Santi Santamar¨ªa, un hombre de pasi¨®n e ¨ªmpetu

El fil¨®sofo franc¨¦s Gabriel Marcel sentenci¨® que "cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive". Es cierto que una gran parte de los seres humanos no se plantean cu¨¢l es el sentido o rumbo de sus vidas, y quiz¨¢s parte de sus fracasos deriven de este simple hecho. Pero tambi¨¦n es cierto que hay personas que manifiestan con sus hechos que eso no es siempre as¨ª, que el itinerario por el que transitan es producto de una decisi¨®n n¨ªtida y categ¨®rica que surge de su m¨¢s enigm¨¢tico interior. Santi Santamaria siempre presumi¨® de ser un hombre que vivi¨® como ¨¦l quer¨ªa, defendiendo su visi¨®n del mundo y de la cocina a trav¨¦s de sus escritos, charlas e intervenciones. Polemiz¨®, encresp¨® y discuti¨® con parte del sector, pero nunca se podr¨¢ negar que no lo hizo con la misma pasi¨®n e ¨ªmpetu con que se enfrentaba a los ingredientes en su restaurante.

Entr¨® en la cocina huyendo de una situaci¨®n social y pol¨ªtica con la que no estaba de acuerdo. Salt¨® de la rigidez del dibujo t¨¦cnico a la voluptuosidad de la gastronom¨ªa, su gran pasi¨®n. Le atraparon los textos de Josep Pla, las creaciones de Fr¨¦dy Girardet y los aromas del Montseny, a cuyos pies, en Sant Celoni, trat¨® de representar sus luces y sombras en sus platos.

La clave de su ¨¦xito fue el equilibrio entre la simplicidad de su propuesta culinaria con la complejidad de su car¨¢cter inconformista y rebelde. Pronto le llovieron los reconocimientos y consigui¨® que su Rac¨® de Can Fabes, instalado en la vieja casa familiar, fuese el primer tres estrellas de Catalu?a. A partir de aqu¨ª su carrera fue f¨¦rtil, trascripci¨®n casi exacta de lo que se espera de un gran chef al estilo cl¨¢sico: libros, restaurantes en Madrid, Dubai, Barcelona, Singapur, productos con su r¨²brica, conferencias por todo el mundo, titulares y premios.

Coincidimos en muchas ocasiones, mantuvimos nuestros desencuentros y respetamos nuestras diferencias pero hoy, como al resto de la profesi¨®n, la noticia de su fallecimiento me ha conmovido. No solo se va un cocinero, sino que se disipa un punto de vista y una forma de entender la vida.

Andoni Luis Aduriz es jefe de cocina del restaurante Mugaritz.