De los "trasvases" a la compra de Oil Dor
La acci¨®n social de responsabilidad, firmada por el abogado Miguel Bravo, fue elaborada, en realidad, por Ram¨®n Hermosilla y su equipo en la segunda quincena de abril. El material utilizado para realizar la demanda no provino de la administraci¨®n provisional, encabezada por Alfredo S¨¢enz, sino de los trabajos de la inspecci¨®n del Banco de Espa?a, que concluy¨® su informe el 31 de enero de 1994. Como Banesto se person¨® en el expediente que se sigue a los ex administradores, Hermosilla tuvo acceso a los informes de la inspecci¨®n. Ninguna de las operaciones descritas a lo largo de las 158 p¨¢ginas de la demanda tuvo como fuente los hallazgos de S¨¢enz despu¨¦s de la intervenci¨®n del 28 de diciembre de 1993.El modelo de gesti¨®n de Mario Conde, del que se hace eco la demanda, aparec¨ªa tipificado en la informe de la inspecci¨®n. "Banesto ha mantenido con una serie de grupos econ¨®micos, entre los que destacan el grupo Euman-Valyser, el grupo Oasis, el grupo J. Hachuel y el grupo Dorna, operaciones que tienen en com¨²n haberse llevado por motivos distintos a los estrictamente bancarios, es decir, inversiones en las que se tome en cuenta la capacidad de recuperaci¨®n de los fondos invertidos. Son operaciones normalmente destinadas a encubrir la situaci¨®n de debilidad de recursos propios o de resultados de Banesto, mediante el intercambio de paquetes accionariales o la realizaci¨®n de beneficios ficticios".
Mediante este trasvase, se dio salida a la autocartera (la monta?a de acciones propias de Banesto en 1989 y 1990), con resultados igualmente desastrosos para el banco. El Banco de Espa?a estima unos quebrantos por operaciones con los citados grupos, en Banesto y la Corporaci¨®n Industrial, de 54.018 millones sobre unos riesgos totales, entre cartera de valores y riesgo crediticio, de 133.313 millones de pesetas. Otros cr¨¦ditos por valor de 75.727 millones deber¨ªan ser reclasificados como dudosos. Precisamente por este tipo de "actos fraudulentos Y la utiliza ci¨®n de personas interpuestas", entre otras cosas, el Banco de Espa?a abri¨® un expediente disciplinario a los ex administradores y cuatro directores generales.
Mario Conde ha arg¨¹ido, como se ha apuntado, que Banesto no ten¨ªa una autocartera importante y que en dicho punto no incumpl¨ªa la ley. Pero la manera de diluir / disfrazar la autocartera es esencial para conocer las pr¨¢cticas de Conde. Un ejemplo que no aparece en la demanda de acci¨®n social, pero ha sido investigado por el Banco de Espa?a, ayuda a comprender el alcance del da?o que Conde y sus colaboradores estaban dispuestos a hacer a Banesto y la Corporaci¨®n para mantener las apariencias. Se trata de la operaci¨®n Oil Dor. La familia Garc¨ªa Pardo, los hermanos Carlos y Manuel, propietarios del grupo Dorna, constituy¨® Oil Dor en 1991 con un capital de 10 millones. Despu¨¦s de ampliar capital en dos oportunidades, el capital se elev¨® a 400 millones. Oil Dor ten¨ªa el proyecto de construir una red de 170 estaciones de servicio y venderlas a alguna multinacional o empresa petrolera reteniendo la gesti¨®n de la misma.
En mayo de 1992, Conde tuvo que recomprar a British Petroleum un 3% del capital de Banesto, que la petrolera hab¨ªa adquirido al comprar Petromed. Un poco despu¨¦s, en parte para colocar autocartera, la Corporaci¨®n Industrial compr¨® a los Garc¨ªa Pardo y sus socios el 50% de Oil Dor por 6.000 millones de pesetas. Si el capital de Oil Dor era de 400 millones, la Corporaci¨®n estaba pagando, pues, un cambio del 3.000%.
La mitad -3.000 millones- se pag¨® en dinero contante y sonante, y la otra mitad -3.000 millones-, en acciones de Banesto, valoradas a 3.000 pesetas por titulo. Esto es un mill¨®n de acciones. La Corporaci¨®n pod¨ªa recomprar esas acciones si su cotizaci¨®n se situaba al 15 de enero de 1993 por encima de las 3.000 pesetas, mientras que si el precio ca¨ªa por debajo de esa cifra se compromet¨ªa a pagar la minusval¨ªa.
Carlos Garc¨ªa Pardo, que invirti¨® 124 millones de pesetas en Oil Dor, obtuvo en la venta 3.720 millones. Otros beneficiarios fueron Rafael P¨¦rez Escolar, a t¨ªtulo personal, y. vendedores vinculados, que hab¨ªan invertido algo m¨¢s de 20 millones (le pesetas y obtuvieron 600 millones, o Francisco Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez, cuya sociedad, Maseru, SL, vendi¨® un 2%, lo que supuso convertir ocho millones de pesetas en 240 millones. Otra sociedad del grupo FG pose¨ªa otro 2%. Francisco Cionz¨¢lez era consejero de Oil Dor, y FG realiz¨® un estudio del proyecto que, junto con una estimaci¨®n de American Appraisal, fue utilizado como referencia para la compraventa del 50% de Oil Dor.
Como el 15 enero de 1993 la cotizaci¨®n de Banesto estaba por debajo de las 3.000 pesetas, la Corporaci¨®n pag¨® a los vendedores otros 350.000 t¨ªtulos, como parte del compromiso asumido. Por otra parte, el Banco de Vitoria concedi¨® cr¨¦ditos a Oil Dor por unos 3.200 millones. A 31 de diciembre de 1992, el patrimonio neto de Oil Dor era de 36 millones. Las gasolineras est¨¢n por construir. Estas operaciones, por tanto, como dice el informe citado sobre algunas otras maniobras parecidas, no pueden entenderse por motivos estrictamente bancarios.
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