Cultura impulsa dos comit¨¦s de expertos para actualizar y descolonizar el Museo de Am¨¦rica y el de Antropolog¨ªa
Los dos grupos, integrados por perfiles diversos, trabajar¨¢n en sendos informes con propuestas sobre la narrativa, los conceptos y las piezas exhibidas en las salas de estos centros a partir de 2025
De descolonizaci¨®n, a estas alturas, han hablado casi todos. Tanto que el debate, a menudo, se ha convertido en un griter¨ªo. A favor o en contra. Progreso necesario o fijaci¨®n ideol¨®gica. Ahora, el Ministerio de Cultura quiere que se escuche la voz m¨¢s cualificada: los expertos. El Ministerio ha creado, en estrecha colaboraci¨®n con el Museo de Am¨¦rica y el Nacional de Antropolog¨ªa, sendos comit¨¦s asesores para actualizar ambas instituciones, seg¨²n pudo confirmar EL PA?S con fuentes oficiales. Los dos grupos deber¨¢n elaborar un informe t¨¦cnico con propuestas sobre los conceptos, el guion, la narrativa y la selecci¨®n de piezas expuestas en estos museos. No tendr¨¢n competencias jur¨ªdicas, es decir, no estar¨¢ entre sus funciones rastrear el origen o plantear la devoluci¨®n de alg¨²n objeto controvertido. Estos trabajos ser¨¢n la base para que, en 2025, ambos centros arranquen con la renovaci¨®n de su muestra permanente.
Se trata del primer paso concreto del departamento dirigido por Ernest Urtasun desde la comparecencia del ministro el pasado 22 de enero en el Congreso. Un pu?ado de frases aquel d¨ªa dentro de una larga intervenci¨®n desat¨® pol¨¦micas que a¨²n perduran. ¡°Nos hemos propuesto [¡] establecer espacios de di¨¢logo e intercambio que nos permitan superar un marco colonial o anclado en inercias de g¨¦nero o etnoc¨¦ntricas. Existen compromisos internacionales asumidos por Espa?a [¡] que se traducen en un proceso de revisi¨®n de las colecciones estatales dependientes del Ministerio de Cultura¡±, dijo.
La oposici¨®n de PP y Vox, acusa desde entonces a Urtasun de reescribir la historia y manchar la imagen del pa¨ªs. ¡°No hubo colonias en Espa?a. Estamos haciendo una revisi¨®n del siglo XVI con ojos del XXI. Hubo un mestizaje que hizo que fu¨¦ramos mejores. Todo lo que sea abrir un debate est¨¦ril en la cultura es quitarle energ¨ªa y presupuesto¡±, resum¨ªa a este diario Mar¨ªa Soledad Cruz-Guzm¨¢n Garc¨ªa, portavoz del PP en la Comisi¨®n de Cultura del Congreso. El Ministerio, en cambio, lo ve como un paso imprescindible hacia la modernizaci¨®n y la justicia, un camino que han tomado muchas instituciones como el Metropolitan de Nueva York o el Rijksmuseum de ?msterdam. Cultura siempre insisti¨® en que el proceso ya estaba en marcha desde hace tiempo, tanto en el mundo como en Espa?a, impulsado y liderado por los propios museos. Y que el Gobierno dar¨ªa apoyo cuando pudiera contribuir. Esto acaba de suceder.
Una fuente oficial destaca que los dos museos contactaron con Cultura para solicitar su colaboraci¨®n. Y que la Subdirecci¨®n General de Museos Estatales del Ministerio ha elaborado la selecci¨®n de los expertos de acuerdo con ambas instituciones. Cada comit¨¦ asesor incluye al director del museo, a dos de sus trabajadores y a Mercedes Rold¨¢n S¨¢nchez, subdirectora general de Museos Estatales.
El grupo del Museo Nacional de Antropolog¨ªa se completa con Yaiza Hern¨¢ndez Vel¨¢zquez, directora de programas p¨²blicos en el MACBA y autora de estudios como Inter/Multi/Cross/Trans. El territorio incierto de la teor¨ªa de arte en la ¨¦poca del capitalismo acad¨¦mico; Xirou Xiao, artista, educadora, investigadora y mediadora intercultural nacida en China y residente en Espa?a; Has¨¢n G. L¨®pez Sanz, antrop¨®logo, investigador y comisario de muestras como Let bring blacks home, en 2019 en la Universidad de Valencia; Fernando A. Barbosa Santos Rodrigues, profesor asociado del Departamento de Antropolog¨ªa Social en la Universidad Complutense de Madrid, y colaborador del Instituto de Investigaciones Feministas; Rub¨¦n H. Berm¨²dez, fot¨®grafo, docente y gestor cultural, cofundador del colectivo ConcienciaAfro; y Andrea Pacheco Gonz¨¢lez, reciente comisaria del pabell¨®n de Chile en la Bienal de Venecia.
En el Museo de Am¨¦rica, trabajar¨¢n Izaskun ?lvarez Cuartero, profesora de Historia Colonial en la Universidad de Salamanca; Halim Badawi, cr¨ªtico colombiano y comisario de arte, fundador del Archivo Arkh¨¦ dedicado al arte latinoamericano y LGTBIQ, instalado en Madrid desde 2023; Yeison Fernando Garc¨ªa L¨®pez, polit¨®logo afrocolombiano, gestor cultural e investigador antirracista, miembro y coordinador de la Asociaci¨®n Conciencia Afro; Sandra Gamarra, artista peruana, cuya obra reflexiona sobre los mecanismos del mundo del arte y los legados coloniales y que represent¨® a Espa?a en la Bienal de Venecia; ?scar Navajas Corral, profesor del Departamento de Historia y Filosof¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢; y Suset S¨¢nchez S¨¢nchez, licenciada en Historia del Arte y m¨¢ster en Arte Contempor¨¢neo y Cultura Visual, investigadora del arte de los afrodescendientes y actualmente trabajadora del Reina Sof¨ªa.
Los 12 expertos representan esos m¨¢rgenes que desde hace unos a?os han empezado a ponerse en el centro de las salas de los principales museos del mundo. En ambos comit¨¦s hay paridad, y sus miembros est¨¢n especializados en arte racializado, feminista, colonial y queer, entre otros aspectos. Uno de los criterios de selecci¨®n fue que estuvieran representados distintos or¨ªgenes y campos de estudio. La mayor¨ªa tiene herencia migrante o son directamente migrantes que han encontrado en Espa?a el lugar para ejercer y divulgar el trabajo que llevan d¨¦cadas desarrollando desde la Academia, es decir, a veces bajo una sombra impuesta.
Sandra Gamarra, tal vez uno de los nombres m¨¢s conocidos de la selecci¨®n, acaba de volver de la Bienal de Venecia donde se convirti¨® en la primera artista no nacida en Espa?a en representar al pa¨ªs con una propuesta que honraba a las culturas ind¨ªgenas eliminadas del relato colonial. Antes, su exposici¨®n Buen gobierno hab¨ªa sufrido la censura de la Comunidad de Madrid, que decidi¨® eliminar t¨¦rminos como conflicto o racismo. Yeison Fernando Garc¨ªa y Rub¨¦n H. Berm¨²dez forman parte del Espacio Afro que desde 2022 se ha convertido en el punto de encuentro para la comunidad afrodescendiente espa?ola. Y Has¨¢n G. L¨®pez Sanz ha dedicado parte de su carrera a la investigaci¨®n antropol¨®gica vinculada con la herencia africana y forma parte del equipo de comisarios que acaban de inaugurar en el IVAM una muestra sobre c¨®mo la imagen de Nobosudru ha pasado de ser propaganda colonial a icono antirracista.
En la diatriba polarizada que rodea a la descolonizaci¨®n, cabe prever que la elecci¨®n de estos comit¨¦s encienda nuevas pasiones, tanto a favor como en contra. Que nadie espere de los expertos, en cambio, una resoluci¨®n del caso del tesoro Quimbaya, la pieza m¨¢s preciada del museo de Am¨¦rica. Colombia ha empezado a reclamarla. Espa?a no la ve como fruto de expolios o abusos y recuerda que fue un regalo a la Corona espa?ola. Los asuntos legales y jur¨ªdicos, de todos modos, no est¨¢n entre las competencias de los dos grupos, cuya labor se centra en c¨®mo narrar un museo contempor¨¢neo, que interpele a todos y todas.
En los ¨²ltimos a?os, las principales instituciones culturales del mundo han dado pasos hacia la igualdad en sus programas expositivos, han revisado sus fondos para elaborar inventarios de posibles piezas robadas ¡ªen algunos casos, como en Alemania, se han devuelto a sus comunidades originarias¡ª y han tratado de incluir la diversidad racial e identitaria en sus muestras. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, encarg¨® en 2018 a dos expertos un informe como punto de partida para valorar la restituci¨®n generalizada de las obras africanas que forman parte de las colecciones p¨²blicas del pa¨ªs.
En Espa?a, el Reina Sof¨ªa ha vuelto a abrir las salas llamadas Dispositivo 92: ?puede la historia ser rebobinada?, que en la ¨²ltima reordenaci¨®n de la colecci¨®n permanente llevada a cabo por su anterior director, Manuel Borja-Villel, se dedicaron a los efectos de la colonizaci¨®n. En 2021, el Prado dedic¨® su primera exposici¨®n al arte producido en los virreinatos americanos, una asignatura pendiente que resolvi¨® con Tornaviaje, una selecci¨®n de un centenar de obras iberoamericanas conservadas en colecciones p¨²blicas y privadas de Espa?a. Y la declaraci¨®n conjunta de ministros que cerr¨® Mondiacult 2022 (la conferencia de la Unesco sobre pol¨ªticas culturales y desarrollo sostenible), firmada tambi¨¦n por Espa?a, promet¨ªa ¡°marcos jur¨ªdicos y de pol¨ªticas p¨²blicas que defiendan los derechos de los pueblos y comunidades a su identidad y su patrimonio culturales, incluidas las expresiones de las culturas de los pueblos ind¨ªgenas¡± y ¡°promover la protecci¨®n, el retorno y la restituci¨®n de los bienes culturales, incluyendo en consulta con las poblaciones afectadas y con su consentimiento libre, previo e informado¡±.
El propio Museo de Am¨¦rica actualiz¨® hace meses unas 200 cartelas ¡°para eliminar t¨¦rminos como indio o mulato¡±, sustituidos por ¡°ind¨ªgena¡± o el nombre y apellido de la persona, y reconocer ¡°a colectivos invisibilizados, como los afrodescendientes o las mujeres de alto rango¡±. El cuadro Los mulatos de Esmeraldas se titula ahora Retrato de D. Francisco de Arobe y sus hijos, caciques de Esmeraldas, y en lugar de ¡°indio j¨ªbaro¡± puede leerse ¡°shuar¡±, ¡°achuar¡± o ¡°huambisa¡±. El centro ¡°se tiene que actualizar y parte del proceso pasa por una revisi¨®n colonial¡±, reconoc¨ªa su director, Andr¨¦s Guti¨¦rrez Usillos, hace meses a EL PA?S. Al fin y al cabo, el actual discurso museogr¨¢fico de la instituci¨®n se concibi¨® en 1994.
El objetivo siempre es el mismo: revisar el canon hegem¨®nico y, as¨ª, ampliar la mirada. ¡°Tenemos muchas pinturas de se?ores y se?oras blancos entonces muy importantes, flanqueados por alg¨²n chaval negro. Antes a esos j¨®venes africanos los ignor¨¢bamos. Ahora los estudiamos. Un museo debe contar el relato de todos, no solo de 10 personas¡±, lo explicaba a este diario Valika Smeulders, directora del departamento de historia del Rijksmuseum.
El alcance del movimiento descolonizador es tal que algunos lo consideran el tema que marcar¨¢ el presente, y el futuro pr¨®ximo, del arte. Desde luego, centra desde hace meses conversaciones entre comisarios, historiadores, escritores, abogados o pol¨ªticos; se va desde el ensayo La totalidad del cuadro, de Alice Procter, que Capit¨¢n Swing editar¨¢ en espa?ol en oto?o, hasta el documental Hispanoam¨¦rica, canto de vida y esperanza. Se debate sobre historia, entre quien subraya la dimensi¨®n devastadora de la conquista de Am¨¦rica y quien destaca que Espa?a solo tuvo virreinatos, que hab¨ªa matrimonios mixtos y un trato relativamente uniforme entre los ciudadanos. Tambi¨¦n hay diatribas jur¨ªdicas, ya que la eventual restituci¨®n de piezas expoliadas, que la Unesco promueve, depende de tratados internacionales y sobre todo de la voluntad de cada Estado, a falta de leyes vinculantes. Finalmente, se discuten otros conceptos: si, por ejemplo, Espa?a devolviera una obra a Ecuador, ?qu¨¦ garant¨ªas habr¨ªa de que llegue justo a la comunidad que sea su leg¨ªtima propietaria? ?Se expondr¨ªa en las mismas condiciones de seguridad, cuidado y visibilidad? Otros ven un prisma colonial ya solo en plantear estas cuestiones.
Es presumible que las disputas contin¨²en. Mientras, los expertos elegidos se reunir¨¢n peri¨®dicamente para avanzar hacia sus informes. Luego, entregar¨¢n sus propuestas a los museos. As¨ª que los posibles cambios reales en las exposiciones no llegar¨¢n hasta 2025. Habr¨¢ que aguardar unos meses. Aunque los colectivos m¨¢s marginados est¨¢n acostumbrados: llevan toda la historia esperando.
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