La fiscal¨ªa investiga el presunto fraude fiscal por la infracotizaci¨®n de m¨²sicos, que ya suma al menos 19 millones
La Seguridad Social embarga por segunda vez pagos pendientes hacia Actura 12, hasta cubrir la deuda generada por la compa?¨ªa, acusada de cotizar por lo m¨ªnimo a miles de artistas independientemente de sus ingresos. La justicia busca averiguar si se cometi¨® un delito penal
Cambiaban los int¨¦rpretes, y sonaba de todo: jazz, rock, pop, flamenco. Pero, en miles de conciertos por toda Espa?a, la Seguridad Social ha detectado el mismo desafino: un presunto fraude que ya suma al menos 19,3 millones de euros. Son los que le reclama la Tesorer¨ªa General a la empresa Actura 12, por infracotizar de forma reiterada a miles de artistas. Y, ante la imposibilidad de cobrarlos, ha embargado los ingresos que la empresa tenga pendientes de recibir hasta satisfacer la deuda, seg¨²n una notificaci¨®n remitida a finales de diciembre a organizaciones y m¨²sicos que fueran a realizar pagos a la compa?¨ªa, a la que tuvo acceso EL PA?S. El documento avisa a sus destinatarios de que env¨ªen el dinero a la propia Seguridad Social. Lo mismo que solicitaba otro mandamiento, del pasado abril, en ese caso por 4,5 millones. As¨ª que la cantidad se agranda, igual que el ruido del caso, que ha llegado hasta los o¨ªdos de la Fiscal¨ªa provincial de Barcelona (donde est¨¢ afincada la empresa): ha abierto una investigaci¨®n, como confirm¨® una fuente del organismo a EL PA?S, por un posible delito penal.
Fue la Inspecci¨®n de Trabajo la primera en escuchar notas que chirriaban: hall¨® un agujero fiscal de 5,9 millones de euros en las operaciones de Actura 12 en 2022 por ¡°diferencias de cotizaci¨®n¡±. En concreto, por infracotizar una y otra vez a miles de m¨²sicos, en conciertos por toda la Pen¨ªnsula. Aunque la pr¨¢ctica se ampl¨ªa a m¨¢s a?os y compa?¨ªas, como ha podido confirmar este diario. Pese a varias llamadas y dos correos electr¨®nicos, en esta ocasi¨®n result¨® imposible recabar la versi¨®n de Actura 12. En anteriores conversaciones, hace meses, una fuente de la empresa neg¨® que estuvieran infracotizando a los artistas e insisti¨® en que estaban presentando alegaciones y manteniendo conversaciones con las instituciones para solucionar la discrepancia de criterio.
El origen ha de buscarse en la precariedad laboral del sector. La mayor¨ªa de los artistas no considera sostenible hacerse aut¨®nomo, debido a los ingresos casi siempre escasos e intermitentes. Sin embargo, necesitan ser trabajadores por cuenta propia para emitir las facturas que exigen los organizadores de conciertos ¡ªcasi siempre ayuntamientos y entes locales¡ª. De ah¨ª que empezaran a aparecer las llamadas empresas de facturaci¨®n: contratan al m¨²sico por un d¨ªa, le dan de alta, emiten la factura, cobran, le ingresan el dinero y le dan de baja. Pero Actura 12 ¡ªy alguna compa?¨ªa m¨¢s¡ª empezaron a cotizar a la Seguridad Social siempre por el salario m¨ªnimo, independientemente del cach¨¦ del m¨²sico, declarando el resto como dietas u otras categor¨ªas salariales. Los artistas reciben m¨¢s dinero en el momento, pero pierden protecci¨®n social. Y el Estado deja de ingresar millones. Las empresas, mientras, ganan: por un porcentaje fijo de comisi¨®n. Y por venderse como las que ofrecen al cliente el mayor beneficio inmediato.
En los ¨²ltimos meses, hasta tres partidos pol¨ªticos (Junts, Esquerra Republicana y EH Bildu) han preguntado por escrito al Gobierno qu¨¦ est¨¢ haciendo para solucionar el asunto. En una de las respuestas, el Ejecutivo concret¨® que las intervenciones de la Inspecci¨®n de Trabajo en el sector art¨ªstico hab¨ªan generado expedientes liquidatorios por 27 millones de euros entre 2023 y la primera mitad de 2024. A trav¨¦s del portal de Transparencia, este diario pudo saber que unos 23 millones correspond¨ªan a ¡°diferencias de cotizaci¨®n¡±. Una comunicaci¨®n interna de una fuente de la Inspecci¨®n de Trabajo asocia el grueso de esa cifra con las actuaciones referidas a Actura 12, afirma que la pr¨¢ctica se mantuvo al menos entre 2019 y 2023 y calcula decenas de miles de artistas afectados, con una media de unos 18.000 por a?o. En un mensaje donde recog¨ªa las ¡°novedades 2024¡å, Actura 12 informaba a sus clientes: ¡°El precio de Seguridad Social a facturar ser¨¢ VARIABLE¡±. Una fuente de la empresa explic¨® hace un mes y medio a este diario: ¡°Pactamos [con Seguridad Social] que a partir de enero 2024 nos adaptar¨ªamos a lo que nos ped¨ªan¡±.
Siete m¨²sicos detallaron el pasado marzo a EL PA?S c¨®mo Actura 12 y otras empresas, como Artistamente, sistematizaron durante a?os su infracotizaci¨®n y relataron sus casos, id¨¦nticos entre s¨ª. Todos solicitaron el anonimato, para protegerse de eventuales consecuencias de imagen y legales. Este diario tambi¨¦n accedi¨® a m¨¢s de 40 n¨®minas o liquidaciones de los ¨²ltimos tres a?os. Las m¨¢s recientes llegan hasta mediados de 2024. ¡°Cuando me lleg¨® la primera liquidaci¨®n con Artistamente pens¨¦: ¡®Se han equivocado, es mucho dinero¡¯. Me respondieron que la retenci¨®n era sobre el salario m¨ªnimo y se sumaban complementos y dietas¡±, cont¨® un artista. Otro m¨²sico dijo desconocer a qu¨¦ se deb¨ªan los apartados de ¡°manutenci¨®n¡± y ¡°otras percepciones no salariales¡± en una n¨®mina que le env¨ªo Artistamente: viv¨ªa a 80 kil¨®metros del lugar de la actuaci¨®n y no pernoct¨®.
Cinco reconocidos expertos legales confirmaron hace meses a este diario que la pr¨¢ctica lleva a?os normalizada, y ofrecieron varios argumentos en contra de su regularidad. ¡°Por ley, la base de cotizaci¨®n la determina el salario. Estas compa?¨ªas act¨²an como buitres. Es una estafa. Conf¨ªan en que este colectivo nunca ha estado en el punto de mira de la Inspecci¨®n de Trabajo, porque se ve como perif¨¦rico e intermitente¡±, se?alaba el pasado marzo Octavio Granado, secretario de Estado de Seguridad Social entre 2004 y 2011 y, de nuevo, entre 2018 y 2020.
En las n¨®minas y liquidaciones emitidas por Actura que pudo ver este diario, los ingresos del artista var¨ªan (128, 150, 215, 300 o 400 euros), pero la cuota a la Seguridad Social siempre se mantiene m¨ªnima: 17 euros. Y en las de Artistamente, se declara el salario m¨ªnimo (42,31 euros en uno de los documentos) y el resto como ¡°otras percepciones no salariales¡± (274,70 euros, en el mismo caso). Por comparar, un ejemplo de n¨®mina, en la web del despacho especializado Sympathy for the Lawyer, calcula 85,8 euros para la Seguridad Social en el caso de un m¨²sico que haya cobrado 220 por una actuaci¨®n. La diferencia, multiplicada por miles de casos y conciertos, explica las cifras que reclaman Inspecci¨®n de Trabajo y la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social. Adem¨¢s, la relaci¨®n laboral entre el m¨²sico y la empresa tambi¨¦n suscita dudas entre los expertos consultados: consideran que la emisi¨®n de una factura es el ¨²nico v¨ªnculo real entre ambos, por m¨¢s que los artistas resulten oficialmente empleados durante un d¨ªa, y que las compa?¨ªas act¨²an como simples ¡°intermediarias¡± o ¡°comisionistas¡±.
El 49,4% de los m¨²sicos tiene unos ingresos brutos anuales por debajo del Salario M¨ªnimo Interprofesional (1.134 euros mensuales en 14 pagas), seg¨²n un estudio publicado en 2024 por la Sociedad de Artistas AIE con la colaboraci¨®n de la Uni¨®n de M¨²sicos. El directo supone la principal fuente de ingresos para el 78% de los encuestados. Pero el 27% tiene entre uno y 10 conciertos al a?o, el 38% entre 11 y 40 y solo el 9% llega a m¨¢s de 100, seg¨²n el informe.
As¨ª que el sector musical ¡ªy el cultural en general¡ª reclama desde hace a?os una cuota de aut¨®nomo adaptada a estas especificidades. En 2023, el Gobierno introdujo una de 161 euros al mes para el que gane menos de 3.000 euros al a?o. Pero los m¨²sicos, calculadora en mano, denuncian que a menudo sigue sin compensar darse de alta. El propio Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, prometi¨® retocar las cuotas de aut¨®nomos cuanto antes: se trata de uno de los principales pilares a¨²n pendientes del llamado Estatuto del Artista. Y est¨¢ siendo objeto de negociaci¨®n parlamentaria para introducirlo en alguna ley de pr¨®xima aprobaci¨®n. De momento, falta consenso pol¨ªtico. Aunque en algo estar¨¢n todos de acuerdo: el estribillo actual no puede gustar a nadie.
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