Divagaciones ante un turr¨®n de coco
Los antiguos romanos tambi¨¦n montaban mercadillos en el foro y por all¨ª andar¨ªan Horacio, Ovidio y Virgilio comprando regalos
Hoy, s¨¢bado 21 de diciembre de 2024, a las tres de la madrugada en el hemisferio norte se ha producido el solsticio de invierno. La luz del sol ha empezado a crecer y as¨ª lo har¨¢ hasta que llegue el verano. Los antiguos romanos celebraban este acontecimiento con las Saturnales, unas fiestas paganas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y que originalmente transcurr¨ªan entre el 17 y el 23 de diciembre. En esencia nada ha cambiado en nuestra cultura desde entonces. Los romanos tambi¨¦n montaban mercadillos en el foro y por all¨ª andar¨ªan Horacio, Ovidio y Virgilio comprando regalos, velas, figuritas de barro y dulces tradicionales para amigos y parientes. Por una vez los esclavos se sentaban a la mesa y eran servidos por sus amos, como sucede en la pel¨ªcula Pl¨¢cido, de Berlanga. Las fiestas estaban presididas por la alegr¨ªa de los ni?os y por la nostalgia de los ancianos. Como pasaba con la luz del solsticio, unos llegaban a la vida y otros la abandonaban.
Los cristianos convirtieron el sol naciente en el Ni?o Dios que naci¨® en un portal. En Roma hab¨ªa toda clase de religiones. Uno eleg¨ªa sin problemas la que m¨¢s le gustaba. En aquel tiempo era muy popular un dios solar importado de Persia, llamado Mitra, que hab¨ªa nacido de una virgen y que mor¨ªa y resucitaba cada a?o de la misma forma como lo hacen las semillas que primero se pudren bajo tierra y a continuaci¨®n germinan, florecen y dan frutos de toda ¨ªndole. En sus or¨ªgenes, el cristianismo fundado por el genio de Pablo de Tarso tom¨® de este dios persa toda la sustancia de su nueva religi¨®n que se expandi¨® en los extramuros de las ciudades, primero entre jud¨ªos de la di¨¢spora y despu¨¦s entre los gentiles. La nueva secta de los cristianos comenz¨® a ser perseguida y echada a los leones del circo no por creer en un dios extra?o sino porque trataba de derribar el poder de Roma, en una lucha contra el sistema, cosa que al final logr¨® cuando el emperador Constantino se convirti¨® al cristianismo y promulg¨® el edicto de Mil¨¢n en el 313. En el Derecho Romano las deudas no pagadas pod¨ªan convertirte en esclavo del acreedor. Durante su persecuci¨®n, los cristianos rezaban el padrenuestro en las catacumbas, que era una oraci¨®n revolucionaria y antiesclavista, puesto que ped¨ªa que las deudas fueran perdonadas. Por otra parte, el cristianismo fue creado para apaciguar a los pobres de este mundo al asegurarles que ser¨ªan los primeros en sentarse en el cielo a la diestra de Dios Padre, de modo que deb¨ªan dejar aqu¨ª en la tierra la rebeli¨®n para m¨¢s adelante. Por su parte, el sol no perder¨¢ ni por un segundo la costumbre de ir ganando un poco de tiempo al amanecer y en su crep¨²sculo por la tarde.
Epifan¨ªa significa manifestaci¨®n de la luz. A partir Reyes nos sorprender¨¢ que el sol se ha demorado en el grafiti de la tapia. Ese Dios que unos creen que naci¨® en el portal de Bel¨¦n y otros que solo se trata de una fecha del almanaque, har¨¢ que se despierte la savia en los ¨¢rboles cuando llegue la candelaria y despu¨¦s obligar¨¢ a que en las ramas desnudas apunten las gemas que reventar¨¢n un poco m¨¢s tarde. Habr¨¢ lluvias y sonar¨¢n los canalones; habr¨¢ nevadas y el sol de marzo producir¨¢ el deshielo y puede que se repita el milagro al que asist¨ª hace a?os: un colibr¨ª de color verde esmeralda, rojo y azul, se hab¨ªa detenido aleteando en el aire y con el pico cazaba una gota brillante, como de plata, que ca¨ªa desde una rama del roble cargada de nieve. El sol ir¨¢ madurando sobre la espalda jerogl¨ªfica de los lagartos y abril incidir¨¢ en el az¨²car que liban los insectos en el coraz¨®n de las flores. Puede que en mayo se inicie la rebeli¨®n solar con la primera ola de calor sofocante que unos achacar¨¢n al cambio clim¨¢tico y otros a las tormentas solares, cosas que han pasado toda la vida, pero en la humanidad se seguir¨¢ extendiendo un sentimiento de culpa por lo que estamos haciendo con el planeta, puesto que los cataclismos, incendios, inundaciones, terremotos, huracanes, suceder¨¢n cada vez m¨¢s a menudo y ser¨¢n m¨¢s destructivos, pese a los cual en los mercados habr¨¢ frutas de todas clases, cerezas y fresas en junio y uno se creer¨¢ m¨¢s feliz por el hecho de haberse dado una crema en la playa, extender el cuerpo en la arena y esperar a que el sol elija entre hacerte un magn¨ªfico bronceado o un c¨¢ncer de piel. A fin de cuentas, para ser feliz basta con comprarse una camisa con palmeras y unas botas de monta?a para escalar unas ruinas sin saber que es la propia la que uno escala. De pronto la luz del sol se ir¨¢ apagando y cuando llegue la noche de san Juan con el solsticio de verano todos nuestros sue?os de luz habr¨¢n vuelto a empezar o habr¨¢n terminado. Estas son divagaciones ante una bandeja de turrones de Navidad.
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