Nadal y Federer, el d¨²o sin fin
En su m¨¢xima expresi¨®n, el espa?ol y el suizo reavivan la vieja rivalidad y protagonizaron el curso ten¨ªstico con dos grandes t¨ªtulos cada uno y la recuperaci¨®n del n¨²mero uno por parte del mallorqu¨ªn
El pasado mes de septiembre, mientras los choques de champ¨¢n rechinaban en la noche de Nueva York y Rafael Nadal festejaba con sus familiares el t¨ªtulo del US Open en un espacio reservado del complejo Billie Jean King, donde el ganador de 16 grandes sonre¨ªa sin parar y depart¨ªa con sus padres, familiares, amigos y alg¨²n miembro del equipo, un susurro sentenciaba a solo un par de metros de la celebraci¨®n. ¡°?Qu¨¦ por qu¨¦ sigue triunfando Rafa? Por una raz¨®n muy simple: porque los campeones nunca se cansan de ganar¡±.
Sintetizaba Manolo Santana con esa espontaneidad que siempre ofrece el madrile?o, un enamorado del balear y del suizo Roger Federer, a quienes admira como nadie. ¡°Es sencillo: ellos contin¨²an ganando porque est¨¢n hechos de otra pasta. Son dos campeones aut¨¦nticos, de pura raza. De Rafa y Roger jam¨¢s se puede dudar. Nunca¡±, ampliaba a colaci¨®n del auge de las dos grandes estrellas, protagonistas de una resurrecci¨®n que unos meses atr¨¢s parec¨ªa ut¨®pica e imposible, solo imaginable para los m¨¢s ac¨¦rrimos feligreses.
Un a?o antes, mientras ambos languidec¨ªan a consecuencia de una serie de problemas f¨ªsicos que les forzaron a dejar de competir durante medio a?o, se reunieron en Manacor para la inauguraci¨®n de la Academia de Nadal. Y entonces, este ya avis¨®. ¡°Ni a Roger ni a m¨ª se nos ha olvidado jugar al tenis. Estamos trabajando para volver al m¨¢s alto nivel¡±, advirti¨® el mallorqu¨ªn, que pas¨® del dicho pas¨® al hecho y rubric¨® un 2017 extraordinario, sumando dos grandes m¨¢s a su expediente (los mismos que su amigo) y recuperando un n¨²mero uno que no luc¨ªa desde junio de 2014.
Despu¨¦s de una d¨¦cada de gloria y una rivalidad casi inigualable, muy pocos albergaban fe en la continuidad del binomio hist¨®rico que componen Nadal y Federer. Todo era escepticismo, interrogantes en el aire, incluso se hablaba de un final tal vez no muy lejano. Sin embargo, el 2017 quedar¨¢ registrado para siempre como un curso sin igual para los dos, 31 y 36 a?os respectivamente. Ambos resta?aron sus heridas y alcanzaron su m¨¢xima dimensi¨®n, porque nunca se les hab¨ªa advertido mayor dominancia que la de este a?o redentor.
¡°Creo que la mayor¨ªa pensaba que era el fin, que los buenos viejos tiempos d¨ªas de Rafa y Roger hab¨ªan pasado¡±, admit¨ªa el franc¨¦s Yannick Noah a este peri¨®dico hace tres meses, durante un evento en Marbella; ¡°pero no solo han vuelto, sino que adem¨¢s lo han hecho con verdadera fuerza, gan¨¢ndolo todo. Es muy inspirador¡±. Recog¨ªa el testigo Mats Wilander, exn¨²mero uno y ganador de siete majors: ¡°Para este negocio es muy valioso que ellos vuelvan a estar ah¨ª arriba¡±. Y remataba el genuino John McEnroe: ¡°Nadie pod¨ªa imaginar algo as¨ª, nadie hubiera apostado por ello¡±.
Sea como fuere, Nadal y Federer regresaron y protagonizaron no solo el mejor relato del curso ten¨ªstico, sino tambi¨¦n el m¨¢s trascendental del a?o deportivo. Con estilos tan opuestos y tan contradictorios, en versiones evolucionadas y perfeccionadas, los t¨®tems completaron un ejercicio abrumador. Nadal disput¨® 18 torneos, gan¨® seis (uno menos que el suizo) y dej¨® un balance de 67 victorias y 11 derrotas; reestableci¨® su dominio en la tierra ¨C10? Montecarlo, 10? God¨® y 10? Roland Garros¨C y, por encima de todo, adquiri¨® un tono f¨ªsico que le permiti¨® volver a disfrutar y alejarse de las lesiones.
Mientras, Federer intervino a la carta, con la agudeza selectiva del depredador, calibrado los tiempos y maximizando cada una de sus apariciones. Abri¨® con una exhibici¨®n en Melbourne, prolongada en Indian Wells y Miami, y enlaz¨® su gran objetivo: el octavo trofeo de Wimbledon. Particip¨® en 12 torneos, con un promedio espectacular (52-5), y dise?¨® su rev¨¦s m¨¢s da?ino gracias a la magistral decisi¨®n de aumentar su raqueta. Al ganador de 19 grandes nunca se le hab¨ªa visto con tal poder de convicci¨®n ni con esa firmeza, ni siquiera en sus ¨¦pocas previas de m¨¢xima bonanza.
Emergi¨® Federer y se liber¨® del estigma que le rend¨ªa frente a Nadal, psicol¨®gicamente muy superior hasta este 2017 en el que el de Basilea invirti¨® por fin la curva emocional. Venci¨® en los cuatro pulsos entre ambos ¨Cfinal de Australia, octavos de Indian Wells y las finales de Miami y Shangh¨¢i¨C y se transform¨® en una pesadilla para el espa?ol. ¡°A estas alturas s¨¦ muy bien c¨®mo debo jugarle a Rafa. Ahora cuando estoy frente a ¨¦l tengo un plan¡±, conced¨ªa despu¨¦s de elevar el t¨ªtulo chino. ¡°Cada uno hace su camino¡±, considera Nadal; ¡°¨¦l y yo hemos sido los mejores de la temporada y estoy feliz de poder seguir luchando por cosas importantes a mi edad¡±.
Frente a la negaci¨®n y los imposibles, una doble respuesta, una imagen que vale un potos¨ª: ambos fundi¨¦ndose en un abrazo, en Praga, donde compartieron trinchera por primera vez. Frente a lo inveros¨ªmil o lo incre¨ªble, dos nombres: Rafael Nadal y Roger Federer. El d¨²o sin fin.
EL ?LTIMO A?O CON TONI EN EL BANQUILLO
Al margen de la estampa del abrazo en la Laver Cup, este a?o dej¨® otra instant¨¢nea para el recuerdo, la de Nadal y su t¨ªo Toni en el podio de Par¨ªs. Supuso el broche ideal al v¨ªnculo entre los dos, puesto que el preparador ya no viajar¨¢ m¨¢s con su sobrino y se ce?ir¨¢ a la formaci¨®n de j¨®venes jugadores en la academia de Manacor.
¡°Gracias, Rafael¡±, escribi¨® el t¨¦cnico en EL PA?S al t¨¦rmino de la temporada, en una carta abierta en la que expresaba sus sentimientos al cierre de la relaci¨®n m¨¢s exitosa de la historia del tenis. ¡°Debo reconocer y agradecer enormemente al m¨¢ximo responsable de mi suerte: mi sobrino Rafael. La relaci¨®n con ¨¦l siempre ha sido at¨ªpicamente f¨¢cil dentro del mundo en el que nos movemos¡±, expresaba el columnista.
¡°Gracias a su educaci¨®n, respeto y pasi¨®n he podido desplegar mi manera de entender esta profesi¨®n (¡). A d¨ªa de hoy me siento enormemente valorado y querido porque su figura ha engrandecido la m¨ªa mucho m¨¢s de lo que me merezco¡±, se desped¨ªa.
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