Feria del libro de Fr¨¢ncfort: el a?o de Espa?a¡ y de la guerra de Ucrania
Espa?a es el pa¨ªs invitado en la primera cita tras la pademia del m¨¢s importante encuentro internacional del sector editorial

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La feria del libro de Fr¨¢ncfort, la m¨¢s importante del sector editorial mundial, que este mi¨¦rcoles abre a los profesionales su 74? edici¨®n durante cinco d¨ªas en esta ciudad alemana, se ha desvirtualizado tras dos a?os de par¨®n por la pandemia, con Espa?a como pa¨ªs invitado y con la guerra de Ucrania muy presente en el horizonte. Con un calor impropio del oto?o alem¨¢n, la alegr¨ªa de los reencuentros ¡ªen Fr¨¢ncfort no solo se firman acuerdos sobre libros y se pactan derechos de autor, sino que se trata ante todo un espacio de negociaciones y discusiones entre profesionales¡ª se ve empa?ada por nubarrones en forma de inflaci¨®n, que puede obligar a subir los precios, la carest¨ªa y falta de papel y, en general, los peligros que acechan a la econom¨ªa mundial, contemplados desde un sector que lleva m¨¢s de una d¨¦cada con la sensaci¨®n de que su prosperidad pende un hilo.
Primero se enfrent¨® al peligro que representaban los ebooks para el delicado ecosistema del libro ¡ªun sorpasso vaticinado en Fr¨¢ncfort en 2008 que nunca ha llegado a producirse¡ª. De hecho, actualmente la edici¨®n digital representa solo el 5,23% del total de la facturaci¨®n de las editoriales espa?olas. Luego sufri¨® las consecuencias de la crisis financiera internacional de manera especialmente intensa ¡ªnunca ha recuperado las cifras, ni de ejemplares vendidos ni de beneficios, anteriores a aquel cataclismo¡ª. Amazon, un gigante capaz de imponer condiciones leoninas, representa una amenaza constante para las librer¨ªas, el ox¨ªgeno que alimenta a todo el sector del libro. Sin embargo, pese a los temores iniciales, las editoriales salieron reforzadas de confinamiento y pandemia y ha sido el mejor a?o desde la crisis: facturaron en 2021 2.576,70 millones de euros, un 5,6% m¨¢s que el a?o anterior, seg¨²n datos de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a (FGEE). Pero se trata de cifras todav¨ªa alejadas de 2008, el ¨²ltimo a?o de aut¨¦ntica bonanza, cuando se alcanzaron los 3.185,5 millones de euros.
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Daniel Fern¨¢ndez, editor de Edhasa y presidente de la Federaci¨®n de Gremios de Editores, explica: ¡°El sector editorial llega reforzado despu¨¦s de la pandemia: hemos facturado m¨¢s dinero, vendido m¨¢s libros y hemos vivido un relativo salto en nuestros famosos ¨ªndices de lectura. Se trata del primer Fr¨¢ncfort desde 2019 y llegamos en un momento en que hay un moderado aunque firme optimismo pese a la crisis energ¨¦tica y la alarma por la guerra en Ucrania¡±. Sin embargo, la feria no ha recuperado todav¨ªa las cifras anteriores a la pandemia: la asistencia se calcula en un 70% con respecto a 2019.
Esta edici¨®n tiene sin duda a Espa?a como protagonista ¡ªrepresentada por 200 autores, 400 editoriales y un intenso programa cultural¡ª, pero tambi¨¦n a Ucrania con la sombra de la guerra especialmente presente en Alemania. Con los editores rusos ausentes por las sanciones, la feria ha reservado un espacio enorme para Ucrania y ha invitado a autores y editores. El presidente Volod¨ªmir Zelenski pronunciar¨¢ un discurso virtual el jueves. Adem¨¢s, el escritor ucranio Serhiy Zhadan ¡ªGalaxia Gutenberg publicar¨¢ en breve su novela Orfanato¡ª recibir¨¢ el premio de la Paz que cada a?o entregan los libreros alemanes.
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El Ministerio de Cultura espa?ol ha tirado la casa por la ventana con un despliegue que lleva a?os preparando (Espa?a era en realidad el invitado de la edici¨®n de 2021, pero decidi¨® retrasarse porque la pasada edici¨®n fue ante todo virtual). ¡°Nuestro objetivo es generar oportunidades para el sector de la edici¨®n¡±, explica Mar¨ªa Jos¨¦ G¨¢lvez, directora general del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura. ¡°Hemos trabajado para aumentar la visibilidad, hay que buscar un hueco, ense?ar lo que estamos haciendo, y esta feria es una ventana privilegiada¡±, prosigue G¨¢lvez, quien considera que uno de los objetivos principales es aumentar las traducciones de autores espa?oles. Desde que se anunci¨® en 2019 que Espa?a iba a protagonizar la feria, el Ministerio de Cultura aument¨® en casi un 45% las ayudas a la traducci¨®n con dos l¨ªneas de ayudas de tres millones de euros, que han permitido, por ejemplo, la traducci¨®n de m¨¢s de 400 t¨ªtulos al alem¨¢n.
El editor Daniel Fern¨¢ndez se pronuncia en un sentido parecido: ¡°El ministerio parece que se lo ha tomado muy en serio y ha reforzado sus pol¨ªticas y sus apoyos a la traducci¨®n. La lengua espa?ola representa un aut¨¦ntico petr¨®leo. Espa?a no es el centro del mundo hisp¨¢nico, aunque s¨ª editorialmente. Y es algo que necesita reafirmarse, sobre todo porque la traducci¨®n de autores espa?oles no se corresponde con el espacio que ocupa el espa?ol como lengua extranjera¡±.

Pese al enorme ¨¦xito internacional de El infinito en un junco, de Irene Vallejo, muchos editores consideran que Espa?a ha perdido terreno en n¨²mero de traducciones frente a otras lenguas, como el italiano, cuya presencia internacional es mucho menor. El propio Fernando Aramburu, residente en Hannover y uno de los escritores espa?oles m¨¢s traducidos tras el ¨¦xito de Patria, lo expresaba as¨ª este martes en un art¨ªculo en este diario: ¡°A uno, afincado en la zona, le parece que Espa?a hab¨ªa perdido ¨²ltimamente peso cultural en Europa. Lejos quedan los d¨ªas en que era habitual toparse en los escaparates y mesas de novedades de las librer¨ªas alemanas libros de Javier Mar¨ªas, Almudena Grandes, Rosa Montero o Rafael Chirbes, entre otros, lo cual no significa que no se siga publicando en Alemania a autores espa?oles, pero a menudo hay que buscarlos entre las baldas. Algo parece estar cambiando para bien de un tiempo a esta parte. Ojal¨¢ no sea un espejismo pasajero lo que se anuncia como una buena racha de talento creativo¡±.
Silvia Ses¨¦, responsable de la editorial Anagrama tras la jubilaci¨®n de Jorge Herralde ¡ªun veterano entre los veteranos al que se rendir¨¢ un homenaje en esta edici¨®n, aunque ¨¦l no podr¨¢ acudir¡ª, se?ala por su parte que no se trata solo de un asunto de dinero: ¡°Hay algunos problemas a la hora de visibilizar y apoyar la traducci¨®n de autores espa?oles, m¨¢s all¨¢ del inter¨¦s que despierten, tiene que ver con una pol¨ªtica coordinada por parte de las instituciones. Tendr¨ªa que ser mucho m¨¢s f¨¢cil para los editores extranjeros desde un punto de vista administrativo ofrecer un protocolo m¨¢s din¨¢mico, m¨¢s f¨¢cil, m¨¢s actual, porque traducir es dif¨ªcil y muy caro¡±.
Subir o no los precios
M¨¢s all¨¢ de la compra y, sobre todo, la venta de derechos, varios profesionales consultados subrayan que muchas conversaciones girar¨¢n en torno a una de las dudas a las que se enfrentan los editores: subir o no los precios. La mayor¨ªa apuesta por resistirse todo lo que pueda, pese a la inflaci¨®n y a la subida de costes, porque tambi¨¦n es consciente de que la crisis afecta al poder adquisitivo general. A la euforia lectora del confinamiento le sigui¨® la vuelta al ocio de la vieja normalidad ¨Dcompetencia de la lectura¨D y a esta se a?adi¨®, en febrero, la invasi¨®n de Ucrania. La inflaci¨®n lleg¨® al 9,8%, la m¨¢s alta desde 1985, y la cautela volvi¨® al consumo. Las grandes devoluciones de las librer¨ªas llevaron a las editoriales a retocar unas previsiones ya ajustadas en oto?o por culpa de la crisis del papel: se afinan las tiradas y se reimprime menos. Los grandes grupos cuentan con un margen mayor porque compran directamente en f¨¢brica. Para las peque?as editoriales, sin embargo, el coste de un ejemplar puede incrementarse hasta en un 5%.
¡°Estamos muy al l¨ªmite en cuanto a los beneficios. En algunos casos, estamos analizando libro a libro para mantener un precio atractivo para el lector, pero no perder¡±, explica Ses¨¦. Sigrid Kraus, editora de Salamandra (empresa que ahora pertenece al grupo Penguin Random House), argumenta: ¡°Vamos a tener que subir con mucho cuidado porque nos dirigimos un consumidor que tiene menos poder adquisitivo, no tenemos mucho margen. En Alemania, donde est¨¢n sufriendo m¨¢s que en Espa?a por el precio del papel, insisten en que no pueden subir mucho los precios¡±.
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Y tambi¨¦n sobrevuela entre los asistentes la pregunta de si una feria internacional, a la que resulta muy caro asistir, sigue teniendo sentido en un mundo en el que la mayor¨ªa de los editores llegan con los acuerdos cerrados tras infinitas reuniones virtuales. Luis Solano, editor de Libros del Asteroide, asegura: ¡°Despu¨¦s de dos a?os sin acudir, est¨¢ la incertidumbre de si merece la pena o no, porque todo el mundo ha hecho muchas cosas por videoconferencia. Pero sigue siendo muy importante estar aqu¨ª, hay editores con los que te ves una o dos veces al a?o y una de ellas es aqu¨ª. Es algo que echo de menos y que es interesante. Hay muchas cosas que salen en un caf¨¦, en un pasillo¡±.
El diario alem¨¢n Frankfurter Allgemeine Zeitung recordaba recientemente que la ¨²ltima vez que Espa?a fue pa¨ªs invitado en Fr¨¢ncfort fue en 1991 y que, poco despu¨¦s de aquel desembarco cultural, este pa¨ªs ¡°se dio la vuelta¡±. Casi 30 a?os despu¨¦s, bajo el lema de Creatividad desbordante, Fr¨¢ncfort vuelve a presentarse a la vez como una enorme oportunidad, pero tambi¨¦n rodeada de inc¨®gnitas e incertidumbres. Muchos editores llegan con una mezcla de inquietud y optimismo casi a partes iguales, pero seguros a la vez de la resiliencia de un sector que ha superado mil batallas.
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