¡®Roger¡¯ Dimitrov ciega a Alcaraz

Lamenta Carlos Alcaraz no haber podido medirse nunca con Roger Federer, el hombre del que siempre tuvo colgado un p¨®ster en su habitaci¨®n. A falta del suizo, al murciano le quedar¨¢ el consuelo de haberse cruzado con este Grigor Dimitrov imponente e imparable, arrollador el b¨²lgaro. Su verdugo en Miami: 6-2 y 6-4, en 1h 32m. Sin haberse subido nunca a la monta?a rusa del dandy, el espa?ol puede al menos ¡ªsalvando la siempre insalvable distancia respecto al genio¡ª hacerse una idea de c¨®mo se las gastaba su ¨ªdolo, porque este Dimitrov de f¨¢bula y v¨¦rtigo, daga en mano del primer al ¨²ltimo punto, seguramente sea la reproducci¨®n m¨¢s cercana a esa sensaci¨®n adrenal¨ªnica de que el tren viene a toda m¨¢quina y de que no hay manera de evitarlo. Coincide la m¨¢xima expresi¨®n de uno con el pinchazo del otro porque, tras una secuencia extraordinaria, Alcaraz se ve desbordado. Embiste el adversario, pero no encuentra remedio.

¡°?T¨ªrale alto, t¨ªrale alto!¡±, le insiste desde la esquina su preparador, Juan Carlos Ferrero. ¡°?An¨ªmate, que te oiga!¡±, grita el t¨¦cnico, pero esta vez la reacci¨®n de su jugador es tard¨ªa e insuficiente. Alcaraz est¨¢ cruzado. Obcecado durante la mayor parte del duelo, tan solo se reanima en la recta final, cuando ya ha cedido un terreno dif¨ªcilmente recuperable. Existe el amago, pero queda en eso, mero amago. Del 4-1 al 4-4 en el segundo parcial, pero la respuesta es fulminante. Lo advert¨ªa el b¨²lgaro en la antesala: ¡°?l est¨¢ jugando a un nivel excepcional, pero yo tambi¨¦n¡±. Y ejecuta con la decisi¨®n que diferenciaba al gran Federer, dispuesto a morder cada pelota, en cada tiro, sin desperdiciar un solo gramo de p¨®lvora. Restando dentro y gobernando con la derecha, se apropia de un triunfo que le aproxima de nuevo al top-10 y le cita este viernes con Alexander Zverev (6-3 y 7-5 a Fabian Marozsan).

Comparado en sus inicios con el suizo ¡ªflaco favor para cualquiera¡ª, Dimitrov parece haberse liberado definitivamente y a sus 32 a?os disfruta de una segunda juventud, con la esperanza todav¨ªa de que m¨¢s all¨¢ de esa Copa de Maestros que logr¨® en 2017, lejos ya, pueda experimentar alg¨²n cap¨ªtulo glorioso. Derrot¨® el curso pasado a Alcaraz en Shangh¨¢i, y de nuevo vuelve a tumbarle. Plasma el plan a la perfecci¨®n. ¡°Ten¨ªa extremadamente claro lo que quer¨ªa hacer. A veces, la simplicidad es clave. Tienes que pegarle duro para mantenerle a raya. Es como jugar al gato y al rat¨®n, para ver qui¨¦n es el primero que golpea¡±. Y as¨ª, con un esquema muy definido que consiste b¨¢sicamente en jugar a toda pastilla y evitar que el espa?ol disponga de tiempo para atacarle, obtiene r¨¦ditos desde el inicio del partido. A todo gas, arriesgando sin parar, ataca en cada devoluci¨®n y regala golpes fant¨¢sticos que envenenan enseguida la mente de Alcaraz.

Al murciano (20 a?os) se le escapa una opci¨®n de break en el primer juego y acto seguido se ve a remolque, 3-0 abajo, aturdido porque la pelota del b¨²lgaro le atropella y no percibe hueco alguno; la inspiraci¨®n se ha ido a otra parte. Las piernas del rival son dos cohetes y en un abrir y cerrar de ojos se ve contra las cuerdas, arrinconado, repeliendo como puede. No consigue llevar la iniciativa y en esa circunstancia de adversidad, el indisoluble ganador de este mes de marzo se evapora r¨¢pidamente. No ofrece respuestas, no da con la soluci¨®n. Niega. De dominador a dominado. Es, desde luego, un mal d¨ªa. Le visita la frustraci¨®n. ¡°?No puedo hacer eso!¡±. ¡°?Tengo que centrarme de una vez!¡±. ¡°?Qu¨¦ in¨²til soy!¡±. ¡°?No s¨¦ d¨®nde restar!¡±. Quejoso, no consigue enderezarse y el de enfrente sigue erre que erre, poniendo una estupenda r¨²brica de rev¨¦s ganador al set inicial.

Salvo un mu?ecazo magn¨ªfico en el pasante, muy poco que rescatar hasta ah¨ª. Y Dimitrov, a lo suyo. Sabe que sus opciones pasan por apretar y apretar, por no bajar un pelo el pist¨®n, as¨ª que abre trecho en el segundo (4-1) y del otro lado siguen sin proponerse variables. A falta de juego y de servicio, tira al final Alcaraz de orgullo y tras sortear una bola para 5-1, en un juego dirimido en casi diez minutos, logra un break en blanco y salva el abismo. Gana tiempo, pero no hay punto de giro. El b¨²lgaro no titubea ¡ªsalva cuatro de las cinco opciones de rotura que defiende¡ª y descarga una ¨²ltima r¨¢faga que certifica su pase a las semifinales; a excepci¨®n de Madrid, las ha alcanzado en todos los Masters 1000. ¡°Ha hecho un tenis casi perfecto; de hecho, puedo decir que perfecto¡±, precisa el de El Palmar. Y se expresan tambi¨¦n los n¨²meros de la hoja estad¨ªstica.

La autoridad de Dimitrov se refleja en sus 23 tiros ganadores y en la cosecha obtenida tanto en la red ¡ª14 aciertos en 19 visitas¡ª como al resto ¡ª27 puntos de 59, un 46%¡ª. ¡°Me ha hecho sentir que ten¨ªa 13 a?os¡±, admite el Alcaraz. ¡°Le dec¨ªa a mi equipo que no sab¨ªa qu¨¦ hacer. Ten¨ªa que haber cambiado mi juego antes, pero que creo que he jugado bien; no he encontrado la forma de hacerle sentirse inc¨®modo. Seguramente, la pr¨®xima vez que juegue contra ¨¦l ser¨¦ otro, intentar¨¦ hacer cosas distintas. Creo que hoy he jugado mejor que en Shangh¨¢i, pero no he encontrado soluciones. Y ¨¦l lo ha hecho perfecto¡±, resuelve el n¨²mero dos, que regresar¨¢ a casa para perfilar la gira de arcilla que comenzar¨¢ el 7 de abril en Montecarlo. Lo hace habi¨¦ndose reencontrado consigo mismo ¡ªdespu¨¦s de una fase de dudas¡ª, con otro Masters 1000 en el bolsillo (Indian Wells) y el soberbio nivel ofrecido hasta el encontronazo con Roger Dimitrov.

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