Un Tour de Francia 2024 a la moda de Italia: etapas y recorrido

El cuarto d¨ªa, el Galibier; el s¨¦ptimo, una contrarreloj de 25 kil¨®metros por Borgo?a; el segundo domingo, 32 kil¨®metros de caminos de gravel por Champagne; el octavo d¨ªa, visita a la cruz de Lorena de Colombey les Deux ?glises, el pueblo donde veraneaba De Gaulle; dos d¨ªas de Pirineos, con Pla d¡¯Adet y Plateau de Beille infernal; un d¨ªa monumental en los Alpes, el ¨²ltimo viernes, con Vars, La Bonette Restefond y sus 2.802m de altura, la carretera asfaltada m¨¢s alta de Francia, e Isola 2000, donde hace 30 a?os Indurain hac¨ªa como que esprintaba para dejarle ganar a Rominger, y, el ¨²ltimo domingo, una contrarreloj de 35 kil¨®metros, entre M¨®naco y Niza. Un Tour 2024 a la antigua moda italiana.

¡°Un Tour monta?oso y disperso, que pasar¨¢ por los Apeninos, los Alpes de Piamonte, la zona de Cantal del Macizo Central, por los Alpes Mar¨ªtimos y los Pirineos, por las colinas de Borgo?a y Champagne, por los Grandes Alpes y por los Pirineos¡±, dice Christian Prudhomme, su director, que se?ala sus m¨¢s de 54.000 metros de desnivel positivo, 12.000m m¨¢s que los previstos en el pr¨®ximo Giro, que asume una moderaci¨®n moderna y presta su car¨¢cter habitualmente exagerado al Tour que nace en su Toscana, y no teme, dado el car¨¢cter de los ciclistas de ahora, el bloqueo hasta el ¨²ltimo d¨ªa que aterroriza a la corsa rosa. Cuatro llegadas en alto, dos en repecho, 27 cols de segunda, primera y hors cat¨¦gorie, dos de ellos por encima de los 2.500m (Galibier y La Bonette) y cuatro m¨¢s, Sestriere, Tourmalet, Vars e Isola 2000, por encima de los 2.000m.

Estos ser¨¢n los territorios del debut en la grande boucle de Remco Evenepoel guiado por Mikel Landa, el escenario del cuarto gran duelo Vingegaard-Pogacar (ventaja 2-1 para el dan¨¦s, ganador los dos ¨²ltimos a?os), el desaf¨ªo de Roglic liberado en el Bora, la esperanza de Enric Mas y Carlos Rodr¨ªguez, la nube de la enso?aci¨®n de los aficionados, donde se unen la memoria de los grandes del pasado, y los nombres de siempre, con las ilusiones que llegar¨¢n.

El Tour del 24, presentado en Par¨ªs este mi¨¦rcoles, saldr¨¢ el 29 de junio de Florencia y terminar¨¢, obligado por los Juegos Ol¨ªmpicos, que comienzan el 26 de julio pero reclaman todo Par¨ªs para ellos todo el mes, acabar¨¢n lejos de la capital francesa por primera vez en las 111 ediciones que se habr¨¢n disputado desde su nacimiento en 1903.

Lo har¨¢ en la Costa Azul, en Niza, pegados de nuevo a Italia, el 21 de julio. Como Garibaldi, el padre de Italia, naci¨® en Niza y declar¨®, famosamente, ¡°soy de Niza, no soy ni italiano ni franc¨¦s¡±, el Tour no ha perdido la oportunidad de usar su figura, un conquistador, un so?ador, un idealista y un luchador, como hilo conductor de su carrera, y rendir, de paso homenaje a la Italia generosa que le acoge los primeros d¨ªas, de Florencia a Rimini, de costa a costa, de Cesenatico a Bolonia, de Piacenza a Tur¨ªn, y los Alpes, tres etapas tipo Giro, de m¨¢s de 200 kil¨®metros cada una.

Pasado el trago sentimental, y la memoria de Gino Bartali (ganador de los Tours de 1938 y de 1948) y Nencini (1960) en su Florencia, de Pantani (1998) en su Cesenatico, de Armani en Piacenza y de Coppi (1949 y 1952) en el Piamonte, el Tour ser¨¢ duro y franc¨¦s ya el cuarto d¨ªa: 138 kil¨®metros encadenamiento de Sestriere-Montgen¨¨vre-Galibier, y final en Valloire, al final del descenso del padre de los Alpes, igual que en 2019, cuando Nairo Quintana consigui¨® su ¨²ltima gran victoria con el Movistar. Nunca en la historia del Tour hab¨ªa llegado tanta monta?a tan pronto. Un riesgo y un desaf¨ªo.

Siguiendo la moda italiana, el Tour ha sustituido sus tradicionales escapadas todoterreno por los adoquines de su Par¨ªs-Roubaix con un paseo loco por las strade bianche, los caminos blancos de gravilla entre los vi?edos de Champagne en la ¨²ltima etapa antes del primer lunes de descanso, y Pogacar, fabuloso en este territorio, lo aplaude. Ser¨¢n 14 tramos, cada uno con su cuesta empinad¨ªsima y su descenso peligroso, 32 kil¨®metros, insertos en los 199 kil¨®metros de la Troyes-Troyes, novena etapa. Dos d¨ªas antes, otro paseo por vi?edos, los de los grands crus de Borgo?a, desde la Nuit de Roman¨¦e Conti a Chambertin.

En los Pirineos se retorna a la tradici¨®n con el Tourmalet antes de Pla d¡¯Adet en St Lary, la misma l¨ªnea de meta en la que hace 50 a?os un Poulidor de 38 a?os hizo so?ar de nuevo a Francia, y se regresa al Plateau de Beille en el que Contador bail¨® un mambo con Rasmussen en 2007.

El Tour, todas las carreras ciclista centenarias, se construyen con gui?os al pasado que hacen creer que la eternidad era esto. El ¨²ltimo d¨ªa, los 35 kil¨®metros entre M¨®naco y la plaza Massena de Niza, ser¨¢n la primera vez que el Tour termina en una contrarreloj desde 1989, memoria de aquel Versalles-Campos El¨ªseos en el que Greg LeMond hundi¨® en lo m¨¢s hondo para siempre a Laurent Fignon al derrotarle contra cualquier l¨®gica y ganarle el Tour por 8s. Nadie descarta que desde el d¨ªa que decidi¨® este final, Prudhomme no sue?e con un sobresalto similar para cerrar el Tour del Par¨ªs ol¨ªmpico.

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