Una remontada muy futbolera
Un acto de fe, de heroicidad, deja al final la estrategia en un asunto intrascendente
Un partido bien planteado, trabajado a conciencia y que ya se daba por mal resuelto acab¨® siendo un episodio ¨¦pico. Un acto de fe, la heroicidad, el sentimiento, valores propios de los partidos sin vuelta, dejaron al final la estrategia en un asunto intrascendente. Mejor¨® el equipo de Camacho en la puesta de escena, se manej¨® con acierto en el intercambio de golpes y, sin embargo, cuando hab¨ªa madurado la contienda para ganarla se desenchuf¨® para resucitar en el tiempo a?adido con un remonte hist¨®rico, de gran plasticidad, muy futbolero, de aquellos que obligan a hablar del grupo, de la camarader¨ªa y tambi¨¦n del azar.El apote¨®sico final enlaz¨® con una buena declaraci¨®n de intenciones. El partido tuvo tres actos muy distintos, pero cont¨® siempre con el mismo hilo conductor, Guardiola, elegido mejor jugador del encuentro. Una vez que el rombo ha quedado desfasado, por demasiado exigente t¨¦cnica y f¨ªsicamente, Camacho ha empezado a tirar de los jugadores m¨¢s en forma y a dosificar esfuerzos. Las entradas y salidas de futbolistas diferentes han cambiado el dibujo, y el volante de enganche ha dado paso a un segundo pivote. Jug¨® ayer Helguera junto a Guardiola, con un diestro como Mendieta por la derecha y un zurdo como Fran en la izquierda, y el equipo tuvo un juego equilibrado y racional.
La baja de Hierro, en cambio, provoc¨® desperfectos en la zaga, pues Paco estuvo tan impetuoso como descentrado, justo lo contrario de Abelardo. El carril derecho estuvo mal defendido por Michel Salgado, sobre todo en el primer gol, precedido por una aparici¨®n sorprendente del madridista por el flanco izquierdo del ¨¢rea yugoslava y una posterior p¨¦rdida de pelota. Mejor¨®, en cambio, el equipo por el costado izquierdo, donde Sergi profundiz¨®, desbord¨® y tir¨® buenos centros, un caudal ofensivo mucho mayor que cuando actu¨® Aranz¨¢bal. Ofensivamente, mientras, Alfonso se mostr¨® tan in¨²til en el entrejuego como decisivo en el remate, y Ra¨²l perdi¨® presencia con el transcurso del partido.
Un accidente ayud¨® a que el juego en la cancha ratificara la buena puesta en escena. En el primer ataque, Helguera habilit¨® a Fran, pero el campo se comi¨® al gallego. Fue un s¨ªntoma de flaqueza que Camacho corrigi¨® a la que al zurdo le abrieron la frente. Entr¨® Etxeberria, Mendieta pas¨® a la izquierda, y el equipo recuper¨® la calma y el control, completando un final del primer acto muy interesante, presidido por el ¨ªmpetu de Sergi, explosivo en cada arranque. Camacho le dio otra vuelta de tuerca a la contienda en el descanso. Maltrecho Michel Salgado, dio entrada a Munitis como volante izquierdo, mientras Mendieta bajaba al lateral y Etxeberria actuaba como interior derecho. Fueron momentos de desconcierto, aprovechados por Godevarica para marcar. Munitis, sin embargo, se redimi¨® acto seguido con un golazo.
Parec¨ªa el partido bien encarado cuando a la hora result¨® expulsado Jokanovic. Camacho aprovech¨® la coyuntura para alinear a Urzaiz en detrimento de Paco. Y entonces el equipo se descompuso. Los jugadores extra?aron sus nuevos puestos: Helguera pas¨® desapercibido como segundo central y Ra¨²l perdi¨® presencia como volante de enganche. Jugaba demasiada gente por delante de la pelota, y los yugoslavos pasaron a dominar la escena pese a su inferioridad num¨¦rica. Camacho hab¨ªa lastrado al equipo con los cambios tanto como Michel Salgado con su error y Alfonso con su empe?o en ser el protagonista.
Alfonso, al fin y al cabo, se sali¨® con la suya. El mejor, sin embargo, fue Guardiola, plet¨®rico desde el primer gol -el robo de bal¨®n fue suyo- hasta el ¨²ltimo -el centro lo pint¨® el azulgrana, en la recuperaci¨®n y en la elaboraci¨®n, en la penuria y en la abundancia.
Camacho seguramente dispondr¨¢ la cuarta alineaci¨®n diferente en el cuarto partido. Moment¨¢neamente, con los cambios, ha ganado futbolistas en cada encuentro. Frente a Eslovenia recuper¨®, sobre todo a Mendieta y Abelardo, pues Ca?izares y Alfonso no resultaron tan determinantes, y contra Yugoslavia redimi¨® a Sergi y Helguera y, especialmente, se reencontr¨® con Guardiola, que activi¨® como nunca el circuito de juego.
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