El reto es reformar una Justicia lenta y deficiente
BONIFACIO DE LA CUADRA Es una cuesti¨®n de prioridades. Tanto en el ¨¢mbito presupuestario como en el de las opciones pol¨ªticas, la propuesta de agilizar y modernizar una Administraci¨®n de Justicia que sigue funcionando con esquemas procesal s decimon¨®nicos, oficinas cochambrosas y funcionarios judiciales aislados entre s¨ª, depende de la concepci¨®n que se tenga de esas prioridades.
Durante los primeros a?os del mandato socialista aumentaron las dotaciones econ¨®micas para la justicia y se duplic¨® el n¨²mero de jueces. El programa del PSOE para las elecciones del 3 de marzo pr¨®ximo parte de las reformas legislativas de la Administraci¨®n de Justicia realizadas en esa primera etapa y del "aumento de medios personales y materiales", y se dispone a abordar, dice, "la reforma cualitativa", al frente de la cual sit¨²a las reformas procesales, la creaci¨®n de los juzgados unipersonales contencioso-administrativos y un nuevo dise?o de la oficina judicial.
El orden ser¨ªa coherente si la Promesa de una reforma procesal no fuera repetitiva respecto a anteriores legislaturas y la propuesta de una nueva oficina judicial no recordara demasiado trabajos avanzados, realizados por los socialistas en los. a?os ochenta, desde la ¨¦poca de Fernando Ledesma como ministro de Justicia. La realidad ha sido que leyes tan importantes como el C¨®digo Penal o la del Tribunal del Jurado han desplazado la prioridad de las reformas procesales, decisivas, seg¨²n todos los partidos, para mejorar la situaci¨®n de la justicia.
Es cierto que el Ministerio de Justicia e Interior todav¨ªa tuvo tiempo de sacar adelante leyes como la de Asistencia Jur¨ªdica Gratuita y de Protecci¨®n al Menor, de importante incidencia sobre la prestaci¨®n del servicio judicial,_ o de otras, m¨¢s marcadas por la coyuntura pol¨ªtica, como la que crea la Fiscal¨ªa Especial Anticorrupci¨®n.
Mientras tanto, la jurisdicci¨®n contencioso-administrativa, la que somete la actuaci¨®n de las diferentes administraciones p¨²blicas al control del poder judicial, experimenta atascos crecientes que alcanzaban a principios de 1996 un total de 188.229 asuntos pendientes en las 17 comunidades aut¨®nomas, unos 27.000 m¨¢s que en esa misma fecha de 1995.' ?Qu¨¦ pas¨® durante 1995? En ese a?o, las salas competentes de los respectivos tribunales superiores de justicia resolvieron 84.849 asuntos, ?pero ingresaron 111.358! Como Aquiles y la tortuga, los casos resueltos no superar¨¢n jam¨¢s los pendientes mientras no se rompa la ecuaci¨®n y sean creados y dotados los juzgados unipersonales, primera instancia que permitir¨¢ desatascar las salas.
La prioridad que una vez m¨¢s concede el PSOE a las reformas procesales no merece mucha credibilidad. Pero el planteamiento que hace el PP de regresar a un Consejo General del Poder Judicial con 12 vocales jueces elegidos entre sus colegas y un reforzamiento del autogobierno, no complementado con un aumento de la responsabilidad de los jueces, tampoco ofrece esperanzas de mejora del servicio judicial.
Por su parte, el programa de IU, con una visi¨®n m¨¢s pegada a los intereses ciudadanos, se pierde en proclamaciones discursivas e incurre en la acron¨ªa de reclamar leyes que ya se encuentran en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Por su parte, los nacionalistas CiU y PNV, que en algunos aspectos son pioneros de la reforma judicial en las competencias que tienen transferidas, muestran una especial preocupaci¨®n por el peso de las comunidades aut¨®nomas sobre el ¨®rgano de gobierno del poder judicial.
Perjudicado por la Ientitud judicial
Gregorio de la Fuente L¨®pez, un agricultor de 42 a?os de la poblaci¨®n segoviana de Sacramenta (603 habitantes) tiene una impresi¨®n "bastante pobre" de la Justicia, como perjudicado por su lentitud. La tardanza judicial en tramitar una querella interpuesta por De la Fuente dio tiempo a que prescribiera el delito del que acusaba a un transportista. "Eso te lleva a desconfiar no de la Justicia en general", puntualiza, "pero s¨ª de algunos jueces". Pide que "alguien dentro de los ' jueces se preocupe en serio de su disciplina". De la Fuente reclam¨® una indemnizaci¨®n de seis millones de pesetas. El Consejo General del Poder Judicial inform¨® que hubo anormal funcionamiento judicial, por lo que De la Fuente espera que se le indemnice. Pero reflexiona: "No deber¨ªa pagar el Estado (los ciudadanos), sino el juez responsable".- .
Psic¨®loga de una cl¨ªnica m¨¦dico-forense
Despu¨¦s de ocho a?os de peritaje en la cl¨ªnica m¨¦dico-forense de Madrid, la psic¨®loga Blanca V¨¢zquez Mezquita, de 35 a?os, tiene una visi¨®n de la Justicia no estrictamente jur¨ªdica y, tal vez por eso, muy interesante para complementar el servicio que la Administraci¨®n de Justicia debe prestar al ciudadano. "Ayudamos al juez a que su justicia sea m¨¢s razonada, porque le acercamos al justiciable", explica V¨¢zquez, qui¨¦n comprende que "el juez no puede dedicarse durante horas a comprender a la persona que tiene que juzgar o investigar". Desde su privilegiada atalaya, Blanca afirma que "hay un sector de jueces interesado en la comprensi¨®npsicol¨®gica de la persona que realiza el delito, al margen de ¨¦ste, y en humanizar la Justicia". Entre las medidas en ese sentido, destaca el trato que esos jueces dan a la v¨ªctima o a los menores.
Seleccionado para el Tribunal del Jurado
"Cuando me dijeron en octubre que estaba entre los casi 4.000 vizca¨ªnos seleccionados para los juicios con jurado, me llev¨¦ una gran sorpresa. Pero enseguida me entr¨® el gusanillo de saber c¨®mo funcionaba todo esto de la Justicia". Jos¨¦ Artabe, de 36 a?os, soltero y natural de Lemoa (Vizcaya), trabajador de una cementera, ha sido el portavoz del primer jurado de verdad, pero experimental, en el Pa¨ªs Vasco. Artabe dice que "fue como en las pel¨ªculas: estuvimos deliberando m¨¢s de cuatro horas y nos parec¨ªa imposible llegar a un acuerdo entre todos . Cuando escucharon la sentencia, sintieron que hab¨ªan "fallado", porque el magistrado conden¨® al acusado a 12 a?os de c¨¢rcel y ellos le hab¨ªan absuelto. "El cuerpo se me qued¨® un poco mal, pero ha sido una experiencia limpia, clara y positiva", comenta Artabe-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.