Alcaraz, por la v¨ªa del optimismo: ¡°Ha sido un mes muy positivo¡±

Con la espontaneidad propia de su edad, Carlos Alcaraz reconoc¨ªa en la madrugada espa?ola del jueves que Grigor Dimitrov, uno de esos tenistas que ya est¨¢n de vuelta ¡ª12 a?os mayor que ¨¦l, 20 frente a 32¡ª, le hab¨ªa hecho retroceder hacia la adolescencia, cuando era un j¨²nior: ¡°Ahora mismo estoy muy frustrado porque me ha hecho sentir como si tuviera 13 a?os. Hablaba con mi equipo y les dec¨ªa que no sab¨ªa qu¨¦ hacer, que ¨¦l no ten¨ªa debilidades¡±. Ven¨ªa absolutamente lanzado el de El Palmar, campe¨®n reciente en Indian Wells y exhibiendo un nivel de juego delicioso, pero en el duelo de cuartos de final contra el b¨²lgaro (6-2 y 6-4, en 1h 32m) confluy¨® una doble circunstancia: la inspiraci¨®n de uno y la bruma del otro.

Dimitrov, que viene avisando desde hace tiempo y ya redujo al murciano durante el oto?o, en Shangh¨¢i, ofreci¨® una actuaci¨®n impecable y valiente, basada en el menos es m¨¢s. Contaba tras el partido el semifinalista que esta semana hab¨ªa preferido invertir menos horas en los entrenamientos y que justo cuando iba a pulsar el play para revisar el cruce entre los dos en China, resuelto en tres sets, decidi¨® no hacerlo para ahorrarse posibles interferencias durante el pulso, teniendo en cuenta que el contexto no ten¨ªa nada que ver. ¡°Fue en Asia, en una pista y un clima distintos. Todo era diferente, as¨ª que opt¨¦ por llegar aqu¨ª y partir de cero¡±, expuso el b¨²lgaro, que apost¨® por un abordaje en toda regla ¡ªquitarle tiempo para golpear, mordiendo al resto¡ª y acert¨®. Como subrayaba Alcaraz, lo bord¨®.

¡°Quiero ver las m¨¦tricas, pero dir¨ªa que ¨¦l ha hecho un partido de 9,9 o 10¡å, intuy¨® el n¨²mero dos. Estuvo cerca. Los datos elevaron a un 9,4 el rendimiento de su rival, que coincidi¨® adem¨¢s con la escasez de ideas que se encontr¨® enfrente. A remolque, Alcaraz, no pudo ni supo voltear la situaci¨®n. Esta vez, le falt¨® un plan B. Atropellado por la decidida propuesta de Dimitrov, se descolg¨® r¨¢pido y padeci¨® con el saque; y eso, hoy por hoy, es pr¨¢cticamente una condena. Tan solo pudo retener el 56% de los puntos jugados bajo sus primeros servicios y su efectividad con ese primer golpe se redujo al 58%. A lo largo de esta gira norteamericana sobre cemento, su promedio en este ¨²ltimo sentido ha sido de un 68,6% ¡ªcon picos de un 81% y m¨ªnimos de un 57%, el primer d¨ªa ante Arnaldi, en California¡ª, y el baj¨®n le penaliz¨® sobremanera porque el arre¨®n del final ¡ªdel 4-1 al 4-4 en el segundo parcial¡ª qued¨® en agua de borrajas.

Pese a todo, Alcaraz prefiere hacer una mirada panor¨¢mica de su paso por Norteam¨¦rica, de donde se marcha con un trofeo m¨¢s, su quinto Masters 1000, y por encima de todo habiendo restablecido su confianza despu¨¦s de unos meses dif¨ªciles en los que, recalca, no estaba disfrutando demasiado. En Indian Wells tumb¨® a adversarios de la talla de Zverev y Medvedev, y tambi¨¦n a Jannik Sinner, que aprieta y no cesa. En franco ascenso, su nivel se sostuvo en los compromisos de Florida y conf¨ªa que el episodio ante Dimitrov quede como un mero accidente. El b¨²lgaro le intercept¨® con una actuaci¨®n sublime y el balance es alentador, cuando hace no mucho estaba envuelto por las dudas y el resultadismo esgrimido desde el exterior, puesto que no alzaba un trofeo desde Wimbledon.

¡°Me voy de Estados Unidos contento, con buenas sensaciones. Ha sido un mes muy positivo, sinti¨¦ndome como me he sentido¡±, apunt¨®. ¡°Lo ¨²nico que me puedo reprochar es no haber metido primeros. Pero ¨¦l ha jugado muy bien y ha defendido de una forma espectacular; me ha pasado por encima y hay que darle cr¨¦dito, pero me voy con buenas sensaciones. Ahora tengo muchas ganas de comenzar la gira de tierra en Europa¡±, zanjaba el joven espa?ol. Ahora regresar¨¢ a Murcia y en breve empezar¨¢ a pelotear sobre la arcilla, aunque todav¨ªa debe decidir junto a los suyos si participa en Montecarlo (a partir del 7 de abril), o bien retrasa su reaparici¨®n hasta Barcelona, donde triunf¨® las dos ¨²ltimas ediciones. En todo caso, el Alcaraz que vuelve no es el mismo que aterriz¨® hace algo m¨¢s de mes y medio al otro lado del Atl¨¢ntico. Optimista por naturaleza y tendente a ver siempre el vaso medio lleno, asegura que afrontar¨¢ con fuerzas renovadas la escalera de la primavera.

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