Zverev oscurece a Nadal

Traducida en una monta?a rusa, la gira de arcilla ofrece una bajada indeseada en la Caja M¨¢gica de Madrid, donde un ca?onero de dos metros, Alexander Zverev, despacha a Rafael Nadal en los cuartos del torneo: doble 6-4, en 1h 44m. Fr¨ªa, abrupta salida la del espa?ol, que tras al aceler¨®n de hace dos semanas en el God¨® y la optimista puesta en escena de las rondas previas, se marcha con un borr¨®n. El frenazo es un hecho. Fall¨®n y desdibujado, al campe¨®n de 20 grandes se le atraganta ¨²ltimamente Madrid, donde no vence desde 2017, y tambi¨¦n el gigant¨®n Zverev, que le ha batido en los tres ¨²ltimos enfrentamientos entre ambos. El tropiezo duele, porque supone adem¨¢s descender al tercer pelda?o del ranking, en favor de Daniil Medvedev, y conduce al alem¨¢n a un cruce con Dominic Thiem (3-6, 6-3 y 6-3 a John Isner) por un billete para la final.

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Nadal repara el boquete del servicio

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Nadal se encuentra con un Zverev retador, con ganas de marcha y que conoce bien los entresijos de la pista. Al fin y al cabo, el alem¨¢n alz¨® el t¨ªtulo madrile?o en 2018 y la altura de Madrid le viene de perlas a su golpeo plano y profundo, peligros¨ªsimo si amanece con buen ¨¢nimo y no le da por volver a las andadas, talento de viene y va. Llamado a liderar a la nueva hornada hace unos a?os, adolece de regularidad y es un tenista guadianesco, m¨¢s protagonista en los ¨²ltimos tiempos por sus devaneos lejos de las pistas que por sus m¨¦ritos deportivos, pero si encuentra la inspiraci¨®n con el servicio es capaz de apear a cualquiera, ll¨¢mese Nadal, Federer o Djokovic. Las tres muescas figuran en su revolver. Tres veces ha batido al primero en los tres ¨²ltimos careos, dos de ellos en dura: el Masters de 2019 y Bercy en 2020.

El espa?ol tiene la sart¨¦n por el mango durante el primer tramo del duelo y confirma la superioridad con un break en el sexto juego. Sin embargo, Zverev replica, tirando un par de passings tremendos, y se crece justo antes de que llegue un giro an¨ªmico determinante. De t¨² a t¨² hasta ese instante, el alem¨¢n no entiende la petici¨®n de Nadal para que revisen la bola en un saque, despu¨¦s de que el balear haya enviado largo el resto. El ¨¢rbitro acepta, confirma la doble falta y se repite el servicio. El espa?ol se hace con el punto. 30-30. Entonces, Zverev se enciende, protesta. Maldice. Falla a continuaci¨®n, opci¨®n de break. Si en otras ocasiones una acci¨®n as¨ª le hubiera nublado, esta vez destapa su mejor versi¨®n. Le espolea. Aborta la posible rotura, defiende el servicio y ense?a el pu?o.

En la central se activa un volc¨¢n. El de Hamburgo, una torre de 1,98, da un paso adelante y su rev¨¦s corta como una guada?a. Su palanca martillea y Nadal empieza a estar m¨¢s y m¨¢s err¨¢tico. En progresi¨®n desde Barcelona, el mallorqu¨ªn hab¨ªa enmendado en las dos primeras citas en la Caja M¨¢gica sus problemas con el saque, pero ante el alem¨¢n hay un retroceso. No afina al servir, y su rev¨¦s y su derecha chirr¨ªan. La bola se va demasiadas veces al pasillo, y el drive no porta una pizca de p¨®lvora. Se resume la regresi¨®n 17 errores no forzados, 10 de ellos con la derecha; solo 6 ganadores. Se desentona Nadal y paga caro el descentre, con un patinazo en el noveno juego que permite al rival sacar para cerrar el set. No se arruga Zverev y sella con un ace. Caen los misiles, alguno a 229 kil¨®metros por hora. Luz de alarma y cuchicheo en las gradas. Queda un mundo, pero ni uno ni otra var¨ªan la din¨¢mica. Zverev, cada vez m¨¢s da?ino, creciente y hostigador; Nadal, cada vez m¨¢s inerme, no hay ases en la manga.

Gris en esta gira de arcilla ¨Coctavos en Montecarlo y cuartos en M¨²nich, previamente¨C, el joven Sascha mantiene el tipo y en el quinto juego de la segunda manga asesta otro estacazo, que termina siendo definitivo. Despu¨¦s, el p¨²blico madrile?o conf¨ªa en la tiritona, sobre todo cuando al seis del mundo se le escapa un 15-40, con 4-2 a su favor. Por ah¨ª puede estar, se piensa. Pero no. Esta vez no. No hay ¨¦pica, no hay vuelco. Madrid y sus peculiares c¨®digos. El alem¨¢n ¨C82% de puntos con los primeros¨C se rehace y firma su primera victoria sobre arena contra Nadal. Le sentencia en el torneo, esquivo para ¨¦l desde hace cuatro a?os. Jarro de agua fr¨ªa y un paso atr¨¢s en el trazado hacia Roland Garros, con el Masters de Roma, la pr¨®xima semana, como escala intermedia. No hay tiempo para pensar, s¨ª para corregir. Nadal toma nota y, resignado, mastica una derrota que escuece.

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