El mu?idor de la operaci¨®n
Ten¨ªa la obsesi¨®n de crear un gran banco, de estar en una entidad l¨ªder, y lo ha conseguido. Con una ambici¨®n de hierro se acerc¨® al m¨¢s grande. Era su meta. La fusi¨®n ha llegado deprisa; pero hasta hace un mes ?ngel Corc¨®stegui tuyo que actuar despacio, entre otras cosas porque lo primero que ten¨ªa que hacer era sanear el BCH, que no diger¨ªa la fusi¨®n en la que se hab¨ªa embarcado.
Desde entonces, primavera de 1994, han pasado casi cinco a?os. Corc¨®stegui no se encontraba a gusto en el BBV. Considerado unos pocos a?os antes como el delf¨ªn de Pedro Toledo con m¨¢s futuro (era el m¨¢s joven), se encontr¨® desplazado. La fusi¨®n entre el Bilbao y el Vizcaya en el actual BBV se sald¨® con un claro predominio —por no decir, victoria— de los hombres del Bilbao. Los del Vizcaya, hu¨¦rfanos por la muerte de Toledo, poco ten¨ªan que hacer all¨ª. Primero sali¨® Francisco Luz¨®n (al Exterior, luego Argentaria); despu¨¦s Alfredo Sa¨¦nz (a Banesto junto con otros 15 vizcayas), y, finalmente, ¨¦l. Ahora, por esas casualidades de la vida, los tres delfines de Toledo se encuentran en el BSCH, bajo el mando de Bot¨ªn.
Pero con una diferencia. El que m¨¢s manda es Corc¨®stegui, un hombre hecho y derecho que este a?o cumplir¨¢ 48. Naci¨® en Bilbao, en una familia de conocidos oftalm¨®logos. El prefiri¨® ser ingeniero de Caminos, lo que motiv¨® que se trasladase a estudiar a la vecina Cantabria, donde conoci¨® a su mujer y tiene su retiro espiritual. Tuyo una media de sobresaliente en la carrera, pero el destino le llev¨® por otros caminos. Tras estudiar en la Wharton Business School, acab¨® en la banca tras pasar por el Banco Mundial.
Delf¨ªn
Toledo le incorpor¨® sin pens¨¢rselo al Vizcaya y ah¨ª comenz¨® su carrera en Espa?a, que cambi¨® radicalmente cuando Amus¨¢tegui se vio obligado a fichar a un ejecutivo para enderezar una nave que se iba a pique. Su perfil era el apropiado y recibi¨® todos los parabienes de la autoridad monetaria.
No se lo pens¨® dos veces. Era su oportunidad y salt¨® como una gacela de banco a banco. En dos a?os logr¨® sacar el banco del agujero. Prometi¨® no tocar la directiva ni incorporar a gente de su entorno y lo cumpli¨®. Eso s¨ª, no le ha temblado el pulso a la hora de recortar la plantilla. Por algo, dentro del banco se le sobrenombr¨® con el apelativo de Cor-corstes-gui. Ahora, va a tener que abordar esa misma labor. Aunque ya se ha comprometido a que ser¨¢ de forma no traum¨¢tica. Ya se sabe, con bajas voluntarias bien pagadas.
Han pasado 12 a?os desde que Corc¨®stegui recib¨ªa confidencias de Toledo. Los mismos a?os que Bot¨ªn es presidente del Santander. Y parece que ¨¦ste, por fin, ha encontrado a un segundo. Corc¨®stegui, que tiene una estrecha amistad con Ana Patricia Bot¨ªn y los hermanos Rodr¨ªguez Inciarte, ha entrado por la puerta grande en su imperio y supone el equilibrio: el Santander absorbe, pero un hombre del BCH toma poder. Y con las bendiciones pol¨ªticas de otro amigo: el presidente Aznar.
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