ¨¦l aprendi¨® de cine y de jazz.
Kipling, Rudyard. El suyo es uno de los 19 perfiles que Mar¨ªas escribi¨® en Vidas escritas, un libro en el que narraba la vida de algunos de sus escritores favoritos a partir de sus retratos fotogr¨¢ficos. El relato del ingl¨¦s, El hombre que iba a ser rey, era uno de los favoritos de Faulkner y tambi¨¦n de Mar¨ªas, y una cita del autor de El libro de la selva estaba grabada en su pitillera.
Librer¨ªa M¨¦ndez. Muy pr¨®xima al domicilio madrile?o del autor en la plaza de la Villa, la tienda de libros en la calle Mayor le contaba entre sus clientes. All¨ª fue donde mantuvo un coloquio con Manuel Rodr¨ªguez Rivero en 2017 para celebrar los 25 a?os de la publicaci¨®n de Coraz¨®n tan blanco.
Memoria. Antes de que el debate en torno a la historia reciente de Espa?a entrase en las librer¨ªas y al parlamento, Mar¨ªas habl¨® de la ¡°amnesia excesiva¡± que lleg¨® con la transici¨®n. ¡°Una cosa es que no se hable de las cosas y otra que se cuenten mentiras aprovechando esa especie de pacto de amnesia¡±, le dijo a Elide Pittarello en la larga conversaci¨®n publicada en el libro Entrevistos Javier Mar¨ªas (RqR, 2005). ¡°Que se sepa lo que hubo, que se sepa que esto lo hubo, que se sepa que esto existi¨®¡±, afirm¨® cuando record¨® la historia de su padre, Juli¨¢n Mar¨ªas, profesor represaliado desde 1939 a quien vetaron el acceso a la universidad. Cuando en los a?os 50 le ofrecieron una plaza su negativa a jurar fidelidad al Movimiento hizo imposible que ocupara una c¨¢tedra.
Nabokov, Vladimir. Junto a William Faulkner, el escritor ruso fue uno de los autores favoritos de Mar¨ªas. Alguna vez brome¨® sobre c¨®mo sus llantos de beb¨¦ pod¨ªan haber molestado al autor de Lolita, ya que su familia ocup¨® al poco de nacer ¨¦l el piso de debajo de donde vivi¨® Nabokov en Wellesley College. Tradujo algunos de sus poemas en Desde que te vi morir y estudi¨® a fondo su obra.
Oxford. Trabaj¨® como profesor en la legendaria universidad brit¨¢nica entre 1983 y 1985, pero fue unos a?os despu¨¦s en 1989 cuando entr¨® de lleno en su ficci¨®n en las p¨¢ginas de Todas las almas: el mundo all¨ª descrito sigui¨® presente durante d¨¦cadas en sus libros. Entre sus grandes descubrimientos en aquella ciudad est¨¢n las librer¨ªas de viejo, una de sus pasiones.
Poes¨ªa. Entre los admiradores de Javier Mar¨ªas se contaban dos grandes de la poes¨ªa estadounidense contempor¨¢nea, John Ashberry y Mark Strand. Nunca escribi¨® poes¨ªa pero tradujo los versos de Auden, Wallace Stevens o Stevenson, entre otros. Tom¨® de Shakespeare prestados varios t¨ªtulos (Coraz¨®n tan blanco, Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª, Tu rostro ma?ana) y cit¨® a Machado y Lorca en sus textos.
Querejeta, El¨ªas y Gracia. Con el m¨ªtico productor y su hija, la directora de cine, tuvo Mar¨ªas uno de sus m¨¢s sonados enfrentamientos en los a?os noventa. En el centro de la discusi¨®n estaba la pel¨ªcula El ¨²ltimo viaje de Robert Rylands, la adaptaci¨®n libre de Todas las almas que enfureci¨® al novelista al punto de acabar en los tribunales. En julio de 1998 el fallo fue a favor de Mar¨ªas, a quien el productor deb¨ªa pagar una indemnizaci¨®n. Adem¨¢s, deb¨ªa retirar cualquier menci¨®n al libro en los t¨ªtulos de cr¨¦dito. El novelista tambi¨¦n gan¨® el recurso.
Rico, Francisco. La primera aparici¨®n del acad¨¦mico de la lengua y m¨¢ximo especialista en Cervantes, gran amigo de Mar¨ªas, lleg¨® con Todas las almas. ¡°Lo compuse distinguido , famoso, joven, odiado, con ¨¦xito con camisa italiana de marca, erudito y seductor¡±, cont¨® en Negra espalda del tiempo. En Coraz¨®n tan blanco Rico se neg¨® a figurar con nombre falso y en Los enamoramientos lleg¨® con su nombre propio protagonizando escenas de humor.
Soria. Fue la ciudad de veraneo de buena parte de su infancia. Sigui¨® yendo de adulto. ¡°All¨ª tuvieron lugar mis juegos de infancia¡±, cont¨®. Y all¨ª tambi¨¦n empez¨® a escribir en la adolescencia.
Tristram Shandy. La traducci¨®n del cl¨¢sico del irland¨¦s Laurence Sterne le vali¨® el Premio Nacional de Traducci¨®n de 1979. Mar¨ªas posibilit¨® una nueva aproximaci¨®n a esta ic¨®nica novela.
Venecia. Desde que visit¨® la laguna por primera vez en 1984, regres¨® con regularidad a la ciudad flotante. ¡°La verdad del espacio de Venecia debe medirse por el estado de ¨¢nimo, por el car¨¢cter, por la idea que mana de cada sestiere, de cada barrio, de cada canal y de cada calle, no por los metros que los separan. Hasta la misma persona vista en diferentes puntos var¨ªa, aunque su funci¨®n o su actividad sea id¨¦ntica en todos ellos¡±, escribi¨® en uno de los textos reunidos en Pasiones pasadas sobre la ciudad.
Wheeler, Peter. Personaje clave en el universo de ficci¨®n del novelista, este catedr¨¢tico de la Universidad de Oxford, a quien conoci¨® Deza, protagonista de Todas las almas, y de la trilog¨ªa Tu rostro ma?ana, por un amigo en com¨²n, el profesor Toby Rylands. Wheeler es quien presenta al espa?ol y a Bertram Tupra, que le captar¨¢ para la oficina de la inteligencia brit¨¢nica que dirige. El misterioso y escurridizo Tupra tiene un papel central tambi¨¦n en las dos ¨²ltimas novelas de Mar¨ªas: Berta Isla y Tom¨¢s Nevinson.
FaX. Nunca cedi¨® al correo electr¨®nico, y as¨ª este segu¨ªa siendo su canal de comunicaci¨®n con el mundo adem¨¢s de los mensajes de texto de m¨®vil. Tampoco renunci¨® a escribir en su Olivetti.
Casanovas & LYnch. La agente literaria Mercedes Casanovas empez¨® a trabajar con el escritor en 1996. Con ¨¦l han seguido ella y su socia Mar¨ªa Lynch, a pesar del largo cortejo que el temido Chacal, Andrew Wylie, le hizo a Mar¨ªas.
Zarzalejo. En esa localidad pr¨®xima a Madrid se encontraba la casa en la que Juan Benet guardaba ¡°el material sobre la guerra del que se sent¨ªa tan orgulloso¡±, como escribe Mar¨ªas. Benet lo consult¨® para ayudarle en su larga pesquisa sobre el piloto Oloff de Wet y un misterioso relato de su experiencia en Espa?a. Una de las muchas intrigas hist¨®ricas y literarias que ocuparon el mundo del novelista.
Babelia
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