Serena Williams, el efecto inspirador de una mujer poderosa
Nos ha marcado a todas y se lo llev¨® todo por delante. Siempre ha sido una transgresora. Lleg¨® con ganas de mandar en un mundo dirigido por blancos
Serena Williams ha sido una tenista de otra dimensi¨®n, ¨²nica e incomparable. En mi caso personal, ella supone una inspiraci¨®n y un verdadero s¨ªmbolo en mi carrera, como lo habr¨¢ significado seguramente para muchas otras jugadoras. Cuando empec¨¦ a jugar al tenis, empec¨¦ a hacerlo en un club en el que, l¨®gicamente, no tiene nada que ver con los escenarios en los que lo hago ahora. Era otro mundo. Y recuerdo decir a mi madre: ¡®mira esas hermanas, las Williams. Mira con qu¨¦ car¨¢cter y con qu¨¦ garra juegan. T¨² tienes que jugar as¨ª y ser como ellas. Alg¨²n d¨ªa ser¨¢s como ellas, Garbi?e¡¯. Yo en esos momentos era una ni?a de 6 ¨® 7 a?os, y ella y Venus ya estaban jugando y ganando Grand Slams.
A partir de ese momento empec¨¦ a so?ar de verdad y a pensar que si ten¨ªa ese car¨¢cter alg¨²n podr¨ªa llegar a ser como Serena. Da igual de d¨®nde vinieses, ya fuera de Sudam¨¦rica o de cualquier otro lado, si eras blanca, negra o asi¨¢tica. Da igual el origen o el color. Lo importante era lo que ella transmit¨ªa. Nos ha marcado a todas. Hay muchas que nos hemos sentido muy identificadas, ya sea por su historia o por el mensaje que ha transmitido, que ha ido siempre m¨¢s all¨¢ de las pistas. Su esencia es lo que verdaderamente me ha influenciado. Muchas veces ha hecho que entrenase m¨¢s y me ha motivado para seguir adelante.
Debo admitir que estos d¨ªas, leyendo las noticias sobre su retirada, he derramado algunas l¨¢grimas. Llor¨¦ cuando nos cont¨® que se iba a retirar, y es muy raro eso en m¨ª. De alguna forma, su adi¨®s ha hecho que algo se apague dentro en m¨ª. Que caduque. Cuando ella anunci¨® que ha llegado la hora de evolucionar y dar el siguiente paso, algo que es l¨®gico y perfecto, dentro de m¨ª fue como: ?No, Serena se va! ?Y ahora qu¨¦? ?Ahora qui¨¦n va a ser la que gu¨ªe realmente al tenis, aquella referencia a la que podamos admirar y que sea insuperable? ?Qui¨¦n puede recoger el testigo de la leyenda?
Para m¨ª ella significa todo eso. S¨ª, nos hemos enfrentado y hemos convivido durante muchos a?os en el circuito como competidoras, pero he sabido muy bien apartar la fascinaci¨®n a la hora de competir contra ella. Al final, en ese instante lo ¨²nico que cuenta es el juego y vas a por todas. Con respeto, pero a por todas. Medirte con ella en una pista es lo m¨¢ximo. Lo hemos so?ado todas.
Ella ha sido siempre mi referencia porque ha transformado el tenis. Habr¨¢ quienes se hayan inspirado en Sharapova u otras grandes jugadoras, pero la que ha cambiado definitivamente nuestro deporte ha sido Serena. No solo lo ha gobernado durante muchos a?os, sino que ha sido la pionera de ese estilo tan poderoso y tan agresivo que arras¨® a la generaci¨®n anterior, que apostaba por un tenis m¨¢s t¨¢ctico. Se lo llev¨® todo por delante y convirti¨® el tenis en otro tipo de deporte, m¨¢s agresivo, m¨¢s fuerte, m¨¢s r¨¢pido. M¨¢s explosivo. A partir de ah¨ª, todas las jugadoras tuvieron que adaptarse si quer¨ªan estar a su altura o al menos cerca de ella. Por todo esto es la mejor de todos los tiempos. Sin duda.
Jugadoras como Martina Hingis o mi entrenadora, Conchita Mart¨ªnez, propon¨ªan un tipo de tenis m¨¢s lento, m¨¢s estrat¨¦gico y probablemente m¨¢s talentoso; tal vez m¨¢s vistoso, pero menos eficaz que el golpe hegem¨®nico de Serena. Su irrupci¨®n supuso un antes y un despu¨¦s, y nos oblig¨® a ser mejores. Todas, incluida yo, hemos estudiado a fondo su juego. He visto mil v¨ªdeos, mil partidos, mil explicaciones sobre su t¨¦cnica, sobre su derecha, sobre su rev¨¦s. Era la ¨²nica forma de hacer frente a la tenista que ha marcado el nuevo camino.
El impacto de su juego ha sido proporcional al de su personalidad. La intimidaci¨®n es el arma que mejor ha sabido explotar a lo largo del tiempo, porque ha tenido momentos m¨¢s o menos buenos, pero nunca ha perdido ese poder ni esa fuerza interior que de tantos apuros le ha sacado. Probablemente, todo esto lo haya aprendido de sus vivencias, de todas las dificultades que ha tenido que afrontar desde que era una ni?a, incluida el racismo. Eso ha hecho que haya tenido que ponerse una armadura muy fuerte y que sintiese que la gente nunca pod¨ªa tomarle el pelo. Yo lo percib¨ª perfectamente la primera vez que jugu¨¦ contra ella, en Melbourne. Me sent¨ª intimidada, pero fui aprendiendo a hacerle frente y he sabido competir de t¨² a t¨². Sin temores.
Voy a contar algo que no he contado nunca, porque no quer¨ªa profundizar sobre ella hasta que no se confirmase la retirada y no tuvi¨¦ramos que cruzarnos de nuevo en una pista; al final, somos contrincantes y quer¨ªa protegerme. El caso es que yo nunca he mirado c¨®mo quedan los cuadros de los torneos, ya se sabe. Pero, ?por qu¨¦ no lo hago?
En 2013 jugu¨¦ mi primer partido en un Grand Slam, en el Open de Australia. Lo mir¨¦ y vi que en la segunda ronda pod¨ªa tocarme Serena. El primer partido fue tan horroroso y de tal ansiedad, que casi no pod¨ªa ni jugar por todo lo que se me pasaba por la cabeza en ese momento. Pensaba: ¡®si gano, me va a tocar ella¡¯ en la central, y llevo toda la vida prepar¨¢ndome para ese momento. Desde que cog¨ª una raqueta por primera vez en Venezuela. El saber que me pod¨ªa tocar jugar contra ella me afect¨® tanto, tanto, tanto que tuve que llegar al tercer set del partido contra Magdalena Rybarikova para vencer por 14-12. Despu¨¦s, contra Serena, hab¨ªa jugado ya tanto el partido en mi mente que, cuando lleg¨® el momento, llegu¨¦ tan cansada que no pod¨ªa ni moverme. Perd¨ª con claridad 6-2 y 6-0. Al salir de la pista me dije: ¡®Jam¨¢s volver¨¦ a mirar un cuadro¡¯. Desde ese d¨ªa he preferido no pensar m¨¢s all¨¢, y ella es la raz¨®n de todo.
Serena es la revoluci¨®n. Por su imagen, por su vestimenta, por el hecho de tener un cuerpo diferente que quiz¨¢ rompe con los c¨¢nones; por mandar en un deporte que tradicionalmente ha sido dominado por la gente blanca. Ella lleg¨® hambrienta y con ganas de tomar las riendas, y eso tal vez no terminaba de encajarle demasiado a mucha gente del tenis. Cada vez que saltaba a la pista, todo el mundo estaba pendiente de c¨®mo iba a salir, qu¨¦ actitud iba a tener o qu¨¦ look iba a llevar. En ese sentido, ella ha sido una maestra del suspense. A pesar de haber estado muchos a?os en el circuito, sabemos relativamente poco sobre ella como jugadora porque no comparte demasiadas cosas. B¨¢sicamente, aparece y desaparece.
Es una mujer controvertida, que si se tira a la piscina lo hace plenamente y que ante la adversidad se crece: conforme m¨¢s se la ha criticado, m¨¢s se ha reafirmado, m¨¢s se ha fortalecido. M¨¢s rompedora y rebelde ha sido. Es una transgresora que ha roto todos los moldes.
Garbi?e Muguruza ha sido n¨²mero 1 y gan¨® Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017). Jug¨® seis veces contra Serena, con un reparto de victorias (3-3).
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.