El coraje de ?ngel Correa para superar los golpes de la vida
Tras el fallecimiento de su madre, el punta ser¨¢ titular ante el Almer¨ªa despu¨¦s de comprobar estos d¨ªas la ascendencia que tiene en el Atl¨¦tico por c¨®mo ha logrado triunfar pese a las dificultades que ha pasado desde ni?o
¡±A pensar en jugar, que es lo que le moviliza¡±, advierte Diego Pablo Simeone, sabedor de que el f¨²tbol siempre fue una v¨ªa de escape para las crudas realidades que ha tenido que vivir ?ngel Correa (Rosario; Argentina; 28 a?os). La ¨²ltima, el fallecimiento de su madre la semana pasada. El carisma del menudo atacante argentino ha expandido su duelo por todos los estamentos del Atl¨¦tico. Compa?eros, cuerpo t¨¦cnico, dirigentes y empleados se han volcado en el arrope de Angelito. El cari?oso diminutivo con el que le menta cualquiera que tenga cierto roce con un futbolista tan golpeado por la vida.
Superviviente orgulloso del dif¨ªcil barrio rosarino de Las Flores, el f¨²tbol de los descampados le entreg¨® a Correa la jerarqu¨ªa respetuosa que el juego suele otorgar en contextos tan duros y ¨¢speros. Tanto que los toxic¨®manos y los camellos que, como toda la barriada tambi¨¦n le auguraban un futuro con la pelota, le amenazaban con apalearle si se le ocurr¨ªa asomarse a las drogas. Principal fuente de ingresos, desde los diez a?os, de una familia numerosa de la que ya hab¨ªa tenido que velar por el padre y dos hermanos, ¨¦l mismo, a punto de fichar por el Atl¨¦tico, tambi¨¦n tuvo que superar una operaci¨®n a coraz¨®n abierto sin saber si podr¨ªa volver a jugar. El club rojiblanco le firm¨®, pese a la incertidumbre sobre su futuro, algo que Correa asegura nunca olvidar¨¢. ¡°Se trajo a gran parte de su familia a vivir a Madrid para que su madre no se sintiera sola. Trat¨® de reproducir las costumbres y el entorno familiar de Rosario. Instal¨® a toda su familia en una casa y a su madre le compr¨® una parrilla para que no echara de menos los asados que hac¨ªan all¨ª¡±, relatan en las oficinas del Metropolitano. Durante el viaje del pasado mi¨¦rcoles que hizo el Atl¨¦tico para jugar un amistoso ante el Besiktas ¡ªen beneficio de las v¨ªctimas del catastr¨®fico terremoto que asol¨® Estambul en febrero¡ª se le vio animado.
¡°Es important¨ªsimo para nosotros, le tocar¨¢ empezar ante el Almer¨ªa (este domingo,18.30, Movistar LaLiga)¡±, anunci¨® Simeone; ¡°y no me imagino otra cosa que verle haciendo un gran partido¡±. El respetuoso minuto de silencio guardado en Vallecas ante el Rayo y los brazaletes negros lucidos no se repetir¨¢n. El club prefiere que ahora sea la hinchada de manera espont¨¢nea la que le exprese sus sentimientos de p¨¦same y apoyo a Angelito. ¡°Est¨¢ con sus compa?eros, pasando el duelo que uno tiene que pasar naturalmente cuando suceden estas situaciones¡±, asegur¨® Simeone.
Reciente campe¨®n del mundo con Argentina, Correa es con toda seguridad el futbolista al que, por rendimiento y trascendencia, su entrenador debe m¨¢s minutos. El propio Simeone lo suele admitir en privado y en p¨²blico, pero es cierto que es extra?o el encuentro en el que no ha participado bajo la direcci¨®n del Cholo. Este le ha correspondido en numerosas ocasiones con actuaciones decisivas en momentos cr¨ªticos para el entrenador y el equipo. Por no hablar del gol imposible con la puntera en aquel ¨²ltimo partido en Valladolid (1-2) que dio el t¨ªtulo liguero al Atl¨¦tico hace dos temporadas.
Tampoco lo ha tenido Correa f¨¢cil en el Atl¨¦tico. Siempre ha competido por las posiciones de primer o segundo delantero con las grandes contrataciones del club. Ese obst¨¢culo lo sorte¨® convirti¨¦ndose en el mejor jugador de banda derecha del equipo sin tener las mejores condiciones para ello. ¡°Solo quiero que el Cholo me ponga un d¨ªa por el centro¡±, rogaba por entonces. En uno de sus peores momentos, poco antes del comienzo de la temporada 2019-20, su marcha al Milan lleg¨® a darse por hecha para facilitar la llegada de Rodrigo Moreno.
Tambi¨¦n le ha costado a Correa que su f¨²tbol fuera comprendido por una parte de la hinchada y de la prensa. No concibe el juego sin el regate, la improvisaci¨®n y la imaginaci¨®n de acciones que a veces parecen imposibles. Y eso convierte sus partidos y hasta su carrera en un cara o cruz permanente. Su gran m¨¦rito ha sido no renunciar a su juego cuando no le sal¨ªa. Una nimiedad para alguien al que la vida le ha golpeado tanto que la combate esbozando una sonrisa con cualquier m¨ªnimo detalle que le haga feliz.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.