Cuando Francis Ford Coppola encontr¨® al antrop¨®logo David Graeber
El cineasta es desde ni?o un lector de largo aliento y la obra del intelectual estadounidense ha influido notoriamente en ¡®Megal¨®polis¡¯, que se estrena este viernes en Espa?a
Cine, vino, comida, escondites y aventuras. As¨ª se describe Zoetrope Family Cinema, el imperio de Francis Ford Coppola (Detroit, 85 a?os), en su web. Cinco sustantivos que reflejan los intereses del cineasta estadounidense, aunque quiz¨¢s habr¨ªa que a?adir uno m¨¢s: libros.
Coppola es un lector de largo aliento desde que, siendo ni?o, una poliomelitis lo tuvo en cama m¨¢s de un a?o y su hermano mayor August ¡ªluego padre del actor Nicolas Cage¡ª le prest¨® libros de James Joyce o Andr¨¦ Gide. La importancia que da a la lectura en su obra cinematogr¨¢fica le ha llevado a incluir el nombre del autor de la obra adaptada en el t¨ªtulo de algunas de sus pel¨ªculas, como es el caso de El padrino de Mario Puzo, Dr¨¢cula de Bram Stoker o Leg¨ªtima defensa de John Grisham. Y su carrera cinematogr¨¢fica ha estado sembrada de intentos de adaptaciones literarias, como La hermandad de la uva, de John Fante; En el camino, de Jack Kerouac; El general en su laberinto, de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, y ¨²ltimamente Los reflejos de la luna, de la novelista neoyorquina Edith Wharton.
Tambi¨¦n ha ocurrido con Megal¨®polis, que este viernes llega a las pantallas espa?olas. El verano del a?o pasado, cuando estaba acabando la pel¨ªcula, el cineasta desvel¨® en Instagram una serie de libros con ¡°enorme influencia¡± en el filme: El juego de los abalorios (Alianza, 2012), de Herman Hesse, que alerta sobre las ideolog¨ªas que acaban atando el pensamiento; El c¨¢liz y la espada (Capit¨¢n Swing, 2021), de Riane Eisler, que desmonta el canon patriarcal detallando el fundamental papel de las mujeres en la sociedad; Los or¨ªgenes del orden pol¨ªtico (Deusto, 2016), de Francis Fukuyama, sobre c¨®mo se crearon las instituciones pol¨ªticas a lo largo de la historia; The war lovers, de Evan Thomas, que explica el peso de personalidades como Roosevelt, William Randolph Hearst y Henry Cabot Lodge en la configuraci¨®n del imperio americano, y El giro (Cr¨ªtica, 2014), de Stephen Greenblatt, que investiga hasta qu¨¦ punto un poema del Imperio Romano ¡ªfirmado por Lucrecio¡ª fue decisivo en la transici¨®n del pensamiento medieval al moderno.
A esta lista Coppola a?adi¨® nada menos que tres obras de David Graeber: Trabajos de mierda (Ariel, 2018), En deuda. Una historia alternativa de la econom¨ªa (Ariel, 2021) y El amanacer de todo. Una nueva historia de la humanidad (Ariel, 2022), coescrito con el arque¨®logo brit¨¢nico David Wengrow, un despliegue tal que induce a pensar si, por un instante, se valor¨® la posibilidad de titular la pel¨ªcula Megal¨®polis de David Graeber. El primer libro citado investiga la cadena de perfiles laborales in¨²tiles que demanda el capitalismo, el segundo es la historia de la jerarqu¨ªa y la dominaci¨®n econ¨®micas que llev¨® al capitalismo neoliberal y el tercero estudia las tres formas de libertad desarrolladas a lo largo de la historia humana: desobedecer, alejarse de la sociedad y/o transformarla.
¡°Parece probable que Graeber y Coppola compartieran puntos en com¨²n en la b¨²squeda de proyectos colectivos y de un nuevo tipo de creatividad. Ambos cuestionan el culto rom¨¢ntico burgu¨¦s al genio individual, sabiendo que los grandes logros del pasado fueron obra de muchas manos¡±, reflexiona el cr¨ªtico cultural Marcus Rediker. Es la idea que, para Rediker, subyace en el poema de Bertolt Brecht Un obrero lee la historia: ¡°?Qui¨¦n construy¨® las siete puertas de Tebas?¡±. La respuesta: ¡°Los libros est¨¢n llenos de nombres de reyes. Pero, ?fueron los reyes quienes levantaron los escarpados bloques de piedra?¡±.
El propio Coppola corrobora la tesis. En noviembre del a?o pasado, en Madrid, invitado por el World Bussines Forum, el cineasta reflexion¨® sobre el legado del antrop¨®logo estadounidense, fallecido hace cuatro a?os. ¡°Graeber nos ense?¨® que durante el 75% de toda nuestra historia hemos estado gobernados por consejos igualitarios de hombres y mujeres en los que no hab¨ªa ning¨²n palacio o castillo. Es decir, la mayor parte de todo nuestro tiempo hist¨®rico adoptamos las decisiones que mejor conven¨ªan a nuestro grupo de manera conjunta¡±, explic¨®.
Rediker subraya que Graeber, que fue profesor en la London School of Economics ¡ªdespu¨¦s de que la universidad de Yale se negara a renovarle el contrato por su apoyo al sindicato de estudiantes de posgrado¡ª, demostr¨® la capacidad de los humanos de vivir en un mundo m¨¢s democr¨¢tico e igualitario, sin jerarqu¨ªas opresivas. ¡°Insist¨ªa en que hab¨ªa otras formas de vida reales y que simplemente las hab¨ªamos olvidado por nuestra manera r¨ªgida y determinista de ver el pasado¡±, reflexiona Rediker, autor de Barco de esclavos. La trata a trav¨¦s del Atl¨¢ntico (Capit¨¢n Swing, 2021).
Peligro de colapso social
De eso habla precisamente Megal¨®polis, de la urgente necesidad de pensar mirando hacia delante, de la necesidad de echar mano de la imaginaci¨®n y pensar c¨®mo reconstruir una sociedad de valores caducos que nos llevan al borde del colapso social. Seg¨²n explic¨® el propio Coppola en una entrevista en el podcast de filosof¨ªa Daily Stoic, la pregunta que subyace en el filme es: ¡°?Realmente la sociedad en la que vivimos es la ¨²nica posible?¡±
Con un infalible sentido del tiempo ¡ªde forma intermitente, lleva trabajando en Megal¨®polis desde hace cuatro d¨¦cadas¡ª la pel¨ªcula se estrena en Estados Unidos apenas 40 d¨ªas antes de una de las elecciones m¨¢s determinantes en la historia del pa¨ªs. ¡°Es una pel¨ªcula fuera del cine contempor¨¢neo, muy metaf¨®rica y visual, con una visi¨®n muy cr¨ªtica de la sociedad estadounidense. Es una pel¨ªcula que finaliza con la frase ¡®este es el tiempo del futuro¡±, reflexiona al tel¨¦fono Esteve Riambau, historiador de cine y exdirector de la Filmoteca de Catalu?a.
La mirada de Coppola siempre ha sido cr¨ªtica. Ya fue as¨ª en El padrino, la pel¨ªcula que le dio fama mundial, un filme oscuro que logr¨® romper todos los esquemas y reconfigurar la industria cinematogr¨¢fica (un t¨ªtulo tan m¨ªtico que el director Barry Levinson anunci¨® su objetivo de rodar una pel¨ªcula basada en su creaci¨®n y su rodaje, con Oscar Isaac interpretando a Coppola y Jake Gyllenhaal en el papel del productor Robert Evans).
Hoy, m¨¢s de medio siglo despu¨¦s de su estreno, El padrino sigue siendo una pel¨ªcula ¡°fresca, viva, que reflexiona sobre el poder que corrompe y sobre el hecho de que alguien est¨¦ atrapado en un destino que no quiere¡±, explica Harlan Lebo, especialista en cine y autor de The Godfather Legacy: The Untold Story of the Making of the Classic Godfather (El legado de ¡®El padrino¡¯: La historia no contada de la realizaci¨®n del cl¨¢sico ¡®El padrino¡¯). Para Lebo, la c¨¦lebre trilog¨ªa sobre los destrozos sociales y personales que causa el abuso de poder expresa las inquietudes de Coppola en materia pol¨ªtica, ¡°si nos referimos a la pol¨ªtica como la manipulaci¨®n constante para conseguir objetivos concretos, sean en el buen o en el mal sentido¡±, reflexiona al tel¨¦fono desde su casa en las afueras de Los ?ngeles.
Pol¨ªticas o no, las pel¨ªculas de Coppola reflejan una mirada rabiosamente personal, nutrida de vivencias, lecturas y largas conversaciones y debates con el equipo que conforma cada pel¨ªcula. Cuando Coppola empez¨® en el cine hace m¨¢s de sesenta a?os, el amor al proceso creativo, a la improvisaci¨®n y al trabajo coral ¡ªherencia de sus primeros a?os como hombre de teatro¡ª era condici¨®n inequ¨ªvoca en su trabajo. Y ahora tambi¨¦n es as¨ª. Adam Driver, el actor protagonista de Megal¨®polis ¡ªdonde interpreta a C¨¦sar Catilina, una especie de mago-arquitecto que tiene la capacidad de detener el tiempo y que ha inventado un revolucionario material de construcci¨®n que se adapta al entorno que le rodea¡ª revel¨® en Cannes que tras el primer d¨ªa de rodaje, el director les advirti¨®: ¡°?No estamos siendo lo suficientemente valientes!¡±.
El mismo Coppola lo ha explicado varias veces: para ¨¦l, el cine ¡ªcomo la vida¡ª es una aventura colectiva, guiada por el placer de la exploraci¨®n. Su ¨¦pica ambici¨®n, tan vanguardista ¡ªen iluminaci¨®n (El padrino), sonido (La conversaci¨®n), estructura (El padrino II), narrativa (Corazonada) o efectos especiales (Dr¨¢cula de Bram Stoker)¡ª busca la expresi¨®n art¨ªstica rompiendo l¨ªmites y buscando nuevos caminos por los que transitar en compa?¨ªa.
Revoluci¨®n en el estudio
Siendo uno de los directores vivos m¨¢s conocidos del mundo, Coppola siempre ha sido una rara avis en Hollywood, alguien que quiso cambiar el funcionamiento creativo y empresarial en la industria del cine. ¡°Coppola es m¨¢s pol¨ªtico que hist¨®rico. En su obra el concepto de utop¨ªa tiene peso, est¨¢ muy presente¡±, dice Riambau, autor de Francis Ford Coppola (C¨¢tedra, 2008).
En los a?os setenta, a trav¨¦s de la productora American Zoetrope ¡ªuna comunidad de guionistas, productores y cineastas y otros artistas renegados del establishment cinematogr¨¢fico de entonces¡ª trat¨® de revolucionar el sector, creando nuevas ideas, opciones de financiaci¨®n y reglas de distribuci¨®n. Como un caballo de Troya en el coraz¨®n de Hollywood, con las llaves de los m¨ªticos estudios Warner en el bolsillo, Coppola empez¨® a merodear a deshoras por all¨ª con amigos suyos, locos por las asombrosas posibilidades narrativas y t¨¦cnicas del cine. Eran camaradas como George Lucas o Brian de Palma, entre otros. Quer¨ªa aterrizar a la realidad una utop¨ªa en tecnicolor, otorgando al director la ¨²ltima palabra a la hora de crear una pel¨ªcula. ¡°Coppola es alguien que nunca ha encajado en los estudios. Y no le perdonaron lo de Zoetrope. Lo machacaron de forma implacable por intentar romper las normas del sistema¡±, subraya Riambau.
Cuando el escritor John Millius, miembro de aquella especie de comuna, empez¨® a explicar historias de la guerra de Vietnam sobre jovenc¨ªsimos soldados desquiciados y altos mandos militares racistas obsesionados con el surf, pensaron en hacer una pel¨ªcula de ello. La escritura del guion ¡ªobra de Millius, titulado provisionalmente El soldado psicod¨¦lico¡ª tuvo como novela El coraz¨®n de las tinieblas, de Joseph Conrad, que gan¨® mucho m¨¢s peso cuando Coppola ¡ªque ofreci¨® la direcci¨®n de la pel¨ªcula a su amigo Lucas, pero este estaba empezando a obsesionarse con una historia de combates en las galaxias¡ª decidi¨® dirigirla ¨¦l mismo.
Entonces la industria le dio la espalda y le neg¨® todo apoyo financiero, y aquel prodigio cinematogr¨¢fico de menos de 35 a?os y ya con cinco Oscar con su nombre ¡ªuno por el guion de Patton y otros cuatro por el guion y la direcci¨®n de El padrino y El padrino II¡ª, tuvo que poner dinero de su bolsillo para hacer Apocalypse Now. Y la historia se repite con Megal¨®polis: la pel¨ªcula ha costado 120 millones de d¨®lares (107 millones de euros) y los ha pagado Coppola gracias a la venta de parte de su negocio de vi?edos y bodegas en el valle californiano de Napa.
Solo el tiempo dir¨¢ si Megal¨®polis llegar¨¢ a formar parte de la memoria y el coraz¨®n del p¨²blico ¡ªcomo la trilog¨ªa de El padrino, Apocalypse Now o Dr¨¢cula¡ª o se hundir¨¢ en el olvido. Quiz¨¢s la grandilocuencia y ambici¨®n resulten excesivas. Como advirti¨® el propio director en el documental Corazones en tinieblas ¡ªsobre la filmaci¨®n de Apocalypse Now, dirigido por su esposa Eleonor (fallecida en abril y a la que dedica Megal¨®polis)¡ª ¡°nada es tan terrible como una pel¨ªcula pretenciosa¡±. ¡°Me refiero a una pel¨ªcula que aspira a algo realmente estupendo y no lo consigue. Eso es una mierda¡±.
Sea lo que sea, el legado cinematogr¨¢fico de Coppola est¨¢ entre los m¨¢s grandes. Y su periplo vital parece que tambi¨¦n. As¨ª lo ve Sam Wasson, autor de la biograf¨ªa Path to paradise. A Francis Ford Coppola story, qui¨¦n confes¨® en una entrevista que investigar y conocer al cineasta le cambi¨® personalmente, convirti¨¦ndolo en alguien m¨¢s optimista y esperanzado. Seg¨²n Wasson, el sentido de la experimentaci¨®n del director italo-americano le ayud¨® a perdonarse los fallos y a vivir en paz, ¡°sin tener respuestas para todo¡±, comprendiendo que la vida es un perpetuo ensayo.
Ahora, una vez estrenada Megal¨®polis, Coppola sigue su camino, pensando en proyectos cinematogr¨¢ficos, leyendo, comiendo y bebiendo vino, entusiasm¨¢ndose por la perspectiva de nuevas aventuras hasta que ¡ªseg¨²n confes¨® en una entrevista para France 24¡ª como un cepillo de dientes el¨¦ctrico, simplemente deje de funcionar y se pare.
Babelia
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